Advertencia: ⚠️Alcohol

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Los dorados que habían sobrevivido a las doce casas, con excepción de aldebaran, se encontraba en un bar en rodorio para relajarse y no seguir llorando las muertes de sus camaradas.

En el camino se les habían unido Ikki y seiya, quienes recién salían del hospital.

Bueno...

En el bar simplemente se podía apreciar a Milo haciendo pendejadas, mu dormido, Aioria con la cabeza entre los brazos, Ikki tomando y seiya en una esquina con un jugo de naranja ( por que Aioria, pese a estar borracho, nunca lo dejaría estar ni a cinco metros del alcohol )

Ya llevaban unas dos horas ahí y el único sobrio era Pegaso, aunque Fénix no estaba haciendo ninguna tontería de borracho.

Milo, quien había sido el primero en emborracharse, se acercó a aioria, buscando sacarle unas risas al gato, quien después de la sexta copa simplemente ya no le había hablado a nadie.

Cuando por fin consiguió que levantara la cabeza y le mirara, su sonrisa ( y de pasó la borrachera) se le fueron de inmediato al ver las lágrimas que recorrían las mejillas del león dorado.

¿Aioria era de esos que cuando se emborrachaban lloraban?

Nunca lo había notado, quizás porque el dorado de leo nunca se emborrachaba con ellos o no tanto como para llorar.

Pero, no le gustó para nada ver las lágrimas en el rostro de su querido "amigo"

- Aioria? ¿estas bien?

El guardián de leo nisiquiera respondió, sólo miro para otro lado, negando con la cabeza.

Milo suspiro y lo abrazo.

No sabía el porque lloraba, si había recordado algo triste, si se estaba desahogando o simplemente así es como el reaccionaba al alcohol.

Pero odiaba verlo llorar.

Al cabo de unos segundos su abrazo fue correspondido, con el dorado más joven llorando en su pecho.

Ninguno dijo nada, escorpio sólo se dedicó a consolarlo hasta que se sintió mejor.

Por suerte para ellos, sólo seiya se había percatado de aquella tierna escena y no diría nada.