7. Compañeros de cuarto
Él veía a su amiga dormitar tranquilamente a su lado, lucía linda: sus dulces labios rosados y carnosos entreabiertos, sus parpados bien sellados acompañadas de ese par de espesas pestañas, todo su cuerpo rendido ante los brazos de Morfeo, volviéndose sumamente hermosa e inconsciente de ello.
—Oh, Ladybug ¿Dónde estás? — preguntó con un pequeño suspiro mientras acariciaba el cabello azabache de su amiga. No es que fuese su primera vez, ya Marinette algunas veces lo había dejado cepillar, pero, por cada vez que lo tocaba parecía ir incrementando una sensación en él a la cual no quería nombrar.
¿Cómo había terminado ahí, con ella dormida, atrapados en una habitación? La respuesta no era tan complicada: ambos estaban juntos cuando surgió una akumatizada, "La bella durmiente" se hacía llamar, desconocía sus razones aún, sólo sabía que tenía la capacidad de poner a dormir a las personas que atacara en un sueño eterno a menos que alguien la derrotara.
Al momento en el que ella intentó lanzarse contra el minino, la civil no lo pensó dos veces para interponerse entre la villana y su amigo (a Marinette poco le importaba que no estuviese en su forma de Ladybug, jamas dejaría que lastimaran al rubio si ella podía evitarlo).
Chat tenía que poner a su dormida amiga a salvo, él no la dispondría así de indefensa ante un millar de hombres con hormonas alborotadas. Sólo que... cuando entró a la habitación con seguridad con la chica en brazos, la villana seguramente atacó a la central de energía de París, y dejo el edificio sin electricidad y por ende, las puertas selladas.
Por supuesto que podía usar su cataclismo para salir de esa habitación, pero Ladybug siempre le decía "No desperdicies tu poder en acciones que puedes resolver de otra manera"; además, en cualquier momento podía llegar la moteada a rescatarlo para que le ayudara a combatir. Sólo era cuestión de esperar.
Bajó la mirada nuevamente.
¿Estaba mal?
¿Cómo era posible que de unos meses para acá sabía que su ritmo cardiaco era diferente cuando ella estaba presente? ¿Por qué le carcomía de celos y rabia la idea de que otro hombre se la comiera con la mirada? ¿Por qué esa inmensa necesidad de protegerla? Marinette era una chica valiente y sin duda protección era lo que menos necesitaba, pero, adoraba ser su caballero, adoraba significar algo para ella.
Adoraba la simple y a la vez complicada relación que tenían.
Y sin querer, detuvo su mirada en sus labios. Tragó saliva con dificultad y sintió su piel cosquillear, en su mente no se dejaba de reproducir la incógnita de cómo sería el sabor de sus labios, su textura, lo deleitante de poner erizar su piel, de sacarle un suspiro, lo cálido que sería su aliento rozando su rostro, su...
¡Chat, ella es tu mejor amiga!
Si la besaba, ella jamás se daría cuenta; pero habría daño, de eso estaba seguro ¿Qué tal si ella aún no había dado su primer beso y estaba esperando a que fuera con su chico ideal? ¿Ese era Luka Couffaine, ¿no? La dulce sensación que se le había formado antes en su estómago ahora era molesta, como un trago amargo.
¿Desde cuándo habían decidido que tenían que ser amigos? ¿Por qué no la conoció primero a ella para tener bien en claro sus sentimientos? ¿Por qué es que no podía actuar igual con ella cuando era Adrien?
Acaricio sus brazos, su piel tan tersa que lo volvía loco. Definitivamente esto que sentía por ella no era simplemente amistad y se odiaba por eso; él siempre odio la idea de amar a dos personas simultáneamente, pero es que, maldita sea, Marinette entró a su vida de una manera tan discreta, dulce y complicada; odiaba y amaba su presencia en su día a día.
Pero, la tenía ahí, sin importar a quien amara, ella lo había defendido y él la tenía ahí, sana y salvo de cualquier villano. En ese instante, estaban únicamente los dos en una habitación donde podían disfrutar de la presencia del otro sin que nada externo los lastimara.
—Ojalá algún día, mi princesa. — depositó un beso en su cabellera y se levantó. Ladybug le decía que nunca debía desperdiciar su poder, pero esto no sería desperdiciar su poder, esto era salir lo más pronto posible de ahí para poder arreglar está situación y despertarla para que pudiera seguir disfrutando de su día. — Cataclismo. — y derribo la puerta pudiendo finalmente ir al ataque de la villana.
Día 7: Compañeros de cuarto; Palabras: 752
Ya me estaba cansando un poco del "sólo amigos" , elevar esto a un nivel donde uno de los dos ya se vea tentado a besar al otro y dudando de sus sentimientos era lo que iba buscando. Además, no se me ocurrió otra cosa para este reto, no me los imaginaba compartiendo habitación de otra forma. ¿Qué les pareció?
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