14. Angst
Sus manos temblaban, lo veía; releía aquella noticia una y otra vez sintiendo un inmenso dolor en el pecho. "Chat Noir tiene un romance con una civil" y, aunque sabía que no era cierto (al menos eso esperaba), se entendía fácilmente que aquella imagen donde el minino le devolvía una rosa a Kagami Tsurugi se malinterpretara; es que simplemente las miradas que había captado aquella fotografía denotaban otra cosa. Además, recordaba claramente cuando él le rechazó su ya cotidiano choque de puños para llevar a la asiática a su casa entre sus brazos.
Incluso cuando le gustó Adrien sentía las cosas más sencillas, al menos ahí parte de ella era consciente que el rubio era un ser inalcanzable para ella.
Pero, con Chat Noir, pudo sentir por un momento que sí empezaba a surgir un sentimiento latente, cálido, tierno...
¿Acaso Chat ya se había cansado de rogarle a Ladybug? ¿Acaso Kagami era su nueva mejor amiga?
—Tikki, creo que lo perdí.— musitó mientras su mirada reflejaba con tristeza la imagen que Justo ahora observaba. La pequeña kwami se acercó para poder ver que era lo que tenía así a su portadora, se quedó un rato perdida en la nota periodística.
—Mari, no creo que lo hayas perdido. Él siempre será tu amigo, Chat es una persona muy leal.— la humana regresó a verla con una pequeña mueca inconforme, sus ojos derrochaban una angustia enorme, una sensación de incomodidad causada por la duda incesante de no saber si era correspondida aún de la forma que ella quería por el minino. Tikki se pegó a la mejilla de su portadora.— Aún no es muy demasiado tarde ¿Sabes?
Marinette suspiró pesadamente, aumentando por cada segundo que avanzaba la opresión sobre su corazón, se sentía destrozada, como una idiota por no haberle correspondido tan siquiera en su forma heroica cuando aún tuvo tiempo.
—No sé, yo...— se vio interrumpida por un golpeteo en la puerta que daba a su balcón, sólo había una persona que entraba por ahí. Marinette tomó aire profundamente viendo con detención ahí, hacia ese punto donde provenía el sonido. Su kwami la miraba preocupada, ella no estaba en las mejores condiciones para que se vea con su amigo felino.
—Entenderé si te quieres hacer la dormida.— pronunció suave. La azabache negó con la cabeza y le acarició la mejilla a la kwami con el costado de su índice.
—Tranquila, estaré bien.— se levantó de la cama y se encaminó al balcón mientras sus palmas comenzaban a sudar, el aire parecía volverse nulo por cada paso que avanzaba, abrió aquella puerta.
—¡Marinette!— esbozó el minino emocionado mientras se lanzó a abrazarla en cuanto la vio. Odiaba con toda su alma sentirse tan segura, tan bien ahí entre sus brazos, tan inimaginablemente maravilloso. Se separó al sentir que la azabache no había sido tan receptiva con el abrazo, sólo percibió un gesto indiferente y algo pensativo.— ¿Mar?— la chica sacudió su cabeza, no debía verse destruida; debía de lucir de buen ánimo siempre para él.
—¿Sucede algo, Chat Noir? ¿Ha qué has venido?— cuestionó con una sonrisa amable, triste. Chat Noir se agarró el brazo algo incómodo.
—Bueno, venía a decirte algo pero, precisamente ahora me preocupa más tu estado de ánimo.— vio negar a la fémina mientras tomaba asiento en uno de los camastros que estaban ahí, Chat tomó asiento frente a ella y la admiró por unos segundos.
—Veo que te fue bien hoy.— mencionó cortando el silencio, no quería ver su dulce mirada verde, así que se dedicaba a contemplar el cielo estrellado de esa noche.
—Pues...— él ladeó la mirada un poco pensativo. Por supuesto que no, Lila le había metido ideas a una de sus mejores amigas y de alguna manera logró akumatizarla. Verla así de destrozada y saber que el akuma se encontraba en una rosa que él le había regalado en el pasado le hizo sentir mal. Lila tenía un comportamiento errático y sabía que de alguna manera era por el deseo incesante de permanecer a su lado. Dañaba a otros para estar a lado de "Adrien Agreste" ¡Que emoción!— No sería la mejor manera de describir mi día.
Y para cerrar con broche de oro, tuvo que llevar a Kagami a su hogar para asegurarse de que Lila no la siguiera para continuar echándole mentiras que la afectara. No pudo dar el choque de puños con su compañera de batallas, aquel gesto que tanto adoraba.
Ni se mención lo mal que le provocaba saber que su mejor amiga en el mundo ahora se hallaba mal y ella prefería guardar silencio. Se mordió los labios.
—Fue un día... estresante.— tiró con cierto tono de cansancio. Marinette lo veía detenidamente, se sentía sorprendida de que dijera eso. Puso una mano en su hombro, no podía permitirse que él continuara así de hastiado de este día.
—C-Chat.— su voz temblaba, su corazón se escaparía de su pecho en cualquier momento. Pero ya no podía permanecer con esta angustia en su pecho: quería saberse aceptada o rechazada de una vez.
Y se abalanzó hacia él, pegó sus labios a los de él olvidándose completamente del temor y dejándose envolverse por la calidez que le ofrecía el tacto de ese chico. Aun así su corazón temblaba, la incógnita que permanecía por un joven que no actuaba, no correspondía pero tampoco rechazaba la hacía palidecer. Oh, mierda ¿Y si había cometido una estupidez?
Y justo cuando iba reduciendo la intensidad de aquel acto para alejarse aún con algo de dignidad, el joven deslizó sus manos con una provocadora lentitud alrededor de su cintura y la apegó hacia su cuerpo ocasionando un cosquilleo envolvedor a la joven. Sentir su piel así, su dulce reacción bajo su tacto era precioso, estimulante, inigualable.
Nunca había experimentado algo así, al menos no consciente.
¿A quien le importaba el resto del día teniendo un momento así de perfecto?
Así de perfecto como su mejor amiga.
Día 14: Angst; Palabras: 995
Lo sé, que pésima soy para escribir angustia. No me había dado cuenta que realmente sí hay un género para el que no sirvo en lo absoluto 😂 mejor me mato y no digo nada de este One shot.
(Plis, no le echen arena a esta basura. Hice mi mayor esfuerzo :c )
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