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Wong YuKhei» NCT part.II


Contiene smut explícito ⚠️

En el momento en que abriste la puerta de tu cuarto y te encontraste frente a frente con los oscuros orbes cafés de Yukhei al otro lado de esta, una silenciosa emoción burbujeó en tu interior. No tenías prevista su vista en tu cuarto de hotel — porque ni siquiera sabías que el chico era consciente del lugar en que te estabas hospedando estos pocos días que te quedarías en el país —, sin embargo, agradeciste mentalmente el hecho de que lo hiciera porque no habían pasado ni siquiera cinco minutos, desde que el vívido recuerdo de su rostro había ocupado tus pensamientos, eclipsando cualquier otro tema o preocupación.

Lo invitaste a entrar con una sonrisa que fue correspondida por él y, en el instante que pasó por tu lado hacia el interior del cuarto, pudiste percibir el olor de su fragancia que quedó suspendida en el aire por unos segundos.

«Que agradable olor... »

En silencio serviste dos copas del vino que el chico trajo consigo a modo de regalo, lo cual te pareció un lindo detalle. Agradeciste en tu mente el haber rechazado la invitación de YangYang de hospedarte en su casa durante el viaje, porque de otra manera creías poco probable que este encuentro se hubiera concretado.

Gracias a tu deplorable manejo del mandarín y el cantonés, sumado a su carente habilidad con el idioma inglés, solo pudieron tener una corta y dificultosa conversación que, más pronto que tarde, murió cuando le permitiste invadir tu espacio personal sin romper el contacto visual.

La atracción sexual entre ambos era palpable, tanto como la primera vez que se vieron en la fiesta. Los dos se devoraban con la mirada y, debido a eso mismo, te apiadaste de ambos dando el siguiente paso que él había dejado en tus manos. Lo tomaste por la parte posterior de su cuello y lo aproximaste hasta ti, dejando entre ustedes una distancia casi inexistente en donde te dedicaste a torturarlo a él y a ti misma, tomándote unos segundos para admirar de cerca sus apetecibles y generosos labios color rosa pálido.

Gruñó contra tu boca cuando por fin te dignaste a probarlo. Sus manos te sujetaron por la cintura con firmeza, apegándote a él hasta el punto de que ninguna corriente de aire era capaz de pasar entre ustedes, y te besó de manera lenta y pasional, seduciéndote sin la necesidad de palabras.

No estabas acostumbrada a irte a la cama con desconocidos, pero el saber tan poco acerca de él sumado al echo de que, muy probablemente, jamás se volverían a encontrar, le daba a todo el asunto un toque de emoción y fogosidad tan grande, que solo te impulsaba a apagar tu lado más racional y dejarte llevar.

Te arrancó suspiros de satisfacción con su boca al ir recorriendo y conociendo la piel de tu barbilla y cuello, repartiendo por dónde pasara, besos que se intercalaban con juguetonas mordidas que se transformaban en húmeda excitación entre tus piernas. Sus manos moldearon tu figura con afán, disfrutando de cada centímetro de ti mientras se dedicaba a desprenderte de tus prendas con naturalidad.

Oh, so beautiful... — murmuró con voz rasposa contra tu piel, sacándote una pequeña risa que terminó convirtiéndose en un audible gemido contra su oído en el instante en que una de sus manos se coló entre tus piernas y acarició de forma superficial tu sexo.

Lo viste sonreír con felicidad, orgulloso, al notar tus expresiones de gusto cada vez que hacía movimientos con su mano que eran de tu agrado. Tu espalda hizo contacto con una de las paredes de la habitación que se sintió fría contra tu piel y, con la respiración agitada, admiraste y gozaste del recorrido que realizó la lengua de YuKhei desde tu abdomen hasta tu vagina, en donde te besó con hambre.

Sollozaste del gusto más de una vez con una de tus manos aferrándose a su sedoso cabello castaño mientras que el chino, de rodillas, se daba un festín contigo.

Te quejaste en el instante en que YuKhei se detuvo y se alejó, dejándote con la sangre hirviendo de la excitación. Respirando de manera superficial lo viste reincorporarse frente a ti, luciendo como la vivida imagen de la tentación con los labios hinchados, el cabello revuelto y la camisa abierta, dejando a la vista un pecho trabajado que quisiste recorrer con tu lengua.

Besándolo, lo guiaste hasta la cama tras de él, dispuesta a desnudarlo de la misma manera en que lo hizo contigo y deseosa por conocer su sabor.

Oh my god... — Lo oíste exclamar luego de librar su erección y probarlo, dándole una larga lamida. — So good... — el comentario te hizo reír entre dientes y, compartiendo una mirada picara con tu inesperado acompañante de esta noche, descendiste para chupar la enrojecida punta de su miembro.

Con los gemidos de YuKhei como música de fondo, te dedicaste a besar, lamer y masajear su hombría; todo eso hasta que el chino te paró con su inglés básico acompañado de esa grave voz que te provocaba el querer suspirar del gusto cada vez que la oías, ya que se te hacía de lo más sensual.

Lo viste sacar de uno de los bolsillos de su pantalón un condón y, sonriendo mientras observabas cómo se lo ponía por sí mismo, soltaste un "good boy" que elevó las comisuras de sus labios hasta enseñarte una perfecta dentadura.

Lo obligaste a recostarse en la cama. Apoyándote sobre su abdomen y con sus manos firmes en tus caderas, lo montaste, adorando la sensación de él llenándote por completo. Cada movimiento te supo a gloria, y el sonido de sus gemidos entremezclándose inundó el cuarto.

Tu orgasmo estalló antes que el de él, que no tardó mucho en llegar.

Te recostaste a su lado todavía agitada y, en medio de un silencio en donde el sonido de sus respiraciones era lo único que predominaba, la voz de Wong sonó con claridad.

— Well... When... Hum... You come back to Hong Kong? — Te miró, alzando una de sus cejas con clara curiosidad y una sonrisa coqueta.

Te reíste, por una mezcla entre lo tierno que te pareció su inglés y su divertida expresión, con la cabeza sobre la almohada para seguido alzar los hombros con sinceridad.

Who knows, boy. 

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