Había cometido un grave error.

Su hermano lo miraba con sorpresa, tratando de no creerle. Pero, ¿cómo no? Si su novio estaba ahí presente, y Papyrus solamente le echaba la culpa a él, diciéndole que “le había metido muchas cosas en la cabeza”.

Le preguntó varias cosas acerca de su relación, y en algunas no supo contestar, por ejemplo, cuanto tiempo llevaban juntos.

—¿O sea que me mentiste todo este tiempo? ¿Por qué, Blue? —preguntó su “bro' ”, ligeramente decepcionado.

No respondió. Sólo se acurrucó en el brazo de su amado.

Dust quería callar a Swap!Papyrus por hacer sentir mal al arándano, pero no podía.
No era idiota, con cualquier palabra o comentario que dijese, el contrario podría molestarse con él. No quería arruinar más el asunto.

Pero tampoco quería quedarse callado, viendo como regañaban a su bebito por aquel “terrible pecado ”.

—No lo toques, idiota. —dijo Dust, cuando noto que el fumador quería llevarse al de pañuelo celeste.

—Es MI hermano, además, no voy a permitir que esté con un loco. —mencionó.

—Bueno, al menos este “loco” le ha dado más cariño y amor de lo que tú le hubieses dado. —suficiente, el homicida estaba harto del comportamiento del fumador.

Una discusión no tardó en aparecer, alterando al pequeño. Blue hablaba, pero no lo escuchaban. Luego, vio como Dust invocaba unos cuantos huesos, y la batalla comenzó.

—¡P-paren! ¡D-detenganse! —gritó el menor, sin embargo, fue ignorando.

No sabía que más hacer.

Sin darse cuenta, el esquizofrénico y el adicto a la miel peleando afuera del hogar estaban. Para después, encontrarse con varios monstruos y humanos alrededor de ellos, observando la peligrosa batalla.

Y cuando su “bro' ” iba a golpearlo, él se interpuso.

—¡B-basta! ¡Suficiente! —gritó—. No puedo creer que me hagas esto. Yo lo amo, entiende. —abrió un portal—. Nos vemos cuando estés más tranquilo.

—Blue, cruzas ése portal, y te olvidas que soy tu hermano.

¿Qué? ¿Acaso escuchó bien?

—¿H-hablas e-enserio? N-no puedes h-hacerme esto, Papyrus.

El pequeño no podía escoger. No quería.

Suspiro repetidas veces, pero al momento de hablar, le interrumpieron.

—No, no importa. Yo me voy. —dijo Dust—. Adiós arándano.

—N-no, polvito. No t-te v-vayas. —pero ya era tarde, el asesino había cruzado el portal.

Swap!Sans escuchó los murmuros de la gente, susurros y burlas. Se quitó las lágrimas que resbalaban por sus pómulos, y se retiró de allí, no sin antes decir:

—Te odio...

—¿Eh?

—¡Te odio!

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Perdonen el retraso :'v