Se corre el rumor que todos tenemos cuatro vidas, y en mi afán de comprobar si era cierto te busque.

En mi cumpleaños recibí una máquina de tiempo, así que con ella volví al pasado.

Te encontré por primera vez en grecia, como una filosofa, siempre escribiendo, que puedo decir, eres arte.

Después seguí y te busque en el renacimiento, y te reconocí por que ahora pintabas un cuadro mio.

Tiempo después te vi en la playa contemplando el atardecer mientras escuchabas a los Beatles.

Te he encontrado siempre, incluso en esta vida, y aunque no estemos juntas.

Al ser la última vida en que nos veremos me despido.

Dejaré la máquina frente a tu casa para que también veas lo mismo que yo.

Suerte.