Cuando Lalisa Manoban llegó a Corea persiguiendo sus sueños para ser idol nunca se espero nada de lo que le fuera a pasar.

Un tailandesa en una empresa pequeña que estaba buscando patrocinadores para su nuevo grupo idol.

Ella y tres trainees más eran parte de la agrupación, sin embargo el accionista de 40 años la había escogido a ella debido a que la consideraba exótica.

¿Cómo debería de lidear con el hecho de tener un sponsor?

Simplemente no quería que sus compañeras pasarán por aquel asqueroso sacrificio.

— Solo serán dos visitas al mes por 4000 dólares —ánimo su CEO— ¿o es que acaso no quieres debutar? —

Historia basada en cosas del lado oscuro del kpop, con muchas cosas alteradas y sin relación a la realidad, abstenerse de comentarios pendejos.