— Es tan difícil fingir que eres como ellos —habló el demonio observándola desde el sofa, sus ojos ahora negros se veían tan vacíos mientras la analizaba— fingir que te importan —

— Ellas me importan —renego Jennie ante su insistencia escuchando la carcajada que esta soltó—

Siempre era así de falsa.

— ¿No puedes ser un poco más empatica? —se quejo obteniendo una mirada fría de la demonio que le provocó escalofríos—

— No me hables de humanidad, soy un demonio no necesito actuar como si fuera tu —se burlo— no tengo humanidad, ni sentimientos, deja de tratar de fingir que no eres al menos un poco como yo —dijo sacando la lengua y pinchar la con uno de sus colmillos, su apariencia demoníaca volviendo de a poco— yo puedo ver quien eres en verdad —