Jennie sentía pavor por ir a la escuela.

Era algo obvio si consideraba la cantidad de bullying que recibía ahí, golpes, insultos, sabotajes.

De todo, incluso le caía mal a algunos maestros, sobretodo mujeres. Eso llegaba al punto de malas calificaciones aunque sacara un 100 en el examen.

Cuando llegaba a casa y los problemas  familiares abundaban con las discusiones de pareja de sus padres, prefería dormir.

Cuando dormía, nada pasaba alrededor. Ni siquiera soñaba debido al cansancio.

Luego los problemas para dormir comenzaron y ella en busca de su descanso se tomaba a escondidas las pastillas de dormir de su madre.

Fue entonces que por primera vez en sueños una hermosa mujer le susurro al oído.

"Solo sueñalo"