Respiro hondo y pausado tratando de estabilizar su respiración sin lograrlo.

Jennie era una omega que había conocido a su destinada y derrepente todo se había ido abajo.

Ahora estaba frente al retrato de su alfa muerta y sin poder contener los hipidos que salían de su garganta debido al suceso, incluso is habían pasado algunos años todavía tenía días en que la recordaba con tanto furor.

Incluso si llevaba días sin salir de casa y no había comido.

Pensó que eso no es lo que su alfa querría y se levantó de la cama col pesar y dolor, a penas poniéndose algo diferente de la pijama y una bufanda debido al frío.

Camino por las calles atestadas de la ciudad y terminó en una zona vacia, era tan...

Sin poder contenerlo en llanto volvió a salir de ella y resbaló contra la pared en la que se había recargado, su cabeza entre sus rodillas y el corazón hecho añicos.

— ¿Se encuentra bien? —una voz algo infantil preguntó, levantando la mirada encontró a una niña frente a ella—

Ojos enormes y las ropas algo gastadas, la veía curiosa y le estaba extendiendo una flor.

"— Plantemos está flor juntas y hagamos que crezca en símbolo de nuestro amor —"

Un rayo de luz parecía penetrar en la sombra oscura que había estado habitando dentro de Jennie.

Se había encontrado a su destinada de nuevo.

Aunque está fuera sólo una niña.