— ¡¿por qué sigues tratando de huir!? —grito la alfa de manera violenta tirando la mesa a un lado y la omega retrocediera asustada, nunca la había visto así— ¡Soy tu pareja, estoy cansada! —

Jennie no pudo siquiera ver el momento exacto en que su cara fue sostenida por esas fuertes manos y se vio sometida sin mucho esfuerzo, en esa relación tan extraña que tenían, la alfa estaba mostrando celos por primera vez a diferencia de su habitual indiferencia.

— ¡Mia! —gruñó la alfa mostrando los colmillos—

Jennie nunca entendió porque muchos omegas no podían separarse de sus alfas que aveces eran abusadores, ella siempre pensó que podría irse cuando quisiera.

Hasta ese día.

Jennie comprobó de lo que era capaz un alfa para sostener a su pareja a su lado.

La manera en la sometió.

Como uso sus feromonas e indujo un celo.

Ella recuerda vividamente como la ultrajo antes de morderla y repetirle que era suya.

Estando enlazada solo otro alfa podría librarla, con esa mordida en su cuello ella ya no tenia más opción.