Guerrera astronauta
Facción: Guerreros.
Personaje protagónico: Kohaku.
Tema: Acción / Humor.
Kohaku llegó a la jefatura con una sonrisa de oreja a oreja, llamando la atención de todos porque literalmente parecía emanar un aura de felicidad y alegría incomparable. Y, aunque ella no era la persona más seria del mundo, normalmente solo tenía un humor agradable o se mostraba profesional, así que todos estaban curiosos.
Sin embargo, fue cuestión de tiempo para que todos se enteraran el porqué: ¡Chrome y Ruri se casarían!
Habían anunciado la boda a sus amigos tan solo el día anterior, y el chisme ya estaba en boca de todos.
Normalmente las bodas entre aldeanos no tenían periodos de espera, a menos que la aldeana quisiera hacerse un lindo vestido para la ocasión y necesitaran cazar un venado para ello, pero cuando dio la noticia Yuzuriha insistió en preparar el vestido de novia, Ryusui insistió en que Francois debería preparar el menú, Gen insistió en organizar un espectáculo, y así todos sus amigos quisieron colaborar en algo.
Como los días eran tranquilos y había mucha paz en Tokio, Kohaku se dirigió al Dojo Oeste para dar clases de defensa personal a nuevos reclutas de la policía.
A veces daba clases a reclutas, otras veces a policías que querían aprender más, otras veces a civiles y otras veces a niños, el Dojo estaba abierto para quien quisiera aprender, y ella se sentía feliz de contribuir a la paz de los ciudadanos.
Y como Chrome y Ruri se iban a mudar a vivir juntos en Tokio al casarse, Kohaku se seguiría asegurando de que la ciudad siguiera siendo muy segura por muchos, muchos años.
—¡EMERGENCIA, EMERGENCIA! —Alguien de repente irrumpió en su Dojo a mitad de la clase—. ¡Un recién despetrificado enloqueció, secuestró a una chica y amenaza con arrojarla desde un risco si no cedemos a sus demandas! ¡Está muy cerca de aquí, todo el que pueda venir, que venga!
Kohaku de inmediato saltó a la acción, claro. Preguntó por el lugar exacto y fue corriendo hasta allí, alcanzando en el camino a Matsukaze, Kirisame y Kinro, y a Ginro arrastrado por su hermano, también corriendo al lugar.
—¡¿Qué saben de la situación?! —preguntó, bajando la velocidad para correr a la par de ellos.
—No mucho, aparentemente el hombre en cuestión está desesperado por una sustancia adictiva e ilegal y si no se la dan matará a la chica, por lo que alcance a oír —exclamó Kinro seriamente.
—¡Ugh! ¡¿Y por qué tenemos que ir?! —lloriqueó Ginro—. ¡Los del Centro de rescate de estatuas lo despertaron, que ellos se encarguen!
—Los del C.R.E no pueden saber cuáles estatuas son buenas y cuáles son malas —dijo Matsukaze con preocupación.
—¡Ja, pero nosotros podemos arreglar este tipo de errores! —Kohaku sonrió enormemente, feliz de tener algo de acción—. ¡Sé a dónde vamos, sé cómo es el risco donde están! ¡Ustedes distraigan al criminal, yo lo atraparé!
Todos intercambiaron miradas confundidas, pero decidieron confiar en ella y simplemente asintieron, por lo que Kohaku se desvió del camino y se perdió entre los árboles.
Los guerreros llegaron ante la escena de frente, encontrándose con agentes del Centro de Rescate de Estatuas, el C.R.E, que les explicaron la situación.
—Ese hombre es un adicto peligroso que enloqueció cuando supo que ya no tenía a quién comprarle sus sustancias ilegales —murmuró ceñuda la agente del C.R.E, señalando al tipo alto y gordo que estaba sujetando a una chica joven y delgada al borde del risco, gritándole a la policía que le consiguieran lo que quería o la soltaría.
—Estábamos reviviendo a las estatuas de esta zona porque van a comenzar a edificar por aquí pronto —comentó el otro agente del C.R.E—. El cobarde agarró a la persona más indefensa que encontró, menos mal que todavía no habíamos revivido a ningún niño.
—Entiendo, por favor no se preocupen, nos encargaremos —aseguró Kinro tan serio como siempre.
Se acercaron al criminal, examinando la mejor forma para aproximarse.
—¿Cómo se supone que vamos a distraerlo? —preguntó Ginro, sudando un poco—. ¿Cuándo va a aparecer Kohaku?
—Quizás debamos mentir y decir que le daremos lo que pide —murmuró Matsukaze, observando analíticamente al hombre que ahora zarandeaba a la pobre chica—. Uno debe acercarse a fingir ser un negociador.
—Pero ni siquiera sabemos qué es lo que quiere —le recordó Kirisame.
—No necesitamos saberlo, solo decirle que se lo daremos —aseguró Kinro.
—Es cierto, estaba pensando lo mismo —murmuró Ginro con rostro muy serio, aunque claramente mentía.
—Entonces el amo Ginro debería ser el negociador —propuso Matsukaze, con ojos brillantes.
—Eh...
—¡Muy bien, mi señor, usted puede! —Matsukaze lo empujó respetuosamente hasta que se adelantó lo suficiente para estar a solo unos metros del criminal.
Ginro tuvo que contener un chillido.
—¡¿Y tú quién eres?! —gruñó el adicto, con ojos enloquecidos y hasta baba escurriendo de su boca.
—Yo... Dag... Dug... Eh... Soy... ¡Soy el negociador! —exclamó con una risa nerviosa.
—¿Quién demonios mandó a Ginro al frente? —preguntó uno de los otros policías en la zona, mientras que Kirisame y Kinro solo pudieron sujetar sus frentes con resignación.
—¡¿Me darán lo que quiero?! ¡Dénmelo o la chica muere!
—¡No, por favor! —La chica estaba llorando a moco tendido y Ginro comenzó a sentir la presión.
—¡S-sí, te lo daremos! ¡Te daremos esa cosa que quieres!
—¿Cómo que "cosa"? —El criminal lo miró mal—. ¡¿Siquiera sabes lo que quiero?!
Ginro se quedó en blanco.
Matsukaze, Kinro, Kirisame y todos los policías se fueron de espaldas.
—¡AGH! ¡Ya me hartaron! —Acercó a la chica más al borde del risco, sujetándola solo con una mano—. ¡Dénmelo ahora o...!
—¡JA! ¡No te daremos nada! —En ese momento, Kohaku surgió desde detrás del risco, se colgó del cuello del criminal, clavó un cuchillo en su mano y así liberó a la chica, y luego lo sometió con una llave.
Todos jadearon de alegría al verla.
Ella supo que en ese risco se podía escalar debido a su forma, así que tomó otra ruta para rodearlo y subir desde el fondo rocoso que era de agua poco profunda, y esperó a que el tipo aflojara su agarre en la rehén para atacar.
—¡WAA! ¡Gracias, Kohaku-chan! —Ginro estaba muy aliviado de que ello lo hubiera salvado de una sanción de sus superiores por hacer mal su trabajo.
—Como era de esperarse de la astronauta Kohaku —murmuró uno de los agentes, mirándola sonrojado.
—No puedo creer que no tenga novio —dijo otro con rostro idiotizado.
Varios observaron con corazones en los ojos como la guerrera astronauta sometía al maleante, aunque los corazones desaparecieron cuando de repente se cargó ese hombre tan grande al hombro como si fuera bolsa de patatas.
—P-pensándolo bien, creo que mataría al pobre que se atreva a salir con ella...
—Los que la llaman gorila tienen mucha razón...
Kohaku ni los escuchó, solo le entregó al criminal a unos patrulleros que lo esposaron y lo metieron a una camioneta para llevarlo a la jefatura.
—Todo muy bonito, pero no podemos seguir así —exclamó la chica agente del C.R.E—. No es el primer incidente con recién despetrificados, necesitamos más seguridad, nosotros somos rescatistas, no llevamos armas.
—Ja, eso se soluciona fácil, solo hay que asignarles un policía para cada misión de rescate —dijo Kohaku rápidamente.
—Bien, lo hablare con los superiores —aseguró un policía de mediana edad—. Por mientras, la misión aquí ya acabó. ¡Buen trabajo, oficiales! Sobre todo tú, Kohaku.
Kohaku sonrió y rápidamente se giró para regresar a su Dojo a seguir con la siguiente clase del día, para así continuar con su deber de contribuir a la seguridad de la civilización.
El trabajo nunca terminaba, eso lo aprendió de Senku.
Continuará...
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaa :D
Aquí un nuevo cap! Y con la bella leona de prota *w*
Espero q les haya gustado! Todavía me quedan varios caps guardados así que espero actualizar pronto!
Muchas gracias por su apoyo y me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro