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El chico de los recados

Facción: Random.

Personaje protagónico: OC.

Tema: Humor.

Aparentemente, cualquier estatua pensante que estuviera cerca de una fuente de ácido nítrico tenía posibilidades de haber roto la petrificación por su cuenta.

Y aparentemente la gente no pensaba mucho en esa posibilidad, nadie se preguntaba... ¿alguien más aparte de Senku y Taiju pudo haber revivido en algún lugar de Japón?

Japón tenía a mucha gente inteligente, incluso, mucha gente joven inteligente, y un joven niño genio acabó justamente en un lugar cercano a una fuente de ácido nítrico, despertando cuatro meses después que Senku, y dos antes que Taiju.

Este niño tenía doce años, lo que hubiera significado la muerte segura de no ser porque, justamente, era un genio infantil, superdotado desde nacimiento.

Su nombre era Atarashi Tomiichi, nacido en Kyoto, que a duras penas pudo sobrevivir hasta los dieciséis años y entonces... la petrificación volvió a cubrir el mundo entero.

Tomiichi aun recordaba ese día, poco antes había estado recorriendo Japón arrastrando la estatua de su hermano y su prima en un carrito con ruedas de bambú, buscando rastros de otra persona que hubiera despertado o al menos un mejor lugar donde sobrevivir, cuando vio hileras de humo elevarse desde los árboles.

Siguiendo las hileras, se encontró con un camino pavimentado. ¡Pavimento en el mundo de piedra! Se sintió aliviado, pero no quiso toparse tan de frente con los sobrevivientes, así que los observó durante semanas, escuchando cosas como que tenían una forma de despetrificar a las personas, pero que no lo hacían porque no querían sobrepasar cierto número (el número de Dunbar, seguramente).

Tomiichi quería revivir a su hermano lo antes posible, y a su prima si se daba la ocasión, así que quería robar el líquido despetrificador, y estaba planeando cómo obtener la información y hacerlo cuando les llegó una ola verde gigantesca, tal como aquel día hace tres mil setecientos años (eso lo descubrió de escuchar a los otros despetrificados).

Tomiichi observó la ola petrificadora con el rostro en blanco.

Mientras los demás gritaban de horror, él simplemente rodó los ojos.

¿Cuatro años de sobrevivir como loco a duras penas para volver a quedar petrificado?

Lo revivieron como nueve años después, confundiéndolo con uno de los que ya estaban revividos por haber estado cerca de la zona y tener vestigios de haber usado ropa, y lo pusieron a trabajar como obrero.

Tomiichi no era de presumir sus hazañas, así que ni se molestó en decir nada de la verdad de cómo despertó, y solo estuvo feliz de que, como necesitaban mucha mano de obra, pudo revivir a su hermano mayor, Jun... y a su prima Miku, porque se dio la ocasión, aunque a ella no le gustó nada la idea de ser obrera.

Entre tantos chismes de los demás obreros, se enteró que el mundo volvió a petrificarse por decisión del mismísimo Senku (que era el responsable de que la civilización estuviera volviendo tan rápido), cosa que hizo temblar su ceja con molestia.

—Vamos, al menos gracias a eso pude volver —dijo alegremente su hermano Jun.

—Yo te habría traído antes, solo necesitaba más tiempo para robar la formula —murmuró Tomiichi con una mueca de sequedad.

—¡Robar es malo, jovencito!

—¡Cállate, ahora tenemos la misma edad!

Cuando empezaron con los preparativos para los cohetes, Senku estaba desesperado por toda la ayuda que pudiera conseguir, y ahí fue cuando Jun reveló a todos que de hecho Tomiichi era muy inteligente, así que lo pusieron a trabajar... haciendo matemáticas infernales junto con un grupo de unos veinte ingenieros revividos.

Ahora bien, Tomiichi era muy bueno en matemáticas, pero su verdadera pasión era la astronomía... observar los cielos sin contaminación fue un sueño hecho realidad, la única ventaja que encontró en sus años de soledad, pero... como se petrificó con doce años, no había tenido oportunidad de estudiar la carrera de sus sueños, y ahora, incluso después de haber terminado con el problema de Whyman, tenía que trabajar como loco para sustentarse y mantener la casa en la que vivía con su hermano y su prima.

Miku empezó a estudiar una carrera apenas se inauguró una universidad, y Jun...

Bien, lo cierto era que Jun siempre quiso ser actor, pero nunca pudo por tener que cuidar a Tomiichi, así que él estuvo de acuerdo en ser el que trabajara mientras su hermano mayor tomaba clases de actuación y hacía audiciones, aprovechando que la industria del entretenimiento en TV apenas estaba renaciendo.

Así que el niño super dotado que venció a la petrificación solo, pocos meses después del héroe del mundo, ahora solo se dedicaba a hacer matemáticas y servirle café al resto de científicos.

¿Qué más podría hacer? Era demasiado joven y nunca tuvo un título, y no tenía tiempo de estudiar lo que le apasionaba porque tenía que mantener a sus familiares.

Y claro, en el super laboratorio de Tokio él era el más joven, así que a él lo tenían como el que hacía todos los recados.

—Oye, Tomatichi —lo llamó Chrome—. ¿Puedes sacar algunas fotocopias para mí? Siempre olvido que debo dar reportes a mis compañeros.

—Sí, señor... y mi nombre es Tomiichi —lo corrigió con un suspiro lleno de sequedad.

—Ah, tu cabello siempre me confunde. —Chrome rio mientras señalaba su cabello rojo con un flequillo que enmarcaba su rostro dándole una apariencia más redonda, luego le dio la carpeta que debía fotocopiar.

Y Chrome no era el peor de sus superiores.

—Oye, Tomate-lo-que-sea —lo llamó Senku, con grandes ojeras bajo sus ojos—. Tráeme dos cafés. No, mejor cuatro... Eh, mejor trae la cafetera entera.

—Pero está pegada a su sitio, es un dispensador...

—Bueno, ve a comprar una cafetera, o inventa una, y tráela —ordenó sin siquiera mirarlo, trabajando como loco en quién sabe qué cosa bestial y super tecnológica.

—Sí, jefe... —Tomiichi sabía que estaba estresado y muy ocupado, pero igual a veces lo maldecía por lo bajo y tenía que contener las ganas de echarle sal a su café.

Por suerte, otros de sus superiores eran más amables.

—Niño, ¿podrías martillar este clavo ardiente por las siguientes dos horas? —pidió amablemente el viejo Kaseki, que, aunque era más amable, muchas veces era el que le asignaba peores trabajos.

—Sí, señor... —De todos modos, trabajo era trabajo, esas deudas por las clases de actuación no se pagarían solas.

—Gracias, Tomatichi.

Tomiichi solo pudo suspirar.

A veces, los días eran más fáciles.

—Disculpa, ¿podrías por favor traer mi almuerzo de la cafetería? Es que aún no termino de trabajar —murmuró Suika con nerviosismo, viéndose culpable.

—Sí, jefa —contestó sonriente.

Muchas veces deseaba que Senku se tropezara con un tornillo y acabara en reposo tres meses y Suika tomara el liderazgo del laboratorio.

—¿Eh? ¿Jefa? Yo no... Bueno, sí... Eh... —Como ella siempre tartamudeaba cada vez que la llamaba jefa, la dejó hablando sola y fue felizmente a cumplir su pedido.

Otros días, tenía las cosas más difíciles.

—¿Eres el chico de los recados? —preguntó Xeno con desinterés—. Necesitamos trasladar a un nuevo científico aquí al laboratorio, debes ir a recogerlo al aeropuerto.

—En realidad soy un científico también, pero...

—Llega en media hora, será mejor que te apresures —contestó sin prestarle mucha atención, atendiendo una llamada que justo le llegó.

Y fue así como Tomiichi acabó yendo a buscar a un loco que se presentó como "DJ" y se la pasó todo el viaje hablando de su cabello de tomate y que de ahora en adelante probablemente siempre le pediría sándwiches con mucho tomate porque solo de verlo le daba hambre.

En serio, ¿por qué este lugar estaba lleno de puros científicos locos?

—Y hasta te llamas Tomatichi, ¡es el destino diciéndome que debo comer tomates! ¡Mucha vitamina C! —exclamó triunfante el loco de DJ.

—Me llamo Tomiichi —lo corrigió sin ganas—. Y la cantidad de vitamina C en el tomate no es mucha, realmente... comparada a otros cítricos como el kiwi...

—Ah, eres listo, me agradas. —Le revolvió el cabello, cosa que lo hizo erizarse como gato mojado—. Si quieres puedes ser mi pupilo y crecerás para ser un gran científico.

—Ya soy científico. —Bufó—. Pero en realidad apreciaría poder estudiar más... aunque sea con un loco...

—¡Perfecto! Cuando quieras me cambias un sándwich de tomate y jamón por una clase de ciencia avanzada. —Le guiñó un ojo.

Hmm, quizás no era tan malo.

—¡Y si quieres puedes decirme DJ-nii-chan!

¡Olvídenlo, era horrible!

Pero bueno, así era trabajar como el chico de los recados en medio de los científicos héroes del mundo, y pagaban lo suficiente para que no muriera de hambre y cuidara a sus familiares, así que debía conformarse.

Y esa fue la historia del pobre diablo que también logró despetrificarse por su cuenta, pero que luego de la segunda ola de petrificación mundial no hizo nada relevante...

Así era la vida. La vida post-petrificación.

Continuará...

Holaaaaaaaaaa :D

Siempre he pensado que de seguro alguien más pudo haberse despetrificado aparte de Senku y Taiju y los estadounidenses xD Y bueno, este es mi fic para mostrar a ese alguien uwu

Es q me da mucha risa pensar en qué pensó cuando vino la segunda ola de petrificación mundial JAJAJAJA XD

Weno, ojala q este cap les haya gustado OwO Espero actualizar pronto!

Muchas gracias a los q apoyan este fic! 

No olviden q se les ama y me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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