— Señor Park, ya todo está listo para la reunión. — Le comentó su secretaria a la que le sonrió dejándole saber que pronto iría.

Estaba nervioso, siempre lo estaba cuando tenía que enfrentarse al resto de los directivos o tenía muchos espectadores. Suspiró secando sus sudorosas manos con unas toallas húmedas, luego con otra seca para levantarse e inspeccionar su traje. El sonido del teléfono de su oficina lo detuvo.

— Pasa primero por mi oficina antes de ir a la sala de reuniones. — Escuchó la voz de su pareja por cortos segundos antes de que este colgara sin permitirle siquiera preguntar el motivo.

Sí, ese era el presidente Kim y no Namjoon. Sonrió ante esto y se dirigió hacia su oficina controlando la hora para que no se le hiciera tarde para la reunión. Al entrar pudo verlo al teléfono pero con una seña que lo invitaba a pasar entró y se sentó frente a él.

— ¿A qué hora Taemin y Sungwoon traerán a Mila?

— Lo harán en la noche, ella quiso pasarse el día con ellos aprovechando que no tenía escuela así que lo más probable es que nos la devuelvan cuando todas sus baterías se agoten. ¿Por qué? — El mayor le dedicó una sonrisa pícara haciéndolo enarcar una ceja. — ¿Qué estás planeando?

— ¿Sabes hace cuánto no podemos estar juntos sin medirnos o contenernos? — Se levantó y caminó hacia él, extendiéndole una mano para atraerlo a un beso simple pero algo duradero. — Te necesito.

— ¿Eso quiere decir que quieres que nos marchemos temprano para aprovechar el tiempo? — Asintió. — Entonces le avisaré a Taemin que la deje en su casa hoy.

— No, Taemin es un descuidado y si tu... Es decir y si Sungwoon le da dos besos de más no se contendrá por la niña. No quiero tampoco que se quede con ellos sola aunque lo haya hecho antes, prefiero que duerma casa, solamente salgamos un poco antes y aprovechemos su ausencia.

— De acuerdo, lo haremos así. — Aceptó el beso en su frente miente se encargaba de ajustarle la corbata y controlar traje. — Vamos, no podemos llegar tarde a la junta.

Estaban sentados uno al lado del otro mientras todos exponían sus ideas para la nueva aplicación que lanzarían. No obstante, le costaba apartar la mirada de su hombre, cada vez que hablaba lo hacía con una elocuencia, luciendo tan sofisticado y hermoso que lo cautivaba por completo. Estaba orgulloso de él, feliz de estar junto a alguien con un corazón de oro como el suyo.

Sintiendo el peligro de sus comisuras alzándose cuando estaban tratando un tema serio, se controló centrando la mirada en sus manos. Gran error, ver como ambos volvían a llevar los anillos que se quitaron cuando Namjoon descubrió de su matrimonio lo hacía arder de dicha una vez más. El presidente lo miró de soslayo y, aunque no pudo sonreír también como deseaba, tomó su mano por debajo de la mesa.

¡Santo cielo! Estaba demasiado enamorado de ese hombre, más de lo que alguna vez creyó posible. Mordió sutilmente sus labios mientras cerraba sus dedos para no dejar que aquella tibia mano lo soltase.

Una vez acabada la reunión, Namjoon como siempre fue el primero en levantarse, indicándole con la mirada que lo siguiera. Sin embargo, justo cuando iban a salir la mano del mayor inconscientemente le rodeó la cintura logrando que se paralizara entrando casi en estado de shock. Intentó alejarse debido a que sabía que estaban siendo visto por los demás ejecutivos de la empresa pero Kim lo cogió de la mano ignorando la mirada de todos.

Nadie dijo nada, al menos no mientras ellos estaban presentes pero las miradas revelaban la confusión, sorpresa e intriga que aquello había generado. Una vez de regreso a la oficina principal, el presidente cerró la puerta y levantó las manos en rendición.

— Antes de que me reclames, tomar tu cintura fue un acto de reflejo, no planeaba hacerlo pero simplemente sucedió. Incluso hubiera pasado desapercibido si no hubieses intentado huir de mí y la situación tan nervioso que se te olvidó la sutileza. — Sonrió notando sus mejillas sonrojadas. — No obstante, no dejé que te fueras porque no creo que debamos escondernos. Te lo dije una vez, no necesito gritarlo al mundo pero tampoco esconderé que eres mi familia. No estaremos casados, ni seremos los más convencionales pero lo que tenemos tiene la misma o más valía. No te molestes por eso.

Se acercó en su búsqueda, caminando para ubicarlo sobre su mesa, rodearlo con sus brazos y exigir un beso de esos labios que tanto amaba. Jimin no se echó hacia atrás o lo evitó, por el contrario, se lo devolvió estirándose más en su sitio, abrazando su cintura. La puerta se abrió y el mayor tomó distancia mientras que el rubio se secaba el borde de sus labios.

— Lo siento, presidente Kim. — Se disculpó Jackson conteniendo la risa que la cara de susto de Park le provocaba. — Los señores que estaba esperando ya han llegado. ¿Los hago pasar?

— Sí, ya quiero terminar con esto para poder irme a casa. Por favor, que nadie nos interrumpa y recuerda posponer cualquier cosa que surja luego de que me marche. — El asistente salió haciendo pasar a los señores. — Abogado Choi, Fiscal Sacks y Licenciado Köhl, pasen y sean bienvenidos.

Jimin no entendía qué estaba ocurriendo o por qué Namjoon tenía en su oficina a su abogado. En ningún momento se le comunicó que el abogado Choi estaría ahí. Tampoco conocía a los demás presentes, esos dos hombres a los que se refirió como fiscal y doctor no eran rostros que él hubiese visto antes. A decir verdad, esos últimos exudaban control y tenían una mirada tan fría e impenetrable como Namjoon en sus días grises.

— Amor, ven, permíteme presentarlos. — Murmuró Kim extendiendo su brazo para llamarlo y una vez que lo tuvo a su lado, rodeó instintivamente su cintura con sutileza y respeto por los demás presentes. — Al abogado Choi ya lo conoces, ha sido tu abogado desde hace algunos años. A su lado está el Fiscal de Familia general del estado de Baviera, Peter Sacks.

— Mucho gusto, Fiscal Sacks. — Saludó Jimin extendiendo su mano al hombre que le devolvió el saludo cortésmente y con firmeza.

— Y él es mi abogado, el dueño y fundador del bufete Köhl Rechtsanwälte. — Añadió.

— Encantado de conocerlo. — Saludó el menor para luego tomar asiento sin dejar de mirar a su pareja.

No estaba muy seguro pero, creía que todo eso era para que esas personas aconsejaran o guiaran de alguna forma a su abogado, ya que este no había podido avanzar en nada con respecto a su divorcio y menos con el asunto de la patria potestad de Mila. Aún así, no sabía en qué momento Namjoon había orquestado todo eso. Sus manos le sudaban y no podía creer estar rodeado de esas personas.

— Abogado Choi, ha traído todos los documentos que le solicité por teléfono.

— Sí, pero como he dicho, esto es un asunto que solamente puedo tratar con mi cliente, el señor Park. — Musitó un tanto nervioso, no podía dejar de observar a quienes tenía al lado y mucho menos al presidente de esa compañía. Hasta ese momento, no se había dado cuenta del alto nivel jurídico que rodeaba a ese hombre y ahora también a su cliente.

— Claro, no se preocupe. — Miró a Jimin con una sonrisa, tomando su mano para calmarlo. — Por favor, pídele a tu abogado los documentos que le mandé a traer.

El menor algo confundido debido a que no tenía ni idea de qué documentos eran esos, dudó unos segundos pero hizo lo pedido. El abogado abrió su portafolio y de este sacó una amplia carpeta que le entregó al menor entre sus manos.

— Perfecto, ahora mire esto...

La carpeta que ya yacía en la mesa desde antes de que los señores llegaran o él fuera a la reunión, se abrió mostrando varios documentos, fotos e incluso algunas cintas que podrían ser grabaciones. Ante un juez estas serían inamisibles pero para lo que iba hacer en ese momento, era más que suficiente. Jimin tomó las fotografías en sus manos frunciendo el ceño, mirando de estas a su abogado que no podía sentarse tranquilamente y de este a Namjoon.

— Como verá, usted parece tener un conflicto de intereses que a nosotros no nos conviene tener. A partir de este momento queda despedido, ya no es el abogado de Park Jimin.

— Señor Kim, usted no puede...— Intentó defenderse el hombre siendo interrumpido por el nombrado.

— ¿No puedo qué? ¿Despedirlo? Claro que puedo, eso y mucho más porque cuando usted salga de esta oficina, recibirá una carta del bufete al que pertenece porque desde hace aproximadamente una hora, usted ya no trabaja más allí. Sin embargo, debe de estar feliz de que no le harán un juicio para revocarle su permiso de ejercer. Esto que usted estaba haciendo, va contra todo lo que la ley y moral dictan. Como se ve en estos documentos, usted le ha estado escondiendo información a su cliente, no solamente eso, sino que estaba filtrando toda la información que usted tenía a terceros.

Jimin miraba sorprendido todo, sin poderse creer nada de eso. Estaba en el aire, siendo zarandeado por este sin piedad. Finalmente abría los ojos y se daba cuenta de todo lo que pasó por alto.

— Ha estado asociándose con la familia Park, recibiendo sobornos de su parte para encubrir todo lo que usted descubrió y las cosas que su cliente le dijo. Ha estado dilatando a postas el proceso de divorcio, ni siquiera comenzó el procesamiento de los documentos. Le ha mentido deliberadamente a su cliente mientras que recibía cada pago que se le hacía. ¿Sabe que todo esto es motivo suficiente para quitarle su licencia? — El abogado Choi quedó en silencio mirando a un Jimin que se limitó a a acomodarse en su asiento y dejar que su pareja se encargara de todo. — Creo que si sabe lo que le conviene se levantará y marchara. Una cosa más, si esto se le comenta a los Park, me encargaré personalmente de que en su vida vuelva a ser persona. Buenas tardes.

El hombre frotó sus rodillas con sus sudorosas manos y asintió. Se levantó de su asiento algo apenada, extendiéndole la mano a sus colegas para despedirse pero estos ni siquiera por cortesía se dignaron a despedirse. Jimin tampoco lo hizo pero Namjoon sí se levantó, realizó una venia y le indicó a Jackson que lo acompañara a la salida.

— Bien, ahora que estamos los necesario, procederé a explicarles por qué los mandé a buscar. Sé perfectamente que usted no será el fiscal que llevará el caso pero sí quería que nos diera su punto de vista en este asunto.

Se volteó hacia Jimin y le sonrió, sintiéndose aliviado de ver que este no se había molestado con él por organizar todo eso sin haberle contado antes.

— Amor, el bufete de abogados del Licenciado Köhl, quien pondrá a tu disposición los mejores para que todo salga bien. — El rubio empuñó sus manos para controlar el río de emociones que corría en su interior, mostrándose tan calmado como lo hacía su pareja.

— Muchas gracias nuevamente por haberse tomado el tiempo de venir aquí. — Comentó Jimin.

— No tiene nada que agradecer, para mí es un placer por ayudarlos. — Habló el fiscal.

— Tranquilo, que con esto mis bolsillos serán felices. — Bromeó el licenciado haciendo que Namjoon negara con una sonrisa. — Ustedes son mis clientes estrellas así que cuando quieran, a su disposición.

— Ya ambos han escuchado un resumen de la situación telefónicamente. — Prosiguió Namjoon queriendo terminar pronto con esa reunión. — Mi mayor preocupación es que se vaya a utilizar mi relación con Jimin en su contra. Su actual esposa puede alegar infidelidad y otras tantas cosas que pueden traer graves consecuencias. Nuestro interés principal es solamente obtener el divorcio y la patria potestad de la niña. Como bien les comenté, podremos probar el comportamiento que ha tenido la madre desde que estaba embarazada.

— Yo ya tengo en mi poder los testimonios recogido de algunas de sus empleadas, esos que hicimos en la policía y que serán válidos en la corte. El abuso a la menor ya es más que suficiente para esto, además, según me han contado la misma niña prefiere vivir con ustedes, cualquier juez puede concederles la custodia con todas las pruebas que se han recopilado. Para el divorcio igual, podríamos intentar llegar a un acuerdo con la contraparte, en caso de que se niegue, podremos irnos a un juicio que terminará antes de comenzar.

Tanto el fiscal como el licenciado estuvieron debatiendo con ellos por casi una hora, llenando a Jimin de esperanza por primera vez, recordando las palabras que su pareja le dijo cuando lo obligó a hablar con él. Verdaderamente era capaz de todo y tal como le insinuó, le puso a un bufete completo a sus pies. Saber que podría separarse de Rosé y no perder a su hija así como poder permanecer al lado de Namjoon era lo mejor que le había pasado en la vida.

Una vez que estuvieron solos, se lanzó a los brazos del hombre que amaba y lo llenó de besos, susurrándole miles de palabras de agradecimiento. Aún así, sintió que los besos y las palabras fueron pocos, no le alcanzaría la vida para agradecerle por haberle devuelto la esperanza.

Llegar a la casa solos y sin Mila por los alrededores funcionó casi como un afrodisiaco que les explotó en la cara. Estallaron en risa cuando el apuro por sentirse los hizo caer al suelo. Ambos se desvistieron mutuamente entre besos y risas cómplices.

El peligris envolvió a su pareja en los brazos y lo llevó hasta una de las habitaciones de la primera planta. Dejándolo caer en la cama dio un paso atrás con una sonrisa depredadora en su rostro. Contemplar a Jimin en ese estado de excitación y entrega hacia él era la mejor de las maravillas.

— Justo en este cuarto guardé una cosa hace unos días porque llegaste con Mila y no me daba tiempo correr a nuestra habitación. — Musitó Jimin abriendo sus piernas por varios segundos antes de cerrarlas, provocando a su pareja. — ¿Por qué no entras al baño y lo buscas?

— ¿No es muy conveniente que justo en este cuarto hayas guardado eso?

— Puede ser que ya hubiera planeado esto, puede ser, no sé. — Se encogió de hombros y le lanzó un beso. — ¿Irás a buscarlo o no? El reloj avanza...

Namjoon se alejó descalzo y desnudo dejando a la vista su imponente cuerpo. ¿En qué momento se ejercitaba para estar así? No creía que con los minutos que a veces hacía una que otra flexión o cuando salía a correr por media hora de pascua a San Juan pudiera mantenerse de esa forma. Mordió su labio al verlo regresar con el bolso en su mano. Este lo abrió sacando todo lo que había adentro.

— Conozco todo esto, ¿cuándo fuiste a la otra casa? — Enarcó una ceja y negó. — Ya dije que no.

— Hemos usado todo esto.

— Nunca hemos hecho Sounding y no deseo hacer, eso puede ser doloroso para ti. Hagámoslo normal, ven acá... — Tiró de sus piernas hasta llevar una a su hombro, creando un surco de besos ascendentes hacia su rodilla, muslos e incluso su vientre pero cuando elevó su mirada, notó como el rubio colocaba alrededor de sus muñecas un par de esposas de cuero. — ¿No te piensas dar por vencido? ¿Por qué quieres tanto esto?

— Porque quiero todo contigo, me encantan todas las facetas que tanto Namjoon como el Doctor Control tienes, extraño eso...

💙💙💙
Quince días exactos sin actualizar esta historia. 😩😭 Los extrañé.
Este capítulo y el próximo iban a ser uno solo pero por cosas terminé dividiéndolo, lo siento. 🙈
Espero que les guste.