Capítulo 46
¿No podía salirle nada bien?¿Por qué todo en su vida se le estaba descontrolado de esa manera, incluso en el trabajo?
Había pasado un mes desde que todo comenzó a ir en picada. Por alguna razón todos los hilos del desastre comenzasen a tejerse para crear una gran pared e impedirle el paso. Todo era en vano pero no dejaba de ser molesto.
Despertarse con la noticia de que el nuevo modelo de computador portátil que estaría saliendo al mercado en pocos días fue plagiado, era un problema que no admitía la pérdida de un solo minuto. Casi todo fue copiado, el diseño y varios funcionamientos del mismo, las cosas más importantes. Jeon Electronics, la empresa de su hermano, lanzó imágenes de un producto igual al que KNJ Enterprises lanzaría el siguiente mes. Ese fue el motivo por el cual convocó una junta con todos los ejecutivos y encargados principales del lanzamiento inmediatamente, una vez que abrió sus mensajes esa mañana.
Seguido de Jackson caminaba por el pasillo que lo dirigía al salón donde todos esperaban por su entrada. Exudaba elegancia en su traje marrón pero también intimidaba, su aura era mucho más oscura que antes de la llegada de aquel rubio que no apartaba la mirada de su persona.
Jimin lo tenía cerca y a la vez extremadamente lejos, como una luna inalcanzable a la que solamente podía contemplar. Intentó ir a su casa pero la clave de la puerta fue cambiada, también la del lugar de sesiones y ya no tenía la más remota idea de su horario. Por conocimiento general supo que estuvo de viaje varias veces y Soobin de vez en cuando le dejaba saber que estaba bien. Esa era toda la información que obtuvo de él.
Tal y como le dijo aquella noche, no pudo contactarse con Doctor control, Namjoon, ese que fue su pareja durante todos esos meses dejó de existir y el presidente Kim era solamente un fantasma de oscura energía como para todos los demás de la empresa. Wang no le permitió acercarse a la oficina pero supo perfectamente que no era obre suya, sino de su jefe. No quería verlo, lo había bloqueado en su teléfono, lo sacó de su vida sin poder hablarle o explicarle con mayor detenimiento las cosas.
Desde aquella noche desgarradora, esa era la segunda vez que lo veía. La primera vez pasó por delante de él como un relámpago, rodeado de otros empresarios mientras se dirigía a su oficina. Lo vio desde lejos, a tantos metros como a una celebridad a la que no podía acercarse. Ahora estaba mucho más cerca, a escasos metros de él pero se sentía mucho más distante.
Ambos estaban conscientes de la presencia contraria pero sus miradas no se cruzaban, las palabras entre ellos no existían.
— ¡Presidente Kim! — Expresaron todos al unísono, levantándose de sus asientos a lo largo de la amplia mesa rectangular.
— Por favor, siéntense. — Ordenó colocando su mano al borde del escritorio para también tomar asiento. — No tenemos mucho tiempo, vamos directo al tema principal de esta reunión. ¿Alguien me puede explicar qué clase de situación es esta?
Varias caras se voltearos a contemplarse durante breves segundos, sopesando quién sería quien se dijera al presidente en esos momentos en el que sabían que no estaba del mejor ánimo.
— Quedaba un mes hasta que Jeon Electronics lanzara su nuevo producto pero, viendo que repentinamente promocionaron su diseño, pensé que sabían acerca de los posibles problemas de plagio, un motivo claro para adelantársenos y lanzarlo antes. — Comentó uno de los presentes.
— ¿Es posible cambiar nuestro diseño en estos momentos? — Cuestionó manteniéndoles la mirada, sus codos reposaban en la mesa y sus dedos se entrelazaban como siempre que debatía algo de importancia.
— Verá, Presidente... La cuestión es que si cambiamos nuestro diseño en estos momentos y posponemos la fecha de lanzamiento, toda la alineación posterior de desordenará. Esto creará un conflicto gigantesco que nos costará tiempo regular. Siendo realistas, sería bastante difícil.
— Podríamos disminuir los costos. — Agregó otro de los presentes. — Con la final de seguir siendo competitivos en el mercado con nuestro producto.
El entrecejo de Namjoon se arrugó ante ese comentario sin querer tacharlo de inepto e inhábil.
— ¿Está sugiriendo que bajemos nuestros precios, antes de liberar nuestro producto al mercado? ¿Carece nuestro producto y todo el trabajo que hemos invertido de valor? ¿Acaso el nuevo portátil simplemente basura? ¿Cómo pueden ofrecer una idea como esa?
Los ejecutivos bajaron sus cabezas, algunos tanteaban sus bolígrafos mientras otros se esforzaban por generar una buena idea. La vista de Kim viajaba por toda la sala algo incómodo, no podía creer que nadie tuviera la menor idea de cómo hacerle frente a esa situación.
— ¡Los precios no disminuirán! Si los cambios en el diseño exterior son difíciles, entonces debemos crear una notable diferencia en la funcionalidad. — Expresó su idea articulando suave y precisamente sus manos para dar énfasis a sus palabras. — ¿Existe alguna nueva función que podamos agregar de los modelos que programamos para lanzar a finales del próximo año? ¿Algún nuevo software o programa, Park?
El aludido se quedó totalmente en blanco al escuchar su apellido, esperaba todo en esos momentos menos escucharlo. A decir verdad, ni siquiera entendía por qué él también había sido convocada. Se inclinó hacia adelante observando a los demás presente pero bien sabía que aunque su apellido fuera común en Corea del Sur, en esa sala nadie más lo llevaba.
Sus manos comenzaron a sudar y un inmenso nudo se creó en su garganta impidiéndole hablar al encontrarse por primera vez con la mirada de Namjoon en todo un mes. Indescifrables, inexpresivos y fríos, así eran los ojos de gavilán que lo observaban sin dejar entrever absolutamente nada.
— Sí, la hay. Sin embargo, habrían problemas al lanzar el siguiente modelo. — Interrumpió uno de los ejecutivos.
— ¿Están seguros que podremos lanzar un siguiente modelo sin siquiera culminar este? ¿Siguiente modelo? — Se volteó para enfrentar al hombre que habló. — Si no tienen nada relevante para resolver este problema, absténganse de hacer comentarios. — Calló serio, volteando su cabeza en dirección del rubio nuevamente. — ¿Park? Le hice una pregunta.
— He creado un nuevo software que ayuda a incrementar la velocidad de escritura SSD en un cuarenta por ciento, así como también puede comprimir todos los datos que se guardan en este, aumentando su capacidad de almacenamiento en un treinta por ciento. — Su tono se volvió firme, sin poder percibir si aquello era suficiente para el presidente.
— Esa es una factible solución. — Admitió firme observando a los demás. — Tomando como base lo que Park acaba de decir mejoremos nuestro producto. Con lo mejor de sus capacidades, actualicen priorizando la calidad el diseño y la potencia del nuevo portátil de KNJ Enterprises. — Tendremos otra reunión mañana y para entonces quiero ver sus ideas con vida.
Se levantó acto y seguido de decir su última frase, provocando que los presente se levantaran rápidamente para despedirlo, viéndolo marchar. Jimin mordió su labio con fuerza, sabía que no podía insistirle tal cual un acosador lo haría pero debía hablar con él y era en ese momento o no lo lograría. Tomó su portafolio, saliendo en su búsqueda mientras todos debatían sobre la reciente reunión.
Corrió hasta el elevador en donde lo vio junto a Jackson pero este último al verlo permaneció fuera, dejándolo completamente a solas con Namjoon. ¿Cómo podía un espacio tan pequeño sentirse enorme y asfixiante? Tenía tantas cosas que decirle, tanto que aclararle.
— Namjoon... — El mencionado observaba su teléfono sin prestarle atención.
Dios, sabía que no sería fácil hablar con él, que había estado siendo ignorado pero que eso ocurriera aún cuando se encontraban tan cerca, era demasiado doloroso. Necesitaba abrazarlo, hacerle saber de mil maneras que Mila y él eran su vida entera pero no. Ahí estaba, observando como los números lentamente aumentaban. Si la reunión hubiese sido en la sala de juntas del piso de Namjoon, ahí donde se reencontraron meses atrás, no hubiera tenido la oportunidad que estaba desperdiciando en ese momento.
Detuvo forzosamente el ascensor y le retiró el teléfono de las manos, ganándose una mirada que lo hizo sentirse peor que niño regañado por su padre, queriendo estallar en llanto y aferrarse a su cuerpo en una gran pataleta pero, simplemente no podía. Eran adulto y como tal debían comportarse pero no hallaba forma de enfrentar aquello de buena manera.
— Necesitamos hablar, tenemos que hablar como personas civilizadas, Nam. Tienes que permitirme explicarte cómo han estado las cosas, no fueron como te lo imaginas. Yo no te engañé, tampoco te fui infiel, sí estoy casado pero... — El mayor lo interrumpió dando un paso adelante, poniendo en marcha el ascensor pero Jimin volvió a detenerlo. — ¿Eres un niño? Estoy hablando contigo.
— Estoy intentando ser paciente para no darte un trato injusto. Creo que tienes la madurez suficiente para percatarte de cuando una persona no desea entablar una conversación contigo. Tus motivos no me interesan, si lo que me tienes que decir ahora es respecto a los meses pasados, no me interesa. Si hubiera sido importante me lo hubieras dicho antes y si no fue relevante en ese entonces, ahora tampoco lo es. Por favor, Park, no me robe tiempo innecesario, soy un hombre ocupado.
Echó andar el elevador y cuando Jimin intentó replicar, ya las puertas se habían abierto, quedándose solo controlando sus lágrimas. Reaccionó lo suficientemente rápido como para descender y dirigirse a la oficina del peligris pero la puerta estaba cerrada con seguro y aunque tocó, no hubo respuesta, no escuchó ni un solo sonido.
Siempre le decía a su hija que podía llorar sin miedo o reserva cuando la ocasión lo amerita, que cuando liberara todo el dolor en su interior se iría en esas lágrimas y se sentiría mejor. Sin embargo, si contaba las que él había derramado solamente desde su separación con Namjoon, tras tantas lágrimas lloradas, podía haber llenado un nuevo mar. El dolor no se apaciguaba y la calma tampoco llegaba.
Su tiempo para llorar era limitado, lo hacía mayormente cuando conducía solo, a veces en su oficina o en la ducha. Evitaba que cualquiera pudiese verlo, principalmente su hija, pero aún así, aquellas lágrimas que brotaban en su interior sin exteriorizarse eran las más dolorosas y desgarradoras. La sonrisa que le ofrecía a todos estaba apagada, tan falsa como la de cualquier payaso.
Secó su rostro en cuanto vio salir a Jackson del ascensor, rozando débilmente el manubrio de la puerta, como si mediase ese acto pudiese tocar a quien se encontraba allá adentro.
— Soy yo... — Susurró Jackson siguiendo su instinto, sabiendo que su jefe lo más probable era que estuviese aferrado a la puerta, controlando todos sus sentimientos y emociones. — No hay nadie más.
La puerta se abrió casi al instante, demostrándole que sus predicciones fueron correctas, viéndolo alejarse mientras frotaba sus ojos, respirando con dificultad pese a que como siempre aparentaba que nada ocurría.
— ¿Estás listo? Ya deberíamos estar camino a nuestra reservación. Si no nos presentamos dentro de treinta minutos perderemos la reserva y será imposible comer allí. — Indicó el asistente, esperándolo en la puerta.
— Vamos. — Pasó por delante del pelinegro una vez que tomó sus pertenencias.
Luego de lo ocurrido la noche en que Namjoon se pasó de tragos, acordaron que se debían una conversación. Entre ellos existía un lazo que iba un poco más allá de lo estrictamente laboral. Necesitaban cerrar ese extraño abismo que se creó entre ellos.
Wang pidió la cena y él aceptó, al comienzo algo nervioso y avergonzado por recordar lo sucedido, así como desganado por como se sentía pero aún cuando había quedado con Soobin para ese día, haría tiempo para sellar de una vez por toda ese amargo episodio.
— Sí lo hice, pero desde mucho antes de que te dieras cuenta. Me gustaste desde que nos conocimos en la universidad. Mientras yo era un chico que nació con cuchara de plata en la boca y disfrutaba de la vida sin problemas o preocupaciones, tú exudabas la madurez que a mí me costó años archivar. Estabas aislados de todos, eras tan intrigante como interesante y elegante. Las primeras veces que me acerqué a ti me alejaste pero cuando acudí pidiéndote ayuda con mis calificaciones, no dudaste en ayudarme.
— ¿Cómo podía negarme al ver que arrastrarías más de una materia para el próximo semestre. No me lo hubiese perdonado. — Rió siendo acompañado. — Sin embargo mira a donde llegaste, al igual que yo te graduaste con excelentes notas. Eras inteligente, simplemente tu preferías pasar tus días como alguien rebelde sin aprovechar toda su capacidad e intelecto.
— Bueno, no al igual que tú porque no me gradué con honores, tampoco fui el alumno predilecto de los profesores.
— Ya tenías tu futuro asegurado, estabas renuente a quedarte con la empresa de tu padre porque no querías que te dijeran qué hacer. Decidiste llevarle la contraria luego de que no te permitiera dedicarte a la música. Incluso después de su muerte preferiste venir a trabajar conmigo en ves de estar como debes en tu empresa.
Jackson mostró una sonrisa que parecía tímida pero ocultaba muchas cosas más que no sabía cómo expresar. Quizás era el recordatorio de todos los encuentros que tuvo con su padre antes de que falleciera junto a su madre. Podría ser que hablar con Namjoon de todas esas cosas después de tanto tiempo lo llenaran de una nostalgia que siempre guardó.
No pudo evidenciar todos sus sentimientos por el miedo a su lejanía y abandono, por el pavor de perder algo que jamás tuvo. Ahora en cambio, era todo diferente, no sentía en sus hombros el mismo peso, la opresión en su pecho también comenzaba a disiparse con el paso del tiempo. Meses y años atrás creyó que sería imposible dejar de amar al hombre que tenía frente a él, ahora estaba seguro que lo lograría.
— Nunca tuve una pareja desde que comenzamos a pasar tiempo juntos en la universidad. Al comienzo pensé en confesarte mis sentimientos una vez que nos volviésemos más cercanos, no obstante, las cosas nunca salen como lo planeamos y la brecha entre nosotros solamente se amplió, imposibilitándome ganar la confianza necesaria para hacerlo. Luego comenzamos a trabajar juntos, me encontraste llorando en la oficina que compartíamos en mi casa cuando todavía no podías permitirte rentar una.
Los recuerdos de aquellos años llegaban a sus mentes, habían compartido mucho más que cualquier otra persona de sus vidas. Exceptuando a Soobin, Jackson era la persona con la que más tiempo había compartido y, si razonaba con detenimiento debido a sus largas horas de trabajo, era él quien siempre estuvo para resolver cada cosa.
— Sacaste tus propias conclusiones pensando que sufría de mal de amor porque alguien me dejó y aunque lloraba por mi falta de valentía, los sentimientos enraizados en mi corazón hacia ti, callé disfrutando de ser consolado por ti y a partir de ese día comencé a fingir que entraba en relaciones inexistentes solamente para crear una falsa ruptura y pasar tiempo contigo lejos de las paredes de la oficina y el trabajo. Era la mejor excusa para que me invitaras a comer, beber, pasear e incluso que me abrazaras.
Su preocupación siempre fue sincera, pese a que quizás no le prestaba la atención que Wang hubiese esperado, a pesar de que jamás pensó que con sus acciones estuviera alimentando aquel amor no correspondido, lo estimaba sinceramente como persona.
— Te agradezco que hayas estado a mi lado, distante o no, siempre supe que si realmente te necesitaba estarías ahí. — Sonrió viendo el ceño fruncido de Namjoon. — No debes preocuparte por mí porque he aprendido de todo este tiempo.
— Sabes perfectamente que no sirvo para ser amigo o pareja de nadie. Aún así podrás seguir contando conmigo más allá de ser tu jefe, creo que somos amigos. — Su vino carecía de sabor, se sentía culpable de alguna forma. — Lamento haberte hecho perder tantos años de tu vida.
— Los años a tu lado no los vi como un desperdicio y siempre los voy atesorar tanto los que compartimos como amigos, como los que tuvimos como socios. Sin embargo, creo que ha llegado el momento de dividir nuestros caminos. — La sorpresa que percibió por parte de su actual jefe fue de esperarse. — No será inmediatamente, te daré tiempo para que encuentres un nuevo asistente, mas dejaré de ejercer ese papel en tu empresa. No creo prudente seguir trabajando juntos, además, debo tomar las riendas de mi empresa como es debido y siendo tu brazo derecho simplemente se me hace imposible concentrarme como necesito.
— ¿Realmente es necesario? Podría liberarte de muchas de tus obligaciones, contratar a alguien más para que te ayude. Sabes que eres insustituible en cuanto a KNJ Enterprises se refieres. Podemos hacer como que nada pasó, es decir, echar tierra sobre este asunto, después de todo ya está aclarado nuestra situación. Haré como que nada de esto ocurrió.
— Lamentablemente no todos tenemos la facilidad tuya de hacer como que nada ocurrió y seguir adelante de la misma manera. Algunos necesitamos distancia, poner tierra de por medio. Quizás en un futuro todo será diferente, pero aunque ahora me resigné a ti y mi corazón vibra por alguien más, sigues ocupando un lugar especial en él. El tuyo también está pasando por un dolor inexplicable porque a diferencia de lo que dices, sí eres capaz de amar. Es por eso que duele, es por eso que sufres no poder estar con Park Jimin. A veces las cosas no son como las pensamos, quizás en un futuro...
— Entiendo. — Interrumpió tomando nuevamente la copa entre sus manos, desviando su mirada hacia un risueño Soobin que se acercaba a su mesa. — Has llegado antes de lo planeado, aún quedan veinte minutos para nuestra comida.
— Hyung, no comiences con tu complejo de reloj suizo, por favor. — Expresó sin voltearse, quedándose tieso una vez que divisó a su acompañante. — Jackson hyung...
— S-Soobin...
La garganta del asistente se resecó de tal manera que no pudo evitar toser y removerse en su lugar debido al nerviosismo. El menor por su lado, no podía evitar sonreír con toda y la sorpresa que se llevó viéndolo ahí. Le resultaba difícil disimular su mirada porque, aunque no lo mirase directamente, el brillo de sus ojos lo delataron frente a su hermano. No estaba seguro pero, la reacción de ambos lo hacía sospechar algo que hasta el momento no pasó por su cabeza.
¿Era posible?
— No sabía que vendrías.
— Ya tenía una comida programada con mi hermano cuando me pediste que comiéramos, simplemente no pensé que hablaríamos tanto. — Admitió cediéndole el asiento a su lado. — Ya que no lo hemos hecho en mucho tiempo, cenemos los tres.
A diferencia de tiempo atrás, a pesar de su verdadero estado de ánimo, podía permitirse el reír con las tonterías de su hermano y las anécdotas de Jackson. Si bien parecía en ocasiones que lo dejaban fuera de la conversación, estar con ellos lo hacían dejar escondido por varios minutos el infierno en vida que estaba experimentando.
Con todas las cosas de la empresa, solamente deseaba llegar a casa y refugiarse en los brazos de aquel rubio que lo hacía viajar a otro mundo donde no existía nadie más que ellos. La carga de la oficina desaparecía, sus demonios, todo quedada reducido a polvo y niebla olvidadiza.
Cerró sus ojos fuertemente para alejar su imagen, no podía pensar en él, no se lo permitía. No podía extrañarlo o añorarlo, debía hacer como si Park Jimin nunca se hubiese cruzado en su vida. Olvidar que aprendió amar, a sentir física y sentimentalmente, que se sintió vivo y con deseos de ver la belleza del mundo a su lado.
— Grüezi mitenand! Hallo zusammen! ¡Hola a todos! — Una estruendosa voz los sobresaltó no solamente a los tres, sino a otros que estaban relativamente cerca. — No puedo creer que los vea a los dos después de tanto tiempo.
— ¿Mark? ¿Qué haces aquí? Creí que estabas viviendo en Suiza, ese acento te delata, puro suizo alemán el tuyo.
Casi eufórico, como nunca antes Soobin lo había visto, Jackson se levantó para saludar al recién llegado que, luego de saludar a los hermanos, se abalanzó para abrazar al pelinegro. Parecían amigos adolescentes y no adultos. Nunca había visto a su hyung tan relajado.
— ¿Quién es, hyung, lo conoces? — Murmuró Soobin al oído de su hermano, tratando de disimular la incomodidad que se generaba en él mientras veía la excesiva familiaridad con la que esos dos se trataban.
— Se podría decir que es algo así como el exnovio de Jackson pero también su mejor amigo. Cuando yo los conocí ellos ya eran pareja desde hacía dos años y terminaron en nuestro primer año universitario. — Justo como él solía hacer cuando estaba molesto, su hermano juntaba y mordía el interior de sus mejilla, obligándose a no mirarlos. — No sé muy bien los detalles.
El menor de todos se levantó cuando aquel comentario desagradable llegó a sus oídos. Jackson era libre de encontrarse con sus amigos, ambos lo eran. Jamás le incomodó aquella idea pero que ese sujeto le insinuara lo mucho que extrañaba los viejos tiempos luego de dejarle saber que estaba soltero, le incomodaba. Que lo invitara a un encuentro para recordar viejos tiempos antes de regresar a Suiza y que Jackson lo aceptara permitiendo el aumento de tacto, lo molestó aún más.
— ¿A dónde vas? — Cuestionó Namjoon tomando su mano.
— Voy al baño, tengo que atender una llamada. Ustedes pueden seguir hablando, ya regreso. — Tomó su móvil elevando sus comisuras, falsificando una sonrisa que no pasó desapercibida para sus hyungs.
Sus pasos lo alejaron de aquella mesa, refugiándose en la llamada entrante. ¿Qué tenía? ¿Por qué estaba tan molesto por algo como eso? Simplemente era absurdo.
— ¿Cómo estás, hyung?
— Eso debería preguntarte yo porque esa voz tuya no parece estar muy bien. — Ya se le había hecho costumbre escuchar a Jimin al menos tres veces al día.
Al comienzo se limitaban a saludarse o a informarle sobre su hermano pero ahora simplemente hablaban de cualquier cosa. Sabía que seguía estando mal pero intentaba mejorarle el ánimo. Se encontraron varias veces e incluso había conocido ya a la pequeña Mila, su nueva sobrina.
— Todo está bien, solamente me incomodé por algo tonto, no te preocupes. — Podía ver como Jackson se iba acercando a él. El mayor se detuvo ante él, rodeándolo con los brazos por la cintura, sorprendiéndolo de forma grata. — ¿Hyung, podría llamarte dentro de un rato?
— Sí... Solamente dime algo, ¿está bien?
— ¿Lo estás tú? — Jimin guardó silencio. — Creo que sabes la respuesta pero, descuida, confío en que puedan hablar pronto.
— Eso espero... Cuídate y cuídalo, te mando un beso.
— ¿Park? — Preguntó Wang tomando distancia, notando como el menor seguía con el mismo semblante de algunos minutos atrás. — ¿Todo bien?
— Sí, era Jimin pero podremos hablar más tarde. Creo que es un alivio que mi hermano y tu ex ya no estén presentes, es bueno poder abrazarte de esta forma, ver que tomes la iniciativa para abrazarme. — Se acercó para besarlo, cumpliendo su objetivo a pesar de que el mayor buscase poner algo de distancia. — ¿Supongo que ya no nos veremos esta noche?
— Mark estará en la ciudad solamente por hoy, realmente me gustaría pasar la noche con él. Sin embargo, pensaba invitarte a venir con nosotros.
De acuerdo, no se esperaba esa invitación y aunque prefería ir para estar cerca de Jackson, no quería agobiarlo o atosigarlo. Una noche no era la gran cosa, podrían verse al día siguiente aunque deseara hacer desaparecer a su ex.
—No quiero interrumpir su reunión. Puedes ir y beber a gusto, simplemente llámame cuando quieras regresar a casa y yo iré a buscarte. — Apretó su hombro antes de lavarse las manos y caminar hacia la puerta dejando atrás a quien consideraba su pareja.
— Soobin... — Llamó, haciéndolo detenerse antes de salir. — Mark es solamente un amigo. Nunca tuvimos una relación seria y aunque sí estuvimos tonteando por casi tres años, no fue nada trascendental. No lo veo de esa forma, ha pasado poco más de una década desde que nuestra relación se volvió estrictamente en una amistosa, sin sexo de por medio y no pienso cambiarlo. Mucho menos ahora que te tengo a ti, no quiero perder a mi niño de dieciocho años.
Aquella era la tácita confesión más romántica que obtendría del mayor. ¿Un secreto? Le encantó y no podía ocultarlo. Aún sin abordar el tema, supo lo que le incomodaba. Si seguía las enseñanzas de su hermano lo más sensato y maduro habría sido decirle pero en ese momento sintió que era innecesario. Sin embargo, estaba escuchando sinceridad en sus palabras, no solamente lo que quería escuchar, sino lo que necesitaba.
— ¿Los novios ya piensan salir o todavía necesitan más tiempo? — Esa voz que tanto conocía los sorprendió justo en el momento que se acercaban para besarse.
— ¡Namjoon!
— ¡Hyung!
💙💙💙
Ok, un capítulo largo y aburrido de transición... 🤷🏾♀️😭😂 Lo siento...
¡Feliz año nuevo!
💙💙💙
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