Capítulo 38
Jimin llegó a su casa agitado, luego de la llamada de Rosé en donde le avisaba que su hija se había enfermado, salió corriendo de la empresa. Manejó completamente desesperado, maldiciendo cada vez que un semáforo ponía su roja, queriendo volar y sintiendo que mientras más rápido quería ir más lento iba. Sin embargo, llegar a su casa y ver que no solamente Mila corría sonriente por todos lados sino que estaba llena de invitados que no esperaba lo hizo maldecir en silencio.
— ¡Amor! — Exclamó entusiasmada ganándose la atención de todos. — Señores mi esposo ya llegó. — Caminó apresuradamente hacia un Jimin totalmente confundido, lo rodeó con sus brazos para luego sostener sus mejillas y besarlo hasta que el rubio brusca pero disimuladamente se separó. — Te estábamos esperando para cenar.
— ¡Papá! — Mila corrió hacia él con alegría, disfrutando del cálido abrazo de su padre. — Qué bueno que ya llegaste, tengo que contarte todo lo que hicimos en nuestro viaje, mi abuelo me prometió que nos volvería a llevar pronto a Zermatt.
— Claro que sí, tesoro. Le contarás todo a papi en un ratico, ahora yo debo hablar con tu mamá y saludar a todos los demás. — La niña asintió permitiéndole caminar con su esposa aferrada a su cintura, saludó a todos los presentes, disculpándose por unos minutos antes de sostener la muñeca de la mujer e ir a su habitación. — ¿Qué mierda tienes en la cabeza Roseanne? ¿Cómo se te ocurre jugar con la salud de la niña? Me dijiste que estaba ardiendo en fiebre y que no podías llevarla al hospital porque se resistía a ir sin mí.
— ¡Ouch! — Exclamó haciendo una mueca mientras acariciaba su muñeca. — Me agarraste muy fuerte.
— ¡Responde! ¿Quién en su sano juicio finge algo así? Eres una excelente actriz, incluso estabas llorando, es que... ¡Dios! Te juro que quiero entenderte y no lo logro.
— Te extrañé todos estos días, pensé que regresarías ayer pero no llegaste. Mis padres estaban aquí y todos preguntaban por ti, sabía perfectamente que priorizarías tu trabajo pero jamás lo podrías por delante de nuestra hija.
Jimin tiró con suavidad de su propio cabello buscando controlarse. A veces deseaba ser mujer o que Rosé fuera hombre porque ella le sacaba su lado más violento. Tenía la facilidad de agotar su paciencia en un abrir y cerrar de ojos. Dejó de lado su portafolio, eliminó su saco bajo el escrutinio de su esposa sin decir una palabra, estaba tan molesto que no quería decirle una barbaridad.
— ¿Compraste ropa nueva este fin de semana? — Cuestionó tomando la prenda de vestir que reposaba en la silla, olisqueando en busca de alguna fragancia femenina hasta que su esposo se la quitó de las menos.
— No tengo que darte explicaciones, ambos sabemos que no tenemos relación alguna. Tú eres libre de tener relaciones con quien se te pegue la gana y yo puedo hacer lo mismo. Creo que está más que claro entre nosotros así que no me montes una escena de celos que esto no es un teatro. Guarda tus actuaciones para cuando estemos en público y ve pensando en lo que hablamos. Creo sinceramente que será la mejor opción para los dos.
— No te voy a dar el divorcio Jiminie.
— No me llames así, sabes que lo odio. Por favor mira los papeles, léelos con detenimiento y verás que sales beneficiada. te quedarás con todo, lo único que pido es lo que por derecho me corresponde, la patria potestad compartida de nuestra hija. No me puedes privar de eso pero puedes tener todo lo demás, no me importa.
— ¿Crees que me interesa el dinero? — Se carcajeo negando, peinando su cabello mientras lo observaba. — Nací en cuna de oro, lo que quiera lo puedo tener, no me interesa la miseria que puedes dejarme. Incluso lo que mis tíos te dan es la miseria que generan gracias a la bondad de mi padre y unas pocas acciones. No quiero dinero, te quiero a ti y ya te lo he dicho. Si no estás conmigo, si te quieres ir podrás hacerlo pero no verás más a Mila. Puedes abandonarnos cuando quiera.
— Tú y ella no son lo mismo, separarme de ti no significa dejar a mi hija. Yo seguiré estando a su lado cada día, cada que me necesite.
— Ya dije lo que tenía que decir. Termina de arreglarte y te veo en la sala junto a la familia cuando salgas.
Un mundo ficticio, eso era todo aquel lugar, sus suegros, sus cuñados y su mujer, todos emanaban falsedad por cada uno de sus poros. Todos los temas de conversación le parecían tan frívolos y absurdos que solamente se limitaba asentir cuando le hablaban directamente y jugar con su hija. Ella era su pilar y lo único que le permitía soportarlos, la razón por la que todavía seguía ahí. Si no hubiera sido por el embarazo de Rosé él no se hubiera casado con ella.
— Hijo, cuéntanos... ¿Cómo es el presidente de tu empresa? Mucho se dice sobre Kim Namjoon pero poco se conoce sobre él.
Como en los animados donde el alma abandonaba el cuerpo dejando al portador paralizado y sin saber qué decir, así se quedó durante algunos segundos. Comprobó su alrededor y toda las miradas estaban fijas en su persona. Le entregó una de las barbies que había acabado de vestir a su hija y encogiendo sus hombros restándole importancia al asunto le respondió a su suegro.
— Pues no sabría decirle muy bien, no trabajo junto a él y pocas veces nos topamos en la empresa. Es un hombre muy sagaz y muy serio, algo intimidante pero creo que todos los presidentes lucen iguales, cada jefe trata de mantener una imagen fue a sus subordinados. Así que no es mucho lo que puedo hablarles de él.
— Bueno, eso es lo mismo que ya hemos escuchado. No importa, hijo, ya sabremos más de él en el futuro.
— ¿Cómo así? — Todos sus sentidos se dispararon al escuchar a su suegro, su cuerpo rechazó el contacto de Rosé, se sentía tan expuesto, tan confundido.
— Pues, estamos buscando cerrar negocios con él, aún esperamos respuestas. Es nuestro segundo intento, las dos veces anteriores nos rechazó inmediatamente pero esta vez aún no recibimos respuesta. Supongo que se debe estar pensando la propuesta y eso es algo positivo. ¿No lo crees, Seojoon?
— Sï padre, creo que esta vez tenemos una oportunidad.
+++
No pudo dormir en toda la noche pensando en la conversación sostenida con su familia política. Fue por ello que esa mañana llegó como loco al trabajo buscando a Namjoon pero Wang le informó que estaba reunido fuera de la compañía. Pasó toda la mañana intranquilo, no había podido almorzar, la comida simplemente no le pasó por mucho que intentó comer. Si su suegro y Kim hacían negocio era evidente que en algún momento el señor Park iba a sacar su nombre a colación y eso iba a ser fatal. Tenía que conversar con él antes de que aquello se diera.
— El presidente, Kim pidió que lo trajéramos, él estará teniendo hoy una entrevista aquí. — Le explicaba Wang mientras entraban a la sala de conferencia de un hotel.
— ¿Es la entrevista para Forbes? — Jackson asintió con una sonrisa mientras le entregaba su identificación a los de seguridad. — ¡Vaya, es increíble! No puedo creer que el presidente Kim esté siendo entrevistado por Forbes.
— ¿Por qué no lo creerías? Si alguien lo merece es él. Ha pasado por mucho para llegar hasta donde está y se ha labrado un camino exitoso solo, en poco tiempo y joven a logrado llevar a la empresa a la gloria. Esto es muy poco para lo que merece, sinceramente debería tener el mundo y más.
Había algo más que orgullo, felicidad y nostalgia en las palabras de Jackson. Su forma de expresarse y mirar hacia adelante en dirección de su jefe, era de cierta forma extraña. ¿Le gustaba? Jimin no pudo evitar hacerse esa pregunta, mientras lo observaba con la mano en los bolsillo recordaba un comentario de su secretaria que ignoró debido a que ella solía cotillear en demasía. Le contó que Wang era alguien de muy importante y que incluso tenía su propia empresa pero que este estuvo desde el comienzo con Kim, que no se separaba de su lado porque estaba enamorado. No lo creyó pero ahora, algo le decía que podía ser cierto.
Aquello sinceramente parecía un set de filmación. Habían varias cámaras y camarógrafos filmando lo que allí ocurría, fotógrafos e incluso todo un equipo de trabajo detrás de las cámaras. Algunos sostenías varios instrumentos, otros simplemente esperaban a que se le necesitase y en medio de todos ellos, estaba Kim Namjoon.
¡Demasiado hermoso! Se veía tan atractivo mientras le tomaban fotos aquí allá en su traje, con una elegancia y estilo muy característico en él, con una esencia que solamente él podía llevar. Aún a la distancia sus miradas se encontraron y ambos sonrieron por inercia mientras a él le retocaban su cabello. Vario minutos después todos parecían reacomodarse como si desmontaran un circo y armaran otro en un santiamén.
Sentado en una legante silla que hacía resaltar aún más su porte y presencia, se encontraba el presidente de KNJ Enterprise. Estaba siendo entrevistado por un hombre y una mujer aunque parecía ser que sólo la fémina haría las preguntas mientras el sujeto grababa todo y escribía algunas notas. Él estaba a un lado observando a su jefe y no podía evitar sentirse orgulloso y feliz, no solamente por la entrevista sino por ser capaz de tener a ese hombre en su vida.
— No creo que realmente lo entiendan. Lo que es importante es el nuevo sistema RM que lleva la nueva aplicación de seguridad y entretenimiento que será lanzada próximamente. Lo importante es KNJ Enterprises, no yo. — Hablaba tratando de controlar su incomodidad al recibir como era de esperarse, preguntas personales.
Esa era una de las razones por las que siempre se negaba a dar entrevistas, sólo por Jimin terminó de tomar esa pero realmente no era lo que deseaba. Estaba evitando soltar algo indebido y Jackson lo percibía, por eso le daba señas discretas para que se contuviera. Realmente no les convenía que la revista más influyente en el mundo de los negocios estuviera en contra de ellos.
— Pero no sólo nuestros lectores, todos aquellos que buscan ver o conectar un poco más con la marca, con la empresa, sienten curiosidad por usted. el hombre detrás de las bambalinas que ha logrado lo que muy pocos logran en tan corto tiempo. Su empresa en estos momentos está liderando y batallando con grandes empresas que llevan años en el mercado y tienen un nombre sólido que los precede. — Repeló con calma la entrevistadora. — Creemos que el artículo también debería enfocarse en usted ya que no existiría KNJ Enterprise sin Kim Namjoon.
Jackson amasaba su sien algo sofocado, sentía que aunque tuvieran buena intención, su jefe se iba a sentir atrincherado. Cuando se sentía atacado, obligado, o dañado, Namjoon para sobreponerse a eso que convertía en una fiera que incluso con una sola palabra o miraba podía ser implacable e incluso cruel.
Relativamente su empresa en el negocio era nueva, sí, había logrado mucho pero estaba llegando a la mitad del camino. Para que se le considerara una empresa de experiencia y antigua debía mantenerse un mínimo de diez años en el mercado. No podía evitar reír irónicamente frente a las preguntas de la mujer, parecía sacada de una revista de espectáculos que sin siquiera haberse informado antes de la empresa, iba allí a seguir un guión escrito. Buscó a Jimin con la mirada y su cuerpo se relajo, incluso sonrió frente aquella amplia sonrisa que parecía estar nerviosa por él.
— Debería ser sobre el producto o empresa, no sobre quien lo creó. — El rubio lo miraba orgulloso y entusiasmado. — La marca distintiva no debería ser la persona. Deberían estar enfocados en el producto, si es importante, beneficioso, divertido o innovador, eso es lo que más debería mirar un cliente a la hora de hacer un gasto.
Amaba las respuestas de Namjoon que no se dejaba amedrentar. Envuelto en ese aire de grandeza pero siendo de cierta forma humilde, su seguridad y elocuencia, belleza física y mental que lo cautivaba cada vez más. ¿Era loco o hipócrita por decir que su mayor atractivo era su cerebro?
— Tiene razón, señor Kim. — Contestó la mujer con pesadez. — Entonces, la última pregunta que se le quiere hacer es sobre las relaciones familiares.
Namjoon enarcó las cejas mirando hacia el suelo antes de levantar su cabeza. ¿Es que estaba sorda? No podía creer que ahí iba nuevamente a hacer preguntas personales. Como todos esos periodistas queriendo hurgar en su privacidad. Acababa de decir que lo más importante no era él pero como siempre les importaba bien poco todo con tal de sacar algo que creara "impacto entre la multitud", frase utilizada para camuflar el bardo que les gusta crear.
— Usted ya escuchó lo que dije. — Entrelazó los dedos y la miró fijamente. — La gente no es importante. No sé por qué continúa hablando de mí. ¡Ah! — Exclamó sorprendiéndola luego de ver de refilón todas las preguntas que quería hacer y que él sabía que estaban tratando de investigar. — Quiere saber sobre mis padres o hermanos. ¿No están ya enterados y familiarizados con eso? Mi padre falleció hace muchos años, mi madre se volvió a casar y tanto ella como mis hermanos están viviendo sus vidas de forma saludable.
¿Qué tenía de importante la relación biológica con los padres? Su madre estaba viva y para ambos era como si el otro no existiera.
Agitando su bolígrafo en una señal que el presidente no entendió, la mujer miró su grabadora, incomodado por la actitud del entrevistado y lo poco que le había sacado. La entrevistadora permaneció callada pero dejaba ver destellos de una sonrisa que luchaba por esconder. Las manos de Jackson sudaba y el menor lo miraba sorprendido ya que podía ver lo mucho que ese tema le afectaba a pesar de no revelar abiertamente en su rostro aquello, lo podía sentir y percibir. ¿Cuántas cosas callaba y guardaba ese hombre?
— ¿Sobre mi vida amorosa? Todavía no tengo pareja pero, cuando la tenga tampoco lo pienso salir a publicar en las revistas. — Wang aflojó un poco su corbata, se sentía sin aire cada vez que Namjoon respondía ene se tono. — Gracias por considerarme e invitarme a ser parte de su revista. — Culminó la entrevista sonriendo cortésmente.
— ¡Buen trabajo a todos! — Se acercó tratando de eliminar la tensión su asistente. — Reportera Heibl, ha trabajado arduamente. Debería invitarles a usted y todo el equipo a comer, si tienen tiempo claro está. Por aquí...
Tanto la mencionada como su propio asistente se pusieron de pie con una sonrisa, siguiendo a Jackson que les indicaba el camino mientras regañaba con la mirada a su jefe.
— Gracias por su arduo trabajo. — Se despidió el menor con una sonrisa, procesando la información recién descubierta. Había algo más que Namjoon y él tenían en común y era que ninguno tenía padre. — Estuviste muy bien.
— ¿Lo crees? Cada vez que hacía preguntas personales deseaba pararme e irme sin más. — Tomó discretamente una mano del rubio y lo acarició. — Creo que necesito un abrazo, ya quiero salir de aquí. ¿Podemos ir un rato a mi casa antes de que tengas que irte a la tuya?
Su asistente, quien regresaba a disculparse, vio como lentamente soltaron sus manos. — Vengo a disculparme. Claramente pedí que no hicieran ese tipo de preguntas personales. No obstante pudo haber disimulado un poco más su cara de desagrado.
— Hice todo lo que pude. De todas formas ya terminamos con ese martirio. Nosotros no regresaremos a la empresa, tienes la tarde libere si quieres. — Jimin abrió sus ojos, ¿no podía disimular un poco más? A ese paso todos sabrían para finalizar el día de su relación.
¿Cómo se encontraba en esa situación? Realmente no lo sabía porque todo había pasado demasiado rápido. Por un motivo u otro, había estado pegado a Namjoon por dos semanas sin descanso, lo llevaba a muchos de sus trabajos. Participaba activamente en algunos encuentros, agradecía como le abría las puertas y promocionaba su trabajo aunque siempre recibía como respuesta que no era propagando o promociones, sino reconocimiento adecuado.
Había estado buscando un momento para conversar con él pero siempre surgía algo que lo hacía posponerlo un poquito más. Hacía dos semanas que se había enterado que su suegro andaba buscando hacer negocios con Namjoon y eso le había dado una clase de ultimátum para finalmente poner todo sobre la mesa pero no lo había hecho. Nunca ningún momento le parecía el más propicio para llevar a cabo esa plática pendiente.
Ahora estaba en su país natal, hacía un par de horas que había llegado y ya estaba en una fiesta privada acompañando a Namjoon a cerrar un contrato con Ha Jib Group. La música era muy tenue y las personas interactuaban casualmente. Hablaba con todo aquel que le buscara o iniciara la conversación mientras observaba a la distancia a Namjoon, quien de vez en cuando le regalaba una sonrisa o guiño. Habían intercambiado besos suficientes y algo más como reserva para poderse contener en el evento. Por alguna razón les estaba costando mantenerse alejados en el último tiempo y casi no pasaba un día sin que se vieran. A veces parecían adolescentes hormonales envueltos en una aventura.
— Park Jimin, te presento al CEO del Grupo Ha Jib, Ha Sungwoo. CEO, le presento a la mente maestra tras "Innovation", Park Jimin.
— Un placer conocerlo. — Sungwoo le ofreció la mano en un saludo cortés pero al entrar en contacto con él y fijarse mejor en su rostro, se quedó totalmente ido hasta que sintió una presión leve en su hombro por parte de Kim.
— Lo mismo digo, un placer conocerlo.
La noche siguió pasando entre pláticas formales, malos chistes, algo de bebida y una música tenue que no se escuchaba lo suficiente como para ayudar al rubio a desconectar. No podía dejar pasar de esa noche la plática. Bueno, al menos esos fueron sus planes. En el hotel cada uno fue a su habitación y cuando regresó a la del mayor para conversar como habían quedado, este ya estaba completamente dormido en su cama. Terminó suspirando frustrado y tras contemplarlo varios minutos e intentar llamarle, optó por irse a su cuarto e imitarlo.
💙💙💙
Puede que a algunos este capítulo les resulte algo aburrido pero necesitaba algo de paz antes de comenzar con emociones y eventos fuertes. 😂 Tengo que prepararme psicológicamente, además hoy también estoy extenuada.
Regresé de la escuela tan cansada que dormí hasta medianoche. Aquí estoy 4 horas después terminando mi segunda actualización. Simplemente ya no coordino bien lo que escribo. 😂
Nos vemos en el próximo capítulo y realmente lo siento si no disfrutaron este, espero compensarlos.
💙💙💙
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