Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30

Quizás sus pensamientos estaban nublados, sentía que cada frase que llegaba a su mente rebasaba todos los límites de la cursilería. Él era un enamoradizo y no lo negaba, se entregaba muy rápido y pese a sus decepciones, no podía cerrarse completamente a la idea de encontrar a alguien a quien amar. Su hermano era un hombre cerrado que jamás demostró interés por nadie sentimentalmente pero le hizo creer en la posibilidad de que la persona correcta para él estaba en algún sitio.

Según Namjoon podía encontrársela, no valorarla o darse cuenta de que era esa y perderla, quizás se tardaría toda la vida en dar con ella, pero creía fervientemente que le encontraría. En el camino iba a encontrarse muchos espejismos o ilusiones de la persona correcta, incluso se engañaría por capricho con alguien que no lo era pero la encontraría. Ahora deseaba pensar que esa persona era Jackson. Sí, estaba consciente de que sería difícil y como diamante en bruto confiaba en que la perseverancia de sus sentimientos y buenas intenciones ayudaran a pulirlo.

No podía obligar a alguien a sentir o gustar de él pero a su presencia todo su hyung reaccionaba sin poderlo ocultar y eso le daba un rayo de esperanza. Justo como le dijo, no tenía pensado aferrarse si lo sentía un imposible, si realmente su hermano en algún momento se fijaba en él, realmente iba a dar un paso atrás pero quería intentarlo. No quería quedarse pensando en cómo hubiera sido si...

Una vez más había llegado esa hora donde la última vez se tuvo que marchar. Por algún motivo solamente durmió tres horas y ahora se encontraba allí tumbado contemplándolo. El mayor había olvidado cerrar las ventanas permitiendo que desde aquella tibia cama gracias la temperatura de sus cuerpos, pudiera presenciarse la aurora. Desde el aire, aquel cielo de otoño aún dejaba ver los primeros colores del día, resaltando ese ribete rojo que tan bien se reflejaba en el cristal y de paso en el rostro de Jackson.

Acarició su cabello castaño cuidando no despertarlo, su fina nariz junto al lunar que le hacía compañía, sus labios... Tenía deseos de probarlos de esa forma, tranquilos y sin todas esas palabras que siempre brotaban de ellos para alejarlo.

Así lo hizó, se inclinó hacia a delante y dejó que sus labios se colocaran sobre los ajenos, sintiéndolos moverse antes de ver como abría sus ojos.

— Buenos días, hyung. — Murmuró con cautela temiendo por su reacción.

Mas no hubo queja alguna y esto lo hizo aventurarse a ir por más. El mayor intentó alejarlo, si bien no había dormido durante tanto horas no quería que sintiera el aliento matutino pero aquello parecía no importarle a Soobin y en un punto, a él también.

Sentía que lo estaba usando, estaba cubriendo con todo ese cariño y atención el gran dolor y vacío que sentía en su pecho cada vez que pensaba en Namjoon. Claro que veía al menor adorable, atractivo, le gustaba su carácter ese que no había conocido tan bien como pensó. Amaba la forma en que lo besaba como si él pensara que le pertenecía y que con cada beso borraría todo su sufrimiento. Disfrutaba como sus manos lo recorrían sin desespero y cuidado. Incluso la primera fue igual a pesar de su desespero tuvo el control suficiente como para tomarse el tiempo en prepararlo y hacerlo sentir bien.

Deseaba que fuese diferente, que se comportara como cualquiera de esos hombres con los que al terminar no intercambiaba ni el saludo. Tal vez así no se sentiría tan culpable y tan responsable, así no se sentiría como alguien egoísta y despreciable que está jugando con la bondad de uno de los pocos hombres buenos que habían. No quería cargar con la culpa de que, por un desamor impulsado por lo que estaban teniendo, se volviera tan maldito como la mayoría, impidiéndole encontrar una buena persona que lo amara y él correspondiera.

— Dije buenos días. — Lo apretó entre sus brazos y el mayor rodó los ojos antes de subirse sobre él para besarlo con mayor ahínco. — Oh, esto me gusta.

— Buenos días, chiquillo insoportable. — Terminó por sonreír antes de intentar regresar a su lugar sin éxito. — ¿No piensas soltarme? Es muy temprano, puedes dormir un poco más yo me iré a trabajar, tengo cosas que hacer.

— Hyung, son las siete de la mañana y sábado. Tú no tienes obligación de ir al trabajo porque tu horario no lo incluye. Si deseas ir puedes ir más tarde.

— ¿Para qué me quieres aquí, Soobin? No creo que ahora mismo esté de humor para tener esa plática que quieres tener. No fuerces las cosas y dejemos todo así. — Habló cerrando sus ojos, recibiendo y disfrutando cada beso que era depositado en su cuello. — Quieres parar, por favor.

Soobin se incorporó sin bajarlo de su regazo dejándole saber con sus acciones que lo menos que deseaba en ese momento era parar. Había disfrutado de los placeres carnales con varias mujeres y después del mayor, había probado ya a tres hombres diferentes pero nada se comparaba con tenerlo a él ahí, así. La textura firme de su cuerpo, pese a la baja estatura tenía cada cosa en su sitio. Sus músculos estaban minuciosamente marcados, su cintura era pequeña y los glúteos exquisitamente sólidos. Piel tersa, cabello sedoso que se perdía entre sus dedos, aroma masculino y seductor.

Si debía escoger las zonas preferidas de su cuerpo, sus labios ocuparían el lugar número uno, seguido por sus trapecios y abdomen, justo en ese orden. Por eso estaba en el paraíso ahora que intercalaba sus besos y leves mordidas entre esas tres zonas, arrancándole gemidos casi insonoros.

— Lo menos que deseos en estos momentos hyung, es hablar contigo. Creo que nuestros cuerpos tienen una mejor plática pendiente. — Tiró con suavidad de su pezón sintiendo el agarre firme en su cabello, viendo como el mayor quería tomar el mando y guiar cada movimiento. — Quiero enterrarme aquí. — Murmuró presionando ese lugar sin llegar a invadir el interior. — Eso fue sexy.

Al sentirlo, un sonido gutural brotó de Jackson quien desesperado buscó sus labios cambiando totalmente la tonalidad de sus besos, volviéndolos más desesperados, necesitados e intensos. Para él eso fue la reacción más sexy de la cual había sido testigo. El cuerpo del mayor se oscilaba y restregaba contra él, podía sentir aún por arriba de la tela la erección que confirmaba su estado.

— ¿Sigues teniendo todo en el mismo sitio? — Asintió mirándolo expectante sin dejar de moverse, con una sonrisa al ver como se esforzaba para llegar a la mesilla de noche para tomar el lubricante y condones. — Los tengo. — Su tono triunfal hizo reír al mayor.

— No me he hecho enema y desde que lo hicimos no he vuelto hacer nada así que debes tener cuidado. ¿De acuerdo?

— ¿Enema?

— No es momento de explicarte ese proceso. — Respondió risueño al ver la cara de confusión del menor.

— Sé lo que es pero no entiendo en qué influye o para qué tienes que hacerlo para estar conmigo, a mí no me importa.

— Más que todo por higiene pero si seguimos hablando se me van a esfumar las ganas.

— Eso yo no lo voy a permitir. — Su sonrisa fue tan sincera, perversa y a la vez dulce que Jackson no pudo evitar sonreír con él. — No sabes cuánto quise volver a estar así contigo.

Restregaba su rostro en el pecho, lo besaba, mordía y olía enternecido. Era placentero sentir como su hyung dejaba caricias en su cabeza, hombros y cuello con su respiración irregular. El encuentro de sus pieles eran exquisito y se sentía mucho mejor que la última vez donde debía admitir, que estuvo algo preocupado al no haber estado con un hombre antes. Sin embargo, todo fluyó naturalmente copiando algunos movimientos del mayor, haciéndole lo que también le gustaba que le hicieran a él e incluso cosas que su experiencias con las mujeres le ayudó a tener. No estuvo del todo perdido.

Ahora era diferente, no solamente había adquirido más experiencia teórica entre lecturas, videos y testimonios sino que también tuvo práctica. No lo había probado todo porque en su interior guardaba la esperanza de poder repetir con su hyung y que este fuera el primero en recibir todo lo que él tenía para dar. Simplemente otros cuerpos no despertaron todo lo que Jackson despertaba en él y agradecía poder estar nuevamente ahí, teniéndolo entre sus brazos.

Lo cargó con algo de dificultad hasta voltearlo totalmente, dejando a sus rodillas descansar sobre el colchón. Su mano delineó toda la espalda hasta llegar a su cabello donde tiró suavemente antes de presionar su cabeza contra la almohada, dejando besos sobre sus hombros, mordiendo y succionando sus trapecios. Realmente amaba cada músculo de su cuerpo, cada poro de su piel. Una sonrisa ladeada se adueñó de sus labios cuando su mayor dejó salir un leve quejido cuando la palma de su mano colisionó con sus glúteos.

Volvió a descender ejerciendo mayor presión con sus dedos hasta que ambas manos estuvieron situadas sobre sus nalgas, amasándolas obscena pero delicadamente, con firmeza. Presenciaba la maravillosa vista y literalmente se lamía sus labios con antelación. Se posicionó cómodamente detrás volviendo a besar sus costados y glúteos. Abrió aún más sus manos para contemplar las suaves palpitaciones de su esfínter que parecían sincronizadas con su pene, porque sí, no había hecho demasiado pero estaba totalmente endurecido, deseando entrar allí. Aún así buscó concentración y paciencia para no desbocarse y dañarlo.

La expectativa de estar con su trasero a merced del contrario sin saber qué hacía era tan exasperante como excitante. La tibieza del aliento del menor lo alertó e intentó moverse rápido pero fue inmovilizado.

— Soobin, no lo hagas. — Le pidió, no es que no le gustara pero recién se levantaba y no se había aseado siquiera.

— ¿Por qué?

— No me he aseado todavía, no tienes que usar tu boca ahora. — Exhaló sintiendo como su miembro comenzaba a ser acariciado.

— No me importa eso hyung, estás limpio. — Ascendió para hacerlo hundir nuevamente su cabeza en la almohada, besó su cuello y mordió suavemente su oreja. — Estás perfecto en cada sentido de la palabra y ahora mismo, solamente deseo hacerte gemir mientras devoro tu retaguardia.

Maldito chiquillo que no sabía en qué momento había crecido tanto. ¿Por qué le estaba haciendo eso? Apretó sus manos con fuerza una vez que el aliento sobre su trasero se sintió más tibio, se contenía, realmente lo estaba haciendo hasta que no supo en qué momento se dejó ir en gemidos. Amaba el sexo oral y lo disfrutaba siempre que se lo hacían bien, sim embargo sentir todo lo que el menor hacía con gran maestría allá atrás era de otro planeta. Tenía que admitirlo, no sabía con exactitud cuánta experiencia tenía pero lo transportaba.

— Quiero verte... — Musitó con voz ronca Soobin, volteándolo con agilidad una vez que terminó de prepararlo correctamente. — Mírame, hyung. Quiero que me mires mientras entro en ti.

Con su boca abierta y ceño fruncido Jackson lo miró asintiendo, dejando salir de a poco el aire que contuvo durante los segundos en los que el menor se presentó y entró de golpe. Soobin también exhaló con su boca abierta y una vez que sus pelvis estuvieron completamente pegadas, se lanzó en busca del beso que necesitaba, afincando las manos en sus caderas. Aún con condón la sensación del interior del mayor era más que deliciosa, sentirse atrapado por Wang y verlo entregarse solamente a él en ese momento, era gratificante y por ahora le bastaba.

Le bastaba saber que no le era indiferente e incluso disfrutaba en la cama con él. Deseaba hacerlo sentir como nadie más podría y dejarle una huella, unirlo de forma que permaneciera solamente a su lado. Quizás ahora estaba llegando a su cuerpo pero necesitaba más, quería metérsele en la cabeza y en su pecho para borrar todo rastro de dolor y reemplazarlo solamente por cariño y alegría.

— Eres muy bueno en esto chiquillo... — Jadeaba con las uñas arañando su espalda, su rostro perdido en el pecho ajeno. Lo sintió salir completamente y volver a entrar de golpe una vez que alzó sus piernas. — ¡Ah! — Fue un grito corto y ronco que lo hizo apoyar la espalda nuevamente a la cama, deleitándose con la tensión de sus brazos debido a la fuerza que ejercía. — Más rápido.

Era intenso, con matices salvajes y muchos besos, ambos estuvieron a punto de terminar varias veces pero se contenían, querían alargar el momento e intensificar sus orgasmos un poco más.

— Quiero ir arriba, déjame tomar el mando y guiar el final. — El cuerpo del menor se tensó completamente al escuchar la frase. ¿Ir abajo? Esa no era una idea que le agradase mucho. Jackson soltó una carcajada buscando sus labios para besarlos con más ahínco, encajando sus uñas con mayor fuerza en sus brazos. — No de la forma en la que estás pensando, tu seguirás dentro de mí, únicamente que seré yo quien te cabalgará.

El menor volvió a relajarse algo apenado por su infantil reacción y asintió correspondiéndole el beso antes de salir y dejarse caer en la cama. Ver como Se le acercaba y él mismo se penetraba era un orgasmo visual. Sus manos rodearon su cuerpo para atraerlo hacia su pecho, podía sentir como el mayor se aferraba con una mano a su muslo cuando él alzaba la pelvis con suavidad y se encajaba en lo más profundo de su cuerpo. Constantemente palpaba cada zona de su cuerpo, deteniéndose mayor tiempo en su trasero, amasándolo con cariño, llenándolo de beso.

Sus movimientos se sincronizaron pero cuando Jackson colocó las manos en su pecho y de forma circular empezó a moverse sobre él, no pudo contenerse, no pudieron hacerlo. Ambos terminaron alcanzando el orgasmo de forma casi simultánea. Fue el menor el primero llegar pero aprovechando aún la firmeza de su miembro, con unos cuantos movimientos extras de sus caderas mientras se masturbaba, quien lo cabalgó llegó, dejándose caer sobre su cuerpo una vez que el orgasmo pasó.

— ¿Realmente tienes que ir a trabajar hoy, hyung? — Preguntó con esperanzas, oliendo su cabello y sintiendo como una brisa que no sabía de dónde venía hacía erizar sus cuerpos desnudos y sudados.

— No creo que pueda trabajar correctamente hoy, cuando toda la adrenalina pase me dolerá todo el cuerpo por todo el tiempo que estuve sin hacer nada y la faena que acabamos de tener. — Suspiró vencido. — Me quedaré en casa.

— ¿Puedo acompañarte? Podemos pasar junto el día, nos duchamos, te preparé el desayuno que mi... — Cortó su frase, no podía decir que era lo que su hermano le había enseñado a preparar, no quería hacer alusión a Namjoon en ese día. — Que mi nivel culinario permite, si tienes trabajo que hacer yo no te molestaré, estaré cerca de ti y cuando te desocupes pedimos comida, vemos televisión o jugamos, no sé lo que desees. Incluso podemos salir a dar una vuelta, hace mucho que no lo hacemos.

Se escuchaba tan entusiasmado que le parecía cruel volverle a cortar los ánimos diciendo que no creía prudente que ellos compartieran tanto tiempo juntos. Sin embargo, no recordaba la última vez que hizo espontáneamente algunas de esas actividades, menos en compañía. Cuando el menor lo visitó la otra vez vio después de tanto tiempo algo en el televisor. Hasta cierto punto todo lo que proponía le parecía agradable, excepto por lo de salir, no sabía si estaría en condiciones físicas para hacerlo pero, podían hacer todo lo demás.

— De acuerdo. — Soobin lo miró sorprendido, estaba preparado para una negativa pero como siempre se había arriesgado a ver qué pasaba. — Yo me iré a duchar, mientras puedes ir preparando el desayuno, ya conoces la cocina.

— Bañémonos juntos hyung, así terminamos más rápido, te ayudo con la pomada y podrás acompañarme a la cocina. No creo que quieras perderte el espectáculo de un joven sexy preparando un desayuno únicamente para ti. — Besó su cuello y aspiró con fuerza.

— No inventes, no quieras correr antes de caminar, yo puedo perfectamente hacer todo eso solo y... — El menor se levantó con cierta torpeza de la cama con él en brazos. — ¿Qué crees que estás haciendo? Bájame, Soobin no te lo pienso repetir bájame ahora.

— Hyung, vamos a la ducha, no seas tan cascarrabias.

+++

Jimin observaba a su hija mientras ambos esperaban tranquilos en el automóvil. Acababan de llegar a recoger a Taemin y estaban estacionados en la entrada del edificio donde este vivía. El plan inicial era subir a su casa y pasar un día tranquilo entre peinados, maquillaje y comida poco saludable para consentir a la menor. Solía mantenerle una dieta saludable pero de vez en cuando le permitía darse sus atracones con todas esas cosas que los niños — y padres como él — amaban. Sin embargo, cuando se despertó esa mañana quiso hacer algo diferente y cuando le comentó la idea a su amigo, a este le pareció maravilloso.

— Taemin, Taemin... — Murmuró el rubio al notar que su amigo no venía solo, Kai y su sobrino también lo acompañaban. — Así que aumentamos el números de pasajeros.

Su amigo le hizo una mueca a modo de disculpa y le guiñó el ojo, soltando sobre el asiento del copiloto su bolso y se apresuró a abrir la puerta trasera donde lo recibieron con alegría. Mila se había quitado el cinturón de seguridad y lanzado a su cuello.

— ¡Tío Taemin!

— La princesa más hermosa de su tío luce hoy mucho más preciosa con esa ropa y ese peinado. — La apretó entre sus brazos con una sonrisa y la volvió a colocar en el asiento. — !Uy como te extrañé!

— ¿Qué te he dicho de lanzarte de esa forma del auto? — Cuestionó Jimin mirando la escena con ternura pero manteniendo el semblante un poco serio.

— Lo siento, papi. — Se disculpó sentándose y abrochándose el cinturón de seguridad mientras Kai batallaba para colocar un asiento para niños más pequeños donde sentaría a su sobrino. — Hoy fue mi papá quien me peinó y escogió la ropa, ambos estamos combinados.

Eran atuendos, sencillos y casuales, consistían en jeans negros abiertos en las rodillas y T-shirts del mismo color con un gigantesco 01 en dorado. El de Jimin incluía la palabra King y en el de la pequeña Princess. Sus zapatos deportivos Adidas también eran negros y dorados. EL estilo más cómodo para un día de carretera y juegos, camuflaban el churre y podían hacer y deshacer a voluntad cómodamente.

— ¿Ah sí? Déjame ver a tu padre a ver cómo se ve. — Abrió la puerta delantera y se sentó. — No luce tan hermoso como tú.

Mila rió feliz de poder pasar el día con su tío y padre. Jimin solamente sabía hacerle tres peinados, una coleta de caballo como ahora, dejarle su cabello suelto o hacerlo dos moños a cada lado de su cabecita. A veces se aventuraba a intentar algo más pero no se le daban muy bien, aún así, ella siempre era feliz cuando su padre la peinaba y la vestía a su semejanza.

— Buenos días, Jiminie. — Saludó el invitado sorpresa.

— Buenos días, Kai. Buenos días príncipe. — Acarició las piernitas del niño y este le respondió con una inocente sonrisa. — ¿Estamos listos?

— ¡Sí! — Gritaron todos los presentes.

— Oye, ¿tú no piensas darle un besito a tu tío Kai? — Le preguntó a la niña haciéndole cosquillas.

— Tú no eres mi tío.

— ¿Ah no y qué soy entonces? Le dices tío a Taemin y a mí no, eso me pone triste. — Fingió poner cara de tristeza , quienes iban delante tuvieron que contener los deseos de reír para no dañar su penosa actuación que ni siquiera la menor creía.

— Tú eres el novio de mi tío Taemin y amigo de mi papá también eres mi amigo pero no mi tío.

La tensión se apropió del vehículo, el castaño se volteó mientras que el rubio todavía procesaba lo que acababa de decir su hija sin podérselo creer. Sabía que habían muchas cosas que una niña de casi diez años podía comprender, no era tan niña pero aún así, no dejaba de sorprenderlos.

— ¿Por qué tú dices que Kai y yo somos novios?

— Los he visto darse la mano y también besitos en la boca así como mis padres. Mis padres están casados pero ustedes no, entonces si no es tu esposo, es tu novio. — Se encogió de hombros tomando el tablet que hacía un rato había dejado de lado.

Jimin debía decir algo pero lo único que hizo fue afianzarse en el timón y darle una mirada reprobatoria a sus amigos. Muchas veces les decía que debían de tener cuidado cuando habían niños cerca pero como siempre, eso dos no podían contenerse. Su corazón latía agitado, sus manos sudaban y por un instante se quedó mirando hacia adelante sin reaccionar.

Schloss Neuschwanstein o Castillo de Neuschwanstein, era el destino planeado para ese día. Debían conducir casi dos horas debido a que se encontraba en otra ciudad pero definitivamente valía la pena. Jimin no solía ir a lugares tan turísticos, menos con niños pero dado a que fue idea Mila, no se negó.

La mañana transcurría tranquila, pese a ser sábado el lugar no estaba tan abarrotado de personas, tal vez porque la ciudad también estaba de carnaval y muchas personas iban a participar y tomar fotos de la festividad. Eso fue algo que los mayores agradecieron.

— ¿No crees que deberías sincerarte? — Le preguntaba con seriedad Taemin a su mejor amigo mientras sentados en el césped veían a Kai correr junto a los niños disfrazado de caballero. El rubio le había dado un resumen de los últimos sucesos y una vez que la sorpresa y el entusiasmo pasó, el mayor no pudo evitar hacerle esa pregunta. — Si me preguntas, creo que si vas a comenzar una relación con ese hombre deben hablar. Tienes que poner las cartas sobre la mesa ya que están yendo más allá y no son solamente sesiones de edging o un encuentro casual.

— Yo no le estoy diciendo mentiras Taem, simplemente no hemos hablado sobre nuestras vidas privadas. Tampoco es que seamos pareja o algo parecido. Él puede despertar mañana y decirme que no quiere estar conmigo. Debe saber mínimo que estoy casado, después de todo eso es algo público que está en los datos de la empresa. Es imposible que no lo sepa.

— Si tanto crees que es así, ¿por qué no le preguntas o hablas del tema? — El menor permanece callado. — Ya ves...

Tenía miedo. Hablar sobre su vida privada con Namjoon le daba miedo porque no solamente nunca había estado en esa situación, sino que también temía perderlo. Sabía que era algo egoísta pero recién comenzaban a acercarse y deseaba esperar un poco más. Una vez que tuviera la seguridad de que eran pareja, de sus sentimientos y el camino por el que transitarían, entonces podría decirle sin problema alguno.

— Chimchim...

— No me siento preparado tampoco para dejarlo entrar al mundo de mi hija, no con la situación en la que estoy con Rosé. — Interrumpió quitándose la gorra para reacomodar su cabello. — No deseo que entre alguien a mi vida y la de mi hija así sin más para luego marcharse y dejarnos a la deriva. Los sentimientos y estabilidad emocional de mi niña son primordiales para mí, por eso no he entrado tampoco en batalla legal con Roseana y lo sabes. No estoy seguro de hacia dónde vamos con todo esto y no me quiero apresurar.

— No se trata de dejarlo entrar, no tienes que presentarle a la niña pero sí hacerle saber de su existencia. Contarle todo lo que hay detrás de tu matrimonio para que sepa a qué se va atener y juntos decidir si quieren ir por ese camino o no. Es mejor hablarlo ahora a que él se haga ideas que no son y de buenas a primeras le sueltes algo así, no creo que se lo tome bien. Hasta incluso correrías el riesgo de perderlo. No puedes empezar una relación o pensar en empezar una si las cosas están turbias o poco claras entre ustedes. No te estoy presionando pero creo que deberías pensártelo. Si realmente va en serio y te quiere debe aceptarte con o sin Mila porque ella es parte de ti.

— No oculto mi hija, ella es mi orgullo y lo que más amo en este mundo. Simplemente... Tengo miedo, de acuerdo, tengo miedo ahí está, te lo dije. — Volvió a peinar su cabello y saludó a su hija que le decía adiós desde lejos con Kai. — Sinceramente creo que si no estuviera el estorbo de mi matrimonio, me fuera más fácil enfrentar todo. Porque él puede aceptar a Mila pero dude que acepte todo lo que sucede con Rosé. La verdad es que yo en su lugar no lo haría.

— Ya eso es algo que deberá decidir él pero ponte en su lugar y piensa si la situación fuera a la inversa cómo te sentirías tú si descubrieras que la persona en la que estás depositando tu confianza te oculta algo así.

💙💙💙

(El castillo de Neuschwanstein en Füssen, Alemania)

La musa para esta historia está tan elevada que no puedo parar de escribir 😭

¿Qué creen que deba hacer Jimin? ¿Cree que conversará sobre su familia con Namjoon?

Espero que les haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo.
💙💙💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro