Soobin era tirado del brazo a través de todo el bar. Sabía que resistirse era llamar la atención y aquello no le interesaba, así que se dejó arrastrar hasta que finalmente estuvo fuera. Sabía que su hermano estaba molesto pero no podía importarle menos, no hacía nada malo y en todo caso, Jungkook no era nadie para reclamarle algo.

— ¿Qué mierda hacías tú en un lugar como ese? Si tantas ganas tienes de tener sexo puedes irte a un hotel, a tu apartamento, si quieres yo te compro otro para que lo utilices para tus cosas pero, ¿en un club a la vista de todos? ¿Qué diablos te pasa por la cabeza Soobin? No estás pensando en ti o tu familia.

— ¿Tú? ¿Tú me estás hablando a mí de familia y diciendo que piense en ustedes? Además, no tienes moral para exigirme nada cuando ayer mismo te vi aquí besando a August D. Me fui para evitarte pero bien que te vi.

Jungkook lo señala molesto pero el menor no baja la mirada, no sabe en qué momento su hermanito creció tan alto y altanero., tan desafiante como Namjoon.

— No te compares, para comenzar él es mi pareja, no cualquier idiota que se anda besando con el primero que se le cruza al frente, yéndose a follar con cualquiera. Un par de idiotas que piensan con el culo nada más. Segundo, yo soy mayor que tú, debes hacer lo que yo te digo, no lo que yo hago.

— No sé cómo puedes expresarte así de las personas, gente que tú ni conoces. Eres idéntico a papá, avasallan a las personas, dicen lo que quieren sin medir el daño, hacen y deshacen a su antojo y luego quieren que todos les rindan pleitesía. A mí quien me crió me enseñó que el respeto se gana no se exige y que si quería que los demás siguieran mi ejemplo, primero debería darlo yo. Así que disculpa si discrepo contigo, Jungkook. No me pidas que piense en mi familia cuando ninguno de ustedes han pensado en mí, a ninguno le importo una mierda. No me vengas con discursos baratos y ahórrate esta escena. No sé qué viniste hacer aquí pero ya puedes irte.

El mayor mordía sus labios, odiaba que lo compararan con su padre pero no podía negar que se parecían. Le estaban doliendo las palabras de su hermano que decía que él no lo quería, estuvieron distantes por sus padres y porque luego él se fue a vivir bajo el cuidado de Namjoon mientras él se vio obligado a permanecer en esa casa haciendo todo lo que sus padres dictaban mientras ellos eran felices lejos de toda esa porquería que le tocó tragarse solo. No tenía buena relación con el hermano mayor pero a Soobin lo amaba, nunca tuvo problema alguno con él.

— ¿Por qué no me contaste tus preferencias sexuales? Yo no te iba a recriminar, creo que como tu hermano mayor tenía el derecho a saber. — Espetó siguiendo los pasos del menor, quien al escucharlo se detuvo.

Se volteó aún más furioso a pesar que el tono de Jungkook no era déspota o acusador, por el contrario, hablaba mucho más calmado, con un ápice de hermandad que pocas veces había sentido, aún así estaba molesto.

— No es algo para pregonar y es mi vida privada, además ¿alguna vez has realmente estado ahí para mí? Quizás no te lo dije porque nunca has estado Kook, ni siquiera como hermano a tal punto que incluso yo olvido que tengo a otro hermano. — En el preciso momento que esas palabras fueron pronunciadas, las lágrimas del mayor comenzaron a descender, estaba dolido y tenía rabia consigo mismo por permitir que su hermanito tuviese esa imagen suya. — Cuando estuve con un hombre no dudé en decirle a Namjoon, él sabe cada detalle de mi vida porque está en cada momento de ella. ¿Cuántas veces al mes hablas conmigo? ¿Cuándo fue la última vez que me mandaste un mensaje preguntándome como estaba o qué he comido.

— Y-Yo sé que si algo hace bien Namjoon es cuidarte. Yo...

— Es que no se trata de eso Kook, yo sé que estás vivo pero aún así me preocupo por ti, te escribo aunque no me respondas. Se trata de montar interés por las personas que dices querer ya sea tu familia, tu pareja o un simple amigo. Se trata de hacer tiempo para compartir con la persona que estimas antes de que sea demasiado tarde.

Sus palabras le recordaron a Taehyung y su esposo, le recordaron lo mismo que Yoongi una vez le recriminó pero por alguna razón parecían nuevas viniendo de su hermanito. ¿Por qué le estaban doliendo tanto? No sabe qué decirle, no sabe qué contestarle por eso se queda sin decir una sola palabra. Soobin chasqueó su lengua y se volteó pero el mayor se apresuró a detenerlo.

— Vamos juntos. Podemos hablar un rato en casa.

— Creo que no es el momento para eso, Kook. Mejor otro día.

— Por favor...

Quiso negarse pero ver a su hermano a los ojos se lo impidió, terminó acepando y tras enviarle un mensaje a Jackson avisándole que se demoraría un poco más, se montó en su vehículo y siguió a Jungkook sin problema alguno, después de todo él no había consumido alcohol.

+++

— ¿No crees que ya es hora de ir a la cama? Te hemos dejado más tiempo despierta porque mañana no tienes escuela pero ya basta de juegos por hoy. De lo contrario no vamos a poder ir hacer todo lo que prometimos mañana.

La niña protestaba pero realmente sopesaba sus opciones. Por su parte Jimin ya deseaba que se fuera a dormir también para sacar a Rosé de su lado, pues esta aprovecha la cobertura que la presencia de Mila le daba para exceder su cercanía. Constantemente jugueteaba con su cabello, lo rozaba  o le robaba besos castos a los que a veces no le daba tiempo esquivar y no podía rechazarla abiertamente con la niña presente.

— ¿Nos pasaremos el día con tío Taemin? Aprendí nuevos peinados que quiero hacerle, además él me dijo que me había comprado todo un juego de maquillajes nuevo, solo para mí.

— Tú no estás en edad de estarte maquillando, Mila. — Sabía que era maquillaje infantil pero aún así no quería que su hija se acostumbrara a ello. — Ya tu eres la princesa más hermosa de todas.

— No seas así, la niña como todos los niños juegan con maquillaje, se ponen las ropas de sus padres, es algo sano. — Refutó su esposa agachándose para ayudarla a recoger, ignorando la mirada de Jimin pues sabía que odiaba ser contradecid frente a su hija pero esa a veces era la única forma de aliarse con la pequeña que tenía obsesión con su padre. — ¿Corazón, qué tal si mañana en vez de irse con el tío Taemin, pasamos un día los tres juntos haciendo lo que desees?

— Pero yo quería irme a casa de tío Taemin, nosotros tres no divertimos mucho más mamá. — Rosé la sostuvo por la muñeca con fuerza y la niña se quejó. — ¡Duele!

— ¡Roseanne! — Exclamó Park molesto sin alzar la voz, esta dejó la mano de su hija y se levantó furiosa hacia la cocina, la vio prender un cigarro y rodó los ojos. — Amor, iremos con tu tío pero si no te vas ahora a la cama será imposible. Ve a cepillarte, ponte el pijama y cuando estés lista papá va ir contigo hasta que te duermas.

La nena con ojos llorosos asintió y desapareció de la sala dejando a los adultos solos. Jimin contó hasta diez y esperó hasta que la puerta de la habitación de su hija se cerró. Rosé tenía una mueca en su cara mientras aspiraba el cigarrillo y se servía una copa de vino. El rubio le quitó el cigarro y tras apagarlo, vació la copa en el fregadero.

— ¿Se puede saber que gelatina tienes metida en tu cerebro para que actúes de esta forma? ¿Por qué maltratas a la niña sin necesidad? La usas como si fuera un juguete y es tu hija, no entiendo cómo puedes ser tan frívola incluso con ella. Hemos hablado mil veces lo de fumar dentro de la casa y lo sigues haciendo. Estoy cansado de todo esto, de que intentes manipularnos como títeres y te voy avisando que estoy llegando a mi límite.

— ¿Cuál es ese supuesto límite, una nueva puta de turno?

— Tu vocabulario. — Recalcó. — Me importa un demonio lo que hagas con tu vida pero el ambiente alrededor de mi hija debe ser familiar, tranquilo y estable. No te he pedido el divorcio buscando que ella no pase por todo eso pero si me sigues orillando te juro que lo haré.

— No te la darán imbécil.

— ¿Quieres hacer el intento? — Rosé calló y mordió sus labios. Peinó su cabello y estiró sus manos para abrazar a Jimin pero este bruscamente las dejó caer. — Ni se te ocurra intentar tocarme.

— ¡Papá!

El grito de la niña llegó hasta ellos haciendo que la madre chasqueara la lengua y a Jimin negar con la cabeza. A veces realmente dudaba del cariño que esa mujer decía tenerle a su hija, dudaba de que ella realmente quisiera a alguien más que a si misma. Se echó hacia atrás cuando esta intentó tocarlo y se alejó, ignorando como otra vez se servía una copa. ¿Qué le había visto la primera noche que se enredó con ella? Quizás el alcohol y el despecho por Min Yoongi habían jugado un gran papel en ese encuentro.

— ¿Estaban discutiendo? — Preguntó Mila. — Me vas a decir que no pero yo sé que lo hacían. Mamá no es mala pero no me gusta como eres cuando estás a su lado por eso prefiero pasar el día con tío Taemin y no con ella.

— No estábamos discutiendo, dialogábamos como adultos que somos y esas conversaciones a veces se malinterpretan como discusiones. — Se acostó a su lado. — Yo sé que mamá no es mala y nos quiere, solo que su forma de querer y la mía es un poco diferente.

Mila lo miró dudosa pero no insistió en el tema, simplemente se acurrucó junto a su padre para que este le acariciara su cabello. Amaba que lo hiciera. Ya no necesitaba cuentos, tampoco dormir con él pero le gustaba que lo siguiera haciendo seguido. El teléfono de Jimin vibró y maldijo por no ponerlo en modo de avión pero cuando vio la llamada entrante se puso nervioso. Controló a su hija y esta ya estaba dormida por lo que con cuidado se levantó de su lado y caminó hacia el baño de la habitación para evitar interrupción por parte de Rosé.

— ¿Sí?

— No me escribiste como te lo pedí, solamente quería saber si estabas bien y desearte buenas noches. — La voz de namjoon sonaba tan ronca y sexy que mezclada con la dulzura y ternura que le causaba esa llamada repentina lo hacían sentir cosas que desde su adolescencia no sentía. Ese malestar en su barriga y la risa tonta que adornaba su cara. — ¿Llegaste bien?

— Sí lo hice, siento mucho no escribirte entre una cosa y otra terminé olvidándolo. — Desde el momento que llegó a recoger a su hija todo había sido como un tornado. — ¿Tú cómo estás?

— Ya iba a dormir, bebía una copa de vino mientras revisaba mis correos. — Ambos permanecieron en silencio escuchando la respiración del otro. — ¿Qué haces?

— Yo también iba a dormir, estoy en el baño a punto de cepillarme los dientes para ir a la cama. — El silencio volvió a adueñarse de la línea, uno imaginaba al otro en su estado actual y deseaban verse por un huequito. Era algo raro pero se sentía bien. — No me esperé que me llamaras, ha sido una grata sorpresa.

— Te iba a escribir pero quise escuchar tu voz. ¿Te molestó?

— Para nada... — Rió mordiéndose los labios. ¡Papi! Escuchó la vocecita de su hija y pequeños paso, atinando simplemente a colgar. — ¡Qué sucede, tesoro?

— ¿Por qué te fuiste? Todavía no me había dormido bien.

— ¿Ah no? Pues vayamos a dormir nuevamente. — Murmuró tecleándole una disculpa a Namjoon, dejándole saber que se pondría en contacto en la mañana. 

+++

No recordaba haber hablado con su hermano Jungkook jamás de la forma en la que lo habían hecho esa noche. Mucho más relajado que con el mismo Namjoon en ocasiones, a pesar de que en el comienzo estaba molesto, terminaron desahogándose, diciéndose todo lo que tenían acumulado en su pecho. Incluso le preparó leche con chocolate blanco caliente como le gustaba e invitó a pasar la noche con él y lo hubiera hecho, si ya no le hubiese dado su palabra a Jackson. No obstante le hizo prometer que estarían en contacto más seguido y que pronto podrían pasar el día juntos, incluso dormir juntos como jamás lo habían hecho.

Ya eran las cuatro de la madrugada, tardó mucho más de lo esperado y solamente rezaba para que el mayor aún estuviese despierto. Se estacionó delante del portón del garaje y le marcó a su número.

— ¿Hmm? — Respondió adormilado y Soobin no pudo ocultar su sonrisa.

— Hyung, soy yo. Ya estoy aquí, ¿puedes abrirme la puerta?

No hubo respuesta, simplemente escuchó un leve barullo y unos pasos hasta que la luz del portón se encendió, corriéndose hacia un lado luego de un ruidoso algo molesto.

— Gracias. — Habló antes de colgar.

Jacksón lo observaba somnoliento desde la puerta, se veía muy bien cuando conducía, lo hacía mejor de lo que se esperaba. Se estacionó al lado de su auto y descendió con una amplia sonrisa. Todavía no se creía que le hubiese hecho caso a ese chiquillo. Una palabra y salió de aquel Pub, estuvo esperándolo hasta el momento en el cual se quedó dormido, no recordaba exactamente cuándo ocurrió. Este llegó a su lado y simplemente lo abrazó. No tenía fuerza ni deseos para alejarse, simplemente se dejó abrazar, mientras lo guiaba al interior con torpes pasos.

— Luces bien con tu cabello revuelto y esa ropa deportiva hyung, te has quitado unos cinco años. — Jackson lo alejó y él solo se dedicó a sonreír. — No sabía que te gustaba Fendi, también uso muchas cosas de esa marca aunque nada para dormir. ¿Tienes mucho sueño?

El mayor asintió sin decir palabra, caminó hasta el cuarto de vestir seguido a su dormitorio, buscando una muda de ropa para dársela a Soobin. La que traía estaba tan ajustada que dudaba que pudiese dormir en ella. Se la tiró, este la agarró y fue entonces que Jackson cayó en cuenta que debía ducharse, lo hizo cuando regresó de aquel bar, pero aun así, si iba hacer algo con el menor debía volverse a duchar, lavarse la boca. El pelirrojo lo vio encaminarse al baño y tras fruncir el ceño se apresuró aguantarlo.

— ¿A dónde vas?

— ¿Acaso eres ciego? Voy a bañarme.

— No es necesario, vamos a dormir, ven. — Jackson lo miró confundido y sin entender nada. — No vine para tener sexo sino para hablar pero esta no son horas de hacerlo, solamente quiero que nos acostemos a dormir, ya mañana será otro día.

El mayor trató de protestar pero antes de poder hacerlo ya se encontraba de regreso en su cama, arropado y siendo abrazado por ese chiquillo que actuaba sin importarle nada de lo que le decía. Era extraño, no estaba acostumbrado a esa cercanía, sus parejas sexuales eran eso y prefería ahorrarse todo ese falso romanticismo. Sin embargo, sabía que cada acción del menor era sincera y despreocupada, eso era lo que más lo confundía.

Era confortable sentirse en sus brazos, había soñado tantas veces estar así con Namjoon que todo eso le parecía una mala broma del destino. Sintió sus labios sobre su cuello y sus piernas enredarse alas suyas como si de viejos amantes se tratasen, quería alejarlo un poco, era demasiado para él pero cuando fue sujeto con más fuerza, simplemente se rindió.

— Buenas noches, hyung. — Esperó que le respondiera pero este no dijo nada, así que lo agitó un poco y mordió su nuca. — Dije buenas noches, aún estás despierto así que respóndeme.

— Buenas noches, chiquillo insoportable. — Soobin sonrió y escondió nuevamente su rostro tras su cuello, disfrutando del aroma que lo cubría. — Deja de olisquearme como un cachorro y duérmete ya, me estás haciendo cosquillas.

Tuvo deseos de molestarlo más pero sabía que debía estar cansado por lo que al menos por ese día, iba a mantenerse tranquilo y abrazarlo fuertemente, no tenía pensado marcharse cuando llegara el alba. Esa vez, quería amanecer junto a él, justo como quiso hacer la vez anterior.

+++

De lo que ocurrió en la tarde al final no se habló, lentamente el ambiente regresó al de los mejores amigos como si nada de aquello hubiese sucedido, aunque bien sabían ambos que no por ignorarlo iba a desaparecer. Comieron juntos, se sentaron a ver películas, Hoseok lo ayudó con la pista que estaba preparando e incluso le dio ideas para las letras. Era agradable que compartieran también el gusto por la música aunque en el baile Yoongi prefería dar un paso atrás. Cocinaron juntos y se tiraron sobre el sofá a comenzar una nueva serie. Ahora simplemente estaban tirados en la cama, uno al lado del otro conversando de sus vidas.

— Sí idiota pero yo te dije que volvieras a luchar por tu matrimonio una última vez no que actuaras como un niño de primaria dándole celos. Pensé que te quedabas a dormir aquí para evitar alguna discusión o algo así no porque le estabas haciendo creer cosas que no eran ciertas. Quizás esa fue la razón por la que lo viste irse con ese sujeto.

— Yo estoy seguro de que Tae me estaba siendo infiel desde antes, ya te lo había contado. Sus días de ausencias, las llamadas que incluso entraban en la madrugada y él se escondía para atender. Las veces que me mintió diciéndome que estaba en la oficina y cuando yo llegaba no estaba. La vez que no durmió en casa y llegó oliendo al mismo perfume raro que también sales traer tú cuando te ves con tu novio. No sé por qué todo el mundo usa ese maldito perfume pero en fin, esa vez también me mintió y llegó a la oficina corriendo, vistiendo la misma ropa y pidiendo que si yo llamaba me dieran un cuento extraño, sin contar que yo ya estaba ahí y escuché todo.

— Hobi pero ya te dije que esas nos son pruebas suficientes.

— ¿A qué tengo que esperar para confirmarlo? ¿A verlo en la cama con otro? No creo que me vaya hacer una invitación.

— Pero...

— Mejor cambiemos de tema. — Respondió irritado, él había cometido un error imperdonable esa tarde pero su esposo tampoco era un santo. — Mejor háblame de ti, ¿cuándo piensas presentarme al misterio del asquerosamente caro McLaren Speedtail. — Ahora que lo mencionaba y recordaba, el vehículo en el que Taehyung se había montado era uno del mismo modelo, mismos colores...

— Es una relación por conveniencia. — Hobi se sorprendió e incorporó buscando verle su rostro. — No me mires así. Nos enrollamos un par de noches donde él me follaba y juntos pasábamos un buen rato, lentamente se hizo costumbre pero cada vez sentíamos menos. Seguimos juntos porque simplemente nos soportamos, él es quien me ha ayudado en mi carrera con sus contactos y patrocinio.

Su mejor amigo procesaba detalladamente toda la información pero había algo que seguía retumbando en su sistema.

— ¿Él te follaba?

— De todo lo que te dije solamente le prestaste atención a eso, increíble. — Bufó molesto.

— Yah, no te molestes es que eso ha sido lo más impactante porque conociéndote lo otro sí me lo esperaba. La ausencia de conversaciones sobre él, lo mucho que quieres cambiar el tema, todo... No sé, simplemente supuse que tenían ese tipo de relación pero estaba esperando a que me lo contaras. Sin embargo, eso de que te dejaste follar fue interesante. ¿Entonces por qué no me dejaste ir arriba?

— ¡Vete a la mierda Hoseok! — Se levantó no tan molesto como aparentaba, menos cuando escuchaba las carcajadas que su amigo dejaba salir palmeando su colchón.— Maldito idiota. Eres el mejor de los idiotas y yo el peor de todos ellos por haber permitido que el bichito que hacía un tiempo me venía carcomiendo se apoderara de mí esta tarde. Mereces más que todo esto y yo te ayudaré a volver con tu esposo como debe de ser.

💙💙💙
Ahora sí, el último capítulo.
Perdonen todos los errores, esta vez quizás han sido más en los últimos capítulos porque también estoy presentando problemas con la Macbook que utilizo para escribir.
Espero que disfrutaran de la maratón y nos vemos en el próximo capítulo.
Lored
💙💙💙