Así estaba el asunto hasta entonces, ¿qué iba a hacer? ¡estaba enamorado del tipo que doxxeo en Twitter!

Era irreal, totalmente ilógico y no podía comprenderlo todavía. ¿era que se le hacia atractiva la manera en la que le contestaba o sus palabras?

No tenia ni la menor idea de como iba a solucionar esto de todas maneras, estaba completamente en blanco. Ni el pensamiento más vago, nulo o ridículo se le podía pasar por la mente.

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— Tomátelo en serio. —regaño a Yoongi que caminaba a su lado por aquellos largos pasillos de su edificio. — Es que me hace mucha gracia, estoy seguro que más de algo debe suceder.

— Sea lo que sea, ojalá y no sea nada malo...

— ¿Crees que pueda salir peor?

— No lo dudo, puede hacerte lo mismo a mi. —Yoongi arrugó la nariz, creyendo incapaz de hacer algo similar a su Hyung conocido, pero no dijo nada y así lo dejaría, que fluyeran las cosas tal y como al destino le creyera conveniente. — O... busca algún otro medio para comunicarte.

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— Mucho gusto... Jungkook, me llamo Jimin. —extendió su mano, aun un poco confundido por la quinta presencia en su mesa, aunque era espaciosa seguia siendo extraña. —¡Hola! ¿Ustedes son los amigos de Seokjin Hyung?

— Mhm, somos nosotros. —en cambio el mismo que lo trajo no hablaba, solo movía su dedo por la pantalla segundo como segundo. — ¿Y... qué sucede?

— Seokjin me pidió que lo ayude a saber más de Namjoon. —Hoseok dejo caer su tenedor en el plato, haciendo un dramático sonido. —¿Te gusta el que te doxxeo?

Ahí pudo llamar su mirada.

— ¡No! — fue su primera reacción, queriendo evitar todo lo relacionado al tema así que fue inevitable no querer molestarlo.

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— Oh oh, me tengo que ir. —por mucho que le haya gustado platicar con ese trío y que descubriera que su nuevo pasatiempo favorito era molestar a su hyung mayor, su otro hyung, y favorito cabe mencionar, lo estaba llamando y estaría ahí para él.

— ¿De repente? ¿Tienes clases?— Jimin le pregunta amablemente peor aun así quería irse rápido. — No tan así pero tengo que correr.

Y no tuvo tiempo de decir nada más, el niño lindo de corte de coco se habia ido como un conejo saltando.

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