VENGANZA
Desperté sediento, era tan fuerte la conexión con Jenny que su ansiedad por la sangre se alcanzó a transferir; rápidamente me levanté y tome una ducha. Salí de la habitación. Todos estaban en el comedor, a medida que me acercaba a ellos incrementaba esa sed. Eso era lo que estaba sintiendo Jenny, definitivamente tenía que ayudarla, me controlé un poco, salude a todos, Sarah me hizo un lugar en la mesa, Joseph paso el pan y el jugo el cual lo bebí en cuestión de segundos, todos se quedaron mirándome. — ¿Quieres más Jugo? — Sugirió Leonard.
Con un "poco" de vergüenza, dije que sí. Joseph trajo otra jarra llena de jugo, se sentía tan bien tener húmeda mi boca y garganta. Poco después llegó Eric, estaba mucho mejor, sus heridas estaban sanando; sin embargo estaba algo retraído, en lo que duro el desayuno no pronunció ni una sola palabra, ni hizo contacto visual conmigo, no le di importancia a eso, ya me había acostumbrado a sus ataques y a sus desplantes. Aprovechando la reunión con todos, comenté lo de Jenny.
— La única manera de encontrarla es averiguando sobre aquellas víctimas; debe haber noticias de ataques cerca de una estación — sugerí.
— Pero si ella ha enterrado los cuerpos dudo mucho que existan los reportes de personas muertas. — Aclaró Joseph.
— Y por lo que cuentas, pueden que las víctimas sean personas de la calle. — Precisó Sarah sirviendo más jugo.
— Entonces debo ir a las estaciones abandonadas. — Concluí.
Joseph se ofreció acompañarme, Eric un poco dudoso se incluyó, — Investigaré cuantas hay.
Mientras Joseph se alistaba con armas, Sarah seguía sirviéndome más jugo y Eric estaba investigando. — Siento mucho todo lo que te ocurrió desde nuestra desaparición; fue injusto el trato que te di – Se excusó
— Olvídalo, ya estoy bien, al principio me pareció injusto el hecho de que mi existencia haya sido borrada; pero con todo lo que ha pasado, entiendo por qué se hizo, no te preocupes me alegra que estés bien — Respondí.
— Eso te lo debo a ti, de nuevo gracias — Comentó.
Encontramos 3 estaciones abandonas, los tres nos alistamos y partimos. La primera quedo descartada porque tenía vida, fue tomada por los de la calle y construyeron sus propios dormitorios a base de cartones y latas. La segunda termino siendo un matadero de ganado, si había olor a sangre pero no era de la que le gustaba a Jenny. La tercera fue la vencida, como lo sospechábamos, no había ningún cuerpo, había un vigilante que de vigilante no tenía nada, solo dormía. Joseph lo interrumpió en su trabajo. — Perdón, ha escuchado de algún altercado cerca de aquí
El vigilante de mal genio contestó — Trabajo solo de día y no he visto ni escuchado nada.
*Con razón, con esa forma de trabajar como va a ver o escuchar* pensé mientras él llamaba por la radio a su compañero del turno de la noche. No obtuvo una respuesta clara, había mucha interferencia, el vigilante no insistió más.
— Si quieren pasen y echen un vistazo o regresen más tarde en el cambio de turno. —Aconsejó él.
Entramos hasta llegar a la zona de espera, allí surgió de nuevo esa sed, el olor de la sangre apareció, sentí nauseas.
— ¿Qué pasa? — Preguntó Joseph.
— De nuevo esa sensación de sed, y esta ese olor, ¿no lo sienten?
— No huelo nada – replicó Eric siendo confirmado por Joseph.
— ¡Algo malo paso acá, tenemos que salir de aquí! — Grité.
Los tres corrimos hacia la salida, atravesamos el lugar de trabajo de aquel guardia de seguridad, él ya no estaba solo, su compañero llegó y nos miró como si fuésemos comida, por su boca corría sangre, vino hacia nosotros como un animal salvaje.
Lo enfrente ganando algo de tiempo para que Eric y Joseph salieran de allí; pero no resultó como yo lo esperaba, había todo una cuadrilla de vampiros recién convertidos.
La voz de Aurelio hacía eco. — Tu amiga pagará por lo que me hizo, ¡voy hacer que ella sienta lo que yo sentí!
Nos rodearon y atacaron, active mi escudo extendiéndolo hacia Joseph y Eric, todos comenzamos a pelear, aniquilamos algunos cuantos logrando llegar a Aurelio. Ataque tras ataque parecía eterna esa pelea hasta que alguien más intervino.
— Es hora de terminar esto, la muerte de Milton será vengada — Anunció un hombre de cabello azabache largo, sus ojos trasmitían de todo menos humanidad.
Usando su poder logro paralizar los cuerpos de Eric y Joseph, mi cuerpo fue poco lo que se paralizo. Él ordenó a esos neófitos matarlos, yo los defendí al confundirlos, los obligue a que hicieran lo contrario, usar el poder de Linka mientras peleaba con Aurelio más esa pequeña parálisis hizo que terminara siendo impactado por uno de sus golpes, salí lanzado hacia la vía. Seguí esquivando los golpes de Aurelio, mientras veía como aquel vampiro terminaba en segundos con los neófitos, eran muchos y eso debilitó la parálisis en Eric y Joseph, ambos tenían libertad para poder salir de allí; sin embargo una sombra aparece detrás de ellos y los deja inconscientes. Trate de ir hacia ellos pero otra sombra hizo que mis pies quedaran pegados y atrapados, intente liberarlos, y en vez de escapar termine más atrapado ya estaba envuelto hasta las rodillas, lance mi escudo hacia ellos.
Aurelio aprovechó mi estado, me dio varios golpes, con mis manos logre detener la fuerza de estos, solo que una fue atrapada, trate de liberarla con la que tenía libre y ya las dos las tenía inmovilizadas a los lados. Aurelio se lanzó con toda su fuerza sobre mí, una mano lo detiene, era Jenny quien lanzó unos golpes con la misma intensidad y rabia que el trasmitía.
Yo no sabía cómo escapar de eso, desde cuando los vampiros tenían este truco de envolver a sus víctimas, me sentía como una mosca, medio movía mis manos y esa cosa se extendía más. Solo podía ver que Eric y Joseph seguían protegidos, y como ese vampiro pelirrojo hacia lo imposible por romper mí escudo.
Sobre mi llega el de cabello Azabache, apretó mi cuello. — Eres tan poca cosa, no sé cómo Milton se interesó en ti, — Anunciaba mientras sus ojos se volvían más rojos. — Debería beberte, solo que me da asco, dejare que ellos lo hagan. — Volvió anunciar, levantándose y diciendo mi nombre.
Las tres sombras llegaron, una fue directo a mi cuello, solo que las detuve con mi escudo. La cara de aquel vampiro seguía seria, fue hasta donde estaban Eric y Joseph, rompió el escudo en tres intentos, tomo a Eric del cuello.
— Baja tu escudo y prometo no matarlos — Sentenció
Cerré los ojos y quite mi escudo, el dolor que sentí fue 10 veces peor que al ser mordido por Linka y Aurelio, mis muñecas y cuello fueron perforados por sus colmillos, mi mente se puso en negro como aquella celda de castigo del reformatorio, estaba viendo a Huelga, Sucio y Pegao ahí conmigo, los recuerdos de nosotros cuatro se hicieron presentes.
—Deténganse — Susurré.
Las tres sombras comenzaron a gritar agarrándose la cabeza, les ordene proteger a Eric y Joseph. Aquella acción tomo por sorpresa a ese vampiro, tuvo que pelear con los suyos, hasta que los paralizo por completo. Logre liberarme, estaba perdiendo sangre, solo me quedo volver a poner mi escudo sobre ellos y soltar tres granadas. El vampiro se lanza sobre mí estrellándome contra la pared; por más que activo mi escudo no sirvió de a mucho, estaba débil y prefería proteger a ellos que por alguna razón ya no estaban ahí. El comienza a asfixiarme, mis manos sujetan las suyas y aquella sustancia pegajosa comienza a salir, su agarré se debilitó, las granadas hacen explosión y nos cubre una oleada de fuego.
Mi escudo estaba activado; pero no era los suficientemente fuerte, estaba siendo consumido por las llamas; mis ojos lloraban, no podía ver claro. Solo sé que ella me protegió con su escudo, seguía lanzando golpes hacia Aurelio. Luego se escuchan disparos, granadas de luz ultra violeta, golpes y más golpes. Quienes hayan sido nos dio la ventaja para escapar.
Ya no olía humo, estábamos afuera, Jenny todavía mantenía su escudo por precaución, no quería que más vampiros aparecieran por mi sangre. La zona estaba desolada, se quedó observándome, comenzó acariciar y besar mis heridas; sin saber cómo, las fue sanando. Llego a mis labios, los besó, y los mordió, podía saborear y sentir como mi sangre se filtraba por mi garganta, vino ese vacío, como si cayese por un precipicio. El placer que ella sentía con mi sangre era algo desconcertante, trató de apartarse; pero había una fuerza que nos atraía. Me deje llevar, le devolví el beso ocasionando más descontrol en ella, mi visión comenzó a ponerse borrosa, active mi escudo, eso hizo que ella reaccionara y se alejara, la vi, toque su rostro y perdí la conciencia.
Desperté en el apartamento de Joseph, me sentía humillado por lo que había dicho ese vampiro, y por permitir que bebieran de mi sangre. Toda mi vida huyendo, evitando eso para que todo se perdiera por un descuido. Debí haber sentido algo más, y me deje manipular por ese monstruo. No podía seguir haciendo las cosas de esa manera, no podía seguir siendo la bebida energizarte de ellos, menos el dejarme llevar por los sentimientos hacia Jenny, es un atracción tan fuerte, hace que los dos perdamos el control.
Mire mis heridas, estas ya estaban cicatrizando, fui a reunirme con los demás. Leonard estaba afuera discutiendo con Melissa por algo; no les preste mucha atención y pase de largo. En la sala Sarah tenía una mirada melancólica, se acercó y con sus manos acarició mi rostro.
— Paso algo con Eric y Joseph ¿están bien?— Pregunte.
— Recuperándose — Sarah respondió.
Leonard entró dejándole claro a Melissa que pasara lo que pasara, no podía estar expuesta así que no más paseos con amigas ni salidas sociales. Se sentó cruzo las manos sobre su mentón — Todo se está saliendo de control, sabes que cada vez que se alimentan de ti ellos se hacen más poderosos, esta situación ha quebrantado todo lo que nos imaginábamos, va mucho más allá; ya no solo estas en los ojos de los vampiros si no de los hechiceros, sin mencionar que los cazadores no pretenden dejarte vivo por 10 años más, para ellos has sido más que un problema.
— ¿Hechiceros, hasta ahora oigo de ellos? — cuestioné.
En el momento en que iba a responder apareció Jenny, estaba tranquila, vino a mí y con sus brazos se aferró a mi torso, correspondí de la misma manera, la rodee con mis brazos.
— Perdóname, cada es más difícil mantenerme alejada.
— No lo hagas, quédate a mi lado, aunque no aprietes fuerte.
— Si, sé que es muy peligroso tanto para ti como para mí.
— Lo sé, no tienes que repetirlo, soy consciente de eso, y no solo lo nuestro si no todo a mí alrededor está lleno de peligro; pero ya no quiero seguir así.
Leonard me miro extrañamente, era una mirada de advertencia. — Es mejor que le cuenten todo. — anunció mirando a Sarah y a Jenny.
Jenny saca un sobre y me lo entrega, ella es Zelika, es una hechicera que esta con Lázaro, el vampiro que te atacó en la estación, es una sangre pura y siempre ha intentado destruir todo lo relacionado con el amuleto.
— Pues tuvo la oportunidad y no lo hizo.
— No puede matarte, él está atado a una maldición, ningún sangre pura puede asesinar al poseedor del amuleto. – informó Sarah
— ¿Por qué?
— Porque fueron los hechiceros que crearon el amuleto para protección de ellos mismos, querían preservar su poder en él y pasarlo de generación en generación; solo que algunos decidieron buscar la inmortalidad siendo los fieles servidores de los de sangre pura, se convirtieron en nobles. — Aclaró Leonard.
— Entonces esa chica Zelika ¿también es una vampira? — Expresé mientras me masajeaba las cienes. — y supongo que ella y los hechiceros también quieren mi sangre. — volví a decir con algo de decepción.
— Más que eso, para los vampiros y cazadores tu sangre es un fuente de energía, nos rejuvenece, nos sana, hace que los poderes se intensifiquen; pero ellos viven y necesitan de la energía del todo, del aire, agua, sol, luna y tierra, tu serias su núcleo, el centro donde toda la energía se almacenaría. — Sentenció Jenny.
— Además está el hecho de que Milton era más que un fiel servidor de Lázaro, ambos llegaron a compartir de ese poder, solo que cuando lo convertí no pudo acceder a este, y por todos los medios trató; incluso la separación los afecto. Uno de ellos se llevó más que ese poder con él. – Explicó Sarah
— ¡Basta!, suficiente problema tengo con Aurelio, ahora tengo a ese Lázaro y a mis "amigos", y para rematar también los hechiceros. –Expresé con ironía.
— Pero no es solo por ti Michael, cuando estuve con ellos, hablaron de venganza, de recuperar lo que les habían quitado. – Intervino Jenny.
— Es por mí, yo trunque sus planes, le quite a Lázaro lo que más quería, a Milton su poder; y a Aurelio su jerarquía, todo por saber que era vivir, experimentar otra clase de vida. – Concluyó Sarah.
— Y nuevamente volvieron a perder eso; y todo por mí, eso lo debe molestar aún más – Deduje sin saber todo lo que se ocultaba detrás de eso.
— Si. – Afirmó ella.
— Entonces debo estar preparado para todos ellos, por casualidad no hay zombis involucrados, o robots que quieran mis memorias, o criaturas mágicas de una dimensión paralela. – Concluí.
— No estás solo, yo estaré a tu lado para pelear con los que lleguen a salir de esos libros de ficción, de la hechicera no hay porque preocuparnos, ella está controlada. – Comentó Jenny riendo.
¿Cómo sabes eso? — dije mirándola extrañamente.
— Porque yo se lo dije — Exclamó Kyle entrando sorpresivamente.
— Entonces no es nada confiable, ahora debo lidiar contigo. – Concluí. — Vienes a llevarme, o a Matar a Jenny.
— Solo ejecutaría la primera, a Jenny jamás la lastimaría, así sea una vampira por tu culpa. —Expresó con rabia
Fui hasta su lado, estábamos a escasos milímetros — Ya suelta tu veneno, ¿a qué has venido?, se muy bien que Karla suelta a sus perros en manada; o estas desobedeciéndola.
— shhh, no seas grosero, he venido ayudar; y solo lo hago por Jenny.
— Michael, Karla tiene a Eric y a Joseph, están bien; solo que quiere algo a cambio — Declaró Jenny.
— Como siempre, jugando sucio. – Anuncié.
— Cálmate, vine por mi cuenta, ella no sabe lo de Jenny y que sé lo de Eric y Joseph. Presiento que terminarán siendo víctimas; así como paso con los otros del reformatorio.
— ¡Qué fue lo que hicieron! – Exigí saber. Estaba cansado de lidiar con tantas mentiras y manipulaciones, si no eran uno eras otros, ya no podía confiar ni en mi sombra; bueno hasta eso termino atacándome.
*** Próximo Capitulo ***
Se acerca el momento del segundo deseo, mucho misterio hay en todo; ¿que quieren los hechiceros?, ¿porque Sarah estaba pensativa?, ¿que sucederá con Eric y Joseph, y que fue lo que sucedió hace 4 años con sus amigos?
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