Mi nombre es Michael, y todo comenzó con un castigo. Ese día que intenté escapar de casa para olvidarme de todo lo que me lastimaba conté con la mala suerte de ser descubierto por mi tía Caroline. Ella era una persona muy orgullosa, dispuesta a todo con tal de tener lo que ella quería; entre esas cosas estaba mi padre Gerald.

Después del fallecimiento de mi madre Lina mi padre cargó con ese tristeza solo, sacó fuerzas y continuó dándome alegría, con el tiempo el decidió que por mi bienestar era mejor tener una figura femenina, así fue como terminamos viviendo con mi tía y con mi prima Sol. Desde el comienzo ella y yo no conectamos; tal vez porque era un niño y ya me había acostumbrado a estar con mi padre, tenía 12 años cuando nos fuimos a vivir en aquella población de Lago Claro, le dieron ese nombre porque el agua se veía completamente transparente con un toque dorado cuando salía el sol.

Aquella tarde estuve encerrado en el sótano acomodando las cosas que a mi padre le habían llegado; él era una persona que le gustaba todo lo de museos y estaba encargado de hacer las subastas de cosas antiguas y misteriosas. En un comienzo no quise tocar esos objetos, él siempre me advirtió de mantenerme distanciado; pero con Caroline no tenía más opción que obedecer, ella lo tenía engañado, le hacía creer que yo estaba en buenas manos cuando todo eran mentiras, lo que él me dejaba terminaba en sus manos y en las de mi prima.

Ya entrada la noche solo me faltaba descargar unas cajas que estaban muy elevadas, con un último esfuerzo moví una de esas haciendo caer un medallón muy interesante; este tenía una piedra en el centro que brillaba, al ir a tomar aquel objeto este  de repente apareció entre mis manos, brotando una luz que me cubrió por completo, lo que vino después fue un totazo en mi cabeza; uno de los stands se vino sobre mí y hasta ahí llegó todo. Desperté en mi habitación con un pequeño vendaje, quise contar lo que me había pasado, pero algo en mi me convenció de dejarlo en lo más profundo de mi mente. Ni siquiera a mi padre que en sus últimos días estuvo frustrado y preocupado, como si el mundo se fuera acabar, cosa que sucedió unos días después.

Al llegar de le escuela mi prima Sol y yo vimos como mi padre y mi tía discutían sobre unos papeles de algunas cosas, no puse mucha atención y me fui hacer mis deberes. A las 4 de la mañana un grito resonó, llegué al estudio antes que mi tía, en el suelo, a lado de un escritorio, estaba el cuerpo de mi padre rodeado de un circulo de sangre, esa imagen fue el último recuerdo que tuve de él. En ese momento la opresión de mi corazón me arrojó al suelo, la respiración se aceleró y todo comenzó a dar vueltas; las lágrimas comenzaron a salir, quise ir abrazarlo y decirle, — ¡No me dejes!, pero no lo pude hacer, ni pronunciar, solo permanecí a su lado. Los brazos de mi prima Sol que también quedo en blanco al ver esa escena trataron de hacerme reaccionar, ni supe cómo fue que llego el día de su funeral.

En esa sala de velación solo se escuchaban los rumores de que él cometió fraude, que engaño a gente importante con cosas que no eran totalmente originales; por ese rumor todo lo que él dejó fue dado como remuneración a la gente que supuestamente estafó. En su entierro todo fue nublado, el ver ese ataúd me impulsaba a irme con él, la gente tuvo que agarrarme porque dicen que casi salto al hueco. Dure varios días en shock, no sentía hambre, ni sueño, ni ganas de hacer nada, solo quería encerrarme en el vacío que tenía en mi corazón; ni cuenta me daba si lloraba o no, ya no lo sentía, a partir de ese momento todas las noches me escabullía y me iba al cementerio para estar cerca de ellos, no sé por cuánto tiempo hice esto, pero sé que en ese lugar mi vida dio un giro inesperado; una de esas noches llegué a conocer a unos amigos, y no se imaginan la clase de amigos.

- Proximo Capitulo -

¿Quiénes serán aquellas personas a las que Michael conoce?, a partir de ese encuentro la vida de Michael ¿estará en riesgo?, pero ¿por qué es tan importante para ellos?...