CAPITULO OCHO
Kun
Mentía si negaba haber fingido estar dormido, solo para recostarse de las piernas del joven. También mentía si negaba haberse sonrojado tras aquel beso en la frente.
«Kun está dormido. Y es una muy linda imagen».
Si pensaba en aquello se pondría nervioso.
Aún así, no pudo hablarle luego de despertarlo. Si, se comportaba como un verdadero idiota y quería golpearse por eso.
Ese era el problema con Kun, la falta de comunicación. Cuando estaba con Theon nunca podía comunicarse, siempre que había un problema e intentaba hablarlo con él, respondía diciendo que era un dramático, solo veía errores en él mientras que Kun era un chico perfecto.
No, no era perfecto. Lo sabía muy bien. Theon lo ayudo a salir de Texas cuando tuvo el dinero suficiente. Conocía su manera de pensar y todo el problema con sus abuelos, y aún así decía que era perfecto.
––Theon. ––silencio––. Theon, por favor respóndeme. Me equivoqué, lo siento, no volveré a preguntar por los mensajes. Pero solo respóndeme por favor ––tuvo que recurrir a jalar su brazo para que le prestará atención. Recibió un golpe en seco por eso, y aún así no dijo nada.
Se volvía más idiota si compraba a su ex con Mike. Y no buscaba hacerlo, pero el momento en el que le respondió de una manera cortante, le hizo recordar a todas esas veces que le suplicaba que se comunicará con él.
En aquellos momentos se encontraba en la bañera del hotel.
Su madre dijo que compartiría una habitación con Mike, poco después, su falso suegro le sugirió preguntar por condones. Kun tuvo que mantener la calma y explicarle que no tendrían algún tipo de relación sexual.
Kun se preguntó si aquel hombre hacia las preguntas adrede.
Había esperado a Mike para subir pero, le aclaro que estaría con su mamá y sus amigas mientras, luego subiría a desempacar su ropa.
Tuvo tiempo para pensar en sus sentimientos por el chico. Se encontraba confundido, no sabía si simplemente se dejaba llevar por una amistad o realmente estaba sintiendo cosas por él. La mente era el mayor enemigo de Kun, pues cuando no estaba pensando se dejaba llevar y quería besarlo, pero luego el se alejaba.
En la mañana, cuando despertó y fueron a deshacerse de la figura tirándola por el mar. Kun se inclino para depositar un beso detrás de su oreja, ni siquiera tenía planeado hacerlo en los labios, y aún así el joven se alejo de él corriendo.
«Tal vez lo incomodé».
Debía pensar más las cosas antes de hacerlo, podía generar alguna especie de conflicto entre los dos. Se preguntó si aquello era posible, tener conflictos por un beso. La pregunta comenzó a hacerse más presenté.
––Si lo besara… ––hablo consigo mismo.
Trato de imaginarse aquel escenario.
Kun acercándose a él, tomándolo de los hombros y plantándole un pequeño beso en los labios. Mike seguramente lo golpearía y le diría que estaba loco, solo fingían ser pareja para engañar a sus padres, lo echaría de allí y lo ignoraría en el café.
––Es mejor no arriesgarse.
Envolvió la toalla alrededor de su cintura buscando su traje de baño. Cuando estuvo listo, la madre de Mike tocó la puerta de la habitación.
––¿Interrumpo? ––cerro la puerta detrás de si.
––Para nada, adelante.
––Muchas gracias ––sonrió sentándose en la cama de al lado–. Quería preguntar… ¿Paso algo entre tú y Mike? –Kun bajo la mirada en ese momento–, ya veo. Los noto un poco distante ¿Alguna pelea?
––No, no es eso… ––suspiro. Llevo las manos hasta su cara––. Es culpa mía, no le hable porque me respondió algo cortante, siento que exagere ¿Creé que lo hice sentir mal? ––no le dio tiempo de responder––, ¡Claro que lo hice sentir mal! Parece tener corazón de pollito. Me siento como un idiota, no debí haberlo ignorado.
––Kun, hijo –«hijo»–. Está bien, todo está bien ¿De acuerdo? Mike solo está triste.
––¡Ah! Mucho peor ––se echo para atrás dando vueltas en la cama.
––Ambos se están comportando como unos niños ––sin embargo, aquello lo dijo en un tono dulce. Todo lo que decía aquella mujer era en un tono dulce, quiso ser así de sereno––, no se comunican y eso esta mal. Las relaciones deberían ser de una comunicación mutua, o sino ¿Cómo sabrá el otro que es lo que pasa?
––Yo soy el único que no se comunica.
––Mike también es terco, no intentes hacerte la víctima, Kun.
––Vaya manera de defender a su hijo –la mujer frunció el ceño–. ¡Perdón! ––desconocía de dónde había sacado tanta confianza.
––Hasta chillan de la misma manera ––negó acostándose a su lado––. Cuéntame bien ¿Cuál es el problema?
––Es exactamente eso ––suspiro––, no se cuál es. Estábamos en la caja pasando la comida y la cajera comenzó a hablarme, Mike estaba extrañamente callado, había intentado acercarme pero le ordeno a la cajera que, le cobrará rápido que tenia cosas mas importantes que hacer. Luego yo… –admitirle a su falsa suegra sobre el suceso del acercamiento.
––Vamos, puedes contarme.
Kun suspiro.
––Luego yo me acerque diciéndole que debería calmarse. ¡Pero luego me respondió diciendo!: “estoy calmado ¿Okey?. ¡Pero de una manera cortante! Y…y… Y yo me sentí mal pues no supe que había hecho, entonces… entonces…
La mujer comenzó a reír, Kun la miró confundido.
«Es igual a su hijo» dijo para si mismo.
––¿Q-…qué? ––pregunto con nerviosismo.
––Hijo, como se nota que los hombres no se dan cuenta de nada ––revolvió el cabello del pelirrojo––. Mike estaba celoso.
––¿Celoso? ––pregunto atónito––. No, no creo que sea eso, tal vez fue algo más.
––Kun, conozco a mi hijos a la perfección, estaba celoso. Una chica intentó sacarte una conversación y el estaba allí presenciando eso, sin poder hacer nada ¿En verdad necesito explicar más?
«¿Mike celoso?» le costaba creerlo.
––¿Son pareja no es así? Es normal en las parejas tener celos. Incluso antes de una relación, los celos siempre serán normales son parte de nosotros.
––Lo se, estoy claro en eso, pero…
––Mike no quiso tratarte cortante, simplemente estaba pasando por un ataque de celos. Tal vez decirle a esa chica que eras su pareja.
«Pero no somos…».
––¿Dónde está? ––se levanto de golpe––, quiero hablar con él.
––Debe estar en la piscina, pero por favor, arreglen las cosas no quiero que estén peleados.
––Iré a exactamente hacer eso. ––salió lo más rápido que pudo de la habitación.
Si su profesor de educación física del instituto lo veía corriendo en aquel momento, le daría la nota máxima. Ni siquiera se había molestado en tomar el ascensor, perdería más tiempo y era lo que menos necesitaba en aquel momento. Estaría dispuesto a hablar con Mike, a arreglar las cosas y dejar de parecer un inmaduro. Si lo pensaba seriamente debía retomar la terapia.
Kun evitó lo más que pudo no tropezar con las personas, fallo algunas veces y otras no tanto, pero al final lo encontró en la orilla de la piscina viendo fijamente el agua. Apresuró el paso hasta llegar a él.
–¡Kun Lee! –se detuvo de frenazo, si hubiese sido cualquier otra persona estaría tranquilo pero se trataba de él, y no pudo evitarlo–. Kun Lee, que alegría me da verte de nuevo ¿Qué tal todo?
Su sangre se helo en el momento en que, puso sus manos sobre sus hombros. Si había alguien a quien el pelirrojo quería golpear más que a Theon, era a su hermano.
––Estoy bien, gracias. –r–espondió, cortante.
––Que seco dime ¿Qué haces por estos lados? No sabía que venías a este tipo de lugares, por cierto ¿Te enteraste de lo que le pasó a mi hermano? Es una completa lastima yo…
––No quiero saber nada de tu hermano, Jack. ––le corto al instante.
––¿Y eso por? ––enarco una ceja––. ¿Otra de sus peleas ridículas? Pensé que ya habían dejado esos temas atrás, rojito ¿Para que atarse tanto? Son una pareja, deberían hablar de las cosas que…
––Estas más que claro que Theon y yo terminamos hace mucho, información no te falta, y mucho menos razón. ¿Crees que me trago tu jueguito de mierda?
––Oye, Kun… Tranquilo… Yo solo quería…
––¿Convencerme de sacar a tu hermano de la cárcel? No, gracias. Se merece estar allí.
El tal Jack sonrió con malicia, acercándose poco a poco al pelirrojo. Kun se mantuvo quieto en ese lugar, si mostraba señales de alejamiento sería mucho peor, lo ideal sería dejarlo hacer lo que quisiera, por lo menos un rato.
––¿Te crees astuto, no es así? ––palmeo su rostro como si quisiera darle una bofetada–. ¿Por qué no lo sacas? ¿Hay algún problema con eso?
––Tu hermano…
–Se perfectamente lo que hizo. Me vi en la obligación de acompañarlo. ––sin poder aguantarlo, Kun lo tomó de la camisa llamando la atención de las personas alrededor––, rojito, rojito será mejor que me sueltes no quieres montar un espectáculo aquí ¿O si?
––El único que busca montar un espectáculo aquí eres tú ––estaba frustrado debió imaginar que Jack tenía algo que ver, con las drogas––. ¿No pueden solo dejarme en paz? ¿Por qué siempre tienen que interferir en mi vida?
––Solo hago lo que mi hermano me ordena. Además sabías perfectamente en lo que te metías cuando saliste con él.
––No, no lo sabía ¿Crees que me habría ido con él de saber que era un maldito psicópata? –había soltado su camisa y retrocedido un par de pasos–. Déjame tranquilo.
––Solo voy a pasar unas buenas vacaciones. No tenía planeado encontrarte aquí de ser así ¿Crees que hubiese venido tan normal? –ni siquiera hizo falta responder, Kun sabía perfectamente cómo era aquel tipo–, no estaremos encontrando mucho al parecer, si te mantienes tranquilo no tendremos problemas. –guiñando un ojo y sonriendo, se marchó fuera del lugar subiendo las escaleras.
«Mantenerme tranquilo –quiso llorar–, ¿Por qué tienen que pasar estás cosas, cuando todo va bien?»
Cuando Kun dio la vuelta ya Mike no se encontraba en la piscina. Camino un poco hacia adentro para asegurarse en su totalidad y, así fue. El pelinegro se había marchado. El pelirrojo suspiro con fuerza. Cerró los ojos y se dejó caer en la piscina.
«Si muero aquí… –pensó–. ¿Me vería más pálido de lo normal?».
Si pensaba en aquella familia como quien antes fue su salvación, ahora los veía como el infierno mismo. Al menos Theon. Jack era simplemente Jack, y aún recordaba lo que había hecho por él.
En aquel momento deseaba desaparecer, la presión en su pecho se había vuelto a hacer presente en cuanto, escucho la voz de Jack. Si tan solo desapareciera por un minuto, por un segundo, por un par de horas del mundo real y pudiera escapar, estaría bien. Habría descansado un par de horas y la vida seguiría siendo como siempre, una mierda. Pero no tanto como en un principio. Su mente habría descansado de tantos problemas y conflictos, el drama acabaría y con el todos sus problemas.
Ya no sabría distinguir si le dolía el pecho por lo que acababa de suceder, o porque comenzaba a faltarle el aire.
«Debería salir».
En aquel momento lo primero que pudo visualizar Kun antes de entrar más a fondo a la piscina, fue el rostro de Mike.
Rodeando su espalda con sus brazos, enredando las piernas con las suyas, Kun sintió un gran alivio en el pecho pegándolo más hacia él en un muy frío y húmedo abrazo. Si tuviera que congelar un momento en específico por el resto de su vida, sería exactamente ese.
Entonces Kun pensó:
«Debería besarlo».
Y volvió a pensar.
«Debería besarlo, aquí, ahora».
Y en su intento de tomarlo por las mejillas. Mike los subio a ambos a la superficie. El joven comenzó a toser al llegar afuera Kun se encargó de tomar una toalla y, ponerla en su cabeza, inclinándose un poco hacia él, susurro:
––¿Necesitas respiración de boca a boca? ––ya sabía que estaba tosiendo adrede, no había estado lo suficientemente tiempo como para ahogarse, y no respiro en ningún momento.
––Chistoso ––siguió en su acto de toser––, llévame adentro.
––¿Qué te ponga adentro? ––Mike de inmediato le dio una patada en el abdomen. Kun volvió a caer en el agua y el joven no tardó en sacarlo.
Mike le tiro la toalla en la cara, dirigiéndose con rapidez hacia el ascensor. El pelirrojo intentó seguirlo pero este ya había entrado, subió con tal rapidez las escaleras que casi caía de espaldas.
Cuando llegó a la habitación Mike estaba sentado en la esquina de la cama con una toalla rodeando el cuello, Kun se acercó cerrando la puerta detrás de si, sentándose en el suelo a la vista del chico.
Las lágrimas caían de sus mejillas de manera corrida.
––Lo siento.
––No tienes la culpa de nada.
––Hago todo mal.
––No hay nada que hayas hecho mal.
––No debí hablarte de esta manera.
––El error fue mío al ignorarte.
––Estabas en tu derecho.
––Eso no justifica el que te haya hecho sentir mal, Mike.
––Soy un idiota.
––De los dos, el idiota y idiota soy yo, tú eres el idiota que sabe hacer reír a los demás.
––Lo siento.
––No tienes la culpa de nada.
––Discúlpate.
––Me disculpo de todo corazón, no era mi intención ocasionar todo esto, intentaré hablar contigo la próxima vez.
––Lo siento.
––Disculpa aceptada. Ahora ven aquí y abrázame.
Mike se abalanzó sobre él, antes de poder abrir los brazos en su totalidad tirándolo al suelo con fuerza. Aún así, Kun se las arregló para rodearlo con sus brazos y brindarle seguridad. El menor intento no estar tanto al contacto del pelirrojo por terquedad, pero al final cedió y se mantuvo llorando casi una hora en su hombro.
Kun respiraba con más tranquilidad al saber que, ya no estaba en problemas con Mike, si bien el tema de Jack invadía su mente, estar con Mike era como un descanso para todo.
Tal vez por esa razón, no dudo en rodear sus piernas alrededor de su cadera y besar su frente tal y como él había hecho en el taxi.
––Lo sabía ––susurro––, eres como un gato.
––Cállate ––sollozo––. El gato aquí eres tú, duermes como uno ––continuo llorando.
––Ya, ya, ya tienes razón ––jugo con su cabello––. Yo soy el gato.
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