Encierro.
Esa noche fue la peor para Encre quien no podía creer como ocurrió eso de forma tan repentina, estaba tan enojado y frustrado por ser tan débil "Eres una estúpida marioneta Encre" se decía a si mismo en su mente hasta tal punto de mortificarse, comenzaba a odiar todo, odiaba a Simón por controlarlo como se le diera la gana y ahora odiaba a ese vampiro que se llamaba rey el cual estaba ursupando su trono y asesinando a su gente eso no era digno de alguien que llevará la corona, eran acciones de un psicópata loco.
Se cansó de tanto llorar hasta que se quedó dormido unas horas pasaron Encre entre sueños veía algo sumamente distinto era extraño estaba en si celda pero alguien más lo acompañaba era una mujer de cabellos aguamarina, el rey miro a todos lados confundido como aquella mujer de gran belleza entro en aquel encierro de repente aquella chica que no parecía mayor a unos 25 años comenzó a hablarle.
Ella mencionaba todo el dolor que sentía el rey vampiro sus desiciones eran causa de un dolor que a sufrido durante años volviendolo alguien rencoroso y sanguinario, pero eso no tiene justificación dijo Encre con algo de desesperación se sentía tan débil pero a la vez reconfortable la mujer desprendía un aura de calma y maternidad pero a la vez de tristeza, ella extendió sus manos para agarrar las del rey... ahora todo era distinto un sin fin de colores envolvió su alma triste logrando sentir plenitud en esos momentos de caos.
- ¿Por que haces esto?...- pregunto el joven albino con algo de asombro nunca en su vida había experimentado algo de esa forma.
-Todos merecen segundas oportunidades, Fallacy sólo necesita ver la luz- luego de eso la mujer comenzó a desvanecerse.
-E-Espera... ¡Qué es lo que está pasando!- dijo enojado pero no obtuvo respuesta sólo escucho que el amor va a curar cada herida.
Eso fue suficiente para despertarlo estaba agitado y cansado su respiracion se torno pesada al mismo tiempo que acelerada, al ver el cielo aún seguía de noche en eso una brisa cálida entro a la habitación y con esto un camino fue abierto, Encre estaba impresionado después de todo esa ayuda si sirvió, con cuidado entro en ese sitio pero había un problema estaba sumamente oscuro así que antes de entrar miro afuera de su celda encontrándose con una antorcha, sin mas comenzó a recorrer las catacumbas era un sitio tétrico y con cada sombra o movimiento se asustaba dando leves brincos; hasta que llegó a un sitio donde podía ver la sala del trono.
-Dieu... c'est effrayant (Dios... esto es espantoso)- ante sus ojos podía persivir como aquel usurpador colocó una mesa largar y ancha en el centro del salón ahí permanecían los restos de sus sirvientes y súbditos los vampiros estaban comiendo y bebiendo de su sangre.
Cubrió su boca con la mano libre para impedir que un grito saliera de su boca, algunas arcadas se hicieron presentes sentía náuseas y repulsión su piel se torno más pálida de lo normal... luego al recobrar algo de estabilidad comenzó a caminar de nuevo, sus pasos eran lentos y cautelosos las paredes estaban húmedas y mohosas no miro bien al suelo y con esto se tropezó con algunas piedras ocasionando que se callera, se raspo el brazo y sus ropas se rasgaron.
-¡Ahh, eso dolió!- dijo levantándose al mirar hacia delante noto una palanca, rápidamente agarró de ella y la movió con esto una puerta se abrió - Espero que sea una salida-
En efecto era una salida pero daba a la sala de entrenamiento donde sus sables de esgrima se encontraban rápidamente se cambio de ropa despojó aquella camisa desgarrada para colocarse otra nueva luego agarró algunas espadas y dagas, no se enfrentaría a aquellos chupasangre sólo era para defenderse, antes de poner un pie afuera de la habitación miro a todos lados hasta asegurarse que nadie estuviera por los pasillos... caminaba con bastante cuidado hasta que noto a unos vampiros en un pasillo el se ocultó tras la pared no quería que lo descubrieran y sobre todo cerca de libertad.
-¡Ahhh déjame en paz idiota!- dijo aquel vampiro de ropa vino tinto y blanca.
-Vamos corazón estrenamos la habitación- dijo de forma coqueta mientras abrazaba las caderas del menor luego recibió una fuerte bofetada.
-¡No te da vergüenza! Vamos mi hermano nos está esperando para la cena- comenzó a caminar por los pasillos en dirección a la sala de trono.
-Jejeje así me gusta cariño- dijo con una sonrisa para después ir detrás del menor.
El rey suspiró con calma así que comenzó a caminar de nuevo pero está vez mas rápido tenía una túnica con capucha para ocultarse mejor, a la lejanía noto la puerta de salida una sonrisa se posó en su rostro luego abrió la puerta para irse... miro con horror las calles todo estaba lleno de sangre junto con los cuerpos tendidos en el suelo él comenzó a dar arcadas mientras se cubría la nariz ya que ese olor era insoportable, rápidamente subió a un caballo para escapar, comenzó a cabalgar fuera de ese lugar estaba espantado por ver a su pueblo en decadencia se sentía tan inútil pero escapar fue un gran paso. Al estar en el bosque se sintió mejor aquel espantoso aroma ya no estaba, respiro más tranquilo luego paro el trote cerca de un lago miro a todos lados para encontrar una pequeña cabaña con algo de esperanza fue hasta ahí tal vez allá alguien que lo ayude... era un golpe de suerte habían unas personas, dos chicos los cuales estaban durmiendo sin importar nada tocó con fuerza la puerta logrando que los durmientes despertarán.
- Oh... pero que ocurre- dijo un chico con ropas rojas y semblante rudo.
-Rufous que ocurre, quien es- dijo el pequeño levantándose de la cama.
- No lo sé, pero si quiere problemas yo se los daré- agarró una espada luego abrió la puerta -Pero que...-
-S'il vous plaît monsieur aidez-moi, je suis le roi Encre (Por favor señor ayudeme, soy el rey Encre)-
Rufous estaba con la boca abierta como era posible que el rey estuviera en la puerta de su casa, dio una reverencia para dejarlo pasar en eso Encre se sentó Azure el compañero del herrero hizo un té para dárselo al rey, en ese momento los tres comenzaron a hablar sobre lo que estaba pasando en esos momentos los jóvenes estaban impresionado y aún no se creían como escapo lo único que se le ocurrió a Encre fue escribir una carta y a la mañana siguiente ir con su amigo Darian el cual lo ayudará en ese momento además que los guardias especiales estaban a sus órdenes, sólo suspiró para descansar un poco antes de viajar a Inglaterra.
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