Capítulo veintiséis
Había soltado la bomba y no había explotado. Nuevamente Taylor se había comportado con madurez y le había restado importancia al asunto. No me había culpado, no había culpado a mi abuela tampoco y había jurado que no haría un berrinche si Jaden decidía aparecer. A veces me preguntaba si era humano o si yo simplemente era muy dramática.
ꟷ¿Me dejarás elegir mi propia ropa? ꟷSe quejó Tay desde la cama.
ꟷNo.
ꟷEs mi cumpleaños.
ꟷLo sé.
Me giré hacia él y, tal como sospechaba, estaba sonriendo. Acababa de salir de bañarse y se había sentado sobre nuestra cama como le ordené que lo hiciera. Tenía una toalla anudada alrededor de sus caderas y el cabello mojado y despeinado. Si fuera por mí lo mantendría con ese aspecto por el resto de su vida porque lucía infernalmente ardiente, pero sus invitados iban a llegar pronto y no podía asistir a su cena de cumpleaños en toalla.
ꟷVamos, MIT, es ropa.
ꟷSilencio.
Volví a mi tarea de analizar las prendas en el armario y finalmente encontré lo que estaba buscando. Se había comprado una camisa a cuadros un día en que había estado de buen humor; sin embargo, nunca la había utilizado porque decía que era muy colorida para su gusto. ¿El color? Era negro con verde claro.
ꟷPonte esta.
ꟷ¿Por qué?
ꟷPorque te lo está pidiendo tu novia que te ama.
ꟷNo es como si tuviera más novias ꟷbromeó.
ꟷAnda, hazme feliz.
ꟷSe me ocurren otras formas de hacerte feliz que me harían muy feliz a mí también.
ꟷLuego ꟷprometí con una sonrisa.
Mi respuesta pareció agradarle ya que se puso de pie de manera instantánea. Caminó hacia mí y tras posar sus labios en mi mejilla, tomó la camisa que había seleccionado para él.
ꟷ¿Al menos puedo utilizarla con una camiseta abajo?
ꟷSí y con tus pantalones rasgados.
ꟷBueno, así sentiré que no me está vistiendo mi madre.
Puse los ojos en blanco y eso lo hizo reír.
ꟷIré abajo ꟷanunciéꟷ. Julian y James deben estar por llegar y no quiero asesinatos en la sala de mis abuelos.
ꟷDiles que no pueden entrar sin regalo.
ꟷNo puedes obligar a la gente a darte obsequios.
ꟷEs mi cumpleaños, quiero regalos ꟷdijo con tono divertido.
ꟷSe los haré saber.
Le di una nalgada mientras reía y me retiré de la habitación sintiendo su mirada posada en mí a cada paso que daba. Le lancé un beso antes de cerrar la puerta y él hizo lo mismo para mi absoluto deleite.
Cuando llegué a la planta baja el silencio era tan espeso que podía cortarse con un cuchillo. Theo y Tyler estaban en habitaciones diferentes ignorándose como los dos grandes idiotas que eran. Theo ayudaba a mi abuela a colgar unas decoraciones de Harry Potter en las paredes mientras que Tyler estaba con el chef, Andy, en la cocina. Lo único que se alcanzaba a oír a lo lejos era a mi abuelo tarareando en su estudio.
ꟷTheo ꟷllamé.
El rubio giró hacia mí y me dedicó una sonrisa en la que mostró los dientes. Lucía adorable y apuesto como siempre, pero ignoré todo eso porque estaba un poco enojada con él.
ꟷVe al living.
ꟷ¿Qué?
ꟷQue vayas al living ꟷordené.
Elevó las manos como gesto de paz y se retiró del comedor rápidamente como si temiera que me sacara el zapato y se lo arrojara por la cabeza.
Cuando desapareció de mi vista, fui a la cocina por Tyler. No le di la posibilidad de caminar solo, simplemente lo tomé de la oreja y comencé a jalarlo hacia donde había enviado a Theo. Escuché las risas del cocinero mientras me lo llevaba de su lado.
ꟷ¡Oye! ꟷChilló intentando soltarseꟷ. Me duele.
ꟷMe alegra saberlo.
ꟷ¡G!
Con un suspiro lo dejé libre y él me dedicó una mirada malhumorada mientras frotaba su oreja. Le indiqué entonces que entrara a la sala de estar y sorprendentemente no discutió.
Theo se puso de pie de un salto al vernos llegar y cruzó sus brazos a la altura del pecho mientras fruncía el ceño. Me importaba muy poco si ninguno de los dos estaba feliz con lo que acababa de hacer y me importaba un rábano si estaban enojados porque esa noche fingirían que no lo estaban o la que se enfadaría sería yo.
ꟷNo sé qué es lo que sucede con ustedes tres y es obvio que no me lo dirán ꟷcomencé con voz cansinaꟷ, realmente ahora me interesa muy poco. Lo que sí me interesa es que mi novio, que también es su mejor amigo por si lo habían olvidado, tenga unas últimas horas de cumpleaños agradables. No desayunaron con él, no almorzaron con él y jodidamente no le han hablado en todo el día.
ꟷEs complicado, pequeñita...
ꟷNo me importa ꟷlo corté antes de que usara una excusaꟷ. Fingirán que todo está bien por esta noche, sacarán los regalos que sé que tienen escondidos y que su orgullo masculino no les ha dejado entregar, y le harán pasar unas horas agradables.
ꟷY una mierda, G.
ꟷHarás lo que te digo y punto, Tyler. ꟷLo señalé con el dedo y fruncí el ceñoꟷ. He soportado todo esto por una semana y les juro que no me volveré a meter, pero si continúan así puedo asegurarles que los enviaré a los tres de regreso a Estados Unidos y me quedaré sola aquí. ¿Lo han entendido?
Paseé mi mirada entre los dos y ellos asintieron con la cabeza luciendo miserables por mi regaño.
ꟷEstupendo, pueden irse.
No perdieron el tiempo y se alejaron rodeándome como si fuera un animal furioso a punto de morderlos. La realidad no estaba tan alejada.
Me demoré un minuto en recuperar la compostura y cuando salí encontré a Taylor bajando las escaleras despreocupadamente. Se había vestido con la camisa que había elegido para él y se veía bellísimo. El color de la tela resaltaba sus lindos ojos.
ꟷ¿Satisfecha? ꟷPreguntó abriendo los brazos a sus costados.
ꟷMuy.
Me acerqué a él chillando por lo bajo y poniéndome en puntillas de pie lo abracé por el cuello. No tardó en corresponder mi gesto y besó mi sien con ternura.
ꟷFeliz cumpleaños ꟷsusurré.
ꟷGracias por millonésima vez.
Me separé de él cuando oí el timbre sonar y me preparé mentalmente para la tensión que se sentiría en el ambiente cuando Jaden atravesara esa puerta. Sí, sabía que estaba allí porque Jamie me lo había confirmado unos minutos atrás.
ꟷYo abro ꟷexclamé para que todos pudieran oírme.
Caminé los metros que me separaban de la entrada y sin ojear por la mirilla, abrí de un tirón. Tal como esperaba James, Julian y Jaden se encontraban del otro lado. Los dos primeros sonreían y llevaban en sus manos unas bolsas de regalo, el tercero también conocido como el metido, portaba una mueca de aburrimiento.
ꟷHola ꟷsaludé.
Jamie y Julian no tardaron en ingresar y besaron mis mejillas al pasar para luego concentrar sus energías en Taylor. Escuché sus gritos mientras le cantaban el feliz cumpleaños y no necesité ver el rostro de mi novio para poder saber cuál era su expresión. Estaba cien por ciento segura de que contenía una sonrisa mientras fingía molestia.
ꟷGenesis.
ꟷJaden.
Se hizo paso también hacia el interior de la vivienda y cerré a sus espaldas. Su perfume llegó a mi nariz y aspiré con fuerza. Era imposible no hacerlo, era casi como un reflejo.
ꟷHola, Taylor. Feliz cumpleaños.
Tay respondió con un asentimiento de cabeza a modo de agradecimiento y no pasó más de dos segundos antes de que Jamie lo arrastrara hacia el comedor rodeando sus hombros con su brazo. Decir que resultaba extraña la escena era poco, pero de alguna manera habían conseguido llevarse bien después de las incomodidades iniciales.
ꟷEspero que no te moleste, vendrá alguien después.
ꟷ¿Has invitado a alguien? ꟷPregunté con confusión.
ꟷAsí es.
ꟷ¿Por qué? No es tu fiesta.
ꟷPorque es obvio que nadie me quiere aquí y prefiero no ser ignorado durante toda la velada.
ꟷ¿Sabes lo que hace la gente normal en casos como estos?
Negó con la cabeza.
ꟷSimplemente no se presenta.
Sus labios se curvaron en una sonrisa lobuna y se inclinó ligeramente hacia mí sin invadir mi burbuja de espacio personal.
ꟷQue bueno que no soy normal.
La calma antes de la tormenta duraba poco y mi tranquilidad también lo hizo.
Mientras devorábamos hot dogs al mejor estilo estadounidense acompañados de pizza y dedos de mozzarella, el timbre de la puerta de entrada comenzó a sonar incansablemente. Todos compartieron una mirada de confusión, pero yo no necesité mirar a Jaden para saber qué estaba sucediendo.
Al minuto de la interrupción, Callahan y una chica rubia de curvas pronunciadas ingresaron a la habitación. Ni siquiera recordaba su nombre y mucho menos había visto su rostro; sin embargo, supe sin problemas quién era. La hija del embajador, el supuesto polvo temporario de Jade según me habían dicho sus amigos.
ꟷ¿Madison? ꟷSoltó Jamie con confusión y una pizca de algo que sonaba similar al desagrado.
La rubia sonrió a modo de saludo y rápidamente se aproximó a su conquista para darle un beso en los labios bajo la atenta mirada de todos.
ꟷ¿Has comido ya? ꟷPreguntó mi abuelo con educación.
ꟷSí, señor Ross. Muchas gracias.
ꟷ¿Cómo está tu hermano?
ꟷNo lo sé, se fue a un viaje espiritual a Tailandia y no hemos vuelto a saber de él en dos semanas.
Lo decía con tanta tranquilidad que parecía una estupidez la desconexión de su hermano. De estar en su lugar y si yo no hubiese tenido noticias de alguno de los T en dos semanas lo habría rastreado por tierra, aire y agua hasta hallarlos.
ꟷ¿Qué haces aquí? ꟷSiseó Julian sin amabilidad.
ꟷJaden me ha invitado al cumpleaños de... ꟷPareció dudar al decir el nombreꟷ. Trevor.
ꟷTaylor ꟷcorregimos al unísono todos los presentes.
ꟷEso.
No podía decir nada malo de ella porque no la conocía y juzgar a las personas solo porque sí era algo de mi pasado. Lo que sí podía decir era que su presencia me molestaba, irrumpía con la paz y el buen humor. A Jamie y Julian no parecía hacerle mucha gracia que estuviera allí y eso no podía ser bueno porque a ellos parecía agradarle todo el mundo. A mi trío de oro podía decir que les daba igual, quizás estaban un poco sorprendidos pero nada más. Quien no lucía para nada contenta era mi abuela.
ꟷIré por hielo ꟷdije de pronto para romper con el silencio que se había instalado alrededor de la mesa.
Me puse de pie con cuidado de no tirar la silla y le dediqué una sonrisita tranquilizadora a Taylor antes de marcharme. Llegué a la cocina en cuestión de segundos y soltando un suspiro me apoyé en la isla para calmar mi malhumor.
Cuando sentí que mi respiración volvía a normalizarse, emprendí la tarea por la cual había ido hacia allí en primer lugar. Busqué el recipiente de cristal y lo llené de cubitos helados mientras escuchaba las conversaciones que tenían lugar a pocos metros de donde me encontraba. Podía darme cuenta que el humor había cambiado, se escuchaba menos alegre y más forzado, lo cual me enfurecía. Y el objetivo de mi furia era una persona: Jaden.
ꟷ¿Cuánto se puede demorar una persona en buscar hielo?
Cerré los ojos con fuerza y me armé de paciencia antes de voltear. No iba a matarlo en la cocina de mis abuelos, las pruebas serían contundentes y terminaría en prisión antes de cumplir veinte años.
ꟷEl que sea necesario. ¿Necesitas un cubito?
ꟷSí.
El rubio extendió su copa hacia mí y tiré un cubo de hielo en su interior. El líquido salpicó su mano y sus labios se fruncieron en consecuencia.
ꟷ¿Por qué me miras así, Genesis?
ꟷ¿Así como?
ꟷAsí como si quisieras clavarme un puñal en el pecho.
ꟷPorque es exactamente lo que quiero.
Relajó su postura como si estuviese disfrutando la conversación. Sí, iba a matarlo. La cárcel parecía un buen lugar.
ꟷ¿Por qué?
ꟷ¿Cómo te atreves a venir sin invitación y traer una cita? ꟷMascullé entre dientes, no deseaba que nadie más que él me escuchara.
ꟷPrimero, no vine sin invitación, tu abuela me invitó ayer.
ꟷMi abuela metió la pata.
ꟷY segundo ꟷdijo ignorándome olímpicamenteꟷ, ¿eso que escucho en tu voz son celos?
ꟷ¿Celos? ꟷRepetí con burlaꟷ. ¿Has perdido la cabeza?
Lo que menos sentía eran celos. Me hervía la sangre de solo pensar que su presencia y la de esa chica podían arruinar la noche de Taylor. Mis esfuerzos para que pasara unas buenas horas no podían irse a la basura por su enorme ego y su bocota.
ꟷEntonces sí son celos.
Rodé los ojos.
ꟷHaznos un favor y vete.
ꟷEso es muy grosero.
ꟷNo, tú estás siendo grosero.
ꟷ¿Qué esperabas que hiciera, Genesis? ꟷRespondió abandonando su fingido buen humorꟷ. Tenía una cita con ella y no podía dejarla plantada.
ꟷ¡No lo hagas! Llévatela a McDonald's o a un motel, donde quieras, pero no a la fiesta de mi novio.
ꟷEstás comportándote como una chiquilla ꟷme acusó.
Increíble, se daba el derecho de hablar mal de mí.
ꟷ¿Sabes qué? Quédate, pero por todo lo que amas en este mundo intenta comportarte como una persona civilizada.
ꟷSoy una persona civilizada.
ꟷ¿Lo eres? Porque ahora mismo me haces replantearme todo lo que creo de ti.
ꟷ¿Y qué es lo que crees de mí? ꟷSonrió con burlaꟷ. ¿Qué soy un mimado con aires de grandezas que se cree muy inteligente y tiene que hacer sentir a los demás inferiores para poder destacar en algo?
Negué con la cabeza. No, no pensaba eso de él. Yo sabía que él era bueno y me agradaba, en verdad lo hacía. Podía ser divertido, era sumamente inteligente, tenía buenos temas de conversación y estaba siempre dispuesto a ayudar. Sin embargo, se estaba comportando como una persona distinta y no comprendía el porqué.
ꟷQue eres una buena persona ꟷadmití.
La sonrisa se borró y se transformó en una mueca dándome a entender que eso no era lo que había esperado escuchar.
ꟷ¿Está todo en orden?
Di un respingo y giré la cabeza hacia la entrada. Taylor nos observaba con el ceño fruncido, el desentendimiento marcado en sus ojos verdes.
ꟷSí, Tay ꟷaseguré y me acerqué hacia él cargando la hielera contra mi pechoꟷ. No hay nada de qué preocuparse.
Asintió con la cabeza y extendió la mano en mi dirección. No dudé en tomarla y sin mirar en dirección al rubio le seguí de vuelta hacia el comedor donde nuestros amigos esperaban.
Buenas, buenas, buenas, bellas personas. ¿Cómo están hoy? ¿Qué tal las ha tratado el fin de semana? ¿Cuánto me extrañaron?
El cumpleaños de Tay llegó y G se puso en modo mamá. ¿Creen que hizo bien al regañar a Theo y Ty?
Respecto a los J, Julian y Jamie se están llevando bien con los T, ¿ya les agradan? En cuanto a Jaden, da un paso en la dirección correcta y seis en la dirección incorrecta. ¿Qué haremos con este chico?
Ahora bien, ¿qué creen que sucederá en el próximo capítulo? Puedo decirles que nos enteraremos por qué los padres de G la alejaron de sus abuelos. ¿Quieren decirme sus teorías?
Muchas, muchas gracias por leer, votar y comentar. ¡Son las mejores! Les deseo un hermoso día y les recuerda que las amo.
Hasta el jueves, que tengan una bella semana.
MUAK!
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