Capítulo ocho
Con los chillidos de terror de Tyler perforando mi cerebro y las carcajadas divertidas de James llenando el espacio estacioné el vehículo frente al restaurante del club de polo. La sangre me corría como lava caliente por las venas y el corazón me latía con fuerza. ¡Amaba la velocidad!
ꟷEso ha sido...
No encontré las palabras, todavía podía sentir el motor vibrar bajo mis pies.
ꟷ¡Asombroso! ꟷExclamó Jamie con una amplia sonrisa.
ꟷ¿Asombroso? ꟷSe quejó Ty con el rostro pálidoꟷ. Yo diría casi un suicidio.
ꟷNo exageres, Ty.
ꟷSí, hombre, fue divertido.
No pude determinar si mi mejor amigo hacía una mueca porque Jamie lo había llamado "hombre" de manera casual o porque estaba a punto de vomitar. No me quedé a averiguarlo, apagué el motor y salí del hermoso automóvil que me había dado unos minutos de extrema felicidad.
ꟷ¿Dónde aprendiste a conducir así?
James abrazó mis hombros con unos de sus brazos y me sonrió como si ante sus ojos fuera alguien maravillosa. Sentí mis mejillas calentarse a pesar de querer evitarlo y le dediqué una sonrisita.
ꟷMi padre me enseñó.
ꟷHizo un gran trabajo.
ꟷSi por gran trabajo consideras dejar a una niña de doce años en un vehículo en una pendiente y con el adulto responsable riendo a su lado esperando no morir, pues sí, hizo un gran trabajo.
Su sonrisa se amplió y me encontré haciendo lo mismo. ¿Era impresión mía o sus ojos eran los más bellos del mundo? Parecían casi un espejo, tan transparentes que lucían irreales e iluminaban su rostro de una manera maravillosa.
ꟷQuizás no fue la manera más didáctica, pero el resultado fue bueno.
ꟷSí, sí, que bonito ꟷbufó Ty a nuestras espaldasꟷ. ¿Iremos a comer o qué?
Su malhumor no pareció tener efectos negativos sobre James quien continuó abrazándome, lo cual no me molestó ni un poquito porque olía condenadamente bien y era sumamente apuesto. Sin mucha prisa nos dirigió hacia el restaurante.
El flamenco podía oírse desde lejos al igual que las castañuelas, al acercarnos a la hermosa edificación de dos pisos y grandes ventanales me quedé maravillada con las parejas bailando al son de la música. Eran cinco en total, las mujeres vestían voluptuosas faldas con volados de color rojo mientras los hombres portaban con orgullo unos graciosos pantalones.
ꟷEsto luce fantástico ꟷadmití.
ꟷMi favorita es la noche japonesa. Deberías venir el próximo jueves, creo que toca Italia.
ꟷMe encantaría.
Lo seguí hacia el interior del restaurante donde dejó de abrazarme para acercarse al anfitrión. Ty aprovechó el momento para colocarse a mi lado como un fiel guardaespaldas.
ꟷ¿Por qué luces tan enojado?
ꟷPorque acabas de aceptar una cita.
Alcé las cejas con sorpresa y, por supuesto, me eché a reír en su cara. No pareció gustarle mi actitud y me lo hizo saber frunciendo la nariz.
ꟷClaro que no, Ty. Me ha invitado como lo hace un amigo.
ꟷAjá.
ꟷ¿Por qué te comportas así?
ꟷPorque no me agradan.
Coloqué las manos en sus mejillas y las apretujé con ternura. Eso tampoco le gustó y me lo hizo saber dando un paso atrás.
ꟷ¿Estás celoso? ꟷBromeé.
ꟷSí.
Bueno, no esperaba tanta sinceridad.
ꟷ¿De qué?
ꟷDe que estés embobada con ellos.
ꟷSigues siendo mi favorito, Ty.
ꟷ¿Más que Theo? ꟷEnarcó una ceja.
ꟷNo te pases, dude.
Volvió a fruncir la nariz y yo le sonreí. No le gustaba cuando le decía que el rubio era mi favorito, incluso cuando no tenía un favorito. Bueno, Taylor lo era pero de una manera diferente.
ꟷEres muy desagradecida ꟷgruñó.
ꟷY tú muy celoso.
ꟷ¿Vamos? ꟷPreguntó el inglés interrumpiendo nuestra conversación.
Tomé a Tyler del brazo enredándolo con el mío y tiré de él siguiendo a James que parecía no molestarle nada de lo que hacíamos. Ty caminó con lentitud obligándome a seguirle el paso como si quisiera atrasar el momento tanto como fuera posible. Mordí el interior de mis mejillas para no reír, sabía que si me carcajeaba lo haría peor solo para molestarme.
Mi buen humor, a pesar de que parecía imposible de borrar, se esfumó cuando llegamos a la mesa. Julian esperaba por nosotros con esa sonrisa lobuna que debía conseguirle muchas chicas y a su lado, con el ceño fruncido y actitud de asesino en serie, estaba Jaden.
Nuestras miradas se encontraron, verde contra café, y tragué con fuerza. Podía recordar a la perfección la situación de esa mañana, las palabras que había dicho en broma y lo mal que me habían sentado. Comprendía que él no merecía mi enojo porque no conocía nada de mí y, de todas maneras, no pude obsequiarle una sonrisa al verlo.
ꟷ¡Gen! ꟷExclamó Julianꟷ. Me alegra verte aquí. Ven siéntate a mi lado.
Palmeó la silla vacía junto a él y sentí a Tyler tensarse a mi lado. Sin embargo, solté mi agarre sobre su brazo y caminé hacia el lugar que me había indicado. Mi mejor amigo se dejó caer pesadamente a mi lado.
ꟷ¿Le has hecho algo a tu cabello? Te ves preciosa hoy, Gen.
Sonreí como agradecimiento y me sorprendió escuchar dos personas chasqueando la lengua a la misma vez. Lo esperaba de Ty, de quien no lo había esperado era de Jaden que había dejado de lucir como alguien ajeno a la conversación y se había inclinado hacia delante, apoyando sus antebrazos sobre la mesa vestida.
ꟷGracias, Julian. La verdad es que apenas tuve tiempo de lavarlo.
No mentía, luego de haber nadado por unos pocos minutos en la piscina me había bañado y fue allí cuando llegó James. De hecho, el cabello lo tenía un poco húmedo cerca de la nuca.
ꟷNunca creí que fueras de la clase que sabe aceptar cumplidos, Genesis.
Mi mirada se disparó directo hacia Jaden y entorné los ojos en su dirección. Esbozaba una sonrisa de superioridad como si quisiera hacerme saber que no había olvidado lo que había sucedido en el parque y todo el numerito que yo había montado.
ꟷQuizás si supieras hacerlos te los agradecería, Jade.
ꟷJaden ꟷme corrigió.
ꟷJade ꟷrepetí.
Sostuve su mirada sin mover un solo músculo de mi rostro y elevé una ceja de manera burlesca cuando rompió el contacto visual.
ꟷ¿Quién quiere comer? ꟷPreguntó James con más entusiasmo del necesario al notar la tensión en el ambiente.
Estaba terminando de comer mi postre, algo llamado crema catalana, cuando mi móvil sonó. Mi rostro se iluminó al ver el nombre de Theo en la pantalla y me puse de pie casi de un salto interrumpiendo la conversación sobre una serie de televisión alemana que no había visto.
ꟷTengo que responder esta llamada ꟷsolté dejando mi servilleta sobre la mesa.
ꟷ¿Quieres que te acompañe, G?
ꟷEstaré bien.
No esperé respuesta y me apresuré a salir del salón mientras contestaba el teléfono. No había recibido noticias de Theo por varios días, tan solo unos mensajes de texto cuando él no estaba ocupado. Llevaba tres días en Londres y sentía que no había hablado con él en décadas.
ꟷ¡Grandote! ꟷExclamé con felicidad.
ꟷHola, pequeñita. ¿Me has extrañado?
Con solo escuchar su voz ya estaba sonriendo como tonta. Siempre conseguía subirme el ánimo, era casi como un súper poder.
ꟷMuchísimo. ¿Qué tal el equipo? ¿Te has adaptado? ¿Comes bien? ¿Sales mucho de fiesta?
Su carcajada me llegó un poco distorsionada y entendí que había soltado un montón de preguntas en unos segundos.
ꟷ¿Estoy hablando con mi madre o con mi mejor amiga?
ꟷAmbas.
ꟷEl equipo es estupendo y me he adaptado fácilmente. Los entrenamientos son agotadores y no tengo muchas energías para ir de fiesta luego, quizás el sábado vaya con algunos compañeros. Tuvimos una de bienvenida y eso ha sido lo máximo.
ꟷ¿Y comes bien? Tú tienes un gran apetito.
Otra risita. Definitivamente me estaba comportando como su madre.
ꟷSí, me alimento bien. Gracias por preocuparte, pequeñita. ¿Qué hay de ti? ¿Londres es tan genial como parece?
ꟷSí, es una ciudad hermosa y parece salida de un cuento ꟷadmitíꟷ. La gente es amable, aunque mucho más seria que en casa.
ꟷ¿Tyler se está comportando bien o está muy deprimido llorando por Emma?
ꟷBueno, Ty no sabe comportarse totalmente bien ꟷbromeéꟷ. No quiere hablar de Emma, lo he intentado, pero cambia de tema. Dice que se han tomado un tiempo.
ꟷ¿Como el de Ross o el de Rachel?
No pude evitar reír. Él era tan fanático como yo de la serie Friends, nuestras conversaciones solían tener referencias a los diálogos.
ꟷEl de Rachel.
ꟷYa nos dirá más. Sabes que no le gusta hablar mucho de lo que sucede en su vida.
ꟷLo sé ꟷhice una muecaꟷ. ¿A qué no sabes? Conocimos a tres muchachos que son la versión inglesa de ustedes.
ꟷ¿Y eso cómo sería, pequeñita?
Le expliqué a grandes rasgos lo sucedido con los J y él pareció encantado con la historia. Le conté sobre James y lo amable que era, Julian y su claro oficio de rompecorazones, y Jaden con su papel de chico malo. Fue bueno escucharlo, realmente lo extrañaba.
ꟷLamento decir esto, pequeñita, pero debo volver al entrenamiento. Mi descanso está a punto de finalizar.
ꟷ¿Me llamarás pronto?
ꟷLo prometo.
ꟷTen una buena semana, te extraño y te quiero.
ꟷYo también te quiero, pequeñita. Adiós.
Theo fue el encargado de colgar la llamada y yo me quedé un rato más con el teléfono en la oreja. Me sentía un poco más tranquila al saber que todo iba bien con él, quizás me había preocupado por nada.
Finalmente, guardé mi móvil en el bolsillo de la chaqueta y giré para volver al interior del restaurante. No debería haberme asustado ni mucho menos haber soltado un gritito, pero eso fue lo que hice cuando encontré a Jaden mirándome a escasos metros.
Estaba en las sombras recostado contra la pared y con la mirada puesta en mí mientras enrollaba algo con sus dedos.
ꟷ¿Estás armándote un porro? ꟷPregunté con sorpresa.
A mí no me interesaba lo que la gente se metía en el cuerpo; sin embargo, estaba bastante segura que él era el conductor designado y era ilegal manejar bajo los efectos de los estupefacientes.
ꟷUn cigarrillo ꟷme corrigió.
ꟷClaro, eso es mucho más sano.
No pareció molestarle mi sarcasmo.
ꟷ¿Hablabas con tu novio? ꟷHizo un ademán señalando mi teléfono.
ꟷCon mi mejor amigo.
Me pareció ver que fruncía el ceño, pero no podía jurarlo por la distancia y la oscuridad.
ꟷ¿No es tu mejor amigo el que está sentado en la mesa?
ꟷTengo dos mejores amigos. Tres si contamos a mi novio.
ꟷ¿Y eso realmente te funciona?
Ladeé la cabeza sin comprender.
ꟷ¿Qué sería "eso"?
ꟷTener varios amigos y un novio, ¿no es contraproducente?
¿Era impresión mía o había insinuado que no existía tal cosa como la amistad entre hombre-mujer?
ꟷClaro que no.
ꟷEstupendo.
Acomodó su postura y se llevó el cigarrillo a los labios donde lo encendió. Luego caminó hacia mí con paso despreocupado y en pocos segundos estuvimos frente a frente. No pude evitar fruncir la nariz, no me gustaba el olor al tabaco incluso cuando podía detectar un suave aroma a vainilla proveniente del cigarro.
ꟷ¿Te molesta el humo?
ꟷSí.
Le dio otra calada al cigarrillo como si le diera igual mi respuesta. Luego soltó el humo desde el costado de su boca y me dedicó una sonrisita que no supe definir.
ꟷTengo algo para ti.
ꟷ¿Cáncer de pulmón?
ꟷNo. Acompáñame.
ꟷ¿No habíamos acordado que así comenzaban las historias de terror?
De todas maneras lo seguí porque la curiosidad pudo conmigo y quería saber qué tenía para mí. Yo no había llevado nada para él y no era mi cumpleaños, además no parecía agradarle mucho por lo que no tenía idea de qué podía ser.
Avanzamos por el estacionamiento dejando vehículos de lujo atrás hasta finalmente llegar a la misma SUV que había visto esa mañana. Me detuve cerca de la parte trasera porque no pensaba subir e irme solo porque me lo dijera. No obstante, no se dirigió hacia el asiento del conductor sino que abrió una de las puertas traseras.
ꟷ¿Qué estás buscando?
No contestó, en su lugar sacó unas bolsas y las extendió en mi dirección.
ꟷ¿Qué son?
ꟷRecíbelas y mira tú.
ꟷ¿No me dirás?
ꟷ¿Para qué? Puedes averiguarlo sola.
Suspiré y tomé las bolsas. Con un poco de desconfianza, como si esperara que una serpiente me saltara a la cara, miré en el interior de la primera y mi ceño se frunció de manera automática.
ꟷ¿Son zapatillas?
ꟷSí.
ꟷ¿Y ropa? ꟷSolté al estudiar el contenido de las restantes.
ꟷAsí es.
ꟷ¿Por qué? ꟷChillé.
ꟷDijiste que querías hacer deporte, ahora no tienes excusa.
Elevé la mirada y busqué su rostro en la oscuridad. No parecía estar bromeando, tenía esa mueca en el rostro que podía pasar por una sonrisa y sus ojos verdes estaban clavados en mí. Fumaba con tranquilidad y, demonios, ¿por qué se veía tan atractivo haciendo algo tan destructivo?
ꟷNo puedo aceptarlo.
ꟷEs un regalo.
ꟷ¿Por qué?
Se encogió de hombros y tiró el cigarrillo al suelo, lo apagó con el pie y yo solo pude pensar que luego alguien debería recoger la colilla.
ꟷNo tienen que existir razones para hacer un regalo. Acéptalo y ya.
Miré nuevamente las prendas y el calzado, me sorprendió ver que eran de mi talle. No el talle que había sido toda mi vida ni al que había pasado cuando mi abuela se enfermó sino el que usaba en ese momento.
ꟷ¿Cómo sabías mi talle?
ꟷLe pregunté a tu abuelo.
¿Y cómo lo sabía mi abuelo? ¿Había revisado mis cosas? Por la papaya, tenía muchas dudas y él no parecía tener intenciones de aclarar ninguna.
ꟷMira, Genesis, es un regalo. No es como si gastar dinero fuera hacerme algún daño, solo acéptalo y ya.
Fruncí los labios, pero finalmente asentí.
ꟷGracias.
Su respuesta fue una sonrisa, una verdadera y que no parecía hacerlo sufrir. Elevó las comisuras de sus labios hacia arriba por unos segundos y luego jugueteó con su piercing. Mis ojos viajaron de manera inconsciente a esa zona, donde su lengua movía el aro en una danza descoordinada.
Nuevamente no podía comprender cómo ese simple acto me parecía tan atractivo.
Unas pisadas en la grava me sacaron de mi ensoñación y di un paso hacia atrás en un intento desesperado de aclarar mi mente. Tyler, Julian y James avanzaban hacia nosotros, y por alguna razón mis mejillas se encendieron como si nos hubiesen encontrado teniendo un momento íntimo y no una conversación tranquila.
ꟷPasaré por ti mañana a las nueve.
No tuve tiempo de contestar, Ty llegó a mi lado y me abrazó dando por finalizada la conversación.
¡Jo, jo, jo! ¡Feliz Navidad!
¿Cómo están hoy? ¿Qué tal su Noche Buena? ¿Les han dado muchos regalos? Espero que estén teniendo un lindo día.
Espero que les haya gustado el capítulo, ¿qué opinan de la tensión entre G y Jaden?
Muchas gracias por leer, votar y comentar. Les envío un beso enorme y un abrazo virtual ❤️ Love you.
MUAK!
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