
9
Ayer se durmieron súper tarde y de nuevo se despertaron al mediodía, pero está bien, deben aprovechar sus días de descanso para desvelarse todo lo que quieran.
Beomgyu estaba lavando los platos sucios del desayuno, cuándo terminó, secó sus manos con su ropa. Antes de poder darse la vuelta, unos brazos muy conocidos se enrollaron alrededor de su cintura.
—Me gustó lo de ayer osito—susurró Yeonjun en su oído y depositó un beso en su hombro.
Beomgyu pasó sus manos por los antebrazos de Yeonjun; envueltos firmemente alrededor de su cuerpo, acarició cada una de las marcadas venas y soltó un jadeó cuándo Yeonjun comenzó a depositar besitos en su cuello.
Pronto; lo que parecía un abrazo inocente, se tornó más caliente cuándo el mayor deslizó sus manos por los costados de Beomgyu, tanteando con tocar debajo de su camiseta.
—Hyung...—jadeó—espera, los chicos podrían venir.
—Vayamos a mi habitación ¿si?—le propuso.
Yeonjun tomó su mano y lo guío hasta su habitación, Beomgyu está consciente de que no deben hacerlo porque no están solos, pero quiere ver hasta dónde pueden llegar.
Ir de puntillas por los pasillos hacía que se sintiera aún más incorrecto, pero por algún motivo, eso le gusta. Una vez en la habitación del mayor, éste le miró con su típica sonrisa coqueta.
—Ni creas que me vas a follar, eh—le dijo en cuánto lo tomó por la cintura.
—Sé que lo hicimos hace unos días, pero...
—Los chicos están en casa—le recordó.
—Seremos silenciosos, lo prometo—hizo un puchero.
Beomgyu sonrió, dejó al mayor sentado en la cama y él se sentó sobre sus piernas, Yeonjun rodeó su cintura con sus brazos.
—Yo no puedo prometer eso—tocó la punta de su nariz.
—Me gusta cuándo haces eso—confesó.
—¿Qué cosa?
—No importa...¿estás seguro de qué no quieres follar?—juntó sus manos a modo de suplica.
—Cien por ciento seguro—afirmó.
—Beommi...—se abrazó más a su cintura y enterró su rostro en el hueco de su cuello.
—Aunque...me sentiría mal por dejarte en éste estado—pasó una mano por la ya despierta erección del mayor.
—Puedes usar tu boquita, así no harás ruido más que cuándo te atragantes—susurró en su oído.
Todos los vellos de su cuerpo se erizaron, su miembro se endureció entre sus pantalones al imaginarse arrodillado frente a Yeonjun, como tanto le gusta.
Beomgyu relamió sus labios, no supo en qué momento fué que ya estaba de rodillas frente a su bulto, pareciera que su cuerpo se manda solo cuando se trata de Tae y Yeonjun.
Tragó saliva al ver Yeonjun sacarla del pantalón, casi con desesperación. Sonrío coqueto y Yeonjun negó con una risita, completamente duro por su descaro.
—Que quede claro que no lo hago porque me lo pediste, lo hago por el puro placer de tenerte en mi boca—dijo Beomgyu tratando de provocarlo.
—Si lo quieres tanto, entonces harás un gran trabajo ¿verdad?—frotó su miembro contra los labios de Beomgyu.
—Si hyung—sacó su lengua, tratando de rozar su glande.
—Abre tu linda boquita, cariño—pidió con necesidad.
Beomgyu obedeció, dejó a su hyung meter su erección en su boca. Es tan grande que nunca podría tomarla por completo, pero hizo su mejor esfuerzo y Yeonjun soltó un ruidoso gemido de satisfacción ante ello.
Beomgyu tomó el extremo de la camiseta de Yeonjun y lo llevó hasta su boca, ésto es algo que sucede seguido: él se la chupa y Yeonjun no guarda silencio, así que lo hace morder su camiseta para que sus gemidos no los delaten.
El mayor abrió la boca, lo dejó ingresar el extremo de su camiseta y lo mordió. Una vez hecho, se concentró en el placer que le otorga Beomgyu; no lo pudo evitar, lo tomó con cuidado del cabello para empujar un poco más.
Agradeció mentalmente el estar mordiendo algo porque realmente quiere gemir, guió su vista hasta Beomgyu, encantado con la erótica vista que le ofrece.
El menor toma todo lo que puede dentro de su boca, mientras que con una mano masturba la base y la otra acaricia su abdomen desnudo, gimiendo contra su miembro, como si lo estuviera disfrutando.
Yeonjun llevó su pie hasta el bulto del chico y lo comenzó a acariciar sobre la ropa, sonrió al notar el estremecimiento de su cuerpo, al mayor le enloquece lo sensible que es.
Beomgyu comenzó a succionar con ahínco, llevando a Yeonjun casi a su límite. Quería seguir viendo la erótica imagen de Beomgyu, pero no pudo evitar cerrar los ojos cuándo su orgasmo llegó finalmente.
Mordió fuerte su camiseta dejándose llevar por completo, su cuerpo entero dió una sacudida y apretó con fuerza las sábanas, derramándose en la boca del más jóven.
Beomgyu tragó todo, saboreando gustoso bajo la mirada hambrienta del mayor. Se alejó de él, limpiándose un poco las comisuras de los labios, se puso de pie mientras ve a Yeonjun recuperar el aire y acomodar su ropa.
—¿Te vas?—preguntó agitado.
—Voy por agua—avisó.
—Acá hay—le pasó una botella que estaba en su buró.
—Gracias—Beomgyu tomó un largo sorbo, tratando de pasarse el sabor.
—Ahora déjame devolverte el favor—lo tomó del brazo dejándolo recostado.
—No tienes que...
—Claro que sí, soy una caballero—le dijo, robándole una risita.
No es que a Beomgyu no le guste que se la chupen, pero deben guardar silencio. Él es demasiado sensible y Yeonjun demasiado talentoso con la lengua, todo podría salir mal.
Sin embargo, aquel predicamento se disipó en cuánto Yeonjun le sacó la ropa interior y lo metió todo de una vez en su boca, mientras sostiene fuerte sus caderas contra la cama.
Tuvo que morderse el labio inferior para evitar gemir demasiado alto. Ya está rojo, agitado, retorciéndose y apenas ha empezado. Yeonjun realmente es talentoso en todo lo que hace.
El mayor alzó la vista, sin dejar de atenderle, para poder apreciarlo en ese estado tan vulnerable, Beomgyu extendió su mano derecha para acariciar su cabello y evitar que se separe.
A Yeonjun le gusta cuándo hace eso, en respuesta entrelaza los dedos de su mano con la mano libre de Beomgyu; sabe que al menor le gusta eso, el chico sonrió en respuesta.
Yeonjun se detuvo un momento para respirar y apreciar lo caliente que se ve; está hecho un desastre entre las sábanas, la imagen lo incentivo a continuar brindándole placer.
Así lo hizo, ahuecó sus mejillas al rededor de su erección, bajando y subiendo su cabeza rápidamente, por unos largos minutos más, hasta que Beomgyu no pudo contenerlo.
Apretó fuerte las sábanas con sus manos y finalmente liberó su orgasmo en la boca del mayor, mordiendo su labio inferior para no gemir tan alto.
A Yeonjun no le gusta tragar, pero últimamente siente que no puede tener suficiente del chico, así que ésta vez lo hizo, saboreó gustoso bajo la mirada impresionada de Beomgyu.
Se puso de pie para ayudarlo a acomodar su ropa, después tomó la botella de agua y bebió de ella mientras Beomgyu le miraba desde la cama, un poco jadeante y sin entender nada todavía.
—Eres muy sensible, Beommi—se acostó boca abajo a su lado.
—Lo sé—cubrió su rostro con su antebrazo, un poco avergonzado.
—Me gusta mucho que lo seas—le susurró mientras deja pequeñas caricias en su abdomen.
Beomgyu le miró con una sonrisa, justo cuándo se iba acercar a besarle, alguien tocó la puerta de la habitación y ambos voltearon a ver.
Beomgyu bastante nervioso y Yeonjun aparentemente relajado, el Choi menor se preguntó si a Yeonjun realmente no le da miedo ser atrapado, porque pareciera que no.
—Escondete—susurró en su oído y le dió un beso en la mejilla.
Beomgyu se dejó guiar por Yeonjun hasta debajo de su cama, trató de tocar lo menos posible, realmente parece que nunca ha limpiado ni un poco allí.
Mientras escucha a Yeonjun acomodarse bien la ropa, se pregunta si realmente es necesario esconderse. Ya están vestidos, nadie pensaría que estaban haciendo 'cosas malas'.
Estaba por salir, cuándo Yeonjun gritó 'pasa' y la puerta se abrió, seguido de eso, escuchó la bonita voz de Taehyunnie.
—Hey ¿vienes conmigo al gimnasio?—le preguntó al mayor.
—Si, deja que me cambie—le respondió Yeonjun.
—Bien, te espero abajo—lo escuchó decir antes de cerrar la puerta de nuevo.
Menos mal que no salió.
Sabe que es tonto que se avergüence de que Taehyun lo vea en la habitación de Yeonjun; considerando que ya hasta los vió tener sexo, pero no puede evitar sentirse tímido al respecto.
Tae y Yeonjun suelen ir al gimnasio juntos, en realidad pasan bastante tiempo juntos, pues son muy buenos amigos, los tres lo son, en realidad.
« ¿Y si causo una fractura en nuestra amistad? » pensó con terror.
No considera que sientan celos del otro, pues no cree que tengan sentimientos por él, pero a lo mejor y les resulte raro estar con la misma persona.
Bueno, es obvio que a Taehyun no, pero tal vez debería decirle a Yeonjun, aunque realmente Yeonjun no es el tipo de persona a la que le importan esas cosas.
Por quedarse divagando olvidó salir, así que Yeonjun metió su brazo debajo de la cama y lo tomó de la cintura para sacarlo él mismo, le dió una hermosa sonrisa al verlo a la carita.
—¿Te vas a quedar a vivir ahí?—bromeó.
—Deberias limpiar debajo de tu cama de vez en cuándo, eh—se puso de pie y sacudió el polvo de su ropa.
—¿Por qué? si ni se ve.
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