El concierto terminó, los chicos están tan agotados que solo se cambiaron el vestuario y fueron de regreso a la camioneta para ir de vuelta al hotel.

Cada quien tomó su asiento correspondiente y el líder sonrió con tranquilidad al notar que; aparentemente, todo está bien entre sus tres amigos.

Quiénes por cierto no hablaron mucho antes del concierto; después del momento que compartieron, Taehyun y Yeonjun hablaron sobre algo y se quedaron dormidos casi al instante, el desvelo les pasó factura.

Beomgyu llegó del gimnasio un rato más tarde, después de ducharse quiso contactarlos, pero al ver que no respondían supuso que estarían durmiendo y los dejó descansar.

Más tarde, se trasladaron hasta el recinto y el staff comenzó con los preparativos del concierto, en medio de todo el ajetreo casi ni platicaron.

—Por fin tenemos un momento para hablar—dijo Yeonjun.

—¿Hay algo que quieran decir?—preguntó Beomgyu con una risita.

—Si, yo quiero decir que me sorprendió que pudieses bailar tan bien después de lo de anoche—le dijo Tae.

—Es verdad, yo pensé que no podría caminar—lo secundó Yeonjun.

—¿Quieren callarse?—golpeó a ambos en la nuca—los van a escuchar los chicos.

—Soobin sabe—le dijo Yeonjun después de un quejido de dolor.

—¡¿Le dijeron?!—preguntó horrorizado.

—¿Quién crees que vino a nuestra habitación a despertarnos hoy? de no ser por él, ninguno hubiese ido al ensayo—explicó Tae.

—¡Eso es peor! nos vió, que vergüenza—cubrió sus mejillas con sus manos.

—Es Soobin, es de confianza—Yeonjun trató de tranquilizarlo.

—Ya sé, pero aún así me da vergüenza—reiteró.

—Vergüenza debería sentir él, por besuquearse con su novio enfrente de nosotros—añadió Taehyun.

Los tres chicos se aguantaron una risa.

—Eso fué muy caliente, debo que admitirlo—les confesó Beomgyu ruborizado.

—Es adorable como te pones tímido al hablar sexo—dijo Taehyun.

—Incluso aún después de que te hemos hecho de todo—añadió el mayor.

—¿De todo?...si no me ha hecho ni la mitad—les dijo con su usal tono provocador.

—Cuidado con lo que dices, o no me podré contener hasta llegar al hotel—le advirtió Yeonjun.

Los tres rieron bajito.

—Ni piensen que me van a tocar hoy—les apuntó con el dedo—todavía me duele el trasero.

—Ow—Taehyun hizo un puchero.

—Tienes todo el camino para reconsiderarlo osito—bromeó Yeonjun.

—Me llegan a meter mano y les juro que los pateó—los amenazó.

Los tres volvieron a reír, una sensación de satisfacción les invadió al percatarse que nada que puedan hacer en una cama arruinaría su amistad.

—Hyung está bromeando, hoy solo queremos hablar contigo de algo—le dijo Taehyun.

—¿De qué?—les miró curioso.

—Ven a nuestra habitación después y te diremos—dijo Yeonjun acercándose a su rostro.

—Mejor vengan a la mía, tengo cama king size.

—¿No que no querías hacer nada?—preguntó Tae visiblemente sonrojado.

—Sabía que cambiarías de opinión—Yeonjun sonrió satisfecho

—No es una propuesta sexual, par de pervertidos—golpeó a Yeonjun en el hombro—lo digo por si se quieren quedar a dormir—explicó con timidez.

Ambos chicos se miraron y asintieron reiteradas veces, de hecho si quieren. El resto del viaje charlaron entre los cinco, hasta que llegaron al hotel y cada quien fué a su habitación.

Beomgyu se quitó el maquillaje y tomó un baño, si no supiera que los chicos van a venir, hubiese ido directo a la cama después, pero en vez de eso se arregló un poco.

Se sintió algo tonto, como si fuese una chica preparándose para su primera cita, pero no tuvo mucho tiempo de pensar en ello, pues pronto tocaron a su puerta.

Taehyun y Yeonjun entraron con comida para los tres, Beomgyu quiso darles un beso al entrar, pero sintió que tal vez sería raro darle un beso a ambos.

Todo es muy raro ahora que aún no definen exactamente su relación, es obvio que no son solo amigos, pero tampoco son novios, es un poco extraño lo que tienen pero es lindo y le gusta.

Decidió olvidarse de ello un rato y disfrutar el tiempo de calidad con los chicos, miraron una película mientras cenaban, aunque casi todo el rato se la pasaron hablando de cualquier tontería que se les viniera a la cabeza.

Al terminar de comer se sentaron en la cama, contra la cabecera y tapados bajo la misma manta. La posición les recordó a esa noche de películas, cuando terminaron entre las manos de Beomgyu, quién no pudo contener una risita.

—¿Qué pasa?—le preguntó Yeonjun.

—Nada—negó rápidamente.

—¿Entonces de qué te ríes?—le cuestionó el menor.

—Solo me acordé de algo—negó con la cabeza restándole importancia.

—Cuentalo.

—Olvidenlo, no es gracioso.

—¿Entonces por qué te reíste?—pregunta Tae.

—Eso—le apoyó Yeonjun.

Beomgyu consideró decirles, pero pensó que sería mucho descaro y mejor se quedó callado.

—No importa, es una tontería—les miró a ambos con ojos brillantes.

—¿Sabes a qué me recuerda ésta posición?—le dijo Tae después de un rato, rompiendo el hielo epicamente.

Beomgyu se ahogó con su propia saliva.

—¿A qué?—preguntó Yeonjun con curiosidad al ver que Beomgyu no responde.

—Esa noche de películas, cuándo Beomgyu nos tocó debajo de la manta—respondió con una sonrisa.

—¿Qué? ¿a tí también?—Yeonjun abrió los ojos.

Beomgyu no pudo contener más una carcajada.

—Que despistado eres, hyung—se burló Tae—yo me di cuenta de que lo toqueteabas casi al instante—rió.

—Mierda—exclamó Yeonjun con sorpresa.

—¿Te molesta?—preguntó Beomgyu—...que se lo haya hecho a ambos.

—No, de hecho creo que...me excita—le confesó con una risita—incluso me estoy poniendo duro ahora mismo.

Ambos menores rieron, sin saber si lo dijo en broma o hablaba en serio. Después de unos minutos de plática sin mucho sentido, Yeonjun al fin decidió hablar del elefante en la habitación.

—Beomgyu—le llamó—ahm...Taehyunnie y yo hablamos sobre...lo nuestro—hizo un ademán refiriéndose a los tres.

—Ajá—Beomgyu les miró atento.

—B-bueno—continuó Tae—pensamos que tal vez podríamos intentar algo formal, si tú quieres.

—¿Algo formal?

—Si, una relación.

—Los tres, juntos—aclaró el mayor.

—Oh—exclamó Beomgyu en sorpresa.

—Si tú quieres, claro...—repitió Tae, rogando internamente por una respuesta positiva.

—Es casi como una relación de pareja, ya sabes: compromiso entre nosotros, fidelidad...

—Si quiero—interrumpió a Yeonjun.

—¿Si? ¿de verdad?—pregunta Tae sonriente.

—Si quiero—repitió dulcemente.

Yeonjun le robó un beso con emoción, Beomgyu casi se golpea la cabeza contra el respaldo de la cama y ambos rieron pegado a los labios del contrario.

Al separarse de él, Tae le dió otro beso. Yeonjun se acercó a susurrarle al oído que lo harán muy felíz y algunas cosas cursis, que se sorprendió de oír viniendo del casanova Choi Yeonjun.

Justo como querían, esa noche durmieron juntos los tres: Beomgyu en medio de los dos, con los brazos de Yeonjun rodeando su cintura y Taehyun abrazandole por detrás.

Beomgyu tardó un poquito más en dormirse, así que tomó sus últimos minutos del día para disfrutar de la felicidad que le causa el estar oficialmente en una relación con ambos.

Parece una locura, pero cuándo las personas se aman deben estar juntas. Que su relación se salga de lo usual, no es motivo para que no puedan estar juntos como lo desean.

Si le hubiesen dicho hace varios años que terminaría en una relación con el chico por el que babeaba en su época de aprendiz y su guapo y fastidioso compañero de grupo, definitivamente no lo creería.

Sin embargo allí está, durmiendo entre los brazos de ambos, sin ninguna preocupación y con una sonrisa en el rostro.