Cuándo todo quedó preparado para la noche, el staff les llevó de vuelta al hotel. Ya de regreso en la habitación que ambos comparten, trataron de iniciar una conversación.

Saben que no pueden seguir sin dirigirse la palabra, pero realmente no saben ni que decir. De tantas cosas que pueden y deben hablar, no eligen una sola.

—Tomaré una ducha—le avisó Tae.

—S-si, está bien—Yeonjun tragó saliva y se recostó en su cama.

Una vez que Taehyun entró al baño, prendió el televisor solo para que haga ruido de fondo mientras revisa su celular. Sonrió al toparse con varios mensajes de Beomgyu, medio desesperado.

Decidió llamarle, para poder escuchar su voz. Marcó su número y después de un par de tonos le contestó.

—Hola bonito...

—¿Por qué no me despertaron?—dice notablemente molesto.

—Pensamos que necesitarías descansar un poco más, ¿todo bien?

—Si, pero falté al ensayo.

—No te preocupes por eso, lo harás bien.

—¿Ya llegaron al hotel?—le preguntó.

—Si, ¿quieres que te vaya a ver?

—Vine al gimnasio, tal vez más al rato.

—Oh, está bien—hizo un puchero—¿cómo estás? ¿puedes caminar?

—Ni se te ocurra burlarte, Choi Yeonjun—le amenazó.

El mayor soltó una risita del otro lado de la línea.

—Solo quiero saber, bonito.

—Estoy todo lo bien que se puede estar después de lo de anoche—dijo notablemente avergonzado.

—Bueno bebé, háblame cuándo regreses a tu habitación.

—Si—susurró—...hyung ¿sigue estando todo bien entre los tres?—preguntó preocupado.

—Si osito, no te preocupes.

—Bien, hablamos al rato—le tiró un beso antes de colgar la llamada.

Yeonjun suspiró, bloqueó su celular y lo tiró a su lado en la cama. Evidentemente no está todo bien si no puede ni entablar una conversación con su amigo.

Es un poco raro lo que siente respecto a Taehyun, por el simple hecho de que siempre han sido buenos amigos.

Con Beomgyu siempre ha habido cierta tensión sexual, casi desde que se conocieron. Probablemente por eso es que tienen una amistad tipo 'Tom y Jerry', como les dice Kai.

Esos repentinos golpecitos o comentarios burlones, no eran más que una manera inconsciente de buscar contacto físico o provocar de alguna manera al otro.

Después de todo lo que ha pasado entre ellos, queda bastante confirmada la teoría. Pero con Taehyun nunca fué así, siempre han sido solo amigos y muchas veces se han dejado en claro que se consideran casi como hermanos.

Aunque el solo hecho de pensar en eso ahora le resulta bastante vergonzoso, no debería atraerle alguien que considera como un hermano, « pero sentí ganas de besarlo y tocarlo anoche » admite con pesar.

En el momento supuso que solo era por el morbo de la situación, pero en realidad éstos últimos días ha estado pensando en Taehyun casi tanto como en Beomgyu.

Al principio se puso muy celoso cuándo se enteró de la aventura de los dos, pronto se puso triste al pensar que tal vez Taehyun es más atractivo que él y por eso Beomgyu lo preferiría.

Porque no puede negar que el chico es muy atractivo, después de repasar en su cabeza repetidamente los atractivos físicos de su menor, tuvo pensamientos lascivos que solo le ocurrían con Beomgyu.

Se avergonzó tanto por eso que ni siquiera se atrevió a salir de la habitación en todo el día, hasta que debieron ir al aeropuerto. No concebía la idea de que le gustaran los dos, le pareció una locura en ese momento

Pero, reconsiderando las cosas: a Beomgyu gustan ambos, no sería nada del otro mundo que a él también le gusten los dos. Es la conclusión a la que llegó.

De repente, la puerta del baño se abrió, dejando ver a un Tae mojado con solo una toalla amarrada a la cadera, tragó saliva porque se ve tan malditamente caliente que una erección se empezó a asomar por sus pantalones.

Yeonjun se sonrojó por los pensamientos lascivos que inundaron su cabeza, ahora está bastante seguro de que también gusta de Taehyun, lo que no puede suponer es que él le corresponde.

Las pequeñas gotas de agua que se escurren por el torso perfecto del menor, no ayudan a que pueda despegar sus ojos de él, realmente desea tocarlo.

—¿Pasa algo, hyung?—preguntó tranquilo el chico al ver que le mira fijamente.

—No, no, nada—negó con la cabeza.

Taehyun terminó de buscar ropa en su equipaje y regresó al baño para vestirse; durante ese par de minutos, Yeonjun reunió todo el valor de su ser, preparándose para lo que va a decirle.

Cuándo el menor salió de vuelta; ya vestido, se puso de pie frente a él y dijo de una sola vez la conclusión a la que había llegado.

—Creo que me gustas también.

Tae le miró fijamente con la boca abierta durante varios segundos; sin decir nada, solo parece examinar cada parte de su rostro con sus grandes ojos brillantes.

Yeonjun comienza a arrepentirse por ser tan impulsivo, pensó que tal vez lo había estropeado, pero Tae solo está sorprendido por lo directo que puede llegar a ser.

—No eres tímido para nada ¿verdad?—sonrió coqueto.

Yeonjun soltó una risita sin poder decir nada más, pues Tae le robó un repentino beso, bastante caliente. Sostuvo con ambas manos el rostro de Yeonjun y el mayor pasó sus brazos alrededor de su cintura, atrayendolo más.

Taehyun se considera un hombre bastante dominante, pero la manera en la que Yeonjun lo besa lo hace sentirse incluso mareado e incapaz de seguirle el ritmo.

Ambos se separaron unos segundos para tomar aire; sin despegar mucho sus rostros, sintiendo la respiración agitada del otro y sus erecciones comenzando a molestar.

—También me gustas hyung...aunque a éstas alturas ya es medio obvio—rió.

Yeonjun asintió y volvió a juntar sus labios con los del menor, ésta vez lo dejó caer en la cama y se colocó entre sus piernas, movió sus caderas haciendo fricción en sus erecciones.

« Tae es muy distinto a Beomgyu » fué lo que pensó. Beomgyu es más sumiso, muy sensible, y a pesar de que por momentos le gusta llevar el control, usualmente se deja hacer.

Pero Taehyun es casi igual de dominante que él, y lejos de desagradarle, le gusta mucho, le encanta como trata de llevar el ritmo del beso paseando su lengua ansiosa por toda su boca.

Manda un escalofrío directo a su espina dorsal cuándo sus manos fuertes se aferran con rudeza a sus brazos y atrae aún más sus caderas con sus piernas.

Una mano de Taehyun bajó hasta su entrepierna; el mayor lo dejó acariciar y apretar a su gusto, mientras él llena su cuello de lamidas, besos y mordidas.

Cuándo pudo reaccionar, el menor había dejado libres las erecciones de ambos, para comenzar a frotarlas juntas.

Yeonjun se separó por un momento de su cuello y se acercó a su rostro, lo tomó firme por la mandíbula y Taehyun abrió la boca; cediendo ante sus encantos dominantes, lo dejó meter su lengua para acariciar la suya.

El más jóven aumentó la velocidad del movimiento de su mano sobre sus erecciones; ambos ya están resbalosos y palpitantes, todos sus gemidos son ahogados en la boca del otro.

A Yeonjun le causa morbo saber que está doblegando a éste chico que fácilmente puede ser igual de dominante que él, se separó de sus labios para apreciar sus gestos de placer y escucharlo gemir.

—M-me voy a venir—avisó.

Yeonjun no dijo nada; pues él también está a punto de hacerlo, solo llevó su mano hasta la del menor y acompañó sus movimientos.

En cuestión de segundos, ambos se corrieron abundantemente, manchando sus manos. Soltaron un sonoro jadeó al mismo tiempo que cerraron sus ojos, experimentando espasmos.

Cuando las réplicas terminaron, Yeonjun se aventó a su lado en la cama y se quedaron en silencio un largo minuto, tratando de recuperar el aliento.

Tan pronto como su lucidez volvió, ambos se quedaron pensando en el último cuestionamiento que les aqueja, tanto a ellos como a Beomgyu.

—¿Qué pasará ahora con los tres?—dijeron al mismo tiempo.