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Extra.- La felicidad se busca


Era de noche, la peor noche de su vida para ser exacto, se sentía destruido, cansado y desechado. Se supone que hoy sería una gran noche, pero el destino no pensaba lo mismo. Su corazón estaba roto, tras ver a la persona que consideraba el amor de su vida, junto con su pareja destinada, omega que él actualmente quería cortejar.

La vida era injusta, no entendía porque no podía ser feliz, encontrar a alguien quien amar y que le retribuya los sentimientos, que no lo vea por el dinero de su familia, sino por quien es realmente.

Él no era un mal alfa, al contrario, le gustaban todo tipo de personas, alfas, betas u omegas, mientras lo amarán, él sería feliz, no pedía mucho.

Decidió dar una caminata por el parque cercano al café que habituaba, era una fría noche de diciembre, las calles estaban vacías a esas altas horas, con este frio, todos preferían estar en casa. Tener todo el parque para él, le parecía perfecto.

Caminaba lento, observando los altos árboles, hasta que escuchó un sollozo. Miró a todas direcciones, no podía ver a nadie. Un escalofrío recorrió su cuerpo, casi pensaba que podía ser un fantasma, no obstante, lo vió. Un chico lloraba solo en un paradero de locomoción colectiva. ¿Qué le habrá ocurrido?

Por el aroma que se percibía en el ambiente, el chico de seguro era un omega, quizás le había ocurrido un evento desafortunado en esas altas horas de la noche, en un barrio de alfas, era muy posible. No sabía si sería bueno ir, podría asustarlo, pero lo hizo de todas maneras, no lo iba a dejar desprotegido.

- ¿Estas bien? - preguntó mientras se acercaba, dándose cuenta que lo conocía. -¿Tu... Tu eres? -

-¿Huh? ¿¡Hyung!?- El chico se limpió de inmediato las lagrimas de su cara, tornándose rojo – lo siento, lamento que me haya visto de esta manera, pensé que nadie vendría por aquí a esta hora- el chico de cabellera negra, se limpiaba los ojos, mas las lagrimas no paraban de salir.

-Discúlpame, sé que te conozco hace mucho tiempo, pero nunca pregunté tu nombre-

-Mi nombre es Eunwoo, creo que jamás se lo dije tampoco, aunque estaba en mi insignia de trabajo – habló el chico. Era uno de los meseros del café de Jimin. Desde el primer día, ese chico siempre lo había atendido en la mesa que le tocara, a petición de Taehyung, que estaba evitando a Jungkook porque se sentía acosado. Habían hablado un par de veces, pero como estaba interesado en los dueños del café, nunca había notado lo bello que era el chico de cabello negro. Se podría decir que competía con su hermano en cuando a perfección de rostro.

-Dime Eunwoo, ¿por qué lloras? –

-Lo siento hyung, pero siento mucha vergüenza en explicar mis razones- Jungkook suspiró pesado y se echó hacia atrás, apoyándose en el respaldo del asiento de la parada de buses.

-No te preocupes, entiendo, yo también pasé por algo desagradable hoy, sinceramente mi corazón está roto, no sé ni siquiera por donde empezar a armarlo-

-¿Usted hyung? Pero usted es un hombre tan atractivo... Es un muy buen partido – dijo con las mejillas sonrosadas. – ¿Cómo es posible que le hayan roto el corazón? - Jungkook levantó sus hombros y suspiró.

-La vida da muchas vueltas, a veces piensas que conociste al amor de tu vida y crees que serás feliz con él, pero la vida de alguna manera u otra es cruel y te lo quita... Te golpea directamente, diciendo que esa persona no era para ti y nunca lo fue- sintió su lobo bajar las orejas y notó como el chico se jadeó en llanto - ¡Espera! No llores, por favor, no quería hacerte sentir mal-

-Lo siento, no es su culpa, hyung, yo... yo solo... - Respiró y por fin habló- Tenía una novia alfa... ella era todo para mí, quería casarme con ella, darle hijos, dejar que me marcara, quería ser de ella – sus ojitos se pusieron más cristalinos – pero ella me engañó, la encontré hace unos días en nuestra casa, con una omega bellísima, era una omega extranjera. -se limpiaba los ojos sin poder parar de llorar- Pasé 3 años de mi vida con ella y realmente creí que formaría mi propio hogar, vivíamos juntos, yo cocinaba para ella todos los días, lavaba su ropa – sus lágrimas caían sin parar, no importaba cuantas veces las limpiara, hizo una pausa para respirar- Su razón para buscar a otro omega fue, que era muy lindo y se sentía intimidada... No es la primera vez que me ocurre, pero pensé que, llevando ya 3 años, no volvería a pasar... A veces creo que no estoy hecho para ser amado, me ven como una cosa bonita con quien salir y lucirse, yo solo quiero encontrar a alguien que me ame por lo que soy, me respete y me sea fiel. No pido nada más, yo puedo trabajar y conseguir mi propio dinero, no necesito un alfa que me mantenga, solo quiero alguien que me ame – sollozaba.

Jungkook lo miró fijamente, se sentía casi de la misma manera, ¿cuántos años había estado con Namjoon, para que de un día para otro le dijera que había otra persona en su vida y simplemente todo acabara? Después de esa ruptura, su vida había sido un desastre, había intentado salir con tantas personas, pero nadie llenaba el vacío en él. Estuvo con tantos omegas en noches donde se alcoholizó por tristeza.

Hubo omegas que intentaron estafarlo, diciendo que estaban esperando un hijo de él, solo para asegurar su futuro, había pagado una fortuna para hacer pruebas de ADN intrauterina a todos esos omegas que decían estar embarazados. Muchos de ellos ni siquiera estaban preñados como decían y otros huían al saber que vendría una demanda por acoso si resultaba que no estaban preñados. Los que, si estaban preñados, no estaban esperando un hijo de él y solo se querían aprovechar de su estatus social.

Finalmente, cuando intentó encontrar parejas estables, resultó que ninguno de los omegas que le gustaron se sentía atraído por él, y aquí está, con el corazón apretado.

-Te entiendo muy bien – puso una mano sobre su hombro y sonrió cálido para él. – ¿Tienes donde ir hoy? ¿O piensas quedarte a la intemperie? ¿Necesitas que te acerque a tu casa? A esta hora es muy peligroso que un omega ande solo-

-... La verdad, es que no tengo donde ir -sus mejillas se tornaron rojas- siento mucha vergüenza de volver a la casa de mis padres, no quiero ocasionarles problemas, que me vean triste y rechazado otra vez -suspiró pesado – he estado quedándome en una hostal este par de días, se supone que un amigo me recibiría hoy, pero me llamó hace poco para decirme que no podría quedarme en su con él, porque hoy volvía su alfa de un viaje de negocios... Ya sabe, no quiero interrumpir en su romance, sería incomodo. Mis cosas están en su casa, pero yo... No puedo pasar por ellas-

Jungkook lo miraba atento -... Puedes quedarte en mi casa, es muy grande, tiene habitaciones de sobra-

- ¿¡Qué!? No, yo no podría- se alteró, al pensar en

-¿Y que piensas hacer? ¿Morir congelado en la calle? -

-Bueno yo... La verdad es que... - el chico miró hacia todas partes, sin saber que decir, y solo bajó la cabeza, se sentía tímido, no conocía bien a este chico, a pesar que fuese hermano de Seokjin, no se conocían bien.

-No te preocupes, puedes confiar en mí, ven, mi auto esta cerca- lo tomó del brazo y lo guio.

-Mu... Muchas gracias hyung, y lo siento, no quiero incomodarte-

-No incomodas, es más, me estas ayudando mucho con mantener mi mente ocupada en otras cosas mas que en un rechazo que acabo de pasar-

-¿¡Lo rechazaron recién!?-

-No... Es decir, de forma indirecta, acabo de ver a la persona que me interesaba, con alguien que fue muy importante para mí-

-Oooh~, lo siento mucho, hyung, eso debió ser doloroso –

-Lo fue- suspiró y sin notarlo, una lagrima cayó por su mejilla, quedó petrificado, se supone que estaba ayudando al chico, que esto no dolía, debía ser más fuerte que esto, debía...

-Hyung, ¿estas bien? –

-No es nada, solo...- sus ojos se cristalizaron y su corazón se apretó. Intentó hablar, mas nada salió, su voz se congeló atrás de su garganta. Dando paso a que sus lagrimas hablaran por él. Se sentía ahogado, bajó la cabeza y sonrió, tratando de ocultarse entre sus hombros. Era un alfa patético, no servía ni siquiera para consolar a un omega que estaba triste.

Pronto fue absorbido por un abrazo suave y cálido, ni siquiera sabía porqué se dejaba consolar por ese chico, no eran cercanos, a lo mas hablaban una vez cuando él iba al café para que tomara su pedido.

Sus lágrimas se derramaron en el hombro del omega, no sentía rechazo hacia él, no sentía que lo estuviesen utilizando o que quisiera conseguir algo mas con él, al contrario, fue un gesto muy lindo de su parte el confortarlo a pesar de su tristeza.

-Lo siento – habló con una sonrisa afligida – Yo... No sé qué pasó, no se suponía que llorara -

-No se disculpe, hyung, está bien, hay que sacar la tristeza del corazón, para que no duela tanto-

Llevó al pelinegro a su casa y le asignó una habitación cercana a la suya, el omega estaba cohibido con lo grande que era el lugar, esa habitación era casi del porte de la casa de sus padres.

Al otro día, el desayuno fue tenuemente incomodo, se sentía tan extraño el estar en una casa desconocida, con una persona que apenas si hablaba y sus madres, que eran nada mas y nada menos que las reconocidas empresarias Kim.

-Y cuéntanos querido, ¿cómo conociste a mi hijo? - preguntó Jennie, divertida por lo rojo que estaban ambos chicos. Jisoo también miraba con maldad la situación.

-Yo... Es que... Lo que quiero decir...-

-Mamá, Eunwoo es un amigo, no lo confundan por favor, está pasando por un mal momento, no tiene donde quedarse por estos días y se quedará aquí-

-¿Me quedaré aquí?-

-Si te sientes cómodo, claro, no hay apuros-

-...Es muy amable de su parte, hyung, pero, me queda demasiado lejos del trabajo-

-Oh... no había pensado en eso –

-No hay problema – habló la mayor de las alfas- pueden pedirle a uno de nuestros choferes que te lleve a donde trabajas-

-¿¡Qué!? No... Yo, en serio agradezco mucho su amabilidad, pero no podría-

- ¿Entonces donde piensas quedarte? ¿Vas a deambular nuevamente en la calle? -

-Quizás... Quizás mi amigo si pueda recibirme hoy-

-Te acompañaré a buscar tus pertenencias donde tu amigo y te quedaras aquí- El omega se cohibió, hundiéndose entre sus hombros. Le había caído bien a ambas mujeres y al hombre frente a él, era increíble, siempre pensó que las familias ricas tendían a ser toxicas, pero esta era una familia normal, como cualquier otra.

Se estuvo quedando una semana en aquella casa junto a los Kim, era extraño, se podría acostumbrar fácilmente a vivir ahí, y no era por los lujos, sino por el ambiente, todo era tan familiar, ya hasta se había formado una rutina el hablar todas las tardes con la señora Jennie, después del trabajo.

Cuando se despidió para volver a la casa de sus padres, la mansión de los Kim se sintió muy vacía sin él, Jungkook no tenía muchos amigos fuera del condominio, en la empresa trabajaba con gente mayor y en el postgrado, la gente era lo suficientemente competitiva, que no pudo entablar una amistad fuerte ahí. Por lo que extrañaba al chico omega dentro de casa, él era muy cálido, se nota que había crecido en un hogar lleno de amor y cariño.

Cada vez frecuentaba mas el café de omegas para hablar con Eunwoo, solía ir tarde, para llevarlo a su casa en el auto, no quería que al chico le pasara algo malo en el trayecto a su hogar y tampoco quería ver a Jimin o Taehyung por el momento.

Cuando Jimin se fue de viaje y Taehyung se desaparecía por horas en la casa de su hermano, dejando a Eunwoo a cargo del café, Jungkook solía ir a visitarlo con toda confianza.

Hasta que un día camino hacia el auto de Jungkook, se tomaron de la mano y se dieron cuenta que la comodidad que sentían estaba escalando. – Hyung, no quiero que nos confundamos, pero... Yo, siento cariño por ti, eres un gran amigo para mí y preferiría evitar malos ratos si no quieres algo serio conmigo –

-Te entiendo, también aprecio mucho tu amistad, Eunwoo. Tranquilo, yo no intentaré nada si no quieres – Dejaron todo en claro, como los adultos que eran, ninguno de los dos quería sufrir y entendían que ir lento y con honestidad, todo saldría bien.

Fue a finales de enero, cuando sin darse cuenta, en una noche que Jungkook llevó al omega a su casa, se despidieron con un beso, un pequeño beso inocente que solo pasó y dejó a ambos petrificados y confundidos, como si sus cuerpos hubiesen actuado sin su consentimiento – Lo...Lo siento, no sé por qué hice eso, yo... Quizás... Solo, ¡disculpe! - salió corriendo, el chico, del auto, para entrar rápidamente a la casa de sus padres. Jungkook se tocó los labios y tras unos minutos, sonrió.

A mediados de febrero, y con unos cuantos besitos inocentes, involuntarios, Jungkook decidió preguntar a Eunwoo si aceptaría intentar dar un pasito mas allá de su amistad, no era necesario que fuesen rápido, sino que quizás tener algunas citas para conocerse mejor.

Todo en ellos fue lento, sus toques de mano, sus caricias de cabello, sus rizas, hasta que no se dieron cuenta cuando parecían a la vista de todos sus cercanos, una linda pareja de novios.

Jungkook no podía decir que estaba enamorado, eso costaría un poco más de tiempo, quizás Eunwoo piense lo mismo, él también tuvo una relación larga antes. Sanar ambos corazones era difícil, y lo habían conversado. La confianza era lo mas importante para el omega y Jungkook se la había ganado totalmente.

Para mayo, Jungkook le pidió a Eunwoo si lo dejaba cortejarlo como correspondía, este aceptó de inmediato y pasó solo un mes para que le pidiera ser su novio oficial. Jungkook no era tonto, este tipo de relación que había conseguido era única, tenía un omega precioso frente a él, con el que podía hablar con confianza, se sentía en armonía con él, su aroma era muy compatible con el suyo, sus madres lo aprobaban, los padres del omega lo aprobaban a él, todo era muy real y se sentía en casa cuando estaba cerca de Eunwoo. Su corazón aún se estremecía cuando Namjoon estaba cerca, sin embargo, poco a poco, se tranquilizó y aceptó su destino.

No tenía un omega destinado, el chaman que había visitado le contó directamente que el lobo de su omega destinado, había muerto por alguna razón desconocida, y actualmente su lobo vagaba sin su pareja por la eternidad. Era triste, pero eso no le impedía buscar su propia felicidad, el 90% de la población con designación distinta a beta, nunca encontraba a su pareja destinada, así que no tenía por qué sentirse diferente.

Dos años después, decidió casarse con su querido omega de cabello negro, y cuando se enteró que su esposo esperaba un cachorro, esta vez tuvo la certeza y seguridad que el bebé era suyo y no era un fraude para acercarse a su familia y a su estatus social. Fue el alfa mas feliz del mundo cuando nació su pequeña hijita, la futura heredera del imperio Kim.

La felicidad no siempre llega por cosa del destino, sino que hay que salir a buscar para encontrarla, al menos esa fue la lección que le dio la madre Luna en esta vida y actualmente es capaz de apreciar con orgullo a su familia gracias a eso, por que lucho por ella.


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Comentario:   Ahora si, por fin terminamos este libro uwu espero les haya gustado. Le tenía que dar un final feliz a kookie, había sufrido toda la historia.

Besitos, y nos vemos en una futura historia. Recuerden que esta historia tendrá una precuela, estoy pensando en que tan angs será, no soy tan buena escribiendo angst... me auto prometí no volver a escribir cosas tristes, porque me hace mucho daño. Pero me atrae la idea de hacerlo igual askjdjasdlkjas  

Bueno,  espero sigan apoyandome y dandole amor a mis historias. Se les quiere. 


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