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Se que en cuanto lleguemos a la casa y Harper vea que si o si tendrá que dormir conmigo va a discutir hasta que le dé la razón —cosa que no pasará—, nuestra casa cuenta con cuatro dormitorios, pero tres de ellos no tienen cama y todo porque hice que las sacaran y dejaran esas habitación vacías, así no tendrá pretexto de querer dormir en alguna otra habitación que no sea la nuestra.

Viaje con ellos en su jet privado porque no quería viajar nuevamente en vuelo comercial y porque Lucas y Liam aceptaron que yo viajara con ellos, pues ahora soy de la familia.

Ahora mismo vamos solo Harper y yo de camino a la casa que compré pensando en ella, donde se supone ya debíamos estar viviendo y criando a nuestros hijos, pero todo se retrasó siete años.

— ¿No estás feliz? —le pregunto a Harper mientras el auto avanza.

Se que no lo está —aunque no odia del todo nuestro matrimonio, pues cuando dijo sí no parecía tan disgustada—, el problema es que apresure las cosas para ella y debía ser así, porque de lo contrario seguiríamos perdiendo años.

— Estoy maravillosamente feliz, ¿no lo ves? Estoy ansiosa por llegar a nuestra casa y disfrutar nuestro año de casados —el sarcasmo es evidente en sus palabras.

— No nos vamos a separar nunca —aseguro.

Sus hermanos nos dieron un año para estar juntos y ver si esto realmente funciona, pero no voy a dejar ir a Harper, no nuevamente. Ahora que la tengo voy a luchar mucho más por ella y demostrarle que ella es lo más importante en mi vida.

— Estoy ansiosa para que pase este año.

— Yo también, tesoro, disfrutaré al máximo los próximos 365 días.

— Corrección, te quedan 364 días.

— Para demostrarte que nuestro amor está intacto y que no hay nada más importante en mi vida que tú.

— Jackson, ¿Por qué esperar siete años?

— Porque tú me evadiste todo ese tiempo —confieso, siempre intente contactarme con ella, pero siempre que lo hacía se alejaba de mí, las pocas veces que logré acercarme terminaron en discusión—. Ahora tuve una oportunidad y no la iba a desaprovechar.

— Estás equivocado, lo nuestro acabó hace siete años, esto solo nos va a lastimar —murmura estas últimas palabras.

— Tesoro, nunca podría lastimarte.

Cuando el auto se detiene y salimos me quedo observando el rostro de Harper mientras ella ve nuestra casa. Todo está diseñado con una arquitectura contemporánea. La casa tiene dos plantas, en el primero se encuentra la cocina, el gimnasio, una sala de estar, una sala de descanso, una sala de entretenimiento, un baño, una habitación de servicios y la piscina. En la segunda planta se encuentran las tres habitaciones, una pequeña biblioteca y dos oficinas para Harper y yo.

— Sabía que esto te iba a gustar —menciono cuando entramos a la casa. Sonríe aunque está evitando hacerlo y sus ojos se iluminan.

— No me sorprende, yo puedo comprarme algo igual e incluso mejor.

— Claro que puedes, pero esto lo compré pensando en ambos —digo—. ¿Recuerdas cómo imaginábamos conseguir algo como esto y hacerlo completamente nuestro?

— Han pasado años desde ese entonces, no recuerdo nada.

— Mentirosa, sé que recuerdas todo de la misma manera en que yo lo hago.

— ¿Cuál será mi habitación? —pregunta cuando llegamos a la segunda planta.

— No dormiremos separados —aclaro—. Tus cosas fueron organizadas en nuestra habitación.

— No voy a dormir contigo —protesta al instante.

— En las vegas no tuviste ningún problema en dormir conmigo.

— Estaba ebria.

— Y mencionaste mi nombre toda la noche, también despertaste manoseando mi cuerpo —le recuerdo—. Por cierto, extrañaba tus manos en mi cuerpo.

— Voy a dormir en cualquier otra habitación.

— No hay camas en ninguna otra habitación.

— Entonces dormiré en un sofá hasta que compre una cama.

— Por un día que durmamos separados agregaré un día más al año que tus hermanos nos dieron.

— No puedes hacer eso —entrelaza sus manos a la altura de sus pechos y no puedo evitar llevar mis ojos a ellos.

— Claro que puedo, recuerda, un año entero junto a mí.

— Maldito idiota, es mejor que te cuides la espalda.

— Lo haré —la veo caminar hacia la habitación equivocada y sonrió, será un largo año, pero estoy seguro que podremos arreglar esto—, es la otra habitación.

La veo entrar a la habitación y decido ir a otra de las habitaciones para poder hablar con mi madre. La he estado ignorando desde que la noticia salió, imagino que está totalmente emocionada y queriendo ver a Harper en este momento, ya que mi madre la adora.

— Madre, espero te encuentres bien —digo en cuanto atiende mi llamada.

— Estás loco, estoy más que bien. No puedo creer que la chica se haya casado contigo.

Me río sonoramente al escucharla.

— Yo estoy bien madre, el viaje fue un éxito y logramos invertir en aquella empresa, también me casé con la mujer que he amado toda mi vida.

— Sé que estás bien, si no lo estuvieras, no estarías hablando conmigo —dice en tono sarcástico—. Lo de aquella empresa realmente no me importa, podríamos dejar de invertir en todas las empresas y nunca quebraremos. Lo único que me interesa es que te casaste con mi Harper.

— Es mía mamá, Harper es solo mía —aclaro.

— Que egoísta. Quiero que vengan mañana, prepararé una cena para darle nuevamente la bienvenida a nuestra familia.

No creo que Harper acepte ir a casa de mis padres. Ella siguió en contacto con mi madre, pero no se hablaban tan a menudo.

— Estaremos ocupados, así que no creo que podamos ir —digo, no quiero llevarla a casa de mis padres y que me haga una escena frente a mis padres revelando que este matrimonio es un error para ella.

En un segundo mi teléfono es arrebatado y me giro cuando Harper le responde a mi madre.

— Señora Emily, claro que estaremos allí —no puedo oír lo que mi madre le responde—. Estoy ansiosa de contarle como ocurrió este matrimonio.

Harper me mira mientras mi madre le responde y yo niego. Ni loco dejo que ella le revele todo a mis padres.

— No importa que sea la cena, sabe que amo todo lo que usted cocina. Sí, me despediré por usted.

Finaliza la llamada y deja caer mi teléfono al piso como si fuera cualquier objeto.

— Lo siento, creo que te tocará comprar otro teléfono —dice luego de pisar la pantalla con la punta de su tacón.

— Puedo comprarme la empresa si así lo desea.

— Suerte con eso —camina hacia la puerta, pero se detiene antes de salir—. Espero que respetes los límites que voy a trazar contigo.

— No tengo problema con eso.

— No quiero que me toques, Jackson, es más, no quiero que aparezcas en los lugares que yo estaré.

— Eso es imposible tesoro, estamos en la misma cadena de trabajo, así que siempre iré donde tú estés y esta vez no podrás huir o evitarme, soy tu esposo.

— En un maldito papel, del resto no eres nada para mí.

Sale de la habitación y niego. Sus palabras están llenas de veneno y duelen como la mierda, pero tengo todo un año para recuperarla, para hacerle saber que la amo aún más de lo que la amaba hace siete años

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Harper no mintió cuando dijo que trazaría límites entre nosotros y empezó con nuestra cama, aunque de nada le sirvió, ya que despertó con su cuerpo pegado al mío y sus manos acariciando mi torso.

Me gritó e insinuó que yo me moví a su lado, pero fue todo lo contrario, pareciera que en medio de la noche ella corrió las almohadas y se unió a mí. Desperté primero que ella y me quedé observándola mientras dormía, recordando los años en los que estábamos juntos y yo hacía lo mismo hasta que ella despertaba con una sonrisa en sus labios, pero esta vez fue todo lo contrario.

De: [email protected]

Para: [email protected]

Señora Brown.

Me lamenté profundamente cuando intenté enviarle un correo a mi esposa y descubrí que aún no ha cambiado su apellido de soltera.

¿Le resulta repugnante llevar mi apellido? Si ese es el caso, puedo cambiar el mío, así podrías gritarle al mundo entero que soy tuyo.

Pd. Le recuerdo que esta noche tenemos una cita en casa de mis padres, así que pasaré por ti a las 6pm.

Jackson Brown ceo de Hardware Signals y un esposo locamente enamorado.

De: [email protected]

Para: [email protected]

Señor Brown.

Lamento informarle que nunca estaré orgullosa de llevar el apellido de un hombre que antepone sus negocios por encima de la mujer que dice amar.

No está obligado a cambiarse su apellido, ya que este matrimonio tiene fecha de finalización y por lo que sé, un año pasa volando.

Pd. Puedo llegar sola, traje mi auto.

Pd2. Recuerde que siempre odie las mentiras y aun lo hago.

Harper Blanche directora de relaciones públicas de HS.

Creí que iba a ignorar mi correo, pero no lo hizo. Decido responderle de inmediato y así aprovechar que está libre.

De: [email protected]

Para: [email protected]

Señora Brown.

Nunca te mentiría, tesoro. Voy a pasar por ti, puedes dejar tu auto en la empresa, así mañana puedo acompañarte hasta allí y mostrarles a tus empleados que ya no estás disponible.

Jackson Brown ceo de Hardware Signals y un esposo locamente enamorado.

De: [email protected]

Para: [email protected]

Señor Brown.

No soy un puto animal.

Pd. Vete a la mierda.

Harper Blanche directora de relaciones públicas de HS.

De: [email protected]

Para: [email protected]

Señora Brown.

Yo también te amo tesoro.

Jackson Brown ceo de Hardware Signals y un esposo locamente enamorado.

Le sonrió a mi computador como un imbécil mientras envió el correo y espero pacientemente su respuesta, la cual nunca llegó.

El resto del día me sumerjo en el trabajo aunque no dejo de pensar ni un segundo en Harper.

Cuando es el tiempo de salir le envió un mensaje recordándole que pasare por ella. Al llegar al edificio donde se encuentra la compañía Urban Cars, vislumbro a mi mujer y sonrió antes de salir del auto.

Hoy se puso un vestido rojo y dejó sus rizos sueltos. Cada vez que la veo siento que su belleza ha incrementado al igual que mi enamoramiento, juro que pueden pasar mil años y siempre tendré la misma reacción ante ella.

Cuando ella decidió cortar nuestra relación sentí que iba a morir, tenía planes para nosotros y todos se fueron a la mierda por culpa de malos entendidos, aunque también sé que quien ocasionó todo esto fue el maldito de Ethan.

Camino hasta donde se encuentra Harper hablando con su secretaria, rodeo su cintura con mi brazo derecho y dejo un casto beso en su mejilla.

— Tesoro —sus ojos se abren como plato y la sorpresa junto con el anhelo se evidencian en ellos— Kelly, espero se encuentre bien.

— Sí, lo estoy —dice está hundiendo sus hombros.

— ¿Estas lista? —le pregunto a mi mujer.

— Llevo media hora esperando —pone los ojos en blanco y sonrió. Estoy justo a tiempo e incluso con minutos de anticipación.

— Nos veremos mañana —se despide Kelly—. Que disfruten la noche.

— Así será, gracias.

Harper camina hacia mi auto y se sube sin esperar a que le abriera la puerta. Conducir hasta la casa de mis padres me toma una hora, el tráfico de la ciudad a esta hora es horrible y mis padres viven muy lejos del centro donde se encuentran nuestras empresas.

Cuando me estaciono afuera de la casa de mis padres, Harper salta del auto y entra a la casa sin esperar a que yo vaya junto a ella.

— Apuesto a que hiciste un macabro plan para que Harper aceptara casarse contigo —menciona mi hermano cuando entro a la casa.

— Tengo videos donde ella le insiste a Elvis que se apresure en casarnos —confieso.

Esa noche sus hermanos tomaron evidencia de todo y agradezco enormemente eso, ya que esto ayudó para que pudiéramos filtrar la noticia a los medios, ella se viera al día siguiente y tener recuerdos para mostrarla a nuestros futuros hijos.

— Quiero ver eso.

— Henry, ¿no confías en tu hermano mayor?

— Se las mañanas que tienes, así que no, no confió en mi hermano mayor.

Niego. Camino hasta la sala donde Harper ha iniciado una conversación con mi madre.

— Veo que se han puesto cómodas sin mi presencia.

— Realmente no la necesitamos, pero agradezco que al fin te hayas reconciliado con Harper, tenía muchas ganas de encontrarme con ella.

— Pero se ven una vez a la semana —le recuerdo, aunque Harper y yo hayamos terminado, mi madre siempre busco la manera para verla.

— Quería tenerla aquí, pero estaba decidida a no venir porque no quería encontrarse contigo —dice.

— ¿Eres mi madre o mi enemiga? —pregunto.

— Soy tu madre, pero sabes mis sentimientos por Harper.

— Siempre serás como una madre para mí —confiesa mi esposa.

Mi madre sujeta las manos de Harper y las aprieta para reconfortarla. Los padres de mi mujer murieron cuando ella aún era pequeña, así que le tocó crecer sin la figura materna.

— Y yo estoy muy feliz y agradecida de que me veas así, siempre quise tener una niña y más como tú.

Me alejo de ellas dándoles el espacio que necesitan para hablar y me dirijo a la oficina de mi padre. Necesito hablar con él sobre la empresa y agradezco de qué estamos aquí.

— Hijo —mi padre se pone de pie cuando entro a su despacho, sabía que lo encontraría aquí.

— Padre —camino hacia la silla que hay al frente de su escritorio—. Quería hablar contigo sobre la empresa y voy a aprovechar que ya estoy aquí.

— Lo vi venir, desde que leí la noticia de tu matrimonio con Harper, supe que ya no seguirías a cargo de la empresa.

No me está entendiendo.

— No te estoy diciendo que dejare el liderazgo de la empresa, pero ahora mi tiempo se lo debo completamente a mi mujer, si quiero reconquistar su corazón, debo estar ahí para ella.

— ¿Seguirás a cargo de ambas empresas?

— Lo voy a hacer, pero mis responsabilidades las disminuiré —aclaro—. También empezaré a instruir a Henry, sé que trabajaremos muy bien.

Mi hermano es menor por seis años, pero ya está en la edad para hacerse cargo de la empresa, esto nos pertenece a ambos y tenemos que luchar juntos para mantenerla a flote, tal como lo he hecho los últimos siete años.

— ¿Henry quiere?

— No es si quiere, debe empezar a ocuparse de sus responsabilidades.

— Hace casi siete años dejé la empresa en tus manos y ha sido más exitosa de lo que imaginé, así que no me opondré a tus decisiones.

— Entonces citaré a mi hermano esta semana a una reunión con todos los socios.

Otorgándole responsabilidades a mi hermano, yo no estaría tan lleno con ambas empresas, así que tendré mucho más tiempo para disfrutar junto a Harper y poder arreglar nuestra relación.

Cuando regresé junto a mi padre a la sala ya todos se encontraban en el comedor. La cena transcurrió en paz y Harper no mencionó nada sobre nuestra caótica e improvisada boda, fue muy respetuosa con toda mi familia y conmigo.

Me sonrió, no como yo quisiera, pero no estuvo tan tensa como los últimos días.