🐺 FINAL 🐺
Enero de 1625.
Unos somos como el agua y otros como el calor, pero tarde o temprano, todos nos iremos, porque no nos quedamos para siempre en el mundo.
La noche era tan perfecta, la luna brillaba tan hermosamente como nunca en el reino, dando un reflejo especial al lago que alumbraba como una lámpara, toda la gente que viera, sabía que algo sucedía bajo el agua.
El reino era un frío horrible a pesar de ser una hermosura, Jungkook podía sentir, como Taehyung se desvanecía poco a poco, y sus ojos perdían el brillo especial.
—Jeon Jungkook te prometo que te esperaré en la próxima vida — ambos se encontraban en el balcón — y te prometo que nunca te olvidaré, mi mente si lo hará pero mi corazón y alma jamás — levantó su mano y mostró su dedo meñique.
Jungkook imitó su acción — Kim Taehyung te prometo que nunca te olvidaré donde sea que esté, aunque nuestros mentes si lo hagan nuestros corazones y almas jamás— entrelazó su dedo con el de su Omega.
Se miraron con una gran sonrisa.
—Solo hay que confiar en que Dios volverá hacer que tú y yo seamos felices por mucho tiempo y para siempre — dijo sin despejar un ojo de su Alfa — te amo Jungkook y te amaré por siempre.
—Te amo Taehyung, mi amor por ti es por siempre y para siempre, prometo que te esperaré y nuestra vida continuará, porque aquí no acaba lo nuestro — sus dedos se dieron un fuerte agarre — promesa de Jungkook a Taehyung.
—Lo nuestro a penas empieza Jungkook, porque nuestro amor es eterno — con una mano acarició su mejilla y sonrió — promesa de Taehyung a Jungkook.
Unieron sus labios sin soltar sus dedos entrelazados, sellando un nuevo pacto de amor, porque prometer algo era muy sagrado.
Una promesa se volvía a realizar, indicando que esa pareja jamás sería olvidada ni rota, la misma promesa que se hicieron hace más de dos años, y volvieron a estar juntos nuevamente.
Y esta promesa indicaba lo mismo, porque “una promesa es una promesa” que nunca debía ser rota, más bien ser realizada.
—Quiero estar en tus brazos hasta la media noche — pidió con tanto anhelo, queriendo estar aunque sea por última vez con su Alfa.
—Como tú quieras — Jungkook lo llevó a la cama sin dejar de besar sus labios carnosos, introduciendo su lengua, para explorar la boca de su Omega, cuando su rodilla chocó con el borde de la cama lo dejó con delicadeza posicionándose sobre él — disfrutemos del amor.
Se miraron con tanto amor y dolor al mismo tiempo, pero quisieron dejar lo otro, para disfrutar del momento. Jungkook empezó besando su cuello acariciando su cuerpo con tanta delicadeza, solo quería demostrar todo su amor a su chico de otro mundo.
—Lo siento — se disculpó el Omega de la nada, tenía sus manos en el cabello del Alfa, quien dejó pasar su disculpa y continuó en hacerlo sentir bien, y olvidar de todo lo que le lastimaba en ese momento.
—Estoy dispuesto a todo por ti, mi amor, mi hermoso chico de dos mundos — mordió su labio inferior, besándolo con tanta pasión, apretando sus caderas con tanta delicadeza.
El Omega se sentía muy bien ante las caricias y besos de su Alfa, Jungkook era el único que podía hacerlo sentir maravillas en su cuerpo y mariposas en su estómago.
Entre besos y caricias empezaron a quitarse sus ropas, y así ambos quedando en total desnudez, se miraron con gran amor y sonrieron olvidándose de todo.
Jungkook con una mano acarició la mejilla y labio de su Omega sonriente, en ese momento el brillo de sus ojos volvía a aparecer, deslumbrado toda su belleza, el Alfa se sentía el más feliz en ese momento, por tener ahí junto a él, a ese chico que no tenía porque sufrir las cosas de la vida.
Se dedicó a mirar su hermoso cuerpo, era muy en forma, tenía sus finas curvas, que encajaban perfectamente en sus manos, y la pose en cómo se encontraba frente suyo, era tan tierno y a la vez muy erótico. Taehyung tenía sus piernas juntas, una doblada y el otro recto, y sus labios se mordía un poco.
—Está imagen voy a grabarme para siempre en mi cabeza — muy sonriente tomó sus piernas y acarició, se inclinó para hacer un recorrido de besos en ambos, hasta llegar a su vientre, sin dejar de mover sus manos por todo su cuerpo, besó su vientre y también la cicatriz de su operación.
El Omega solo disfrutaba de cada toque, con sus ojos cerrados y la boca entreabierta, y sus manos en la espalda de Jungkook, también acariciando con tanta delicadeza y raras veces apretando un poco fuerte por los espasmos que sufría su cuerpo con las marcas que Jungkook dejaba en su piel.
Después de un rato de muchas caricias y besos apasionados, Jungkook tomó las piernas de su Omega y los abrió con tanta sensualidad, para empezar a entrar con lentitud.
—Ahm — el Omega abrió la boca de puro placer y luego se mordió su labio, mientras Jungkook seguía adentrándose hasta entrar por completo y sentir la aprensión fuerte de las paredes contrarias.
Jungkook cerró los ojos por un momento, y empezó a moverse despacio, para complacer a su Omega buscando el placer de ambos, se inclinó para besar sus labios y callar sus bajos gemidos, que salían de su boca, deleitando su oído.
—Eres mío para siempre Taehyung.. — dijo en sus labios — eres mi único amor, y no hay cura para esto que siento por ti..ah~ — dio una estocada fuerte tocando el punto dulce de su Omega.
—Ah~Jungkook..~ soy tuyo por siempre — lágrimas de placer salían de sus ojos, cayendo por su delicado rostro — nuestro amor se llama temporada de la lluvia en esta vida~ — quedó sobre su Alfa.
Empezó a moverse con rapidez, mientras besaba el cuello de su Alfa, dejando sus marcas, sus besos subían por su barbilla hasta llegar a sus labios, sus manos se encontraban muy bien errollados en su cabello, dando un fuerte agarre.
—Eres el amanecer de mi mañana~ — dijo besando su marca y después descender sus besos, por sus hombro, hasta llegar a su pezón derecho y lamer dejándolo mojado, disfrutaba ese instante como nunca lo había hecho.
Bastaron unos cuantos movimientos de su Omega, para que ambos pudieran llegar al final de su placer. El nudo del Alfa empezó a formarse, y no dudó en renovar su marca, mordiendo con tanto cariño, volteó a su Omega, para que se sintiera cómodo, lamió las gotas de sangre, dejando una marca bien rojiza, que lucía perfecto junto con el portador.
Elevó un poco la cabeza, para encontrarse con la sonrisa deslumbrante de su Omega, no dudó en devolverle una igual, Taehyung levantó sus mano y puso una en la nuca contraría y el otro en su mejilla.
Se quedó mirando a Jungkook, relamiendo sus labios, sin dejar de sonreír — aguanta un poco — atrajo su cabeza y chocó sus labios, empezando un beso de puro amor.
—Mi chico precioso con carácter de Alfa — dejó su cabeza en el hueco de su cuello, disfrutando de su delicioso aroma — eres mi vida, y sin ti no puedo aguantar ni un poco, sabiendo que ya no existes — rió un poco.
—Mi rey, yo tambien no aguantaría un día sin ti, sabiendo que ya no existe en ningún lugar — rió por las cosquillas en su cuello y corrientes eléctricas proporcionadas por todo su cuerpo a través del beso de Jungkook en su lóbulo de oreja.
—Descansa chico no gay — dijo en broma, ya había entendido perfectamente, porque su Omega lo explicó y quiso que se acordará de los días en el que le decía gay pervertido.
—Descansaré, rey temible, pero dominado por su Omega de pueblo — suspiró muy alegre y cerró los ojos para dormir un rato, hasta la media noche.
Jungkook se acomodó, y lo abrazó muy bien, para dejar un último beso en su nuca y cerrar los ojos, para esperar lo que les esperaba.
Solo eran ellos durmiendo sin importar a nada, bastaba con estar cerca en las buenas y las malas, al final estaban juntos, y siempre estarían así.
Jungkook se había despertado por las emociones de Taehyung, ya faltaban pocos minutos para media noche, el Alfa se levantó para vestirse y buscar a su Omega, que ya no se encontraba a su lado.
Salió corriendo hacia fuera e ir al lago, sabía claramente que Taehyung se encontraba en ese lugar. No tardó mucho tiempo en aparecer por el mirador del lago, se quedó parado a lo lejos, viendo a su Omega mirar el lago brillante.
Su reflejo llegaba hasta su cara.
Caminó con lentitud, sintiendo el dolor de su Omega en lo más profundo de su alma, miró al cielo y la luna seguía brillando. Cada paso que daba sentía su ser muy débil, como si dudará en acercarse a Taehyung.
—No tengas miedo de venir — dijo Taehyung y le sonrió para darle valor — mira el lago es muy hermoso de cerca — se echó en el pasto verde boca abajo, para llevar sus manos y tocar el agua muy cristalino.
Jungkook corrió al ver a su Omega tocar el agua, se fijó en la mano de Taehyung y notó que también brillaba como una joya por la rayos solares.
—Es hermoso — dijo Taehyung sin dejar de sonreír — me siento muy feliz, de tan solo tocarlo Kookie, siempre he dicho que el agua es mi verdadera felicidad, sabes porque — sacó su mano y se volteó a su Alfa.
—¿porqué? — preguntó bajó.
—Porque me llevó al verdadero amor, a ti, así como también a la muerte, pero más que nada me ha hecho muy feliz y está vez hará muy bien su trabajo, eso es definir mi verdadera vida y mundo, solo uno — explicó para volver a poner ambas manos y jugar como un niño.
Jungkook se puso de la misma forma que Taehyung y llevó sus manos al agua, pero las suyas no brillaban como de su Omega, por debajo del agua acercó una mano hasta tocar la mano brillante de Taehyung apagando su esplendor.
Ambos se miraron muy sorprendidos, pero luego sonrieron, jugando con el agua.
—Y si yo te tomo en mis brazos cuando entras al lago — Taehyung lo miró y se puso a pensar, pero luego negó.
—Si tú me tienes no podré ir y el agua quiere que yo vaya, pero mientras tú me agarres no podré hacerlo — explicó.
Jungkook no podía ir nunca más al mundo de Taehyung, porque solo el Omega tenía formas de ir y regresar, pero esta vez el tampoco no tendría otro retorno si se iba.
Por supuesto que Jungkook fue para traerlo de regreso, eso era porque su Omega estaba en ese lugar, con su lobo, llevando su marca, solo por eso, pero esta vez no podría hacerlo, porque Taehyung se volvería un humano normal y ya nada los uniría, ni el anillo.
Cuando Taehyung ponía más de sus brazos al agua, ese pequeño espacio apagaba su brillo, porque solo estaba esperando su cuerpo fundirse bajo sus profundidades, para ser un lago normal.
Decidieron sacar sus manos del agua y ponerse de pie.
—Taehyung, sé que está noche no es para siempre — se acercó para tomar sus manos y luego entrelazarlos — pero al menos estamos juntos.
—No mires atrás, aquellos días terminaron, solo sígueme a donde yo vaya — dijo sin ponerse triste, luego acercó su boca a los del Alfa y dejó un tierno y dulce beso.
—Solo le pido al destino que nos sorprenda, ahora o cuando quiera — tomó la cintura de su esposo y unió sus labios, empezando un beso de puro amor que duró unos minutos, en el que solo disfrutaban ese momento, olvidando todo, solo ellos sintiendo sus labios moverse al ritmo de sus caricias en sus cuerpos.
Al separarse Jungkook suspiró y buscó una orilla muy bonita, y luego se sentó, para llamar a su Omega y hacer que se sentará en su regazo.
Taehyung se acomodó muy bien en sus piernas, pasando una mano por su nuca y el otro entrelazarlos con los de Jungkook, miró su manos, se veía tan perfecto entre los dedos de su único amor.
—Me jodí tanto, que la muerte se adueñó de mi — dijo sintiendo sus ojos aguarse.
Jungkook tomó su cara con una mano — la muerte es el mejor aliado de la vida, ambos se poner de acuerdo, para traernos y luego llevarnos — acarició su mentón.
—Esperamos este momento desde que nos conocimos sin saber que fuera de esta forma — sus lágrimas salieron cayendo como una cascada de sus ojos.
—No me gusta verte de esta forma, antes por mi culpa llorabas así, pero no soportaba verte, por eso me iba sin importar el dolor que sintieras — también lloró de igual forma que Taehyung.
—No lloro porque me voy a morir, si no, porque nunca fuimos realmente felices, siempre hubo un obstáculo entre nosotros y eso pudo más que nuestro amor — dijo sin dejar de llorar — fuimos vencidos en la vida.
—Nunca te hice feliz realmente — miró a otro lugar para no ver más a su Omega, porque siempre se consideraría el único causante en lo ocurrido en la vida de Taehyung.
—Claro que me haces feliz hasta ahora, solo que no alcanzamos una pequeña felicidad, me falta alcanzar un pedazo de paz, para ser muy feliz en la vida, pero tú si me ofreciste toda la felicidad desde que dejaste tu orgullo a un lado — hizo que otra vez volviera mirarlo.
—Soy el causante en tu sufrimiento de siempre — tocó el pecho de Taehyung — tu corazón y alma me pertenecen, pero yo no pude cuidarlos.
—No eres el causante de nada, nosotros solo somos víctimas de la vida — acarició su cabello con ternura — mi amor verdadero.
Un viento horrible traspasó el cuerpo de ambos y Taehyung se acurrucó en el cuerpo de su Alfa, quien miró al cielo para ver cómo la luna perdía su luz, siendo cubierta poco a poco con las nubes grises.
Solo faltaban unos minutos, para que la luna cambiará su ubicación al medio de ambas parejas y así dar a entender que era media noche y acabar con el sufrimiento de ambos.
Jungkook también nunca ha sido plenamente feliz, pero por Taehyung tenía que mantenerse firme hasta el final, aparentando ser fuerte cuando en realidad estaba igual o más roto que su propio Omega.
—Recuérdame como la primera vez— dijo el Alfa — con tu corazón y alma, nunca me olvides.
—Lo haré — respondió alejando su rostro — porque hasta en los últimos días estuve en tus brazos, y tu olor siempre se quedará impregnado en mi cuerpo.
Jungkook sonrió, mirando el rostro de su Omega que se volvía pálida poco a poco, sus ojos se apagaban, perdiendo el brillo especial de hace cuatro años, cuando la única vez que lo vio muy feliz, en la casa de sus padres.
Hasta consideraría ese día como la última felicidad de Taehyung.
—Cuando estoy entre tus brazos no me importa nada, porque tú eres mi lugar seguro, mi rey alfa de otro mundo.
—Nuestro amor es único y doloroso, y si tan solo no hubiera cometido errores no estarías aquí — se rió ante lo raro que sonó — pero nadie puede volver el tiempo al pasado.
—No tienes porque arrepentirte Kookie, conocí lo que es amar a alguien sin importar el género y descubrí lo hermoso que es ser amado por otro hombre, a pesar de ser otro chico — sonrió soltando un fuerte suspiro.
—Si tan solo todo estuviera en tus manos, te diría no te vayas esta noche, quédate por un tiempo más… Pero no es así.
—Siempre supimos nuestro destino y yo lo acepto, porque no se puede hacer nada — miró al cielo y cayó en cuenta de que el lugar se había vuelto oscuro y solo podía ver a Jungkook claramente por el reflejo del lago.
—Fuimos fuertes hasta el final, me gusta estar hasta este momento contigo, porque estamos juntos — miró sus ojos apagados.
—No me preocupa morir, porque la causa eres tú, y eso me pone feliz, eres tú y nadie más, solo tú Jungkook — podía hacerlo entender por su lazo a su Alfa lo alegre que podía estar con eso.
—Vivimos la vida como si fuera una oportunidad — ya no quería mirar a nadie más que no fuera Taehyung y solo se concentró en contemplar toda su belleza.
—Estoy muy débil Jungkook, me debilito con el pasar de los segundos — solo quería mirar los ojos de su Alfa, para grabarlo en su mente.
Se quedaron abrazados por un rato, felices con estar juntos, por no estar separados, eran solo unas personas que se amaban pero su amor no fue capaz de vencer lo obstáculos de la vida.
La luna claramente se había puesto al centro de ambos indicando la media noche.
Ambos se miraron y a pesar de todo lo que se venía la sonrisa en sus rostros no desapareció, para que unieran sus labios, en un profundo beso, las emociones de siempre seguía en el interior de ambos.
Taehyung se agarró con fuerza del cuello contrario, mientras que su otra mano, se agarraba de igual forma, de la mano de su Alfa, volvió a entrelazar su dedos meñique.
—Te diría adiós, pero el adiós destruye la esperanza de volver a encontrarnos — aún sonreía, para su Alfa, a pesar de estar muriendo.
—El adiós no existe para nosotros — respondió, aguantando las ganas de caerse ahí mismo ante su lazo que estaba debilitándose junto a su Omega.
No apartaron sus miradas ni por un segundo, porque lo único que tendrían a partir de esa noche sería, sus ojos mirarse con tanto dolor, pero al mismo tiempo amor.
—Te amo Jungkook.. — sus ojos brillaron en un azul intenso, y luego apagarse dando a entender, que su lobo estaba desapareciendo para dejar solo al humano — te amo..
Taehyung solo estaba esperando una cosa, para cerrar los ojos.
Ya había pasado la media noche y Taehyung no pudo regresar a su mundo, entonces eso indicaba solo una cosa.
—Te amo Taehyung.. mi chico sumaq — dijo Jungkook.
En ese momento el chico cerró los ojos, para al fin sentir una paz recorrer su cuerpo y obtener esa pequeña felicidad que le faltaba.
Taehyung al fin había logrado ser feliz, solo dejando esa vida extraña que llevó desde su existencia.
El chico de otro mundo murió amando a su chico de otro mundo.
El rey Jeon Jungkook, sintió la mano de su chico caer por sus hombros y la otra también soltar las suyas — Taehyung me escuchas — sintió su lazo doler tan fuerte, que no lo dejó respirar bien.
Jungkook supo que Taehyung ya estaba muerto y sintió sus ojos aguarse, y lloró en silencio, mientras el dolor de haber perdido a su Omega, también lo estaba matando, nunca había sentido tanto dolor como ese mismo instante.
Se quedó abrazando al Omega, mientras lloraba, el aroma en su cuerpo ya no estaba, Taehyung era un chico común y corriente, pero para Jungkook seguía siendo especial.
Las nubes que cubrían la luna se alejaron, al igual que el lago dejó de brillar volviéndose uno normal, como siempre estuvo desde su existencia.
La pareja se quedó a la orilla del lago, Jungkook también amó a Taehyung hasta su último respiro en ese mundo.
La pareja de dos chicos de dos mundos, que no pudieron ser felices, por cosas de la vida, pero al fin tendrían un nuevo comienzo.
“La vida es muy corta y si somos conscientes, sabremos que es una estación de invierno”
Fin.
¡¡¡Se terminó!!!
Gracias a tod@s por llegar hasta este momento de la historia, al fin terminé, me tardé mucho tiempo en actualizar algunos capítulos, pero ya culminamos.
Y no quiero que se me pongan tristes por el final, porque Taehyung al fin pudo ser feliz, porque solo muriendo iba lograr la tranquilidad que siempre le faltó, él siempre sufrió en toda la historia.
Nos falta el epílogo, así que allí se arregla todo, no gasten lágrimas, estaré publicando en poco tiempo.
Hasta pronto.
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