AMOR.
Varias semanas después.
Jack.
— Supongo que nos partimos la espalda para nada. —comenté.
— No es momento para hacer comentarios de ese tipo. —reclamó Norte.
— ¿Tanto les duele saber la verdad? —bufé apoyando mis codos en la mesa.
— En esta ocasión, el mocoso tiene razón. —interrumpió Conejo dando algunos golpes con su boomerang en la mesa.— Estuvimos día y noche trabajando en nuestras responsabilidades y en rondas, Pitch está dando pasos agigantados con esto.
— Los ataques a los niños son cada vez más fuertes, temo que llegue el momento en el que reponer sus memorias no sea suficiente. —interrumpió Tooth.
— Lo sé, pero no perdamos la esperanza, esto dentro de poco acabará, yo lo sé, lo presiento… —interrumpí.
—No creo que esta vez tu panza pueda presentirlo. —suspiré.— No hacemos maravillas, Pitch ataca a los niños, quiere una edad literalmente oscura, él está aumentando su poder tal y como lo dijo ¿Has visto cómo los paisajes que eran verdes ahora están negros? Absorbe toda la energía, sin olvidar mencionar como ahora nos debemos hacer cargo de los adultos.
— De los adultos nos encargamos después. —dijo sin importancia Norte.
— ¿Cómo que nos encargamos después? —pregunté.— Si los adultos actúan de manera agresiva o de repente Pitch los ataca con un recuerdo bastante fuerte ¿Crees que eso no afectará a los niños? —me levanté y caminé a la ventana congelando alguno que otro duende, no sin antes tomar algunas esferas que Norte ya tenía preparadas para mí.
— Aún no hemos perdido la batalla, Pitch podrá estar fuerte en estos momentos, pero pronto lo derrotaremos. —clavó su espada en la mesa.— Guardianes, somos capaces de esto y más.
— Habla por tí Norte… —dijo Conejo alejándose de la mesa— No quiero perder la esperanza, pero no quedan ánimos para seguir con esto.
— ¿Te estás retirando tan rápido de esto? — preguntó Norte.
— Nunca dije que dejaría de hacerlo. —suspiró.— Lo haré ya en contra de mi voluntad. —golpeó dos veces el suelo abriendo el agujero y desapareció dejándonos al resto solos.
— Sigamos con el mismo paso chicos. —sacó el aire Norte— Podemos salvar todo ¿Sí?
Todos asentimos cabizbajos y cada quien se retiró después de ello. Yo tomé rumbo hacia Burgess, era un día tan soleado y cálido pero con todo el estrés y hostigamiento con el que he cargado no podría ni disfrutar este día ni siquiera un día nevado. Pasé a un pequeño escondite que había diseñado con Jaime para guardar las esferas, esta vez solo llevaba dos guardadas en mi sudadera. Llegué a una leve colina en la cual me tiré quedando boca arriba.
— ¿Cansado, Jack? —escuché una voz y una sombra me tapó del sol.
— Hola, Tooth. —la miré— Supongo que puede notarse a kilómetros el cansancio ¿Qué haces aquí? ¿No tienes trabajo con los dientes?
— Mis hadas lo llevan bien, las dejé un rato. —se sentó a mi lado— vine igual a tomar un respiro.
— Eres bienvenida a tomarlo. —cubrí mi cabeza con la capucha de mi sudadera y solté un suspiro.
— ¿Cómo te sientes a todo esto? —preguntó.
— Agobiado, estresado, cansado y asustado… —me senté al igual que ella.
— ¿Por qué asustado? —se acercó más a mí.
— Tengo miedo de no poder proteger a quienes amo… —tragué saliva— No me imagino un mundo donde no estén ellos y menos que ese mundo quede destruido por un idiota ambicioso.
— Sí, en ese sentido te comprendo. —abrazó sus piernas— Igual tengo bastante miedo de todo esto.
Transcurrió un largo silencio incómodo entre nosotros dos en el rato, pensaba que pasaría si no lograba proteger a todos, temo que Pitch ataque a ambos mundos y me vea en la necesidad de elegir a quien salvo primero con el peligro de que pierda a los otros. Sentí como caía un leve peso en mi hombro, era la cabeza de Tooth apoyada en él.
— ¿Te gustaría trabajar en parejas? —me separé poco y la miré— ¿Pasa algo?
“Es claro que siente algo por tí” Repetí en mi cabeza las palabras de Elsa.
— Solo siento algo invadido mi espacio personal. —respondí— ¿Trabajar en parejas? no entiendo para qué.
— Para hacer más ameno el trabajo de las rondas, además, cuando se presente un ataque o algo dos pueden más que uno. —se inclinó poco hacía mí.
Lo siento, pero ya tengo domadora.
—Tooth, no soy de trabajar en equipo, podría, pero en esto no quiero. —hice una mueca— Esta es una ocasión que queda excluida para trabajar en conjunto.
— Jack, lo propongo por el bien de ambos, para que no tengamos una carga acumulada. —reclamó.
— Lo sé, y tienes muy buena iniciativa, pero no soy la persona indicada ¿Por qué no le dices a Conejo o a Sandman? Ellos son más interesantes y mejores que yo, y te aseguro que la pasarás mejor con ellos. —ella me tumbó en el suelo.
— Tú eres interesante, Jack. —acercó su rostro al mío y tomé un suspiro.
— Tooth, si las intenciones que tienes son las que creo… yo, lo siento. —la tomé de los hombros y la empujé suavemente para que ambos quedáramos sentados, ella tomó aire.
— Bien ¿Qué tengo que hacer? —soltó el aire que tomó.
— No tienes que hacer nada, porque solo amigos. —me levanté.
— Ni siquiera pudiste darme una oportunidad… —desvió la mirada.
— Y aunque te la hubiera dado, jamás te dejaría de ver como mi amiga. —suspiré— Estoy felíz con Elsa y con los amigos que tengo, entre ellos estás tú. —ella quedó en silencio mirando a otro lado.
— Sólo ¿Amigos? —murmuró.
— Solo amigos. —me estiré— Bien, te dejo, es hora de irme, suerte. —sin más, me alejé de donde estábamos para poder abrir el portal sin que ocurran más accidentes.
Crucé el portal llegando a Arendelle, a diferencia de mi mundo aquí apenas comenzaba el amanecer. Corrí al muelle, gran parte del reino se encontraba reunido ahí.
— ¡Jack! Llegaste —exclamó Kristoff.
— Una disculpa por la demora ¿Están listos? —lo miré.
— Anna está con algo de nervios. —suspiró.
—Tranquilo, nada malo pasará. —caminamos en dirección a Anna y Elsa, ellas estaban abrazadas mientras algunos sirvientes seguían subiendo cajas al barco. Y debía admitir que el vestido que traía puesto era bastante hermoso; era de un color azul celeste con cierto degradado morado que comenzaba a la altura de su cintura y se extendía hasta la parte inferior; los hombros estaban al descubierto; un escote y su espalda se encontraba cubierta por su cabello.
— ¡Cuñadito! —Anna dejó de abrazar a Elsa para ir conmigo— Pensé que tardarías más.
— Tuve unos percances. —la abracé— buen viaje.
— Gracias. —respondió el abrazo— Espero cuides bien de mi hermana.
— Sabes que sí lo haré, y ustedes dos cuidense, todo saldrá bien. —ella asintió y se separó de mí.
— Ahora que me despedí de todos —tomó aire— creo que es momento de irnos.
— Los estaremos esperando —respondió Elsa dando el último abrazo a Anna.
Ellos dos ascendieron al barco por una placa de madera, Elsa me abrazó mientras mirábamos como ellos terminaban por subir y al poco rato el barco empezó su viaje.
—Espero no les pase nada malo… —murmuró Elsa tomando sus manos nerviosa— Es la primera vez que ella va sola a un viaje de negocios.
—Ella debió pasar la misma situación cuando tu diste algún viaje —asintió y tomó mi mano pegándose a mí— Tranquila linda, nada malo pasará, Anna y Kristoff estarán de vuelta cuando menos lo esperes.
—Tienes razón —suspiró— Vamos al castillo ¿Sí?
—Claro —empecé a caminar junto con ella de la mano.
—¿Cómo están las cosas por allá? —preguntó y tomé aire.
—La verdad, todo mal —hablé soltando el aire— No sabes los problemas que se están generando y cada vez somos menos capaces de hacer algo.
—No lo veas como el fin del mundo, siempre debe de haber una solución —comentó y empezó a mecer nuestras manos de adelante hacia atrás— Estoy segura que encontrarán la forma de como detener a Pitch.
—Quisiera tener ese optimismo, pero de verdad no quedan más ánimos de seguir con esto, no solo tenemos que hacernos cargo de los niños sino de los adultos también y no son olvidar que Pitch roba la energía de los bosques… —me miró confundida— No me preguntes para qué le sirve eso, porque no tengo la menor idea.
—Estás bastante estresado y no ves las cosas con claridad, escucha, vayan paso a paso, sé que el tiempo lo tienen contado, pero traten de solucionarlo por partes.
—Puede, la verdad el único que mantiene el ánimo arriba es Norte, los demás estamos destruídos —pasé mi mano sobrante por mi cabello con cierta frustración.
—Amor, tranquilo —ambos nos detuvimos— sé que lograran salir de esto, yo lo sé, por ahora relájate que estás bastante estresado.
Asentí con mi cabeza, al llegar nos adentramos al castillo, Elsa se había quedado a cargo del reino mientras que Anna estaba en el viaje, así que ahora volvería a su antiguo papel de revisar documentos, firmarlos y organizar bastantes cosas. Para ser honesto, no la veo nada estresada por la situación, su nerviosismo es evidente pero todo por el temor de que le ocurra algo a su hermana en el viaje así como a sus padres.
Pasamos la gran puerta del castillo y caminamos en dirección al salón principal.
—Jack, tengo que solucionar algunas cosas en el despacho de Anna —me miró— ¿Quieres acompañarme?
—Claro, no creo que sea tan aburrido. —alcé los hombros.
Narración Normal.
Así fue como Jack acompañó a Elsa al despacho Real, donde Anna solía gestionar la parte administrativa de Arendelle, y ella le había encargado revisar las peticiones de alianza con un reino cercano.
Jack ayudó a Elsa a buscar estos documentos y les costó un poco, ahora que Anna llevaba todos esos documentos no se encontraban tan ordenados como cuando Elsa era Reina.
—¿Dónde crees que estén? —Jack preguntó— Hemos buscado por todos lados y dejamos el despacho de cabeza.
—Cuando llegamos ya estaba así, es más, ahora se ve mejor que antes. —bromeó Elsa— no hemos revisado en el sofá, de seguro los dejó ahí. —dijo antes de acercarse a él y tomar el archivo— tal y como lo supuse —comentó antes de tomar asiento.
Elsa se movió hacia un costado dejando un espacio libre para Jack, este simplemente la quedó mirando sin entender del todo.
—¿Vas a venir o no? —le dijo tratando de no reírse por la confusión de Jack.
—Ah sí, claro —dijo sentándose a lado de su novia rodeándola con un brazo— ¿Vas a revisar eso ahora? —Jack exclamó sorprendido al ver la cantidad de hojas que Elsa tenía en su regazo.
—Tengo que hacerlo, por algo Anna me lo encargó —le respondió la joven mientras ojeaba las hojas.
Jack asintió algo resignado, él esperaba poder pasar tiempo con ella en el palacio o en el pueblo.
Pasaron 10 minutos y Jack estaba más que aburrido, por lo que decidió molestar un poco a Elsa, comenzó a hacer copos de nieve en dirección a ella y tal como lo había planeado los copos cayeron en su rostro.
—Jack, amor, estoy trabajando —le respondió algo seria, pero él solo siguió en lo que estaba.
—¿Y si salimos a pasear un rato? Luego lo haces, y de paso nos desestresamos los dos.
Elsa meditó un momento y dejó los papeles en otro lado del sofá, algo alejados de ellos.
—Bueno, yo creo que podemos distraernos de otra forma…—Elsa dijo en voz baja mientras se acercaba a él— Ya sabes… algo un poco más íntimo —susurró en su oreja mientras ponía su mano en la rodilla.
Jack tragó saliva mientras veía disimulado la mano de su novia que poco a poco iba subiendo para poder llegar a su miembro.
—Elsa…—logró decir en un jadeo cuando sintió su mano acariciando sobre el pantalón.
—No pasa nada… sé que deseabas que pasara esto…—Elsa le dijo antes de besarlo.
Jack, la tomó de la cadera mientras la besaba, lo que permitió que ella pueda sentarse en su regazo, el peliblanco se separó y comenzó a besar su cuello, por instinto, la joven ladeó su cabeza permitiendo que él tuviera más acceso al mismo.
Los besos poco a poco pasaron a ser leves lamidas acompañadas con marcas que el joven iba dejando en el cuello y las clavículas y sus manos se fueron dirigiendo hacia sus glúteos para poder masajearlos y apretarlos; Elsa no pudo evitar gemir, la forma en la que él la tocaba, la estaba volviendo loca y su cuerpo le pedía más.
Las manos de Elsa acariciaban los brazos del peliblanco mientras que sus caderas se movían en un constante vaivén sobre la entrepierna del mismo, sus movimientos, de forma progresiva fueron aumentando, necesitaba sentir el miembro duro de Jack frotándose contra ella.
Los jadeos de Elsa le motivaban a Jack a seguir más, su cuerpo acompañaba a Elsa empujando su pelvis contra su sexo, sin siquiera pensarlo una de sus manos acariciaba los senos de la rubia.
—J-jack… necesito más…—Elsa le dijo entre jadeos, sentía que su cuerpo ardía a medida que el peliblanco la tocaba— vamos a mi habitación…
—Como ordenes.
Jack ni siquiera lo pensó, la cargó tomándola del trasero y la llevó a la habitación. Cuando entraron él cerró la puerta bajando a la rubia justo para verse inmersos en un beso apasionado, durante este Elsa retiró la sudadera de Jack para dejar su torso al descubierto.
Elsa pasó las yemas de sus dedos sobre sus pectorales para ir bajando entre las líneas marcadas de su abdomen, ella sonrió, le fascinaba poder sentir el cuerpo de su amado.
—Me encantas…—susurró la joven cerca de su boca.
El peliblanco como respuesta le dio un beso en los labios y procedió a bajar el cierre de su vestido. Este se deslizó lentamente por su cuerpo, hasta que finalmente cayó al suelo, el joven se alejó un poco de ella para poder observarlo.
—Eres hermosa —dijo acariciando su mejilla— siempre lo has sido… —sus manos se dirigieron hacia la espalda de la rubia para poder desabrochar el sujetador y poder admirar los senos de Elsa al descubierto.
Cuando este cayó al suelo un sonrojo se asomó en el rostro de la platinada, era la primera vez que un hombre la veía de esta forma, pero realmente no le molestaba, al contrario, estaba feliz de entregarse a Jack de esta manera. Él no tardó en tomar los pechos de Elsa en sus manos y masajearlos suavemente, llevó sus dedos hacia los pezones de la joven para poder estimularlos, Elsa únicamente gemía su nombre, estaba perdida en todas las sensaciones que el peliblanco le hacía sentir, el chico la llevó a la cama para acostarla y seguir repartiendo besos y lamidas en la suave piel de su novia.
Jack se incorporó un momento para poder sacar su pantalón y poder quedar en ropa interior, Elsa no pudo evitar ver el bulto que se había formado en su entrepierna una parte de ella no podía creer cuán lejos estaba llegando con él, pero no importaba su cuerpo le pedía a gritos poder tener todo de Jack; él fue dejando un rastro de besos hasta llegar al pelvis de la chica y detenerse un momento para bajar sus bragas de forma lenta para finalmente tener a la mujer de su vida completamente desnuda ante él. Era realmente preciosa, a él le encantaban todas y cada una de sus curvas y estaba seguro de que no había mujer que le transmitiera tantas cosas como ella lo lograba y no solo se refería a la necesidad que tenía de estar dentro de ella, sino también el amor y cariño que ella le mostraba; estaba seguro de que Elsa era lo que siempre había buscado.
Elsa con algo de nerviosismo procedió a bajar el bóxer de Jack dejando a la vista su miembro duro, se estremeció al pensar que dentro de poco estaría dentro de ella.
—Tranquila —le dijo Jack mientras se colocaba sobre ella— no voy a lastimarte linda, nunca lo haría...—concluyó mientras deslizó una de sus manos a la entrepierna de Elsa para poder tocar su humedad.
Sus dedos se deslizaban ágilmente entre los pliegues de la joven estimulando el punto más sensible de su cuerpo, Elsa instintivamente levantaba y movía sus caderas para sentir mejor los dedos de Jack, este se encontraba cautivado por las súplicas de la joven que pedían más, por lo que de manera lenta introdujo su dedo del medio en el sexo de la joven, un quejido de placer salió de su boca, poco a poco lo fue moviendo incrementando la velocidad en la que lo movía como también el placer de la joven era cada vez mayor, pero él ya necesitaba sentirla, sus gemidos hacían que su virilidad esté cada vez más dura, al sentir que Elsa estaba en el punto máximo de placer, sacó su dedo y comenzó a rozar su miembro sobre la feminidad de la chica.
—¿Estás segura…? —la voz jadeante de Jack le preguntó.— No hay problema si no estás lista...
—Lo estoy… realmente te necesito...—le respondió Elsa con un suspiro ahogado.
El peliblanco separó las piernas de Elsa para acomodarse mejor y poder introducirse lentamente en el sexo de la joven, sintió como ella se aferraba a su espalda y su cuerpo se tensaba a medida que entraba dentro de ella, se mantuvo quieto para esperar que Elsa se acostumbrara a su miembro.
—Creo que ya puedes seguir...—susurró la platinada antes de besarlo.
Jack comenzó a moverse en círculos tratando de ser cuidadoso a medida que el interior de Elsa se iba adaptando al movimiento, cada vez era más fácil para él moverse en su interior, ella se iba relajando a medida que Jack iba incrementando la velocidad, poco a poco los movimientos suaves pasaron a ser estocadas y estas a su vez en embestidas.
Elsa no paraba de suplicar que Jack no se detuviera y se aferraba a su espalda para poder sentir mejor la virilidad de su novio, ella se sentía completa, no solo físicamente sino también de forma emocional, está era una de las formas más puras en las que se podían demostrar que se amaban, porque no solo sus cuerpos se encontraban como uno solo sino también sus corazones.
La habitación estaba llena de gemidos y jadeos por parte de ambos demostrando lo mucho que estaban disfrutando del cuerpo del otro, podían sentir el calor de la alcoba a pesar de tener la cabecera de la cama con rastros de hielo, la fina capa de sudor en la que se encontraban inmersos y como la cama se movía al compás de las embestidas de Jack que ya eran más profundas y mucho más placenteras para los dos a tal punto que en el cuarto los gemidos de Elsa retumbaban y los movimientos de Jack iban incrementando hasta que llegaron al tan anhelado orgasmo. El peliblanco se tumbó a su lado y la abrazó, sus respiraciones estaban agitadas y sus corazones latian rápidamente.
—Bueno… creo que esta sí era una mejor forma de desestresarse...—bromeó jadeante Jack y Elsa rió de la misma forma.— No, ya en serio… te amo Elsa Arendelle...—dijo dándole un beso en los labios.
—Yo te amo más Jack Frost… te voy a amar para siempre…
—¿Hasta que la muerte nos separe? —le dijo Jack de forma juguetona.
—La muerte nunca nos va a separar, somos inmortales, y si pasara te amaría para siempre. —le respondió mientras se acurrucaba en su pecho.
—Yo igual lo haré, amor.
Ambos se sumergieron en un profundo sueño después de haberse jurado amor eterno de todas las formas posibles, ya que ambos sabían que hasta el final de los tiempos se tendrían el uno al otro y nada podría separarlos.
🧚🧚🧚🧚🧚🧚🧚.
Cogimiento hecho por mi esposa: adryromero28
Dirigido: por mí.
Espero que les haya gustado UwU
Nota: NO NO HAY BABY JELSA NO HAY, NO TOCABA.
Sale bye.
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