Traición...

Narra Lira.

Cuando Miriam termino de hablar con Carolina se dirigió directo hacía mí.

— Bien ahora es tu turno Lira, estamos en el patio trasero, tienes mucho espacio y tierra para sacar provecho de ella. Para los portadores del elemento fauna y flora es muy importante el entorno en el que se encuentren, enfócate en aprovechar al máximo cada recurso que la naturaleza te proporcione en el momento.

Haremos lo mismo que con Carolina, la máquina de pelotas disparará colores distintos, tendrás que hacer crecer algunas plantas y usarlas para atacar a las rojas, agarrar las amarillas y tienes que hallar una forma de que tus plantas no sean tocadas por las pelotas azules ¿entendido?

Asentí con la cabeza un poco nerviosa.

Concéntrate Lira, concéntrate.

— Bien ¿lista? ¿Preparada? ¡Ya!

Hice crecer las plantas tan rápido como pude y todo iba de maravilla, las plantas atrapaban las amarillas y las usaban para atacar a las rojas, pero de pronto salieron dos pelotas azules y yo no me había preparado para ellas. Me tomaron por sorpresa y derribaron dos de mis plantas, recordé lo que Miriam le dijo a Carolina de que tenía que actuar y no pensar tanto las cosas, así que llame a dos Pastores alemanes que comenzaron a ayudarme ya que las plantas seguían atrapando y atacando y los perros evitaban que llegaran a ser tocadas por alguna pelota azul.

Seguí haciendo lo mismo hasta que la máquina se apagó.

¿Qué significa eso? ¿Qué hice? ¡No me digan que la dañe!

Mire a Miriam preocupada y esta solo me sonrió.

Ella no suele sonreír ¿eso es bueno o malo?

— Listo, ya la máquina no tiene más pelotas, lo has hecho muy bien Lira, buena forma de resolver el problema con las pelotas azules, al unir ambos de tus poderes.

Espera ¿ósea que termino? ¿Lo logré? No lo superaba...

— Gracias —conteste agitada, mientras me arrojaba al suelo para descansar—. Ni si quiera lo pensé solo lo hice, ahora entiendo lo que tú me dijiste respecto a que poco a poco comienzas a reaccionar por instinto.

— Exactamente —sonríe la entrenadora —. Oye ¿Donde está Carolina?

La busque con la mirada, más no la encontré.

Narra Carolina.

Las chicas estaban practicando afuera y yo decidí entrar a la casa, estaba leyendo un libro de la biblioteca de Miriam llamado: "Más que amigos" (era un libro romántico [poético]) se trataba de una chica y un chico que se conocieron en un campamento. Al conocerse se enamoraron pero ambos eran tan tímidos que no se atrevían a expresarle sus sentimientos al otro, al terminar el campamento ambos volvieron a sus casas con la idea de realizar encuentros para volver a verse.

En una de esas ocasiones fueron a cenar y hubo un terremoto, fue tan fuerte que toda la estructura del lugar se desmoronó, el chico logro escapar pero ella quedo muerta debajo de todos los escombros, un final muy triste y el último capítulo solo hablaba de las lamentaciones de él, ya que después de todo lo que pasaron el nunca pudo decirle que él quería que fuera más que solo una amiga.

Termine de leerlo y de pronto vi una paloma blanca, era la misma que Lira había usado para que le llevara la nota a Aleyda y esta tenía tres brazaletes en su pico.

De seguro deben ser los que Lira le encargo. Pero ¿Por qué será que no las trajo personalmente? ¿Habrá ocurrido algún problema?

Estaba pensando en esto cuando entraron Miriam y Lira.

— Chicas miren esto — señalé los brazaletes—,

— ¿Y de verdad esto funciona?

— Vamos a intentarlo, por lo que puedo ver no hay que presionar un botón ni nada por el estilo, sino que ella se activa con una señal de peligro y luego tienes que activar la frecuencia de transmisión por voz, pero hasta que no se detecte el peligro la frecuencia no podrá ser activada (esa era la explicación que [Aleyda] había dado en su carta) es un modelo bien hecho pero se puede mejorar— frunció el ceño—.

— Bien, ya sé cómo vamos a probarlos mientras continuamos la clase de una forma un poco más interesante,

— ¿Cómo? —preguntamos mi amiga y yo al unísono—.

— Nada más y nada menos que con un ¡Duelo de poderes! —exclamo con un tono súbitamente animado (nada usual) —.

Lira y yo nos miramos y no sabíamos que decir, o que esperar. Nos conformamos con solo seguirle la corriente a Miriam.

— Cada una se enfrentará y defenderá con sus poderes e intentaran capturarse mutuamente. Cuándo una sea capturada, el censor de peligro se activará y podrás activar la frecuencia de transmisión.

— Carolina, ten piedad de mi ¿sí? —suplicó la rubia teñida preocupada—.

— ¿Qué pasa? ¿Y ese ánimo? tienes que considerarte una buena luchadora, ten confianza, este duelo será muy reñido, que gane la mejor ¿Hecho? — la anime y le extendí mi mano—.

— Hecho — la estrecho segura—.

— Salimos al patio trasero y nos colocamos una enfrente de la otra.

—Ok las reglas son:

1: El objetivo del duelo de poderes es intentar capturar a tu oponente sin que este te capture primero.

2: Se puede usar cualquier tipo de poder que se tenga, pero con la debida precaución.

3: Esto es lo difícil, tendrán que capturar a su oponente ¡Sin lastimarlo!

4: El duelo durará 60 minutos y de no haber sido capturado ningún concursante se declarará un empate.

5: Diviértanse.

— ¿Alguna pregunta?

Lira y yo negamos con la cabeza, ya estaba lista para poner a prueba todo lo que había aprendido.

El entrenamiento con mis poderes no solo me ayudo a controlarlos, sino a mejorar algunas cosas de mí misma. Siento que tengo más orden y más control sobre mis acciones y pensamientos. ¿Quién sabe? Quizás había un propósito divino detrás de todo lo que he pasado. Lo cierto es que, a pesar de lo malo todo me ha ayudado a bien, y no me he dejado vencer ni por otros ni por mi misma...

Estaba tan sumergida en mi mente que no vi el momento en el que la entrenadora se puso en posición.

— ¿Listas? ¿Preparadas?, ¡Ya!

Narra Aleyda.

¿Qué rayos está haciendo Lucas aquí?...

A pesar de que Lucas me resultaba un ser, híper-pesado e híper- intenso. Sentía cierta sensación en mi interior que me decía que seguramente tendría que ver conmigo.

Aproveché que ninguno había notado mi oculta presencia entre los árboles y me acerque más para escuchar su conversación.

— Ya perdimos la paciencia contigo — lo ahorcó Ropni con fuerza —. ¡Dinos lo que sabes de ella! — lo arrojo con fuerza al suelo—,

Cubrí mi boca para no dejar salir el mínimo ruido.

— Ya les dije ¡Apenas y la conozco!

— Déjame serte claro, si no quieres que te matemos, dinos si tiene alguna debilidad en su poder y solo así lograras salvar su vida y la tuya.

— ¡Se los juró, yo no sé nada! — exclamó con nerviosismo—,

Con cada palabra más me perdía en la conversación ¿Por qué la UDAP lo traería a él y no a alguien más cercano a mí? Ese sentimiento de culpa invadía de nuevo mi pecho.

Por mi culpa esta ese tonto aquí...

Ropni se arto del muchacho y sacó su pistola estaba a punto de dispararle pero yo no lo permitiría, con fuerza me lancé del árbol en el que estaba y le caí encima a Ropni justo antes de que presionara el gatillo. Tome la pistola, me levanté y me coloque al lado de Lucas; después de eso digamos que intente aprovechar un poco la situación.

— Muy bien, ¡Pongan las manos donde pueda verlas! — exclame firme apuntándolos con el arma—.

Ropni y Yulian gruñeron.

— ¡Ahora! — exigí—,

Finalmente me hicieron caso.

Bien.

Pude detallar que en el borde de su camisa se asomaban unas líneas negras. Eran de un tatuaje que ocultaba seguramente. En ese momento el chico empieza a reírse como loco.

— ¿Quién te crees para darnos órdenes? — me preguntó—.

Hice un tiro al aire para intimidarlos y ganar un poco quizás de miedo de su parte.

— Lucas toma sus sogas y átalos al árbol.

El chico lucía sorprendido pero no dudo ni un segundo en seguir mi orden, para toque extra también los amordazo

— Vamos, debo sacarte de aquí.

El chico accedió y yo guarde el arma. Cuando ya nos habíamos alejado, mi vista regresó hacía Lucas, él cual permanecía en un silencio sepulcral

— Lucas ¿estás bien?

— Ahora sí, gracias a ti —sonrió con amabilidad—. ¿Quiénes son ellos? —pregunto—.

— Esa es una historia bastante larga. ¿Porque te trajeron aquí?

—Esa historia también es algo larga.

No pude evitar reírme y el chico de forma inadvertida me toma de la mano, rápidamente separe su mano de la mía y el gruño molesto.

Rodee los ojos indiferente y seguí caminando ignorándolo por completo. No tenía planes de conversar con él.

Luego de unos cinco minutos caminando en silencio me di cuenta que el me estaba observando ¨disimuladamente¨

No sabe disimular.

— ¿Qué tanto me ves? — pregunte irritada—.

— Lo lamento es que esa gema es hermosa ¿me dejas tomarla? —Acerco su mano pero sostuve su muñeca con fuerza—.

— ¡No! — exclame—.

Lo sujeté demasiado fuerte y me arrepentí, lo solté rápido rodando los ojos avergonzada.

Me miro con cara de extrañado y se aparto.

— Es decir no, lo que pasa es que es muy especial para mí — añadí sin dar más explicaciones—,

— Ok entiendo —asintió—. Hagámoslo de otra forma.

— ¿De qué? ¡Augh!

Sentí que alguien me tomo por la espalda y me levanto de una manera muy brusca y fuerte, obviamente sabía de quien se trataba.

— ¡Ja! ¿Te divertiste amenazándonos?

¡Idiota!

— ¡Ah! ¡Suéltame! —grite—. Todavía tengo la pistola —amenacé—.

Obviamente yo no iba a dispararla ni aunque estuviera loca pero necesitaba hacer que estos tipos dejaran de entrometerse.

Ropni ríe posicionándose frente a mí.

— ¡Que estúpida eres! Ni si quiera te diste cuenta de que la pistola solo tenía una bala.

Ok, ahora si me siento humillada.

Yulian comenzó a apretarme más fuerte.

— Bien ya tu me tienes hasta el tope, esto ya ha ido demasiado lejos, ¡Entréganos la porquería de gema que tienes o tu amigo sufrirá las consecuencias! — exclamo —. Y a juzgar lo que le hice a tu otro amigo, creo que no seré tan considerado con este.

Ropni amenazo con otra pistola a Lucas.

— ¡Aleyda! — me llamaba el rubio asustado—.

— Recordé que al igual que ellos tenían sus jugueteos yo también tengo mis trucos bajo la manga, mi gema es falsa.

— ¡Basta déjennos! les daré la gema con una condición.

— ¿Cual? — gruñó el chico fuerte—.

— Yo les doy la gema. Ustedes se van.

— Ok, trato hecho.

Yulian me soltó y yo le entregue la gema (falsa) a Ropni. De inmediato me deje caer al piso para que creyeran que me quitaron mis poderes.

Ellos rieron con satisfacción y finalmente soltaron a Lucas. El cual también ¿sonreía?

— Bien, amigo ¿te encargas tú de ella? — le pregunto Ropni a...

Espera ¿qué?

— Claro, con gusto todo salió como acordamos — contestó Lucas—

— ¿Qué? — dije confundida mientras me levantaba con (real) dificultad

— Lo que oíste —sonrió el chico rubio—. Lo siento "Madame" permítame presentarme de nuevo formalmente.

— Soy Lucas hermano y amigo de Yulian, soy uno de los principales agentes encubiertos de la UDAP.

— Lo que escuchaste, yo no soy tu amigo, nunca me interesaste, todo lo que te dije fue pura actuación. Una farsa, una mentira, y por cierto, la cadena que te obsequie, era en realidad un localizador para poder rastrear la ubicación de tu casa, capturarte y extraer tus poderes.

Me quede helada por unos segundos... Todo tenía sentido. Mi preocupación instantáneamente cabio a furia.

— Eres un tonto Lucas.

— ¿Por qué? — se acerco serio —. ¿Por qué quiero lo que tú tienes? Creo que la tonta eres tú.

— Lucas ya tenemos que irnos ¿la dejamos aquí? — preguntó su amigo tatuado—.

— No, puede ser peligroso dejarla, no vaya a ser que quiera hacer el papel de heroína y quiera intentar robar la gema de nuevo.

— ¡Hicimos un trato! — reclamé mientras empujaba a Yulian para que me liberara —.

— ¡Conmigo no hay tratos hermosa!

Repentinamente se acercó tomando mi cara en su mano derecha apretándola con fuerza.

— ¿Qué diría tu novio si te doy un beso?

Mi cara paso de enojada a repentinamente asustada. Sus ojos verdes sobre mí solo generaban el deseo de escapar. Era como la mirada de una serpiente en un chico.

Finalmente me soltó satisfecho con mi expresión, no tardo mucho para que Ropni creara una esfera de la confusión y me encerrara en ella, por lo menos tengo de consuelo que la verdadera gema está muy lejos de aquí y a salvo.

Por más triste que sea Aleyda, la realidad es que hay gente que se aprovecha de uno, que dicen ser amigos y que son personas diferentes.

Te aseguran que puedes confiar en ellos pero son falsos, hipócritas, y astutos como una serpiente venenosa ¡Víboras! La calle está llena de ellas.

Por eso es que no a todo el mundo puedes llamarle amigo...

Pensaba en esto y de pronto sentí un dolor en el pecho, el mismo que la otra vez, todo comenzó a darme vueltas y caí desmayada.

Narra Yulian.

Con Aleyda sin poderes y desmallada dentro de la esfera, se nos hiso fácil traerla de vuelta a los cuarteles, cuando entre, creí que todos nos verían y nos felicitarían y harían una fiesta para celebrar, pero en los rostros de esos guardias se veía todo lo contrario.

— Hey chicos ¿qué les pasa? ¿Por qué esas caras de perros regañados?

— Yulian tu papá está en el hospital y muy grave- dijo uno de ellos con voz grave-

— ¿Qué?

— Lo que escuchaste y los médicos dicen que está muy mal.

Me paralicé ante la noticia.

— Pero ¿qué le paso? — pregunte preocupado—.

Aun no lo digiero.

— Pues aparentemente recibió una herida muy fuerte en su brazo.

Gruñí para mis adentros... Ese viejo tiene que dejar de meterse en problemas.

— ¿En qué habitación del hospital esta?

— En la 40, segundo piso

— Gracias voy para allá.

— ¡Espera! — me freno el chico—,

— ¿Qué pasa Ropni? ¿No ves que estoy apurado?

— Si pero ¿Qué se supone que hagamos con la chica?

— Hermano — dije mirando a Lucas —Encárgate ¿sí? yo iré a ver a papá.

— Ok tan pronto termine iré contigo.

— Claro hermano.

Fui al hospital tan rápido como pude.

Al entrar en recepción me dijeron que subiera al segundo piso, subí las escaleras como un loco maniático, y cuando estaba a punto de entrar en la habitación una enfermera me detuvo.

Era gorda, un poco más alta que yo de piel blanca y lucía su cabello rubio con ondas suelto hasta el nivel de los hombros.

— ¡No puedes entrar en este momento!

— Allí esta mi padre ¡tengo que verlo! — exigí serio—.

— Lo siento no puedes.

— Señorita, le suplico que me deje pasar — suplique—.

— Es por su propia seguridad nadie puede entrar hasta que el doctor salga.

Me quede esperando como por 30 minutos y llego mi hermano.

— Por fin llegué ¿qué ha pasado? — preguntó—.

— Pues no me quieren dejar entrar.

— ¿Y... no te han dicho nada de él?

— No, tenemos que esperar a que salga el doctor.

— Ok — se cruzo de brazos arrojándose a la silla—.

Espero que esta espera no sea tan larga.

Narra Aleyda.

(...)

20 minutos antes...

Ya estaba despierta cuando vi que Lucas me llevaba directo a una celda.

Otra vez ¡ah! Detesto esto.

Me dejó adentro y estaba a punto de cerrar la puerta con llave

— Será mejor que no intentes nada raro de nuevo, no estoy de humor para lidiar con tus escapes — gruño—.

— ¡Ja! mejor despídete de mí ahora, porque una vez que salga de aquí no me veras nunca más- lo mire victoriosa-

Aunque la verdad ni idea de cómo escapar de aquí otra vez.

Me tomo fuertemente del cuello.

— Escúchame bien ya he luchado mucho contigo ¡Como vuelvas a intentar escapar de aquí te prometo que no seré tan considerado! A diferencia de mi hermano mi paciencia tiene un límite quieres conocer.

Prosiguió tirándome al suelo.

Me arrodillé en el piso, tenía todo el cabello despeinado tapándome la cara así que lo tiré a un lado, luego miré a Lucas con ojos de decepción y enojo.

Él cerro de un portazo la reja y se fue sin decir nada más.

Dolida, lastimada y traicionada, así me sentía. Sin contar que cada vez me pega más fuerte la ausencia de mis poderes.

Empecé a debilitarme muy lentamente pero necesitaba salir de allí. "Al menos mis poderes están a salvo" — pensé— .Intente levantarme del piso pero no podía así que me sostuve de la cama y me acosté en ella.

Mis padres deben estar preocupados...

— Esto está de mal en peor — dije colocando las manos en mi cabeza—.

No paraba de pensar en esto cuando sentí un fuerte dolor intenso en el pecho y caí en mi cama, respirando con dificultad.

Dios... quítame este dolor.

Narra Lira.

Comenzó el duelo, fue muy emocionante yo intenté atrapar a Carolina con una jaula hecha de plantas pero ella la rostizo.

¡Rayos!

Ella me arrojo rayos de fuego y yo de pronto me encogí y me convertí en un camaleón.

No sabía que podía hacer eso...

Sé que tengo poderes de animales pero jamás pensé que podría convertirme en uno de ellos.

De igual forma aproveche la situación, pude ocultarme muy bien de ella, hasta que logró verme, ella intento capturarme con una red de fuego, estaba a punto de lograrlo cuando pensé en un elefante. Me transformé en mi forma humana otra vez y llame a un elefante y este vino y apago el fuego de Carolina y la dejo toda empapada, como no tenía fuego aproveche y la amarré con unas lianas y hice crecer muchas plantas carnívoras a su alrededor para que no se moviera.

— ¡Tiempo! — exclamó Miriam—. El duelo a acabado tenemos una ganadora, señoras y señores aquí está con ustedes ¡Lira!

No pude evitar gritar eufórica.

— Gracias, gracias pueden tomar fotos si quieren y firmo autógrafos en 10 minutos — dije alardeando—.

— Si saben que aquí no hay nadie más que nosotras ¿verdad? — expresó Carolina—.

— Rompiste la galleta Carolina, la rompiste y feo — bufé—.

— Si acabaste con la diversión — agregó Miriam—

— Lo lamento, no quería arruinar su diversión pero, si no les importa necesito ¡Que alejen esas plantas traga humanos de mí! — gritó desesperada—.

— Ok, ya voy — bufé—.

— ¡Espera! — me detuve—. Déjame probar el brazalete, esta brillado ¿Qué significa?

— Significa que está activado y puedes transmitirnos un mensaje, tal parece que la prueba fue exitosa, no envíes el mensaje ahora, no queremos alarmar a Aleyda. La prueba también acabó puedes liberar a Carolina y dimos por terminado el duelo.

— ¡Felicitaciones chicas! ambas lo hicieron muy bien, en especial tu Lira, descubriste otra fase de tu poder.

— ¿Fase de mi poder?

— Si, al convertirte en camaleón hiciste algo que jamás se había hecho, lograste ampliar tus horizontes y los de tus poderes.

— Excelente, ahora entiendo todo.

Narra Miriam.

(...)

Ya son las 9:00 pm, Aleyda se ha tardado mucho.

Obviamente, esperaremos su señal de auxilio y allí entraremos en acción para rescatarla ya que por los momentos si no nos ha llamado es porque tiene todo bajo control.

— Miriam creo que ya es hora de que hablemos con sus padres y les contemos lo que está pasando, se preocuparan mucho por Aleyda si no lo hacemos.

No quería hacerlo pero Lira tenía razón, se preocuparan si no lo hacemos.

— De acuerdo Lira, vamos a hablar tú y yo con ellos. Carol se queda en caso de que Aleyda regresé

La chica de cabello oscuro asintió y se sentó nuevamente en el sofá de mi recibidor.

— Miriam ¿Y si sus padres se niegan a escucharnos?

— Les diremos por las buenas o por las malas pero ya es hora.

La chica lo había dicho.

Ya es hora...

(...)

¿Qué harán los padres de Aleyda al enterarse del peligro que atraviesa su hija?

¿Qué pasará con el Señor Edward?