Capítulo 28: Secretos y fuertes declaraciones
¡¡¡¡¡¡¡Nuevo Cap!!!!!!!!
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Tony observaba a Zafiro y pensó en sacarla a bailar pero en eso ella tomó su mano y dijo:
— ¿Por qué no vamos a otro lado luego de que esto acabe? —mostraba una sonrisa suave y juguetona.
Tony ante eso soltó una risa desganada y bebió más cerveza logrando que ella frunciera el ceño sin entender la reacción del vampiro.
— ¿Qué?
—Nada, es solo que...—lo pensó un momento decidiéndose si debía seguir y lo hizo. — no puedo creer que me enamorara de ti y luego vienes y me dices eso cuando ya me había reasignado a que no me vieras.
— ¿Enamorado? —interrogó ella sonriendo sorprendida con una pisca de burla.
—Sí, de seguro es una palabra desconocida para ti. — Soltó Tony sin pensar.
—No digas cosas que no sabes. Soy mucho mayor que tú y tengo más experiencia en el asunto de lo que crees.
— ¿Y me dirás que Luis y Duncan son prueba de ello?
— ¿Y eso qué? Es mi vida, puedo hacer lo que quiera con ella. Además de que enamorarse no es una opción para mí. — dijo ella a la defensiva.
Tony lamentó todo lo que había dicho para ese momento, queriendo que existiera un botón de reinicio porque ella tenía razón. No tenía por qué meterse en la vida privada de ella a menos que lo dejara entrar, e incluso en ese caso, no podía y no debía tratar de cambiarla si ella no quería hacerlo. Eso sería un desperdicio de tiempo para ambos.
—Entiendo. Te pido me perdones. No quería ofenderte. —dijo por fin el vampiro realmente apenado. — En realidad no soy nadie para juzgarte. Ya no te molesto. —dijo levantándose y yendo a la barra dejando a Zafiro sin saber qué pensar ante eso.
...
Eve se decepcionó un poco al ver que Brad estaba en el bar para cuando ellos llegaron y no parecía que fuera a irse antes que ellos. Realmente él no era su tipo; su mirada y sonrisa arrogante no era lo que buscaba. Si se atrevía a preguntarle le daría una simple excusa.
—¿Quieres bailar? —Escuchó esa pregunta pero se alivió porque la voz suave y ligera, no era de Brad.
—Sí. —respondió y al levantarse casi que arrastró a Rick a la pista antes de que el ángel pudiera siquiera decir algo.
Al empezar a bailar, ella sonrió feliz por la música y tal vez un poco por los tragos que se había tomado antes. Rick la hizo dar una vuelta y continuaron con los pasos.
—Gracias. —dijo Eve.
— ¿Por invitarte a bailar? — preguntó con Rick aun cuando sabía lo que pasaba.
—Sí. Bueno, no. — Rick frunció un poco el ceño sonriendo ante eso. — Llegaste en el momento justo. Gracias.
—Cuando quieras.
...
Luis se sentó en la mesa junto con Mason para saber cómo estaba el más joven de todos ellos.
—Oye ¿Por qué no vas a bailar? Diviértete un poco. — comentó Luis tomando la cerveza que había dejado en la barra a un lado de la de Mason.
—No puedo. Debo tomar una decisión.
— ¿Qué decisión?
Mason le tendió una hoja de papel doblada que sacó del bolsillo de su sudadera. Al Luis desdoblarla pudo entender el porqué de su preocupación. Era una carta de la academia de Birren enviada específicamente a él pidiendo que fuera hasta allí para discutir asuntos académicos y una posible anulación de la expulsión, permitiendo que terminara los cuatro años que le faltaban en solo dos.
—Mase, esto es increíble.
Mason levantó las cejas en un gesto de agotamiento por sus palabras.
—¿Cómo hiciste que consideraran admitirte de nuevo?
—Fue por mi investigación sobre las piedras de conexión con marihuana. —Contestó comiendo de los nachos de la mesa.
—Marihuana ¿eh? Ahora muchas cosas tienen sentido
—Al parecer las detectaron y se dieron cuenta de que eran mejores que las suyas. —continuó Mason sin darle importancia a lo que dijo el rubio. — Me pidieron una explicación detallada pero lo que les mandé no es totalmente especifico y ahora pidén mi ayuda. —dijo sonriendo satisfecho.
—Muy listo de tu parte.
—Ya sabes. No puedo bajar la guardia con ellos, su naturaleza es no ser confiables.
—Sí, lo sé. Pero lo que no entiendo es: ¿Por qué no se lo dijiste a nadie?
—Porque no quiero que influyan en mi decisión. — soltó con frustración. — Cuando la viste dijiste "Es increíble"
—Y ¿Porque dejaste que la viera?
Las facciones de Mason se endurecieron porque no lograba ingeniar una respuesta lo suficientemente buena y terminó diciendo: —No lo sé. Es que siento que mi cabeza va a explotar. —dijo apoyando los brazos en la mesa y recostándose sobre ellos. — Tal vez solo quería hablarlo.
Sí, tal vez Mason era muy listo para tener solo 16 años pero igual seguía siendo un chico y Luis tal vez era más sabio, y no simplemente por llevarle 9 años biológicamente.
—Entiendo. — dijo el lobo tomando un trago de la cerveza mientras le daba una palmada en la espalda. Hubo silencio por un momento hasta que le llegó una nueva duda. — ¿Morgan lo sabe?
—Erin no lo sabe.
—No, no ella. Hablo de Tom. — aclaró Luis.
—Ah, sí. —se notaba que Mason estaba distraído. —Él me dio la carta y me ha preguntado al respecto para saber qué haré pero he estado evadiendo el tema un poco. —dijo tomando un trago de la cerveza que le habían dado y la cual no había probado hasta ese momento. —Esto me aterra. El saber que una decisión vaya a afectar mi futuro de ahora en adelante y el no saber si me arrepentiré luego.
—Creo que eso nos aterra a todos un poco.
— Es difícil porque si rechazo esto tal vez nunca tenga una oportunidad como está de nuevo—dijo y pensó viendo a la nada como si pudiera visualizar cada escenario. — pero si digo que sí y voy, entonces tendré que tener un muy buen plan y hacer muchos tratos para que ambos bando salgamos ganando en esto.
—Cierto. —dijo Luis. — ¿Cuándo la recibiste?
—Hace como una semana.
—¡¿Qué?! —exclamó y luego sonrió y saludó nerviosamente a las personas en otra mesa que se le quedaron viendo frunciendo el ceño. — ¿Cuándo debes mandar la respuesta? — preguntó entre dientes relajando la sonrisa un poco.
—La semana que viene.
—¿Quieres un consejo? —preguntó antes de terminarse la cerveza y tomar otra quitándole la tapa contra el borde de la mesa.
—Claro ¿Por qué no?
—Debes relajarte. —dijo girándose un poco y dejando la cerveza en la mesa; vio la expresión de Mason volverse apagada. —Y sí, sé que tal vez no te guste escucharlo, sé que no son las mejores palabras, y sé que si yo estuviera en tu situación y me lo dijeran golpearía a ese alguien, pero es la verdad. Debes tomar aire. Ver tanto lo bueno como lo malo de las dos opciones y tomar una decisión.
—En conclusión: ¿Puedo golpearte? —preguntó Mason sonriendo un poco.
— ¿En serio? De lo que dije ¿solo eso escuchaste?—preguntó retóricamente viendo como el ánimo del chico había mejorado un poco. — Escucha, este "problema" no es más que una situación que por ahora vez difícil de resolver. Pero velo de esta forma: cuando hayas tomado una decisión, ya sea que vayas o no, todo lo demás será casi igual, siempre nos tendrás a nosotros para molestarte. Y en unos años vamos a estar riéndonos de esto.
—Bien ¿Algo más?
—Oh, sí, tengo unas cuantas cosas: Vive hoy como si fueras a morir mañana; si besas a una chica ve lento y luego más rápido según lo que te pida y la situación; nunca insultes a un hada si ella no te insultó primero, créeme no quieres meterte en una de esas discusiones. Piensa antes de actuar. La humildad va primero. —Luis lo pensó un momento viendo como la comisura de los labios de Mason se elevaron un poco. — ¿Qué estoy olvidando? —Tomó a Mason de los hombros y bajó la voz para que absolutamente nadie pudiera escuchar. — Presta atención. Esto es muy importante: Nunca tengas sexo si estás muy, pero muy enfermo —Mason soltó una carcajada que no pudo evitar llamar un poco la atención. —, lo vas a disfrutar, pero eres parte humano y cuando ya no lo estés disfrutando vas a sentir que te mueres, además no es lindo.
—Buenos consejos, aunque unos no muy prácticos en esta situación. —comentó Mason aun riendo.
—Eres listo, los usarás en el mejor momento. —afirmó antes de tomar un trago y luego dijo: —Deberíamos celebrar esto.
—No, aun no. —dijo rápidamente Mason. — Prométeme que no le dirás a nadie sobre esto.
—No te preocupes, lo prometo, no diré nada, pero igual felicitaciones por hacer que todos esos idiotas reflexionaran sobre haberte expulsado.
—Gracias.
—Y brindo porque sé que lo resolverás, sé que tomaras una decisión y será buena. —dijo Luis levantando su cerveza.
—Yo brindo porque tengas razón. —respondió Mason chocando su cerveza con la de Luis y bebiendo un poco.
—La tengo, enano. —dijo Luis despeinando a Mason antes de beber también.
...
Simon se sentó un momento al lado de Adrien, tomando otro trago, preparándose para ir de nuevo a bailar hasta que se dio cuenta de la cara del chico a su lado.
—¿Te sucede algo? —preguntó tomando uno de los tragos que había hecho Melody.
—No. —contestó Adrien pero de momentos miraba a donde estaban bailando Eve y Rick.
—Oh, estás celoso. —dijo Simon y se bebió otro trago cerrando los ojos con fuerza al sentir que su garganta se quemaba ligeramente.
—Cállate. —soltó vagamente el hombre lobo al levantarse y alejarse.
A Simon le dio curiosidad esa reacción, pensó que tal vez necesitaba hablar con alguien sobre eso pero luego se dijo a sí mismo "No te entrometas en asuntos que no te incumben" y decidió hacerse caso, así que siguió bebiendo.
...
— ¿Por qué ibas a juzgarme? —preguntó Zafiro sentándose al lado de Tony que estaba solo en esa mesa luego de que bailara con Laia y Erin que había estado hablando con Owen.
— ¿Qué?
—Dijiste "No tengo derecho a juzgarte" y aunque es cierto quiero saber porque me ibas a juzgar.
—No es nada. —dijo tomando la cerveza pero ella se la quitó y la puso de nuevo en la mesa.
—Dime. —insistió viéndolo seriamente con esos ojos brillantes.
—No lo sé ¿sí? —soltó Tony con el mismo tono que ella. —Es que me dices que hagamos algo que solo hará que no pueda dejar de pensar en ti y también me parece extraño eso de que no te permitas amar.
—Bien, lo entiendo, pero igual a mí me parece extraño que no quieras hacerlo conmigo cuando supuestamente me "amas". —dijo ella contratacando.
—Eso es porque siento algo por ti y prefiero por mucho hacerlo con una mujer que realmente no me haga sentir así, a hacerlo contigo y que no te importe. —explicó él tratando de alcanzar la cerveza pero ella la tomó y bebió un poco asimilando lo que decía.
—Sí me importa. Me agradas. —admitió antes de darle otro trago a la cerveza. —Y sí, tal vez no esté enamorada de ti o de nadie, tal vez nunca lo esté, tal vez no estoy hecha para eso. Y tienes que aceptarlo, así soy.
—Sí, entiendo. —dijo Tony queriendo alcanzar la botella nuevamente pero ella la quitó de su alcance sin darse cuenta realmente que lo hacía.
—Soy alguien que ha visto como el amor puede transformar a un ser amargado en alguien maravilloso y como alguien maravilloso puede volverse un monstruo por la misma razón. —Bebió un poco más. — Créeme, no es agradable. —dijo ella devolviéndole la cerveza.
—Está bien, ya entendí. —repitió él con un poco de cansancio.
—Tu boca dice "Está bien" pero no es lo que dice tu cara.
— ¿Qué dice mi cara? —preguntó por fin dándole un trago a la cerveza.
—Tu cara dice "Por favor bésame, vayamos al estacionamiento y hagámoslo en un auto, casémonos, tengamos una casa juntos, dos niños y un gato". —dijo ella de manera teatral y exagerada.
Tony no pudo evitar soltar una carcajada que contagió un poco a Zafiro logrando que sonriera.
— ¿Acerté? —preguntó ella tratando de volver a la seriedad sin éxito alguno.
—No. —Dijo Tony y Zafiro levantó una ceja interrogante. — Eran dos gatos. — aclaró él y ella contuvo la risa que subió por su garganta.
—Bueno, estuve cerca y por lo menos te hice reír. —ahora la tensión entre ellos se había esfumado casi por completo. — ¿Así que estamos bien?
—Sí.
— ¿Amigos?
—Sí.
— ¿Nos acostamos?
—Oh, no. —dijo Tony sonriendo.
—Aburrido. —soltó Zafiro logrando que Tony riera un poco y eso la hizo sonreír a ella, al pensar "Tiene una bonita sonrisa".
...
Simon salió a tropiezos por la puerta trasera con uno de los tragos de Melody en la mano y se detuvo un poco al ver a Adrien sentado en un banco de piedra.
—¡Aquí estás! —exclamó caminando como pudo hasta allí. —Me estaba preguntando en donde te habías metido. —dijo dejándose caer sobre el banco
—Dios, de verdad que te gusta el alcohol ¿no? —Dijo Adrien teniendo que tomar su brazo para que no se cayera.
— ¿Cómo no amarlo si me ayuda a olvidar y no pensar tanto?
— ¿Qué quieres olvidar? —interrogó Adrien curioso.
— ¿Por qué tendría que decírtelo si tú no me hablas de Eve? Si quieres información, dame información.
Adrien gruño por lo bajo antes eso y Simon siguió bebiendo en silencio y viendo a la nada.
—Es que me molesta no sentirme molesto o celoso por eso. —Dijo Adrien en un tono bajo. — Es que debería sentir celos pero no los siento. Ella me importa pero... la veo hablando con él y solo pienso "Ojalá no sea un idiota y la trate bien." —concluyó él sintiendo que tal vez no debería haber comenzado a hablar en primer lugar.
—Espera, entonces ¿no quieres recuperarla? —preguntó Simon tratando de entender lo que decía.
—En parte sí pero no quiero que sea infeliz por mí. —soltó el de cabello castaño con algo de enojo.
— ¿Porque sería infeliz por ti? ¿No la amas? —Simon sabía en lo más profundo de sí mismo que tal vez no debía ser tan insistente pero con tanto alcohol en su sistema era difícil controlarse.
—Claro que la amo pero yo nunca podré amarla de la forma que merece que la amen. —Explicó Adrien diciendo las palabras rápidamente — Yo...—comenzó a hablar pero las palabras se atoraron en su garganta dificultando su respiración. — Yo...
—Oye, respira. —dijo Simon reaccionando dándole una palmada en la espalda al darse cuenta de sus nervios. — Cálmate. —Adrien logró respirar casi con normalidad. — Eso es. Toma un trago de esto. — El hombre lobo tomó el vaso que le ofrecía y bebió un poco arrepintiéndose rápidamente por el ardor.
— ¿Qué mierda es esto?
—La verdad, no lo sé. —dijo Simon viendo el vaso y probando un poco más antes de subir las cejas y encogerse de hombros. — Y si lo sé creo que no lo recuerdo. Pero estás mejor ¿no? —Adrien asintió un poco. — Bien, ahora puedes continuar con lo que ibas a decir, claro que solo si quieres y no te molesta compartirlo...
—Me gustan los hombres.
—...conmigo... Espera ¿qué dijiste?
—Soy gay. —repitió Adrien viendo al suelo.
— ¿Y cuál es el problema con eso? —preguntó Simon un poco a la defensiva.
—El problema es que siempre lo he sabido pero lo he negado tanto que ya no sé cómo dejar de hacerlo. —mientras hablaba sentía que con cada palabra que salía de su boca el peso y la presión sobre él disminuía. — El problema es que Eve siempre ha sido tan linda conmigo que no sé cómo vaya a reaccionar a esto y no quiero perderla. El problema es que siempre dijeron que éramos la pareja perfecta y ahora...
—Tienes miedo de lo que vayan a decir los demás. —susurró el de ojos azules a la nada sintiendo que esta situación le resultaba familiar. — Tienes miedo al rechazo.
—En especial cuando se trata de mis padres.
—Comprendo. —Simon tomó otro trago del vaso.
—¿No dirás nada? —preguntó Adrien luego de un rato.
—¿Qué quieres que diga?
—Lo que piensas.
—Pienso que eres un imbécil. —soltó Simon viendo a la nada.
— ¿Qué?
— Sí, lo eres. —aceptó poniéndose de pie mientras fruncía el ceño al verlo a los ojos. — Al diablo lo que digan las demás personas. No te debería importar lo que piensen otros. — las palabras salían de su boca rápidamente con ira contenida al querer golpearlo. — Aceptas lo bueno y aprendes de lo malo pero nunca nadie debe tratar de cambiar lo que eres si con eso no dañas a nadie. —recalcó señalándolo con la mirada más seria que pudo haberle dado, incluso estando borracho. — Si decides cambiar es por decisión propia. No simplemente debes tratar de ocultarte y utilizar a otros para mantener esa máscara fingiendo ser "normal" —dijo demostrando tal vez demasiado su descontento con la situación que sentía tan personal. — ¿Y sabes qué? Lo "normal" está sobrevalorado. Tan solo míranos; en este mundo de locos nada ni nadie es realmente normal ¿Crees que es normal tanta destrucción entre humanos? ¿Crees que es normal tanta guerra y vidas perdidas? —su voz se quebró un poco al decir eso, recordar tanto y enfurecer porque justo era lo que trataba de impedir. —Y si crees que antes de ahora las cosas eran "normales" entonces déjame decirte que estás equivocado porque nunca lo han sido. Y debes creerme ¡Porque yo lo viví y no soy "normal"! —exclamó sintiendo que viejas heridas se abrían y el dolor en su pecho disminuía un poco cuando soltó un suspiro al recuperar el aliento.
—Simon...—al escuchar la voz de Adrien volvió en sí dándose cuenta de lo que había dicho, pero le daba igual. Lo vio a los ojos interrogante. — Estás llorando.
El vampiro pasó el dorso de su mano por la mejilla y se dio cuenta de que era verdad pero no sabía realmente en qué momento había comenzado a llorar. Se sentó de nuevo y no se molestó en limpiarse el resto de las lágrimas, tan solo bebió un gran trago de lo que había en el vaso terminándoselo.
Pasó un rato en que ambos se quedaron callados. Adrien asimilaba todo lo que había dicho Simon y trataba de entender todo a lo que se refería. Y Simon por otro lado estaba un poco decepcionado de haber recordado tanto cuando había empezado a beber para no hacerlo.
—Creo que ya comprendo más el por qué bebes así. —comentó Adrien no sintiéndose seguro de lo que decía y arrepintiéndose de no haberse quedado callado.
Simon se rio vaga y suavemente al decir: — No, lo que te he dicho es tal vez una quinta parte de todo por lo que tomo.
— ¿Quisieras decirme el resto?
Lo que dijo Adrien sorprendió a Simon y este se tomó un momento para considerarlo.
—Es algo largo. —dijo pero el de ojos castaños no dijo nada. — Tal vez tarde unos días en contarte todo. —Adrien siguió en silencio esperando una respuesta concreta sin despegar sus ojos de los del vampiro. Simon se rindió al cerrar los ojos. — ¡Bien! te contaré. Pero al terminar tomarás una decisión. — Adrien gruñó por lo bajo con eso. — Y quiero al menos una botella de cualquier alcohol birreniano. — lo señaló con el dedo y mirada seria. — Sin alcohol, no hay historia.
—Es un trato. —dijo Adrien luego de un momento de considerar lo que le proponía y estrechó la mano de Simon.
...
A la 1 de la mañana todo estaba tranquilo al menos hasta que Tony y Zafiro se estrellaron contra la puerta de la casa de la rubia mientras se besaban. En cuanto fueron las doce y felicitaron a Erin, Tony se las arregló para convencer a Owen de que le diera las llaves del auto de la cazadora y se fueron. Ahora Zafiro se daba la vuelta para buscar las llaves, sin poder concentrarse por completo ante los besos y el aliento caliente del vampiro en su cuello. Logró abrir la puerta y en cuanto se dio la vuelta su boca encontró la de él mientras se deslizaban dentro.
A tropiezos hicieron su camino hasta el sofá donde Zafiro empujaba a Tony para luego sentarse sobre su regazo y volver a besarlo.
— ¿No que "no"? —inquirió Zafiro casi riendo al sentir como Tony colaba sus manos bajo la blusa llegando a su sosten.
—Shh... Lo estás arruinando. —susurró él contra su oído al quitarse el suéter.
—Tú lo hiciste primero. — dijo ella admirando su cuerpo.
—Entonces creo que es un empate. —dijo él viéndola a los ojos mientras sonreía con complicidad.
Zafiro se mordió el labio ante eso mientras sonreía.
—Hecho. —soltó ella antes de volver a besarlo.
...
Tom quitó una de las tablas de madera del suelo sacando una botella de vino birreniano y observó su habitación sentado en el suelo recostándose de la cama. Esta habitación desde hace mucho tiempo que había dejado de sentirse cómoda. Había dejado de sentir que era suya. Mayormente entraba allí en la madrugada cuando se cambiaba de ropa y dormía en el sofá de la oficina, era una especie de consuelo que al despertar allí no viera ese espacio vacío junto a él en las sabanas.
Abrió la botella y bebió un poco, luego recostó su cabeza de la cama y suspiró, volteó hasta dar con las fotografías sobre el mueble.
—Ya son 21 años y cada vez se parece más a ti. —dijo viendo al techo. — Lo único que podría considerar malo en ella es que a veces actúa como yo. Eso me molesta... y creo que me asusta un poco. No quiero que sea como yo. —dio un largo trago a la botella. Al bajarla se quedó viendo el cristal. — ¿Sabes? A veces no puedo dejar de mirarla y otras veces me obligo a no hacerlo porque te veo en ella. Y eso me destroza.
Siguió bebiendo por un rato, pensando en cabello castaño y ojos almendrados. Iba a tomar otro trago pero terminó alejando la botella al ver que ya había bebido la mitad, la tapó, la depositó entre la madera y puso la tablilla en su lugar. Se puso de pie y salió de la habitación cerrándola con llave. Se recostó un momento de la puerta y respiró profundamente haciendo a un lado el ardor en sus ojos antes de encaminarse al sofá de su oficina.
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Es el capítulo más largo hasta ahora. Dime qué pensaste sobe él.
¿Tienes dudas?
¿Qué crees que pasará?
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