Ok, aquí está. Espero te guste <3

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Alux está cruzando la calle con una mirada cansada y entra en la cafetería de donde salió Duncan hace un momento. Eve me empuja y yo la miro abriendo un poco los ojos. Pero ella hace lo mismo apretando los labios.

—¿Qué les sucede? —pregunta Duncan terminándose la dona.

—Creo que se comunican con ¿miradas? Seguro tiene que ver con Alux.

Ambas volteamos a ver a Owen ante lo que acaba de decir tan calmadamente. Idiota.

—¿Quién? —inquiere el cazador antes de tomar de su café.

—Un tipo con el que Erin tiene algo.

¡Imbécil!

Duncan tose un poco y eleva las cejas tragando el café.

—Oh...—se aclara la garganta. — Bien.

—Si tú no lo golpeas, yo lo hago. —dice Eve en mi cabeza.

—Adelante.

Eve le da un golpe a Owen y este se queja.

—¿Qué? —pregunta Owen al darse cuenta de nuestras miradas sobre él. —Es la verdad.

Niego con la cabeza viendo la cafetería ¿Debería ir allí? Debe estar cansado y estresado. Mejor lo dejo en paz. Con ese pensamiento en mente volteo a ver el edificio, Adrien sale pero mi papá aun no da señales de vida.

Oigo un ruidito y saco mi teléfono. Debe de ser Laia preguntando cuando... Mi pensamiento se detiene al ver el mensaje de Alux.

"¿Aún estás en Seattle?"

Tomo el brazo de Eve y le muestro el mensaje. Ella abre un poco más los ojos y luego me mira.

—¡Contéstale! —exclama en mi cabeza.

—¡Ya voy! —contesto con su mismo tono.

Le escribo rápidamente:

"Sí ¿Por?"

Eve voltea a verme como si quisiera golpearme y yo me encojo de hombros, la respuesta llega.

"Ya estoy libre ¿Y tú?"

"Casi."

Eve me mira frunciendo el ceño

—Se supone que nos iremos en cuanto salga mi tío.

—Lo solucionaré y me ayudarás.

El teléfono suena logrando que quite mi vista del rostro ahora conflictivo de Eve.

"¿Quieres ir a algún lado conmigo?"

—¿Quieres o no? —Pregunta Eve subiendo una ceja.

"¿Dónde te encuentro?".

Termina mandando el nombre de la cafetería y miro a Eve quien sonríe un poco mientras que yo aprieto mis labios por la ironía. Le contesto a Alux que allí estaré luego.

—Bien ¿Cuál es el plan? —Eve se cruza de brazos observándome expectante.

—Ok ¿Qué sucede? —inquiere Adrien frunciendo el ceño y haciéndonos recordar que no estamos solas.

—No lo sabemos con exactitud. —dice Owen.

Miro a los tres y trato de pensar en cómo podrían colaborar en esta situación.

Owen queda descartado por completo, por su actitud y los comentarios que ha hecho me doy cuenta que estamos bien mientras no hablemos de Alux, por ahora. Adrien podría ayudar en cuando a distracción pero Duncan... es la mejor opción.

—Duncan ¿Podrías llevarnos a Eve y a mí a Leavenworth en la noche?

— ¿Y eso por qué?

—Porque queremos ver algunas tiendas y llevar a Lili con nosotras ¿en qué tienda vio ese lindo suéter? —miro a Eve.

—Sígueme la corriente.

—En la calle principal, pero debemos apurarnos o cerraran. —dice Eve y quiero aplaudirle por seguirme el juego tan bien.

Duncan nos observa detenidamente y entrecierra un poco los ojos pero termina relajando su rostro.

—Claro, de todas formas tengo algunas cosas que hacer antes de irme. Mientras estén aquí a más tardar las 10 las llevaré.

—Muchas gracias, —digo sinceramente y tomo la mano de Eve— rápido, vamos por Lili.

—¿Y nosotros qué? —preguntan Owen y Adrien al mismo tiempo.

—Lo siento, solo chicas. —digo y llevo a Eve conmigo antes de que puedan decir algo más.

—¿Y ahora qué? —pregunta la vampira siguiéndome.

—Ahora la fase dos.

—¿Cuántas fases hay?

—Aun no lo tengo muy claro.

Entramos al edificio y presiono el botón del elevador para ir a la oficina de mi tío, pero al abrirse las puertas observo a mi papá recostado a un lado con mirada cansada.

—Este día es interminable, vayámonos de una vez. —dice pasando a nuestro lado.

—Espera aquí. —le digo mentalmente a Eve empezando a seguirlo. —De hecho, Eve y yo queríamos llevar a Lili de compras.

Tom Morgan se detiene al escuchar mis palabras y se da la vuelta para verme.

—¿Qué?

Atrévete, atrévete, sé audaz.

—Sí, y debemos irnos para llegar antes de que la tienda cierre.

—Erin, no me quedaré aquí ni un minuto más. —dice inclinándose un poco como para recordarme que soy más baja que él. Más pequeña. Más joven. Inexperta.

—Lo sé, lo sé. Y por eso hemos convencido a Duncan para que nos lleve más tarde. Él nos esperará hasta las 10.

Se endereza cruzándose de brazos.

—¿Por qué yo debería de aceptar eso? Sabes lo que pienso de él.

Oh sí, lo sé. Ellos tuvieron problemas en el pasado, hace muchos años, cuando mi padre hizo conocer su nombre y Duncan empezó a cazarlo. Pero después de mucho tiempo hicieron las pases o por lo menos se respetan por pertenecer al mismo lado.

—Pero ya ambos dejaron el pasado atrás y hay mucha gente que no te agrada. —digo como argumento totalmente cierto. —Además, hazlo por Lili, desde que Eve se fue debe sentirse sola.

Al hablar me doy cuenta de eso. En realidad sí me gustaría pasar más tiempo con ella. Tal vez si pueda llevarla a hacer algo las tres antes de ir con Alux. Mi padre suelta una exhalación de cansancio.

—Quiero a Lili pero debieron hablar sobre esto antes. Apuesto a que Harry tampoco está enterado ¿o sí? —pregunta y antes de que pueda contestar dice: —Pueden hacer eso en la próxima reunión, vámonos.

Para casos desesperados, hay medidas desesperadas.

Me pongo delante de él y le digo mentalmente:

—Bien, es una excusa. Saldré con Eve y Lili... pero también me reuniré con un ángel ¿Feliz? —inquiero.

Me mira con sus ojos midiendo lo que acabo de decir. En eso recibe un tirón de orgullo que levanta una de las esquinas de su boca y asiente.

Se siente bien ver la aprobación en su rostro, pero no tanto cuando sé que es por una farsa. No estoy mintiendo, estoy diciendo la verdad aunque... no completa. Él piensa que soy un simple peón que moverá a su gusto con tal de ganar y cumplir con sus expectativas pero no sabe que soy una pieza más importante, consciente, capaz de decidir a donde ir, capaz de dar más de un paso por turno, e incluso capaz de pertenecer al lado enemigo, si lo quisiera.

—Quiero avances, Erin. —dice en mi mente. —Haz lo que quieras, pero quiero avances. —se acerca y me acaricia la mejilla con el pulgar. — Puedes quedarte...pero ten cuidado. No confíes en los ángeles.

Se alejó y se fue sin decir más. Inhalo y exhalo pero el aire quema en mi interior un poco.

De verdad que estoy jodida.

...

No tomó tanto convencer a mi tío y aunque Eve pensó que lo haríamos a sus espaldas, decidí que es mejor que salgamos con Lili. Esa chica aunque tiene amigos de su edad, como todo chico, a veces quiere estar con los grandes para sentirse mayor.

Entro a la cafetería y consigo a Alux en una mesa sentado de espaldas a mí. Toco su hombro y este sonríe al verme.

—¿Qué tal? ¿Nos vamos?

—Sobre eso...

—Hola. Soy Lili. Erin es mi prima. —saludó Lili con inocencia pero no me engaña.

—Encantado de conocerte, soy Alux. —dice frunciendo un poco el ceño mientras sonríe con diversión y confusión.

— ¿Tú eres el novio de Erin?

Mi cara lo debe decir todo porque ella se encoge de hombros. Mala idea sacar a la enana de la casa.

Alux suelta una carcajada.

—No lo sé. —dice y voltea a verme con una sonrisa maliciosa. —¿Soy el novio de Erin? —pregunta con el mismo tono de Lili quien también espera mi respuesta.

Increíble, la enana y el ángel perveso se han puesto de acuerdo para molestarme.

—¡Eve, ayúdame!

—Hola, Alux. —saluda ella y me entrega una galleta.

Por lo menos con la boca llena me salvo de hablar. Después de un momento, le explico que saldremos los cuatro mientras Lili y Eve compran otras galletas.

—Es lo que hay.

—Está bien. De todos modos, a donde iremos se divertirán.

—Y ¿A dónde vamos?

...

—Tiene que ser una broma. —digo al ver la gran montaña rusa alzarse en el cielo oscuro.

—No me digas que tienes miedo. —dice Alux a mi lado entrecerrando los ojos.

—Un poco. Y tengo porqué temer. Tan solo mira esa monstruosidad.—digo señalándola. — No parece segura.

—Yo quiero subir. —dice Lili viéndonos con emoción. —Puedo ¿verdad? Ya paso la altura requerida.

—¿Segura que quieres? —pregunta Eve comiendo palomitas de maíz.

—Oh, sí.

—La niña es valiente. —dice Alux por lo bajo.

—Bien, si quieren subir, supongo que no puedo ir en contra de ustedes. —digo por fin, Alux y Lili celebrando; hacemos la fila y compro los boletos.

Montamos en los asientos. Adelante van Eve y Lili, y atrás de ellas Alux y yo. Estoy bien. Estas cosas siempre me dan miedo la primera vez, solo la primera vez. Nos ponemos los cinturones y además una barra de metal baja, tanto Alux como yo la sostenemos, él un poco más relajado que yo.

—¿Lista? —pregunta con emoción y esa sonrisa maliciosa en su rostro.

—¿Por qué siento que esto fue una mala idea?

Alux ríe y la máquina del demonio empieza a moverse para alcanzar velocidad rápidamente, es raro, estoy asustada pero aun así me gusta. De hecho, el miedo ahora solo es adrenalina por la velocidad. Los vagones llegan a curvas y nos movemos dentro del carro, mi hombro golpea con el de Alux fuertemente pero apenas lo noto por la gran subida a la que nos dirigimos, el ascenso es lento, calmado, pero no es algo relajante. Es una calma de la que sabes solo puedes esperar cosas malas.

Al llegar a la cima veo lo alto que estamos, y siento que el aire es frio al llenar mis pulmones.

Voy a morir.

En eso Alux pone su mano sobre la mía que está aferrada a la barra y la presiona. Quiero voltear a verlo pero no puedo dejar de ver la caída a dónde vamos. Y pasa. Caemos y grito junto con Alux, Eve, Lili y el resto de las personas en los vagones. Sin embargo los gritos son de emoción, no de miedo, ni siquiera el mío es realmente un grito de miedo. Es más bien un aullido parecido al de Alux.

Él incluso se ríe en una de las vueltas y yo solo quiero golpearlo.

Al terminar las vueltas bajamos pero a mi lado, golpeándome, pasa corriendo Lili hasta llegar a un bote de basurero y vomitar allí, me adelanto para quitarle el cabello de la cara durante las arcadas y Eve empieza a echarle aire y limpiarle la cara con servilletas al terminar.

—Iré por agua. —dice Alux atropelladamente antes de irse para volver enseguida con una botella.

Se la tiende a Lili y esta se la toma velozmente.

—Hey, despacio. Debes recuperar líquidos pero podrías volver a vomitar.

Por fin ya calmada y limpia, suspira cansada.

—Debieron ser las palomitas.

—O los dos refrescos, las galletas y el hot dog, juntos. —digo negando con la cabeza.

Alux sonríe amablemente antes decir: —Sin mencionar las vueltas, sacudidas y emociones de la montaña rusa.

—Creo que será mejor que Lili y yo nos vayamos. —Dice Eve.

—Quisiera poder decir que no, pero creo que es una de las pocas veces que estoy de acuerdo contigo. —comenta Lili.

—Recuerda que Duncan nos esperará hasta las 10.

—Sí. Ya lo sé.

Se despiden de Alux y empezamos a caminar juntos, uno al lado del otro, en eso, percibo un roce en mi mano y sé que busca mi mano. En realidad... yo también busco la suya.

"Sabes que no es real" Callo la voz de Owen en mi cabeza. Mi meñique se entrelaza con el de Alux. Yo lo siento real.

—Esta cita está saliendo mucho mejor de lo que pensé. —dice Alux a mi lado después de caminar un rato.

—¿Con vómito y todo? —digo y por un momento maldigo mi lado pesimista e idiota.

—Incluso con el vómito ha sido divertido. —dice sonriéndome.

—¿Te provoca algo por aquí? —pregunto observando los puestos de golosinas y comida.

—Sí, unas cuantas cosas. —entrecierro los ojos ante eso. —¿Churros?

—Churros. —repito afirmando antes de dirigirnos hasta allí. —Y yo invito —sentencio seriamente.

—Hecho, se siente bien ser mimado. —dice con tono jocoso. Bufo en protesta.

Compramos los churros y caminamos por el parque de atracciones.

— Oye ¿Hablaste con Owen? —pregunta antes de comer uno.

—Sí.

—¿Así que están bien? —interroga.

—¿Porque tanto interés en que hagamos las paces? —pregunto frenando el paso hasta parar.

"No confíes en los ángeles." Borro la cara y la voz de mi padre que surge en mi mente.

—Porque lo tuyo con Owen era algo que existía antes de que yo llegara y no quiero ser la razón de que eso acabe. —dice y realmente lo comprendo.

Tiene sentido y lo aprecio.

—Mmm, entiendo pero ¿qué tal si Owen y yo volviéramos a estar junto? Entonces ¿qué lugar ocuparías tú en todo esto?

—El que tú decidas.

Interesante.

— ¿Alguna sugerencia? —pregunto seriamente.

—Eso depende de ti —contesta encogiéndose de hombros—. Podría ser tu amigo —da un paso al frente—, tu confidente —dice más bajo y más cerca— o tu amante —susurra en mi oído.

"Quiero avances" Tal vez no hablaba de este tipo de avances. Suelto una risa ante eso y él parece decepcionado.

—Vamos, siendo sincero ¿Quién no me querría en su vida? —dice y ruedo los ojos sin dejar de sonreír por su orgullo destrozado.

Subimos a muchas más atracciones y regresamos caminando al edificio a las 9:40. Las calles estan oscuras.

—No fue tan mala la montaña rusa ¿o sí?

—No, supongo que no después de las dos primeras veces. —digo volteando a verlo. — Gracias por sostener mi mano, me ayudó

Se queda callado, toma mi meñique y me sonríe en respuesta. Ya faltan unas dos calles más. Pero Alux se acerca un poco más a mí y suelta mi meñique para sujetar mi hombro hasta pegarme a él.

"...ten cuidado"

—No te asustes, creo que nos están siguiendo. —dice Alux en un hilo de voz cerca de mi oído.

—¿Cuántos?

"No confíes en los ángeles."

—No lo sé. ¿Ya falta poco?

—Sí, después de esta calle...

Dejo de hablar al ver a un hombre salir del callejón con un arma en mano apuntándonos. Los otros dos se acercan por detrás. Todos son humanos.

Ellos tres contra nosotros dos. Si logro distraer al de enfrente podría quitarle el arma.

—Dame el bolso, preciosa, y vacíen los bolsillos.

Quito la correa de mi hombro pero Alux se interpone.

—No.

—Deja de hacerte el héroe, idiota. —dice el que está atrás de mí y me toma del cabello.

Listo. Le va a doler.

Sujeto su mano que está en mi cabeza y me volteo dándole un golpe en la garganta con mi antebrazo, tomo su otro brazo quitándole la navaja que cargaba. Sostengo su pulgar, en este ángulo puedo rompérselo si intenta algo. Oigo un quejido y Alux ya ha logrado quitarle el arma al primero que yace inconsciente en el suelo.

El último nos mira a ambos y trata de sacar un arma pero Alux le sostiene la muñeca con fuerza, lo mira a los ojos haciendo que el hombre deje de forcejear, toma el arma y con un movimiento de cabeza hace que el tipo se vaya como si hubiera olvidado lo que acaba de pasar.

Estaba en su mente.

Alux sujeta al tipo que me agarro del cabello y lo estampa contra la pared, lo mira a los ojos como con el anterior y al soltarlo este toma las dos armas y la navaja y sale corriendo como alma que lleva el diablo. Con el primero hace lo mismo que con los otros dos y limpiándose la sangre de la boca se marcha sin mirar atrás.

Volteo a ver a Alux y este hace una mueca con la boca viendo el suelo con incomodidad para luego dar con mis ojos y encogerse de hombros al decir:

—La tercera es la vencida ¿no?

"Ambos están jugando a engañar al otro..."

Suelto un bufido, casi una risa cansada empezando a caminar.

—Estás loco. —digo pasando a su lado.

—Vamos, dame la tercer, cuarta, quinta y todas las citas que quieras. —Dice con tono juguetón siguiéndome pero la seriedad vuelve al no obtener respuesta de mi parte. — O ¿no me darás otra oportunidad después de esto?

—¿Tú que crees? —pregunto con tono neutral.

—Yo no lo haría. —dice detrás de mí, haciéndome parar y girar para verlo. —Me han dicho que a veces soy un poco prepotente o arrogante. Si saliera conmigo mismo tal vez me golpearía. —explica de una manera sincera y calmada con las manos en los bolsillos de su chaqueta.

"...una simple atracción a lo prohibido..."

—Entonces, qué bueno que no soy tú. —digo dejando que los extremos de mi boca se eleven un poco después de estar controlando el gesto todo este tiempo.

Me sonríe de vuelta un poco ¿sorprendido? y toma mi mano, por completo, entrelazando sus dedos con los míos.

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