Holaaa. Bueno aquí un nuevo capítulo y desde ahora también subiré capítulos narrados en tercera persona porque aquí no solo importa la historia de Erin aunque sea la protagonista, mientras ella tenga sus propios conflictos también habrán circunstancias interesantes con otros personajes XD.

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—Adiós, chicas. —dijo Simon mientras movía la mano y llevaba un trago a su boca. Tal vez estaba más borracho que Melody y aun así iba a seguir tomando por un buen rato.

Toni ya no sabía cuántos tragos se había tomado pero aun así estaba más cerca de caer dormido que de tener una buena y larga conversación con Zafiro. Luis ya hablaba gratamente con ella, y claro su amigo trataba de meterlo en la charla y aun así no lograba formular oraciones largas o complejas, eran más que todo frases simples que aunque no quisiera sonaban cortantes.

—Me gustan las canciones de Oasis.

—Sí, son buenas. Me gusta mucho Wonderwall.

—Oigan, son las dos y ya vamos a cerrar. —dijo Ben acercándose a la mesa.

Le iban a contestar pero se detuvieron cuando escucharon el ronquido de alguien y al levantar la vista Toni estaba recostado de Simon y este tomaba más vodka, sosteniéndolo para que no cayera. Era una imagen graciosa en verdad y Zafiro no pudo evitar reír un poco porque su amigo ángel hubiera estado igual de borracho si no se hubiera ido unos minutos antes que las chicas.

—Sí, esa es la señal para irnos. —dijo Luis levantándose y dándole unos cuantos billetes a Ben, tal vez más de lo que debería, y el dueño del bar se fue sabiendo que no valía la pena discutir sobre la paga, siempre le daban un poco más de lo que debían. El Hombre Lobo miró a Zafiro que tomaba su bolso y se levantaba. — ¿Tu casa queda muy lejos?

No quería que estuviera caminando por la calle sola a las 2 de la mañana. Incluso siendo un ángel. Ella levantó la vista y sonrió mientras decía: —No tanto en realidad.

— ¿Te llevo? —preguntó pero era más que todo una afirmación.

—Claro ¿Pero y tus amigos?

Voltearon a verlos y Simon ya solo los veía a ambos con una sonrisa vaga sosteniendo a Toni que ya no roncaba. Luego dio un pequeño salto en su lugar por el hipo.

—Ustedes son muy sexys. —soltó de repente alargando algunas palabras.

—No creo que les importe. ¿Te importa Simon? —le preguntó al vampiro que estaba despierto.

—Je n'ai pas entendu ce que tu as dit mais je suis d'accord. —respondió con un perfecto francés que Luis no entendió.

— ¿Qué?

—Dijo "No escuché lo que dijiste pero estoy de acuerdo". —aclaró Zafiro ySimon asintió.

—Bien, está decidido.

Luis tuvo que llevar a Toni hasta la camioneta siendo ayudado por Simon pero el vampiro medio consciente apenas podía caminar en línea recta por lo cual Zafiro lo empezó a guiar.

—Oigan ¿Por qué nos vamos? quiero otro trago. —dijo Simon dejando su brazo sobre los hombros de zafiro cuando tropezó.

—No más tragos, ya estás por las nubes. —dijo Zafiro sujetándolo de la espalda.

—Quiero llegar a la Luna y ver si es tan bella como los libros dicen —Luis soltó una pequeña risa por las palabras del vampiro. —Y luego alcanzaré al sol y veré si es igual de candente que su esposa.

Zafiro no pudo evitar sonreír mientras dejaban a Toni en el auto e hicieron que Simon entrara.

—¿No crees que de ese modo morirás? —le preguntó ella subiendo al puesto de adelante.

—Moriré habiendo visto a seres realmente sensuales. Podría morir feliz si uno de ellos me besara.

Luis encendió la camioneta y condujo por donde Zafiro le decía. Mientras Simón seguía despierto pero no muy consciente de su alrededor o lo que decía.

—Aquí a la derecha.

—Derecha, derecha...—canturreó el vampiro —¿Derecha? —preguntó Simon con voz un poco aguda.

—Sí, derecha. —respondió Zafiro.

—No le prestes atención siempre dice cosas raras cuando está ebrio.

Simon se acerca hasta el espacio entre los puestos delanteros y se queda en silencio como si hubiera olvidado lo que iba a decir.

—Me comí un gato...—dijo el vampiro después de un rato y tanto Zafiro como Luis voltearon a verlo un momento. El pelinegro los vio a ambos. — No pueden juzgarme fue hace doscientos años... más o menos. Y tenía hambre.

Luis vuelve la mirada al frente.

—Ok, eso es entendible. —Zafiro le quitó los rizos cual petróleo de la frente mientras Simon pegaba su mejilla al asiento de ella. — Es aquí. —Señaló una casa que por la oscuridad no se distinguía si sus paredes eran blancas o crema. Tenía un pequeño porche de madera y ventanas cuadradas. Era pequeña pero encantadora.

Zafiro abrió la puerta y le hizo una señal con la cabeza a Luis para que bajara. Este la captó y la imitó al salir del auto. Caminaron unos pasos, luego zafiro se dio la vuelta viendo a Simon.

—Adiós, Simon. —le sonrió mientras se despedía moviendo la mano y el vampiro le respondió de igual manera e incluso tomó la mano de Toni que seguía inconsciente y la agitó como si también se estuviera despidiendo. Zafiro rio ante eso y dijo: —Adiós Toni.

Luis la acompañó hasta el porche hasta que ella se volteó a mirar al hombre lobo.

—Gracias por traerme. —dijo el ángel de manera más baja.

—No me des las gracias. No fue nada.

Ella dio un paso al frente estando a solo un pie de él.

—Tal vez si quieres...—susurró acercándose más— podrías venir más tarde.

—¿Más tarde?

—Si no quieres volver a tu casa luego de dejarlos. —Estaba tan cerca que él podía sentir su calor corporal—Podrías venir aquí...— sus respiraciones se mezclaban mientras el espacio entre ambos desaparecía. —conmigo.

Y sus labios se juntaron. Empezó como un pequeño roce que se intensificó cuando ella abrió su boca y él la imitó por un momento de locura, excitación e instinto hasta que él rompió el beso.

—Perdón, Zafiro. Pero no estoy buscando una relación seria justo ahora.

Ella era estupenda pero realmente no quería complicaciones de parejas y ese tipo de cosas ahora, la soledad para algunos no era más que dolor y tristeza, pero él realmente apreciaba la tranquilidad y control de lo que pasaba en su vida. O al menos de casi todo en su vida. Zafiro era una persona con la que podía llevarse bien, podía ser su amigo pero en verdad no quería una relación amorosa.

Estaba casi seguro de que ella le reclamaría algo, como había pasado con otras mujeres antes cuando les decía eso. Pero ella solo tomó su mano y dijo:

—Yo tampoco. —y con eso soltó su mano tomando las llaves y abriendo la puerta. —Me caes bien, Luis. Y si quieres venir, hazlo, pero si no, lo entiendo. —le sonrió sinceramente desde dentro de la casa. —Buenas noches.

Y cerró la puerta. Luis duró solo dos segundos parado allí y luego volvió al auto asimilando lo que ella le había dicho. Simon estaba dormido junto a Toni en el asiento trasero. Encendió el motor y se puso en marcha hacia la Casa Morgan.

...

Al llegar y apagar el auto Simon dio un pequeño salto diciendo:

—Mario. —Miró a Luis y luego a su alrededor. —Mario. —Volvió a repetir con menos vida. — Mario... no está aquí.

— ¿Quién es Mario?—preguntó cuándo dio la vuelta y abría la puerta para que bajara Simon.

El vampiro salió con cuidado, todavía estaba ebrio pero ya no tanto.

—Alguien del pasado. —respondió con calma y mirada de incertidumbre. Apagada.

La curiosidad le dio un pequeño codazo a Luis pero la ignoro no queriendo abrir heridas antiguas.

—Bueno, ayúdame a llevar a Toni arriba. —dijo tomando al vampiro inconsciente por los brazos.

Simon era una persona que para los que no lo conocían bien parecería egoísta, arrogante e insensible, pero todo era una máscara de supuesta "perfección" que usaba para ocultar que era todo lo contrario. Entre los dos llevaron al vampiro dormido dentro de la casa y luego con algo de dificultad lo subieron por las escaleras.

Era un tipo alto y pesado que dormía profundamente incluso cuando su cabeza por accidente golpeó la pared. Owen abrió la puerta de su habitación viéndolos a los tres y frunciendo el ceño con sueño.

—Melody y alcohol birreniano. —explicó vagamente Simon y Owen asintió volviendo a cerrar la puerta para seguir durmiendo.

Dejaron a Toni sobre su cama, Luis le quitó los zapatos y salieron, luego como una sombra, Simon se deslizó hasta su habitación, silencioso y sin vida.

Luis entró en la suya y se quitó la franela antes de dejarse caer sobre la cama, rodó sobre su costado viendo el techo y recordando a la rubia. Lo que dijo suponía que solo sería algo de una vez, algo casual, sin compromisos; sin embargo ese tipo de cosas siempre se complicaban y aunque ella era muy sexy y segura de lo que decía y hacía, no estaba seguro de que él cumpliera.

Y a pesar de todos sus pensamientos se puso de pie y tomó otra camiseta, salió de la casa silenciosamente tomando las llaves de la moto y la encendió después de alejarse unos cuantos metros.

Condujo rápido en la dirección que ya había recorrido hace tal vez veinte minutos, y supo que era una locura cuando ya estaba tocando la puerta y ella abrió en pijama.

—Solo sexo sin compromisos ¿no?—inquirió y luego lamentó ser tan directo.

—Solo eso me permito. —le respondió Zafiro.

—Bien—susurró antes de entrar cerrando la puerta y abalanzarse sobre sus labios devorándolos.

Sus cuerpos ya no tenían espacio en medio que los separara, él la sujetaba de la cintura y ella mantenía cerca su cabeza por lo alto que era hasta que Luis la levantó aun besándola y Zafiro arqueó un poco la espalda cuando ya había enroscado sus piernas alrededor de él.

Ella se separó un poco diciendo:

—Primera puerta a la derecha. —susurró Zafiro en su oído haciendo que una mezcla entre excitación y cosquillas se extendiera por todo su cuerpo.

Ella le rozó la oreja con sus carnosos labios y luego bajó su aliento cálido mientras besó con lentitud mortal. Luis tratando de no distraerse por lo que pasaba en su cuello se encaminó, pasando la sala y cocina llegando al pasillo pero Zafiro deslizó la boca hasta su oreja de nuevo y preguntó:

—¿Tenso? —otro cosquilleo se expandió por esa área mientras él alejaba su cabeza para verla y apretaba un poco el trasero de ella.

—Nunca.—Sonrió aunque era mentira en cierta medida porque su cuerpo estaba listo para todo pero su mente aun consideraba si era una mala idea. Pero claro todo desaparecería en cuanto comenzaran.

La puerta estaba abierta así que solo volvió a besarla mientras entraba y la recostaba sobre la cama. Luego rompió el beso y con sus respiraciones un poco rápidas por la falta de aire se quitó la camisa y empezó a quitarse los pantalones.

Ella sonrió complacida al quitarse la pijama mientras decía:

—Tú y yo nos llevaremos bien.

...

La luz se colaba por la ventana llegando a los parpados de Luis, quien se empezó a despertar viendo por un momento como la cortina de melocotón frenaba el paso de brillo dorado excepto por un pequeño espacio que no cubría el borde. Se levantó despacio sin cubrirse y miró por la abertura notando que ya era de día.

—Ese es un muy buen ángulo para mí. —oyó decir detrás de él y no pudo evitar que los bordes de su boca se levantaran un poco ante el comentario.

Se dio la vuelta, sin vergüenza por la desnudez viéndola como lo observaba desde la cama con una sonrisa.

—Aunque ese también es bastante agradable.

Se acercó hasta la cama subiendo a ella y posándose a un lado de Zafiro le dio un suave beso en los labios.

—¿Qué hora es? —le preguntó.

Ella se dio la vuelta tomando el reloj de la mesa a un lado y dijo:

—Las 8:27.

—Tal vez es mejor si me voy.

Se levantó buscando en el suelo sus prendas mientras se las colocaba dispuesto a irse; ya tenía el pantalón y los zapatos puestos pero no conseguía la camiseta.

—Oye, toma. —Dijo Zafiro lanzándole la camiseta mientras se levantaba tomando la bata que estaba sobre una silla.— ¿No quieres café o jugo antes de irte?

Ante la pregunta Luis detuvo sus movimientos y volvió a verla.

—Pero dijiste... Dijimos que no era nada serio.

— ¿Y eso significa que no puedes tomar café? —preguntó Zafiro con cierta diversión saliendo de la habitación.

Él la siguió comprobando que tenía la billetera y las llaves en los bolsillos. Zafiro entró en la cocina mientras preguntaba:

—Entonces... ¿Café o jugo?

—Café. —respondió un poco incómodo sin saber qué seguía o que tenía que hacer.

Ella preparó la cafetera hasta que notó que él seguía de pie.

—Puedes sentarte si quieres.

—Eh... —Luis se sentó en una de las sillas alrededor de la pequeña mesa.

Zafiro terminó de preparar la cafetera y se volteó a verlo apoyándose en la encimera.

—Oye, no estés tan incómodo. Sí, estuvimos juntos. Sí, fue bueno... muy bueno en realidad—sonrió con diversión—, pero casi nunca vuelvo a dormir con quienes ya lo hice. Y realmente me agradas. —frunció levemente el ceño. —Considerando eso tal vez no fue buena idea dormir contigo.

Luis soltó una pequeña risa que se quedó en su garganta al levantarse y acercarse a ella.

—Bueno... también me agradas. — Confesó sonriéndole amablemente. — Y, así que ¿Nunca vuelves a dormir con quienes ya lo hiciste?—preguntó suavemente apoyando su mano en la encimera detrás de ella.

Ella sonrió.

—Han habido excepciones. —dijo vagamente.

—Interesante. —susurró antes de juntar sus labios nuevamente. Ella puso sus manos detrás del cuello de él jalando levemente del pelo rubio corto mientras él deslizaba sus manos por la espalda de ella. Luego se separaron por un poco de aire.— ¿Y yo soy una excepción?—preguntó casi sin aire.

—Las probabilidades apuntan a que sí.

...

Luis terminó de acomodar la moto y empezó a subir los escalones para entrar en la casa y a medio camino se topó con Erin que estaba saliendo.

—Hola. ¿Se divirtieron mucho anoche?

Luis no pudo evitar que los bordes de su boca se elevaran un poco al decir:

—Pero por supuesto que sí.

Erin levanta las cejas un poco inconscientemente y le sonríe a Luis con confusión por el tono de él.

—Me alegra. Te veo luego. —dice mientras termina de bajar los escalones para tomar su auto e irse.

Luis entra en la casa y va hasta la cocina donde está Toni sentado en uno de los taburetes tomando un vaso de sangre. Luis le da una palmada en la espalda cuando pasa a su lado yendo a buscar algo de comer.

— ¿Estás bien?—Le preguntó cuándo se dio cuenta de que el vampiro se frotaba con cansancio los ojos.

—No había tenido una borrachera así desde que cumplí 20.

Luis soltó una risa.

—Lo recuerdo. Tomaste tanto que lanzaste a Simon por la ventana del bar de Ben y luego dormiste por... ¿dos días?

—No lo sé. —dijo riendo por la ironía. —Oye, solo por favor dime que no hice tantas estupideces anoche.

—Es difícil decirlo a veces eres muy estúpido.

— ¡Oye!

—Lo más gracioso que hiciste anoche fue roncar. —explicó abriendo el refrigerador.

—No me digas eso.— Luis asintió cerrando un poco la puerta para verlo.—No puede ser que me quedé dormido frente al amor de mi vida y no solo eso sino que también ronqué.

— ¿El amor de tu vida? —preguntó el rubio negándose a que eso estuviera pasando.

— ¿No es obvio?—inquirió Toni. —Zafiro.

Esto no podía estarle pasando.

—Creo que mejor me voy dormir.

Esperó mientras escuchaba los pasos de Toni subiendo las escaleras, luego por el pasillo y por último el sonido que la puerta cerrándose para terminar dándose un golpe en la cabeza por la situación en la que estaba ahora.

De verdad que era una locura que se acostara con la mujer que le gustaba a su mejor amigo. Aunque, pensándolo bien, ella fue la que le dijo, ella quería... pero tenía que aceptar que él también y en realidad no sabía que a Toni le gustaba ella tanto como para decir que era "el amor de su vida" ¿Cómo podría haberlo sabido? Nunca le dijo nada y no había señales de que le gustara o le interesara. Sin embargo casi todo el tiempo estuvo tomando y luego durmiendo. No podía culparlo en realidad, estaba tomando como apoyo para decirle algo a Zafiro. Pero Toni no resiste tanto el alcohol birreniano.

Mientras el conflicto en su cabeza se desarrollaba llegó a la conclusión de que debía decirle a Toni lo que había pasado y llegar a un acuerdo aunque tuviera que renunciar a uno de los mejores sexos que había tenido en su vida.

Suspiro antes de susurrarse a sí mismo: —Estoy jodido.

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