Nuevo capítulo :D

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La puerta suena y tengo mucho sueño como para levantarme. Dejaré que alguna de ellas se haga cargo. Los golpes siguen con más insistencia.

—Alguna vaya a ver la estúpida puerta. —dice Laia malhumorada a mi lado.

—Ve tú —le digo a Melody.

—¿Por qué yo? —pregunta indignada.

—Porque estas más cerca de la puerta. —respondo bostezando y cerrando los ojos; y tengo razón, al estar todas acostadas en la cama, ella es la que está en el extremo.

Siento movimiento y luego peso sobre mí para terminar escuchando como Laia y Eve se quejan. Levanto la vista y veo a la rubia sobre ellas.

—Ahora tú estás más cerca. —sonríe con los ojos cerrados.

Desgraciada.

Me levanto de mala gana para salir del cuarto y llegar a la puerta de entrada al departamento. La abro y está Simon sonriéndome acompañado por un perro de pelo largo.

—¿Es la champán o estoy viendo a un perro con peluca? —pregunto al ver como entran y Simon toma asiento en el sofá.

—Me gusta, es lindo —se refiere al lugar.

—¿De quién es? —pregunto al sentarme junto a él y ver que el perro se acerca para que lo acaricie, lo cual no puedo evitar. — ¡Su pelo es muy suave!.

—Es mío, es macho, un galgo afgano creo y se llama Ricky. —lo miro, hablándole con la mirada. — Te juro que le puse el nombre hace dos años y no tiene nada que ver con Rick.

¿Suyo?

—Bien. —Sigo acariciándolo por las orejas.— ¿Y qué hacen aquí?

—¿No puedo simplemente venir con mi mascota a...? —lo veo esperando su explicación. —Está bien, vine a pedirte que cuides a Ricky por mí.

—¿Qué?

—Es que la mujer que lo cuida está de viaje y también me he dado cuenta que estoy abusando de su amabilidad. ¿Podrías cuidarlo hasta que consiga otra solución o hasta que me vaya de la casa? —explica con cierta suplica.

—¿Te iras de la casa? —pregunto y un sentimiento difícil de describir me invade.

—Lo estoy considerando, porque he estado en esa casa desde que tú tenías 11 y ya ha pasado mucho tiempo; quiero mi propio lugar acompañado de mi perro.

—Entiendo. — realmente entiendo a lo que se refiere.— Y con gusto lo cuidaría pero el problema es que aquí no permiten mascotas.

—Ya hipnoticé a la administradora para que no pueda verlo, solo haz que Laia lo haga invisible ante la mirada de los demás de este edificio y listo. —señalo con simpleza, mientras Ricky olfateaba el lugar.

—Lo tenías planeado ¿cierto?

Simon se encogió de hombros sonriendo y diciendo:

—Mis planes siempre son perfectos.

—Está bien, lo cuidaré.

—Muchas gracias.

—¡Erin! ¡Un perro con cabello sedoso quiere comerse mi cara! —gritó Laia desde el cuarto.

—¡Cállate, tengo sueño! —habló Melody.

—¡Cállense ambas! —regaño Eve y Simon no pudo evitar reírse.

Esto será interesante.

...jueves 14 de agosto.

Ha pasado exactamente una semana y no he logrado idear un plan lo suficientemente bueno para que evitar cumplir el trato. Parece que mi mejor opción es fingir que lo estoy haciendo y luego inventar que el ángel se me ha escapado para terminar de nuevo en la casa Morgan. Esa idea me baja los ánimos porque no he podido dejar de pensar en lo que dijo Simon, en que tal vez se vaya pronto, y seguro en algún momento los demás también querrán irse, y yo no soy nadie para detenerlos.

Todos en algún momento se van y no quiero quedarme sola, o al menos no quiero quedarme por siempre sola aquí.

Owen conduce por la oscuridad llevándome al departamento; Laia, Eve y Melody fueron a ver las tiendas y a pasear con Ricky pero preferí ir a entrenar con él y como se hizo oscuro me está llevando en mi auto porque no quiso dejarme conducir sola. Me le quedo viendo un momento.

¿Cómo será cuando Owen se vaya?

Recuerdo mi niñez, en ese entonces mi padre era un poco más cariñoso y paternal, y claro siempre ha sido sobreprotector; me divertía bastante cuando íbamos a ver a mis tíos y podía jugar con Eve, recuerdo una vez que estábamos corriendo y me caí, me raspe las rodillas pero papá nos compró helado para distraernos y que me sintiera mejor. Recuerdo todas esas veces que tenía sueño y me quedaba dormida en su hombro al cargarme.

Luego poco a poco se fue distanciando, llegó Owen y después Simon; se convirtió en una persona más reservada, seria y un poco amargada. Ha habido momentos en que se deja llevar, pero eso no pasa mucho.

Owen detiene el auto, yo le doy un beso en la mejilla para despedirme y me bajo dirigiéndome al edificio, el cielo ya es oscuro pero no es tan tarde, entro y empiezo a subir las escaleras pero me doy la vuelta y salgo cruzando la calle, ya no está él hibrido con el auto; entro en la tienda y compro un paquete de gomitas.

Al salir trato de esquivar a alguien pero termino chocando mi hombro con la persona.

—Disculpa. —dice la persona, iba a decir lo mismo pero me callo al ver la mirada azul cielo. No puede ser. El ángel sonríe con ironía.— Que pueblo tan pequeño.

—Eso te iba decir yo. — Sonrío de lado pero me siento mal al recordar mi actitud la primera vez.— Oye, disculpa por cómo te trate la otra vez.

—Eso no importa.

—Claro que sí, tú me ayudaste y yo solo fui... muy poco amable. —dije abriendo las gomitas. —¿Quieres? —le pregunte acercando la bolsa hasta él.

—Gracias. —dice tomando unas cuantas.

Viéndolo no puedo evitar sonreír con diversión al recordar el choque con Owen.

—¿Qué? —interroga viéndome.

—Nada. Solo que se me hace muy gracioso pensar en ti chocando con la puerta cuando Owen entró. —digo y él cierra los ojos al echar la cabeza atrás y soltar una pequeña risa por eso.

—¿Así que tu novio me golpeó?

—No es mi novio. —reitero comiendo más gomitas.

—¿Sabes qué? Deberíamos comenzar de nuevo olvidando todo lo que pasó antes. ¿Hecho? —pregunta y yo asiento. —Mucho gusto, soy Alux Harris y por si no te diste cuenta soy un ángel. —expresó estrechando mi mano y haciendo una cara nada parecida a la de un ángel. Lo que me causa risa.

Alux. Es un nombre peculiar.

—Soy Erina Morgan pero prefiero por mucho que me digan Erin, no tengo novio y soy parte chupa-cabras. —Él sonríe por mi comparación arreglándose la mochila que le cuelga del hombro.

—Erina es un nombre muy bonito. Pero Morgan ¿Tendrá relación con Morgan Rompe Tierra? — interroga y yo no sé qué decirle. Medito en un momento fugaz.

¿Podrá utilizar esta información contra mí?... A la mierda, me vale.

—Sí, es mi padre. —Respondo de manera neutral y un poco cortante. Él lo nota. Me acabo las gomitas.

—¿Qué? ¿Morgan Rompe Tierra? No, yo dije "Esas gomitas son muy buenas". — explica con cara seria, haciéndome sonreír de un poco

—Buena salvada. —digo arrugando la bolsita en mi mano. — En realidad sí son muy buenas, tanto que vale la pena comprarlas.

—Creo que lo haré. Déjame ver un momento el nombre. —trato de arreglar la bolsita antes de dársela. Él la observa mientras con su brazo derecho saca un marcador de un bolsillo de la mochila, le quita la tapa con su boca y garabatea sobre el plástico que retenía las gomitas anteriormente para luego entregármelo.

—¿Gracias?

— Yo necesito más de esas gomitas y si tú quieres hablarme otra vez, no dudes en utilizar el envoltorio. — dice tapando el marcador para guardarlo.

—Le estas dando tu número a una desconocida. Lo sabes ¿no?

—Una desconocida con la que estaría feliz de hablar otra vez. — dijo empezando a dar unos pasos a mi lado en la dirección a la que iba cuando nos topamos. Se volteó a un lado para verme sin estar de frente completamente.

—Lo tendré en mente. —dije guardando el plástico en el bolsillo de mi chaqueta.

—Con eso me basta. Adiós. — dijo sonriendo de lado y levantando la mano, volviendo a su camino antes de que pueda responder.

Me di la vuelta volviendo al edificio, mientras subía las escaleras inconscientemente toqué el bolsillo y escuchando el sonido de la bolsita entré en el departamento donde Ricky vino hasta mí parándose en dos patas casi tumbándome.

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Y volvió el angelito, imagen de Ian Somerhalder que es como me imagino a Alux Harris. (Lo amoooo). Sé que me quedó corto el capítulo pero bueno. Comenta lo que pienses y vota si te gustó.

Dedicado a:

Milenkatasya1513

oriidgaf

FabianaSWS

Y Maria.

Feliz fin de semana.