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Capítulo 37

Narra Ailen

Creo
Que
Estoy en una especie de shock.

-Eh...-murmura Sebastián nervioso, rascándose la mejilla.

- Los espero en el living- dice mi mamá antes de darnos un última mirada e irse, cerrando la puerta.

-Eso fue...-intenta hablar Sebastián, pero lo interrumpo.

-Escuchame, anda atando las sábanas de la cama, yo voy a buscar más en el placard- le digo mientras agarro el primer vestido que encuentro en el ropero.

-No entiendo- dice después de unos segundos.

-Asi hacemos como una cuerda y bajas por la ventana!- le digo tratando de calmarme.
Estoy diciendo cualquier cosa, lo sé.

-¿Y qué va a pensar tu mamá cuando se dé cuenta de que ya no estoy? Porque te aviso que ya me vio- dice el cruzándose de brazos.

-Sebas, ella te conoció como mi profesor, no te acordas?- le digo acercándome asustada hacia el.
Adams frunce el ceño y entonces su boca se abre.

-Mierda- susurra.

Flashback

-SEBAS... ¡¿Madre?! - grito asustada al ver a mi mamá con Sebastián.

¿QUÉ SE SUPONE QUE ESTÁ HACIENDO ACÁ?

-¿Ailen? ¿No tendrías que estar en clase? - me pregunta colocando sus manos sobre sus caderas, a modo de enojo.

-mmm... Si... Pero.. -

Me descubrió.
Miro a Adams tratando de pedir ayuda.

-Yo la llamé antes de que usted llegara porque necesito que hablemos de las tutorias -

Suspiro.
Bien, Adams, bien.

-Si, eso ¿Vos que haces acá, mama? - pregunto con curiosidad.
Lo último que habría esperado era encontrarla acá, y menos en esta situación.

-Me llamaron porque volviste a llegar tarde- me reta.

Diablos.

-Es la tercera vez que llego tarde!- trato de excusarme- La directora es re amargada!

-Y además tuve que retirar esto. ¿Te parece bonito usar el celular en clase?-

Definitivamente estoy en problemas.

-Estaba viendo la hora! Encima me lo quito la profesora de historia del año pasado, la que me odia-

-Y como no te va a odiar si le tiraste la cartuchera en la cabeza-

Ay mamá...si supieras que casi le tiro mi carpeta.

Una carcajada sale de la boca de Sebastián, por lo que lo miramos frunciendo el ceño.

¿Qué le parece gracioso?

Enseguida cambia la cara e intenta ponerse serio.

-Tengo...un poco de tos- dice fingiendo una tos notoriamente falsa.

-Espera...Siento que te conozco de algún lado - dice de repente mi mama  acercándose peligrosamente al profesor- Ailen ¿el no es el señor que estaba en tu computadora?-

¿QUÉ?

DIOS, ME VIO VIENDO FOTOS SUYAS

-Pero que decís!- empiezo a reír nerviosamente- estas delirando, mejor anda a casa.

JajajjaQuiero morir

-Ailen! Habían fotos de el en tu computadora, lo estabas viendo por Facebook - repite cruzándose de brazos.

Siento la mirada de Sebastián, lo cual me hace poner más nerviosa.

-mama! Por Dios, no se que decís.- trato de callarla.

-¿Que yo estaba en el Facebook de su hija? - pregunta Adams.

CÁLLESE, SEÑOR

-Si! Cuando le pregunte ella me dijo que le tenia que enviar un trabajo practico - le explica mi progenitora.

¿Es que piensa contarle todo?

Traicionada por la mujer que me dio la vida.

-¿cuándo fue? - vuelve a preguntar

-Por abril -

Sebastián frunce el ceño y puedo ver en su mirada como empieza a recordar lo que pasó durante ese mes.

-creo que falta muy poco para que Dani se vaya a la escuela, así que por que mejor no volvés a casa, ma? - digo apurada, temiendo que Sebastián diga algo más.

Agarro a mi madre por los hombros y la arrastro hacia la puerta.

-Un gusto conocerlo, profesor - dice mi mamá tan amable como siempre, yo sigo arrastrándola hacia la salida - Ailen Johnson soy tu madre! Soltame!- grita.

Fin del flashback

- Se va a armar un quilombo ahí afuera-susurro agarrandome la cabeza.

-Tal vez no se acuerda- dice el esperanzado.

Puede ser

O no

-Se va a dar cuenta, Sebas- le digo bajito, temiendo que mi mama pueda escucharnos, a pesar de saber que está a unos cuantos metros de nosotros.

-No te asustes, vení- dice el abriendo los brazos para que me acurruque en el. Una vez que me acerco, envuelve sus brazos al rededor de mi- Va a pasar lo que tenga que pasar, va a salir bien, ¿está bien?- dice el levantándome la cara con su mano para que lo vea. Se acerca a mi y deja un beso sobre mis labios para después sonreirme. A pesar de que intenta demostrar que está seguro de lo que dice, puedo ver en sus ojos el temor por lo que pueda llegar a pasar.

Una vez que estamos en condiciones, física y psicológicamente hablando, salimos de mi habitación rumbo al living.

Mostrate calmada, si tu mamá nota que estas demasiado nerviosa va a saber que ocultas algo

-HOLA MAAAAA- grito tirándome a los brazos de mi madre.

Increíble

-Perdon que los interrumpiera de esa manera, pero llevaba unos diez minutos tocando la puerta, sabía que había alguien dentro porque se escuchaba música, pero cuando te  llamé por teléfono no contestabas así  que me asusté- rie ella.

-Lo que pasa es que estaba ocupada...- digo encogiendome de hombros, tratando de actuar relajada

-Si, ya me di cuenta- responde mirándome con una ceja enarcada, lo que hace que mi cara rápidamente se caliente.

-En realidad estuve limpiando todo el día, no le presté atención al celular- trato de excusarme.

Sebastian se queda observándonos sin decir nada.

-Claro- dice mi mamá, y entonces camina hacia Adams y tiende su mano en modo de saludo.- Me llamo Graciela, como te habrás dado cuenta soy la mamá de Ailen, mucho gusto-se presenta.

Adams me lanza una mirada rápida antes de fijarse en la que sería su suegra.
Si, ambos pensamos lo mismo.

NO SE ACUERDA

-Sebastian- con una sonrisa perfecta y su voz suave veo el momento exacto en el que logra que mi mamá esté en la palma de su mano.

- Bueno, podríamos tomar algo, no?- propone mi señora madre- De paso nos conocemos mejor.

Mami, por favor, basta.

-Voy a poner la pava entonces, permiso- dice el profesor dejándome sola con mamá, quien apenas ve que no está, me codea el brazo.

-Te lo tenías guardado, eh?- ríe caminando hacia la mesa del comedor.

-La verdad es que me agarraste de sorpresa- le digo sentándome en una de las sillas.
Mi madre toma asiento en una que está del otro lado de la mesa, justo enfrente de mi.

-Es que pasaba por casualidad por acá y dije "Y si mejor voy a ver mi hijita?", así que nada, acá me tenés- se explica ella

Como Sebastián sigue en la cocina, decido sacar un tema de conversación para que no sea todo tan incómodo y es que...¡Por Dios, es mi madre!, debería ser sencillo,  pero la situación en la que estamos no es muy bonita que digamos. Obviamente sabía que esto iba a pasar algún día, pero no esperaba que fuera tan pronto, no esperaba  que fuera de esta manera, no espera sentirme tan inofensiva, tan incómoda, tan...mentirosa. A pesar de que es mi madre quien no recuerda al profesor con el que habló hace unos años, me siento responsable. Siento que la estoy engañando al no decirle nada, que estoy jugando con ella, aprovechandome de su falta de memoria.
No sé exactamente cuantos minutos pasan hasta que por fin Adams aparece con unos vasos en una mano,  y un frasco de té en la otra.

-Acá tiene, señora- dice él dejando todo sobre la mesa, para después sentarse a mi lado.

-Por favor, no me digas señora, me hace sentir vieja, podés tutearme-

-Esta bien- rie él a mi lado, nervioso.

-Asi que contame, Sebastian- empieza mi madre.

Genial, empezamos con el interrogatorio.

-¿Cuántos años tenés?

DIRECTO AL HUESO

A mi lado, Sebastián empieza a rascarse la mejilla.

-Treinta y siete- contesta rápido.

Mi madre me mira con la boca abierta.

No le gustó nada.

-Bueno...pareces más joven- responde saliendo de su sorpresa- ¿Cómo se conocieron?

-En la escuela- respondemos los dos.

-Ah! No me digas! Sos profesor, como Ailen-

-Si, señGraciela- afirma Adams.

-¿Profesor de qué?- vuelve a preguntar.

-Literatura- contesto dándole un sorbo a mi té.

Mi mamá se queda mirando fijamente a Sebastián, con el ceño fruncido.

ESTÁ RECORDANDO AILENESTÁ RECORDANDO

Por favor, que alguien llame, que se corte la luz, que se caiga un árbol sobre el edificio, ALGO.

- Y hace cuanto se...- el sonido del celular de mi mamá la interrumpe- Es Dani- avisa y atiende el teléfono levantándose de la mesa.

Te debo una, Dani.

-No me reconoció-dice Sebastián apenas ve que mi mama está lo suficientemente lejos.

-No, aunque me siento re mal- le digo apoyando mi cabeza sobre su hombro, el empieza a acariciarme la espalda con su mano.

-Por?-

-Porque nos estamos aprovechando de su falta de memoria

-Amor, escuchame- dice el con intenciones de calmarme, pero nos incorporamos rápidamente al ver como mi mamá regresa.

-Bueno, chicos, los tengo que dejar, tengo que llevar a tu hermanito a la casa de un amigo ya que al parecer tu padre está ocupado- pone los ojos en blanco- Últimamente está súper interesado en los cuidados del limonero que plantamos en el patio- dice mientras se coloca su cartera

-mandales un saludo de mi parte- le digo acompañándola hasta la puerta.
Adams me sigue desde atrás.

-Si, seguro- se gira para mirarnos por última vez, aunque centra su mirada en mi novio- te juro que me resultas familiar- le dice inspeccionandolo con la mirada para después encogerse de hombros- debe ser un déjà vu o algo.

Nos despedimos de ella, yo con un beso en la mejilla y Sebas con un apretón de manos, y por fin cerramos la puerta.

-Eso fue incómodo- susurro.

-no entiendo como se pudo olvidar de mi- dice Sebastián a mi lado sonando totalmente indignado.
Lo miró frunciendo el ceño.

-Osea, esta carita no es fácil de olvidar- responde el señalándose la cara.

Río y le golpeo el brazo.

-Callate, bobo-

******************
Una semana más tarde

-Que grande, Daniii- exclamo pasando mi mano por el pelo largo de mi hermano al enterarme de que pudo dar química en la última mesa de examen.

- Hasta a mi me agarró por sorpresa- dice mi papá dándole un sorbo a su lata de cerveza.

El día estaba extremadamente caluroso, y como el aire acondicionado de la casa de mis papás no andaba, no nos quedó de otra que salir y sentarnos en el patio.

-Que feo que un padre no le tenga confianza a su propio hijo, eh. Muy fea la actitud- se queja indignado Daniel.

Me lo como a besos.

Mi padre le da un golpe en la cabeza, riendo.

-¿Pilar no va a venir?- pregunto atándome el pelo.

Toda la vida odié el calor, el sol es para mí un enemigo.
No puedo esperar a que vuelva el invierno a Buenos Aires.

-No, dijo que le duele los pies y que prefería quedarse a descansar en su casa- me dice mamá sentándose en una reposera.- para mi que en cualquier momento tiene.

Mi celular vibra.

PROFESORES DE ST.C

Profe de Socio: Chicoooss!!!

Grace: qué

Profe de Socio: Hay reunión el lunes!

Grace: :/

Profe de Mates: Pasa algo?

Carlos: Nos vemos allá, compañeros!

-Fuaa, cuantos mensajes!- exclama mi hermano- no será mi cuñado, no?- pregunta sonriendo burlonamente.

-Mira, mocoso...-

-¿Cuando nos lo vas a presentar?- pregunta mi papá mirándome serio.

Nunca

-No sé, pa...No creo que sea el momento todavía- le digo incómoda.

Pensé que el tema había quedado olvidado el día en el que mi mamá dejó el departamento, pero al parecer ella le contó a mi padre, lo cual empeora todo.

-Ay! Hablando de profesores y eso, el otro día estuve revisando el que era tu cuarto, no preguntes por qué-me dice mi mamá apuntándome con el dedo- y encontré tus anuarios de la escuela

-¿De verdad?-pregunto tratando de no sonar desanimada.

Si vio el anuario significa que vio la foto de los profes, y si eso pasó se supone que reconoció a Adams.

Cuando estoy por preguntarle algo a mi mamá para sacarme las dudas es demasiado tarde, porque  ya está entrando a la casa.

Instintivamente mis dientes muerden mi labio inferior, señal clara de mi nerviosismo.

Minutos más tarde mi mamá vuelve a aparecer en el patio cargando un libro enorme negro.

-Este es el de quinto año, supongo que el de sexto te lo habrás llevado vos, no entiendo porqué dejaste este- dice pasandomelo .

2017, el año más lindo de toda mi vida.

-No lo ví ni nada eh, si eso es lo que te preocupa- explica ella sentándose a mi lado- quería que lo viéramos todos juntos.

-Que lindo- digo sarcásticamente.

Cálmate, Ailen

Papá y Dani se acercan a nosotras para apreciar las fotos.

-Eran tan chiquitos- dice mi madre emocionada al ver la foto grupal de nuestro curso.

-Si...que linda la foto, ¿por qué no preparamos unos mates?- pregunto levantandome de la silla. Mi papá y Dani me miran frunciendo el ceño ante mi actitud- ¿Qué? No me conmueve mucho la foto de mi curso, no eramos muy unidos- explico encogiendome de hombros.

Mi mamá sigue mirando atentamente la foto y entonces da vuelta la página, observando la sección de profesores.
Mi ojo derecho palpita y siento como se me pone la piel de gallina.

-Ailen...¿Que...- susurra mi mamá sin apartar los ojos de una foto.

-¿Qué pasa, gorda?-pregunta mi papá asustado.

Daniel se inclina para ver la foto que observa mi mamá y cuando descubre qué pasa se gira para mirarme con los ojos como platos. Murmura un "corré" silencioso que me confirma lo peor.

Mi mamá se incorpora en seguida de la silla y pasa por al lado mio, y sin mirarme murmura un "vení conmigo, hija"

Sigo a mi madre a través del living, subimos las escaleras en completo silencio.
Puedo sentir, con cada paso que doy, como mis manos se ponen cada vez más húmedas, y como mi nerviosismo aumenta.
Definitivamente no hay marcha atrás.

Una vez que entramos a su cuarto y la puerta es cerrada con llave, mi mamá pone sus ojos en mi.

-Ahora mismo, vas a contarme como es que salis con un señor 11 años mayor vos y que encima fue tu profesor en la secundaria- exige señalando con su dedo una foto del álbum en el que debajo del rostro del recién nombrado  lleva escrito lo siguiente:

Profesor de Literatura de 4to, 5to y 6to, Sebastián Adams.

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4 a.m. en Argentina, no puedo decir mucho porque sinceramente me estoy muriendo.
Espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos en el próximo ♡♡♡♡

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