Un par de horas después, el pequeño dálmata se despierta y ve que está en una cuna y no sabe cómo llegó ahí.

Marshall: ¿Qué pasó? ¿Porqué estoy en una cuna y siento mi cuerpo bastante adolorido? *se intenta levantar* mm...

Al intentar levantarse, Marshall siente como todos sus músculos están muy adoloridos y su cuerpo cae en la cuna.

Marshall: No entiendo como terminé en esta cuna y porqué todo mi cuerpo está bastante adolorido y me duele mucho

El pequeño dálmata se vuelve a acostar dentro de la cuna mientras espera a que alguien llegue a la habitación.

Minutos después, ambos jóvenes van a la habitación y al entrar se quedan muy sorprendidos al ver al pequeño dálmata

Marshall: *Profundamente dormido mientras se encuentra acostado dentro de la cuna tranquilamente y muy feliz*

Ryder y Katie: ¡¿Marshall ya no es un bebé?! *viendo muy sorprendidos a Marshall y ven que ya no es un bebé*

Marshall: *Se despierta rápidamente al oír a ambos jóvenes* Papis, que bueno que llegaron, ¿Qué fue lo que pasó?

Ryder y Katie: Esa es una gran historia, pero te la iremos contando poco a poco, mi hermoso bebito, jeje *muy feliz* Jeje

Marshall: Está bien, papis, antes de eso, ¿Me pueden sacar de esta cuna, por favor? *muy feliz y mueve su colita*

Ryder y Katie: Oh, cierto, jeje *sonríen muy felices y sacan al pequeño dálmata de la cuna y lo cargan en sus brazos*

Marshall: Papis, lo que pasó, ¿Tiene que ver con que mi cuerpo está adolorido y apenas pude levantarme de la cuna?

Ryder: Algo así, mi hermoso bebito, te contaremos todo lo que pasó pero antes de eso, iremos a la sala, mi bebito, jeje

Katie: Y una vez ahí te contaremos todo lo que te pasó, mi hermoso bebito, te lo prometemos, jeje *sonríe muy feliz*

Marshall: Está bien, papis, jeje *sonríe muy feliz y abraza muy fuerte y muy feliz a ambos jóvenes* Los quiero, jeje

Ryder y Katie: Y nosotros también a tí, mi hermoso bebito, jeje *muy felices y lo acarician suavemente y muy felices*

Marshall: Jeje *sonriendo muy feliz y siente como ambos jóvenes lo acarician suavemente y muy felices* Papis, jeje

Minutos después, ambos jóvenes llevan a Marshall a la sala en donde están los demás cachorros esperándolos.

Lo que los cachorros no saben, es que van a recibir una sorpresa inesperada y muy especial de ambos jóvenes.