- ¡Oh por Dios, Lisa! - escuche como jennie gritaba al verme el ojo morado con un poco de sangre seca en mi ceja derecha, así como mi labio inferior roto y uno que otro moreton en mis brazos.

Justo después de que Bambam se había ido, yo había salido prácticamente corriendo a la casa de jennie, no quería que me viera de esa manera, sin embargo tenía que decirle todo acerca de lo que había pasado entre nosotros dos.

Mi rostro dolía, sentía que los ojos se me saldrían de mi cara y así mismo sentía como mi cuerpo se desmoronaba de dolor. Hay ocasiones que el dolor físico es solo un aire leve en una tormenta, comparado al dolor emocional.

Me dolía cada parte de mi cuerpo, me dolía ver la mirada decepcionada de mi hermano en sus ojos pero sobre todo me dolía no haber sido honesta con él, decirle que estaba enamorada de su novia desde el principio, desde que la vi... desde siempre.

- No me paso nada - dije mientras me sentaba en el borde de la cama de jennie

Ella se hincó ante mí - No me digas que nada, cuando estoy viendo tu cara llena de golpes - me dijo mientras tocaba suavemente mi labio partido.

Suspiré - Bambam y yo... él está muy enojado y una cosa llevo a la otra y - calle unos segundos - no soporte que hablara mal de ti y esta fue la consecuencia.

Ella suspiro y se sentó junto a mí mientras entrelazaba sus dedos entre los míos. Aquel acto siempre me tranquilizaba, sin embargo en ese momento no sabía si aquello bastaría para calmar los nervios que tenía, la desesperación y la impaciencia de la situación.

- Entonces... ¿Ya sabe todo por completo? -yo asentí - te dijo... ¿Te dijo como se enteró?

- No, pero por su reacción supongo que no fue de la manera en la que él quería encontrar a su hermana y su novia - dije en un susurro - de hecho ni yo le pregunte ni el tema salió, Bambam estaba tan enojado en ese momento que creo que los golpes fueron su único escape... La única salida de su frustración y lo entiendo...

Jennie me interrumpió

- No la era, Lalisa. Después de todo eres su hermana, ¡Dios! ¿Cómo pudo golpear a una mujer?

Alcé los hombros - Igual yo lo golpeé primero

Ella rodo los ojos

- Y ahora... ¿Qué va a pasar?

Suspire y la mire directamente a los ojos -Lo primero será que les diga a mis papas todo - ella me miró - si es Bambam quien les cuente todo, las cosas terminaran mal y puede que - guarde silencio

- ¿Qué?

- jennie, mis padres no saben que... pues a mí me gustan las chicas, de hecho el hecho que no me presionen con novios es maravilloso, sin embargo el que se enteren de que ando con una chica y más con la novia de mi hermano... la cosa se pondrá fea y no quiero que nada te pase, que nada le pase a lo que tenemos.

- Está bien. Confió en ti - le medio sonreí y ella beso mi mejilla suavemente. El contacto de sus labios con mi piel era una sensación maravillosa, una relajación inesperada que traía serenidad y calma en mi cuerpo nervioso y frustrado.

Mire el reloj de mi celular y este marcaba las 14:00 hrs, la hora en que mi padre salía de trabajar por lo que me despedí de jennie y me dirigí a mi casa casi corriendo. Mi papá tendría que saber el lado de mi historia también y tendría que hacerlo rápido.

Se dice que lo que fácil llega, fácil se va. Sin embargo mi relación con jennie no fue fácil, nunca lo fue. Tener que compartir su amor con mi hermano era la peor tortura jamás vista en el mundo; por lo que aquello que tenía con jennie no se iría porque lo te que teníamos iba más allá de una relación fortuita.

Las cosas que más difícil se nos hace conseguir, son las que se tiene toda la vida, fue lo que una vez me dijo mi abuelo, no sabía si lo mío con jennie duraría toda la vida, vamos que tenemos 17 años y no sabemos lo que pasara mañana, sin embargo conseguir todo lo que tenemos nunca fue fácil.

Y espero que dure toda la vida.

Al llegar a mi casa vi la camioneta de mi papá y no había rastros del automóvil de Bambam, por lo que me tranquilice un poco. Abrí la puerta y me di un vistazo en el espejo que había en la entrada. Cerré los ojos al ver lo bastante mal que esta estaba y como mi papá preguntaría miles de pregunta por aquellos golpes.

Camine hasta la cocina y tome un poco de agua para que mis nervios se congelaran un poco, así como también tome un par de guisantes congelados y los puse en el ojo más dañado. Después de unos minutos, tome el aire suficiente para poder ir a donde mi papá estaba.

- Hermosa - escuche la voz de mi papá y lentamente me volteé para verlo - Por amor a Dios, ¿Qué te paso en la cara, Lisa?-la voz preocupada de mi padre hizo que cayera en la realidad que aquello estaba pasando

- Necesito hablar antes contigo, pa'- el me miro confundido - te contare todo, pero antes debes escucharme.

Caminamos hasta la sala en donde él se sentó en el asiento para una persona y yo me senté en el de enfrente. Mi papa me miraba sumamente confundido así como preocupado.
- Lisa, ¿Qué ha pasado?

Suspire

- Ok, hay que esperar a tu madre

- No, primero quiero hablarlo contigo, papá.

- Bien, ¿Qué paso?

-Tú sabes que meses atrás, yo no era la chica que tienes al frente tuyo. Yo era más tímida y, bueno, casi no salía y... creo que los cambios fueron notorios para ti, pero la parte por la que quise cambiar es por una persona; tu siempre me dijiste que si una persona me iba a querer, lo iba a hacer por mi personalidad no por mi aspecto pero siempre quieres hacer algo que llame la atención de esa persona especial.

Hice una pausa

- Uno de los pecados capitales es: "No desearas a la mujer de tu prójimo" - mi papá me seguía mirando y yo tenía que decirlo, por fin - papá, yo me enamore de jennie, la novia de mi hermano e iniciamos una relación a espaldas de Bambam. Él de alguna forma se enteró y... los golpes que llevo fueron ocasionados por una pelea que tuvimos hace unas horas por el mismo problema. Él sabe que desde hace cinco meses ando con jennie y todo paso.

El me seguía mirando y no sabía si estaba enojado, furioso, triste o decepcionado de las acciones que había hecho.

- Todo paso tan pronto que cuando menos pensé yo ya estaba enamorada de una chica sin saber que lo estaba; entenderé si estás enojado y molesto conmigo pero, yo amo a jennie y tomaré las consecuencias que sean necesarias, pero no me separare de jennie... No lo hare

Y como el, pípilas cuando golpeo la puerta de la alhóndiga de granaditas con aquella gran piedra, sentí como aquel peso en mi pecho se caía y dejaba salir un alivio profundo de mi cuerpo.

No sabía si mi padre me apoyaría pero si lo hacía o no, era algo de él. Yo estaba siendo honesta con él, después de no haberlo hecho por más de 5 meses y se sentía tan bien por fin decirle a mi papá que estaba enamorada y que lo estaba de una chica maravillosa como jennie. Y aunque este amor lastimo a mi hermano, no deja de ser amor.

El amor duele, es lo que dicen.

- Lisa, déjame procesar todo lo que me has dicho por que fue demasiado. Fue como conocer a una nueva hija y no a la de siempre. Sé que cambiaste pero - guardo silencio - amor, hacerle eso a tu hermano no fue como te educamos, nena.

Agache mi cabeza - lo sé, papá.

- Y aunque te tomo mucho tiempo decir la verdad, estoy orgulloso y molesto - apreté mis labios - orgulloso porque por fin eres honesta al decirme y mostrarme a mi verdadera bebe y molesto por que hacer aquello no fue valiente, Lisa

- Lo sé

- Igual el comportamiento de Bambam no fue el correcto - me dijo mientras se acercaba hacía mí y se sentaba junto a mí - pero quiero que sepas que te apoyo porque, yo ya veía esto venir - lo mire confundida - solo un ciego no podría ver como jennie te miraba y viceversa - él sonrió un poco -dicen que en la guerra y el amor todo se vale y aunque no comparto eso de que "Dos es mejor que uno", siento que en esta situación ambas, jennie y tú, se dieron cuenta de que más vale decir la verdad a que a esta le salgan pies y camine hasta su destino.

Yo solo asentí, aquella reacción era mil veces mejor a la que había tenido en mi mente. El pensamiento de un Lisa, nosotros no podemos tener una hija gay. Y mucho menos podemos tener una hija que le hizo tan mala hazaña a su hermano, no puede estar aquí. Te iras lejos de aquí, Lalisa Pranpriya Manoban nunca llego y me sentía bien conmigo misma por haber dicho aquello, pero seguía sintiéndome como una patraña ante la situación de mi hermano conmigo misma.

Me levante de mi asiento así como mi papá y nos fundimos en un abrazo reconfortante. Era lo que necesitaba en esos momentos, un abrazo del hombre más maravilloso del mundo y sentirme segura en sus brazos. Hay estudios que dicen que un abrazo es mil veces mejor que un trago de licor y aunque yo no era fan de las bebidas alcohólicas, era fan de los abrazos de mi papá.

Igual no podía relajarme por completo, todavía faltaba decirle a mi mamá que era gay, había traicionado a Bambam y que tenía una relación con jennie kim, la ex novia de mi hermano.

Si las cosas no se ponían más difíciles de lo que ya estaban, tendría un montón de suerte.

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