9. empezar desde cero
Un mes después de ensayos, con algunos momentos llenos de risas con los chicos de la banda, y otros donde la tensión entre Jimin y él crecía hasta hacerlos gritarse por cualquier cosa tonta, Jungkook ya se había acostumbrado a no poder apartar sus ojos de Jimin cuando este estaba cantando. Ahora parecía conocer cada una de sus expresiones, la forma en la que humedecía sus labios y ladeaba una atrevida y burlona sonrisa cuando la canción que ensayaban era perfecta para bailar, siguiendo el ritmo de la música con su cuerpo y peinando sus cabellos hacia atrás. Y también la forma en la que cerraba sus ojos y se perdía en las canciones lentas y tristes, siendo capaz de conectar con cada palabra de la canción y darle vida a esos sentimientos a través de su preciosa voz. Revivía cada desgarradora letra, a veces frunciendo su ceño levemente. Seguía siendo la voz principal, pero había estado de acuerdo en que Jungkook también interviniera y tuviese líneas como lo hacía Seokjin. Hoseok tenía un gran talento para el rap, así que también tocaban canciones donde él pudiese presumir lo grandioso que era. Jungkook a veces también acompañaba a Hoseok en el rap, no era exactamente su cosa favorita pero le gustaba ponerse retos. Poco a poco empezaban a sonar como una banda de verdad, un equipo. Mucho mejor que un mes atrás, y eso era demasiado obvio.
You say my name like I have never heard before
I'm indecisive, but, this time, I know for sure
I hope I'm not the only one that feels it all
Are you falling?
Seokjin estaba en el teclado, Jimin estaba tendido en el suelo con su mirada en el techo y el micrófono pegado a sus labios, entre sus manos.
Jungkook yacía acostado un poco más allá, apoyado en su codo para tener una buena vista hacia Jimin. Hoseok estaba junto a él, almorzando un sándwich. Ese día habían tenido clases de deporte antes de ir a ensayar, y todos estaban bastante cansados. Pero Jimin los había obligado a repetir la misma canción una y otra vez, y luego cuando el ensayo ya había finalizado, él mismo siguió repitiendo la canción, obligando a Seokjin a que lo acompañase.
— ¿Por qué te detienes? — Jimin frunció el ceño cuando la música dejó de inundar el lugar. Seokjin lo miró como si quisiera matarle, a lo que Jimin sólo respondió con una mirada de confusión pura.
— Porque ya fue suficiente, Park Jimin. Nos estás torturando a todos con tanto ensayo. — le respondió Seokjin, rodando los ojos.
— Lo hacía más por ti que por mí, total, o sea... Te afecta a ti. Tú eres el que suena mal. — se encogió de hombros despreocupadamente —. Y no te quiero llorando el sábado en la noche cuando cagues nuestra presentación.
— Claro, Jimin. — Seokjin caminó hacia Hoseok y se dejó caer a su lado, suspirando —. No sé si me dan más ganas de morir por tu culpa o por la maldita canción que me hiciste repetir cien veces, que ahora no se me va a salir de la puta cabeza nunca.
— Creo que yo tampoco tengo ganas de oír esa canción nunca más. — comentó Hoseok, horrorizado. Jungkook sonrió levemente, pero no dijo nada porque no tenía ganas de tener a Jimin en su contra ese día.
— Yoongi ensayaba conmigo hasta tarde. — susurró Jimin, manteniéndose en su lugar pero ahora con los ojos cerrados y el micrófono a un lado de él.
— Lo que a mí me daría ganas de morir es seguir ensayando, esa u otra canción cualquiera, pues ya hemos hecho mucho hoy. ¿Qué tal si vamos todos juntos por algo de comer? Yo invito. — propuso Jungkook para cambiar el ambiente, haciendo a Seokjin y Hoseok sonreír.
— La comida gratis siempre será bienvenida. — aplaudió Hoseok, feliz. Jin asintió.
— Yo me apunto, no tengo nada mejor que hacer. — Seokjin le dio un suave codazo a Jungkook, para luego mirar hacia Jimin —. ¿Qué dices tú, Jiminnie? No digas que no, por favor. Desde que no le peleas tanto a Jungkookie las cosas marchan mejor.
— A eso se le llama respeto entre compañeros de banda. — respondió él, sin molestarse en mirarlos de regreso —. No que voy a salir a comer con él como si fuésemos amigos.
— Hoy estás insoportable, la verdad. — murmuró Seokjin por lo bajo, maldiciéndole en su mente. Hoseok puso su mano con delicadeza en el hombro del chico, siempre funcionaba para calmarlo cuando se enojaba.
— Gracias, siempre a la orden. — Jimin forzó una sonrisa, para después ponerse de píe, peinando sus cabellos hacia atrás antes de llevar sus ojos hacia los tres chicos, que no habían dejado de observarlo en todo ese tiempo —. Tengo que ir a hacer una llamada, adiós.
En un abrir y cerrar de ojos ya se dirigía a la puerta, haciendo a Seokjin bufar y susurrar cosas. Jimin les mostró su dedo del medio antes de salir por la puerta, cosa que sólo le hizo sonreír a Jungkook.
— Lo voy a convencer de ir con nosotros, ya verán. — dijo Jungkook en voz alta, estaba decidido. Hoseok y Seokjin le miraban como si estuviese loco, pero él ya estaba poniéndose de píe para ir tras Jimin.
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