3. la música hace magia
SeokJin y Hoseok fueron a mi departamento después de clases. Yo no esperaba verlos ahí, y menos junto a Jeon Jungkook. Joder.
Ya habían descubierto mi pequeño secreto. Yo jamás les había comentado que el idiota de Jeon vivía conmigo, pues ellos insistían en que mis mejillas se coloreaban cuando lo miraba. Y yo no quería sacar una razón más a la luz para hablar de Jungkook, así que les oculté el pequeño detalle de que vivimos juntos.
Si se los contaba, empezarían a suponer cosas que me pondrían nervioso, y sólo por mi nerviosismo pensarían que me gusta ese hijo de puta.
Jungkook accionó el interruptor del pequeño amplificador y se oyó un leve zumbido. Yo estaba deseando que tocara tan mal como nunca lo había hecho antes y que mis amigos no se interesaran en él. Me gustaba fantasear que así sería, porque mierda, ¡no debí recomendarlo! A veces soy muy estúpido. Eso me pasa por pensar tanto en el bien de la banda.
— Vaya. Pesa más que mi guitarra acústica. — comentó él, abrazando la guitarra. Yo rodé los ojos, pero mis amigos sólo rieron divertidos —. Nunca he tocado una así.
— Son iguales. — le respondí sin más —. Ahora empieza, niño. No tengo todo el puto día. — y al decirle eso, ya me estaba llevando el tercer cigarro del día a la boca. Las manos me temblaban un poco, eran leves espasmos. No era por el frío, era por Jeon.
— Por favor, Jimin. Intenta ser un poco más amable con él. — lo regañó Seokjin —. Madura ya, hermano. Si Jeon entra a la banda tendrás que aprender a convivir con él. Yo no quiero tener que soportar cómo le hablas mal todo el día.
— Pues así soy, cabrón. A veces malditamente mal hablado y gruñón, pero así me quieres. Así que, a estas alturas de nuestra amistad, mejor no intentes cambiarlo y cierra la jodida boca. — hablé para Seokjin, pero no quité mis ojos de Jungkook —. Y lo más probable es que el mediocre este no entre a la banda, así que no te preocupes. Probablemente no me tendrás que soportar cuando "le hablo mal".
— Mejor dejamos que Jungkook haga su magia, y listo. — intervino Hoseok al darse cuenta de que Seokjin podría comenzar a alterarse.
— Sólo digo que Jimin debería ser más profesional. — opinó, cruzándose de brazos.
— Yo soy como me de la puta gana, Seokjin. — le respondí despreocupado, para después regalarle una sonrisa.
— Jin, ya sabes como es.. dejalo ser. — insistió Hobi. Ellos dos habían sido mejores amigos toda la vida, y si había alguien que podía calmar a Kim Seokjin en momentos de tensión, ese era Jung Hoseok. Era como su tranquilizante.
— Hoseok... — le advirtió que si me defendía, se enfadaría con él. Tan sólo tenía que darle una mirada de fastidio para que Hoseok lo supiera.
— Hey, escuchemos a Jeon. Para eso vinimos. — posó su mano sobre el hombro de Seokjin, acariciándolo un poco —. Si quieres que Jimin sea profesional, da el ejemplo. — le sonrió. Su sonrisa brillante hizo que el rostro de Seokjin se relajara.
Jungkook subió el volumen del instrumento y tocó el primer acorde, causando un estruendo satisfactoriamente intenso. El repentino alboroto hizo que me alterara un poco, pero supe ocultarlo. O eso creo.
Cuando mis ojos viajaron a Jungkook nuevamente, intenté lucir con poco interés, pero su jodida sonrisa lo hacía todo difícil.
Y entonces de un momento a otro, sólo supe que él estaba tocando.
Tocando una canción hechizada, que entraba por mis oídos y se adueñaba de todo mi cuerpo. Aquel maleficio que lanzó hacia mí se hizo más intenso cuando sus ojos miraron directamente a los míos descaradamente, y empezó a cantar.
Quedé inmóvil, mirándolo tan fijamente como él me miraba a mí. Sin parpadear.
Empezó a haber una opresión en mi pecho, una maldita opresión que se volvió más intensa cuando Jungkook subió el volumen de cinco a siete.
Y él empezó a cantar. Oh, Dios.
You could put an ocean between our love, love, love
It won't keep us apart
You could build a wall, I would run it up, up, up
Just to get to your heart
If we're caught in a wave
Baby, we'll make a way
You could put an ocean between our love, love, love
It won't keep us apart
Mis pies cobraron vida, y me pusieron de píe. Al mismo tiempo que Jeon se acercaba a mí, mientras sonreía. Pero esta vez no había nada de burla o grandeza en su sonrisa, y sus ojos sólo brillaban.
Así que también sonreí.
Love, between our love
Love, between our love
Y él parecía hipnotizado con mis ojos, tanto como estoy seguro de que yo lo estaba con los suyos. La música hace magia.
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