Capítulo 34: Dos corazones que vuelven a latir con mayor intensidad
(Penúltimo capítulo)
Un joven de cabello desordenado se ponía de pie, tras terminar de desayunar en el pequeño cafetín del hotel donde se estaba alojando.
Joven, la movilidad que solicito ya está fuera, dijo un hombre de lentes, tras acercarse a él.
¡Gracias! expreso Tsubasa, luego continuó su camino hacia la salida del lugar, en donde lo esperaba una camioneta un tanto vieja.
Suba joven, está un tanto viejita, pero es segura, pronunció un hombre de sombrero sonriendo.
El joven de cabello desordenado sonrió ante las palabras del hombre y abordo la camioneta, junto al hombre de sombrero.
¿También está trabajando en la remodelación?, decía el hombre de sombrero, mientras conducía.
No, voy a visitar a alguien, respondió el joven de cabello desordenado con calma.
Tras algunos minutos de camino a bordo de la camioneta, esta se detuvo en un pequeño pueblo anexo al lugar donde había estado.
Ya llegamos, como se dará cuenta, no puedo entrar más adentro, por la construcción y remodelaciones que se están dando en este pueblo, expreso el hombre de sombrero.
Bien, no se preocupe, de acá me voy caminando a mi destino, dijo Tsubasa, dándole unos billetes al hombre de sombrero.
¡Gracias joven! pronunció el hombre, tras recibir los billetes.
El joven de cabello desordenado tras bajar de la camioneta empezó a caminar por las calles del pequeño pueblo, en un determinado momento detuvo su andar, para verificar el nombre de la zona donde estaba.
Ya estoy aquí Sanae, pensó el joven, mientras miraba el lugar, el cuál parecía un tanto desolado, a pesar de ello era muy lindo.
Tras algunos minutos, Tsubasa continuó su camino a paso firme por el lugar, hasta llegar a la dirección que su amigo le había dado, ya estando en este, detuvo sus pasos, a algunos metros del lugar, de repente la vio llegar a paso firme, llevando en sus manos un portafolio. ¡Sanae! pronunció en voz baja el joven, mientras en su rostro se dibujaba una bella sonrisa, al tiempo que se acercaba más y más a la castaña.
Nuevamente esta sensación, pensó la castaña, deteniendo su avance, al tiempo que llevaba las manos a la altura de su corazón. ¡Sanae! le pareció oír, o al menos ello pensó ella. Me estoy volviendo loca, dijo en voz baja, sin girar aún su rostro.
¡Sanae! nuevamente escucho.
No, no puede ser su voz, decía la castaña.
¿Por qué no?, escucho ahora más cerca.
La castaña sintió su corazón paralizarse, al tiempo que sentía unos pasos acercarse más y más a ella.
¡Tsubasa! dijo la castaña, en tono tembloroso, una vez que vio al joven de cabello desordenado frente a ella.
Sí, soy yo, respondió el nombrado sonriendo, mientras su corazón empezaba a latir, al ver los ojos de la joven.
¿Tienes algún proyecto en este pueblo?, añadió con la mayor calma que pudo la joven, mientras sentía que su corazón latía con mayor velocidad.
No, dijo Tsubasa sonriendo dulcemente.
Entonces, ¿viniste a visitar a alguien?, agrego la joven, tratando de no mostrar su nerviosismo, aunque ello cada vez le era más dificultoso, pues su corazón latía a mayor prisa y su cuerpo empezaba a temblar.
Sí, respondió Tsubasa con calma.
¿Algún familiar?, añadió la joven.
No...
Entonces, ¿algún amigo o tal vez amiga?, agrego la joven, con la mayor calma posible.
Amiga, dijo el joven de cabello desordenado, observando el rostro de la castaña.
Pues en este lugar no creo que este tu amiga, porque esta deshabitado, ya que está en remodelación, lo más probable es que tu amiga este en la parte céntrica del pueblo....
Vine a verte a ti, pronunció con una cálida sonrisa Tsubasa, interrumpiendo a la joven, dejándola sorprendida.
¿A mí?, dijo en voz baja la joven.
Sí, a ti, te estuve llamando para avisarte que iría a Nankatsu el fin de semana, pero no me respondías el celular, ello me preocupo mucho, entonces con el apoyo de Sakí, obtuve unos días de permiso y fui a la sucursal de "WM & Asociados" en Nankatsu, allí Taro me comento que estabas fuera del pueblo por un proyecto y él también me dijo el nombre del lugar donde estabas, además me encontré con Genzo, añadió el joven.
Con Genzo, expreso con cierta preocupación Sanae.
Sí, Taro hizo posible que ambos pudiéramos hablar, y ese momento que tanto evite se dio, y la verdad, me alegra que se haya dado. Platicamos sobre el pasado, y también sobre nuestro presente y futuro,...., decía Tsubasa, pero la castaña, parecía no prestarle atención, pues, estaba inmersa en sus propios pensamientos.
No comprendo, ¿por qué estás acá?, ¿Qué hablo con Genzo?, no parece molesto, ni triste, ¿será qué Genzo....?, pensaba la castaña.
¿Te sientes mal?, agrego el joven de cabello desordenado al ver el rostro preocupado de la castaña.
¿Por qué estás acá?, pronunció confundida la castaña.
Ya te lo dije, por ti, expreso Tsubasa con calma, tomando las manos de la joven, para agregar: ¿Crees que podamos hablar?
¿Hablar?, respondió un tanto nerviosa Sanae.
Si, ya lo hice con Genzo, y ahora quiero hacerlo contigo, añadió el joven, poniendo más nerviosa a la castaña.
No comprendo, expreso en voz baja la castaña.
Retomamos nuestra amistad, y la verdad me siento muy bien por ello, dijo Tsubasa.
¡Qué bueno! contesto Sanae.
Si podemos hablar, ¿verdad?, añadió el apuesto joven.
Claro, dame unos minutos, respondió la castaña, tratando de sonar calmada.
Los que necesites, contestó el joven de cabello desordenado, sonriendo, haciendo que el corazón de la joven lata aún más.
Ya regreso, pronunció Sanae.
Bien, dijo Tsubasa, mientras la castaña giro sus pasos para dirigirse a otro de los ambientes del lugar, al tiempo que el joven pensaba: A buscar un lugar apropiado para hablar con ella.
Nankatsu:
Un joven de rostro tierno platicaba con su novia en su oficina, mientras revisaba unos documentos.
Así como lo oyes cariño, decía Taro sonriendo.
Pues que bueno que el terco de Tsubasa dio su brazo a torcer, respondió Azumi, haciendo una pausa para añadir: Ya me imagino la sorpresa que Sanae se llevará cuando lo vea frente a ella.
Sí, será una gran sorpresa, contesto el joven de rostro tierno.
Además me da alegría saber que retomaron su amistad con el hijo del presidente, agrego la joven.
Yo también estoy muy contento por ello, respondió Taro.
Él se quedará aún en Nankatsu, añadió la joven.
Sí, hasta el fin de semana, dijo el joven de rostro tierno.
Él debe estar triste, ¿verdad?, pero no se pueden forzar los sentimientos, acotó Azumi.
No, la verdad no, él etas feliz, pues sabe que Sanae no pudo volver a enamorarse de mejor hombre que nuestro amigo Tsubasa, además creo que Genzo si bien amo mucho a Sanae, su amor por ella con el tiempo fue cambiando y se convirtió en un gran cariño que él siguió creyendo que era amor,....
En tanto:
Ya estoy aquí decía una nerviosa castaña, tras llegar frente al joven que amaba.
Estuve buscando un lugar cómodo para platicar, pero no encontré ninguno, decía sonriendo el joven de cabello desordenado.
¡Vamos al lugar donde me quedo!, no está muy lejos de aquí, pronunció la castaña con la mayor calma que pudo.
Bien, respondió Tsubasa.
El par de jóvenes caminaron hacia el lugar donde se alojaba la castaña, durante el trayecto la joven iba platicando sobre las ideas que tenía en mente para la remodelación del lugar donde habían estado.
Es aquí, expreso Sanae, mientras detenía sus pasos, frente una pequeña casa.
La joven abrió la puerta de la misma para que pasaran, una vez dentro invito al joven de cabello desordenado tome asiento, mientras ella le servía un refresco.
No es necesario, mejor toma asiento, expreso Tsubasa con calidez.
No, como crees, eres mi invitado, además el refresco ya está listo, solo tengo que servirlo, pronunció la castaña, mientras se acercaba a un pequeño refrigerador.
Tras servir los vasos con refrescos, la joven le entrego uno a su amigo, y otro se lo quedo con ella, luego tomo asiento frente al joven de cabello desordenado.
¡Gracias! dijo el joven, luego bebió el vaso, al igual que la castaña, una vez que termino el mismo dejo el vaso sobre una pequeña mesa, y poso su mirada en la joven que estaba frente a él. ¿No imaginas porque estoy aquí?, pronunció con calidez.
Por mi mente pasan muchas respuestas, pero no sabría elegir solo una, respondió Sanae, haciendo que en el rostro del joven de cabello desordenado se plasme una sonrisa.
Te dije que estoy aquí por ti, ¿No?, ¿o es qué no prestaste atención a mis palabras?, respondió con calma Tsubasa.
Sí escuche lo que dijiste, pero a la vez, no comprendo, ¿por qué estás aquí por mí?, no se supone que no puede haber nada entre los dos, dijo con voz quebrada la castaña.
Lamento todo lo que te dije en Colonia, fui un cobarde al dejarte ir aquel día,....
La castaña escuchaba todo lo que el joven que amaba le decía, mientras de sus ojos empezaban a salir lágrimas, pero no de tristeza, sino de alegría, pues al fin su amor era correspondido.
No llores, pronunció el joven de cabello desordenado acercándose a abrazarla.
Lloro de felicidad, dijo Sanae, con voz entrecortada, entre los brazos del joven.
Perdóname Sanae, no supe cómo actuar y te lastime mucho, expreso Tsubasa.
No digas nada, yo siempre comprendí tus motivos, respondió la castaña.
¡Te amo Sanae! pronunció el joven de cabello desordenado, tomando el rostro de la castaña en sus manos, para luego acercar el suyo y besarla con dulzura.
Tras algunos minutos el par de jóvenes rompieron el beso y el joven de cabello alborotado hizo aquella pregunta tan esperada por la castaña.
¿Quieres ser mi novia?, dijo Tsubasa con dulzura, mientras tomaba las manos de la joven.
Claro que sí, respondió Sanae, con sus ojitos llenos de brillo.
Entonces, novia mía, siéntate junto a mí, que tenemos que ponernos de acuerdo en cómo llevaremos nuestro noviazgo, agrego el joven de cabello desordenado.
¿Llevar nuestro noviazgo?, dijo la castaña confundida.
Sí, tú no renunciaras a "WM & Asociados" para seguirme, ¿no?, y yo tampoco renunciare a mi nuevo trabajo, tendremos una relación a distancia, al menos por un tiempo, ya más adelante tal vez las cosas sean distintas....
Será difícil, pero no imposible, ya que nos amamos, pronunció Sanae.
Así es, solo tenemos que organizarnos, un fin de semana tú me visitas, otro fin de semana lo hago yo, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para agregar: Será un sacrificio para los dos, pero valdrá la pena, necesito adquirir mayor experiencia en el ámbito de la construcción, luego yo solo me abriré camino, bueno, no tan solo, tú allí si me acompañaras,....
La castaña sonreía al escuchar lo que su ahora novio le comentaba, al tiempo que conectaban miradas y sentían los latidos de su corazón acelerados.
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