Lian decidió esperar conmigo afuera de dirección mientras que mamá hacia su reclamo.

Estaba muy temprano así que cuando llegó la hora de entrar lo llevé a su salón.
—¿Estarás bien?—. Pregunta preocupado.
Sonrió.
—Lo estaré.
Extiendo mi mano y Lian me la estrecha dibujando una sonrisa en su rostro.

4 años después.

Lian suelta su agarre mientras sonríe.

—¡No te pierdas de mi vista eh!—. Digo en voz alta para que me escuche. 

Se acerca de nuevo.

—Estaré con los chicos de mi habitación, no te preocupes—. Avisa y vuelve a correr en otra dirección, me río.

Tomo un sorbo del jugo que tengo en mi mano y disfruto de la música mientras escucho a mis compañeros de habitación hablar. Estábamos en un viaje vacacional de la empresa de nuestro padre. 

Llevamos dos días de cuatro que dura y la verdad no las hemos pasado a todo dar. Conocer otros lugares y estar en otro ambiente es reconfortante.

Pasan varios minutos y un grupo de niños comienzan a bailar. Miro a todas partes buscando a Lian pero no logro encontrarlo. Camino un poco entre la multitud y le veo. Estaba riendo mirando a sus amigos sacar los pasos prohibidos cuando una niña le toca el hombro. Este se voltea y puedo jurar que la expresión que puso fue la misma a la cual yo estaba teniendo al presenciar lo que estaba pasando. Era un poco más alta que él,  quizá si era unos años mayor. De tez blanca y rulos. Veo como lo toma de la mano y lo lleva hasta la pista de baile. Empiezo a aplaudir como loco mientras reía. Estaba feliz. Ya mi hermano comenzaba a enamorar niñas.

Un rato pasó y Lian se acerca a contarme todo. Sonrío y asiento escuchándolo, estaba muy emocionado y asombrado a la vez. Era la primera vez que le pasaba.

—¿Y si te sabes su nombre?

Lian se rasca la cabeza.

—Sí que me lo ha dicho.. Sólo que no escuché muy bien por la música.

Me río negando.

—Me dio pena volver a preguntarle.

—Pena te va a dar cuando tengas que saludarla y no te sepas su nombre—. Aviso aún riendo. 

—Igual solo estaba buscando a alguien para bailar..—. Dice tratando de saldar la situación.

—Claro Lian, de todas las personas que están aquí te escogió a ti por obra divina.—. Bufo.

Lian empieza a negar pero cayendo en cuenta que lo que digo puede ser cierto. Luego cierra los ojos arrepintiéndose.

—Tu hermano siempre tendrá la razón—. Recalco y Lian sonríe dando un golpe suave a mi hombro.

—¡Hey Maco!—. Llama uno de los que están en mi habitación. Estaban todos en grupo esperándome.

Los guías estaban pidiendo que se reunieran en grupos para una dinámica que iban a realizar. 

—Ve con tu grupo, al rato hablamos—. Le digo a Lian y este asienta y se va corriendo. Me reúno con los chicos y acatamos a todo lo que dicen los grandes. A mitad de la dinámica nos unen a todos en un círculo, Caminábamos en círculos logrando pasar por el lado de los demás. No me tomó mucho cruzarme con Lian, quien me pega al pasar por mi lado riendo. Luego todos se agruparon. Estaba siendo muy sobre protector con Lian así que decido dejar la intensidad. Pero es que con lo que pasó con la abuela cuando perdió la memoria. Fue muy duro para él, este viaje lo a ayudado mucho. Intento velar por él para que la pase bien,  es lo menos que puedo hacer ya que no pude hacer nada cuando aquella situación tan cruel nos abrazó. 

Pero no duré ni cinco minutos sin voltear a ver como estaba. Para mi mala suerte y sorpresa estaba con los ojos vidriosos. Miro la escena receloso mientras camino sin dudar hasta donde está. Noto que mira a todas partes mientras sigue caminando lentamente siguiendo el círculo que los demás están trazando. Sigo mirando con recelo mientras me acerco. Lian no me ha visto. 

Veo como alguien levanta su mano y rápidamente golpea muy fuerte a mi hermano en la cabeza para luego esconderse, mi corazón se detiene por un momento para luego salir disparado, todo pasó en cuestión de segundos, la sangre empezó a calentarse fluyendo por todo mi cuerpo. Lian vuelve a voltear sin encontrar al culpable. Pero yo si que lo he visto. Lian empieza a distorsionarse de todo, parecía estar perdido. Lo sostengo con mis manos.

—Quédate cerca de mí. 

Miro al chico fijamente a los ojos esperando a que siga empeñado a fastidiar a mi hermano, pero lo deja de hacer, me dedica una mirada rápida y junto con su grupo empieza a caminar a otra parte. Alargo un suspiro. Justo estaban dando por terminado todo, ya debíamos volver a las habitaciones todos a descansar. 

—Regresa a tu habitación, busca a tus compañeros no regreses solo. ¿Ok?

Lian asiente. Sujeto su cabeza.

—¿Te duele mucho?

Lian niega. Yo asiento.

—Entonces ve, mañana temprano nos vemos. 

—Ok..—. Dice y comienza a caminar buscando a sus compañeros de habitación. Regreso con mi grupo tratando de olvidar lo que pasó pero estando en la habitación no dejaba de pensar en eso. El golpe que mi hermano recibió y sus ojos llorosos. Tenso mi mandíbula y me levanto de la cama. Los chicos estaban hablando entre ellos y me miran al ver que me estoy colocando mi buzo. 

—Maco, ¿Que pasa?.—. Pregunta uno de ellos levantándose.

—Tengo que salir..

—¿Estás loco? ¡Te pueden atrapar los guías..!—. Pone una mano para evitar que salga. Todos sabían que si me atrapaban todos íbamos a pagar. 

—Alguien golpeó a mi hermano.

De la nada todos se levantan. 

—¿Quien?

—Vamos todos.

—Hay que ir.

Todos hablaron al unisono dispuestos a acompañarme sin importar que puedan descubrirnos.

—Tengo que arreglar esto solo chicos.

—Lo sabemos, pero él no estará solo.. Es mejor que tampoco lo estés.—. Dice uno de los chicos.

—¡Si se meten se las verán con nosotros!.—. Dice otro.

Salimos con sumo cuidado y agachados. Todo fue con mucha cautela, no habían muchos guías por lo que no fue difícil llegar sin ser detectados.

Como era de esperarse este estaba fuera de su habitación con sus compañeros. Todos llegamos con mirada seria, no fue necesario decir nada.

—Te metiste con mi hermano, así que pagarás por eso.—. Fue lo único que dije.

Este solo sonrió y se levanta. Sabía de quien hablaba. No esperé nada más, comencé a golpearlo.

Alguien nos separa después de un rato, lo tenía debajo de mi, su cara ya estaba roja y aunque me sentía cansado no quería parar de golpearlo.

Era uno de los guías. 

—¡Entren!—. Grita al grupo que estaba con el chico que golpeó a mi hermano.

Este se levanta y camina hacia la puerta. Toda su cara estaba roja y su espalda totalmente sucia. 

—¡Ustedes vengan conmigo!

Todos caminamos sin decir nada más.

—Ahora que estamos solos aquí.. Buena pelea eh, se lo merecía.. Es muy bravucón y necesitaba que alguien le diera una paliza.

Todos comienzan a aplaudir. Pensamos que nos iba a castigar pero no fue así. 

—Por qué fue(?—. Pregunta dudoso. 

—Se metió con mi hermano..

—Con más razón eh..—. Replica.— Chicos esto no pasó ¿ok? Vayan a la cama y mañana actúen normal. Si él llega a decir algo, me encargaré de hacerle quedar como un niñato. 

Todos asienten contentos.

 El guía se va y todos comienzan a hablar de lo que pasó haciendo caso omiso. Al día siguiente los comentarios de los chicos era sobre eso. Alguien le había dado una paliza al bravucón.

Los únicos que sabían todo eran los que estaban.. Y mi hermano al ver mis manos magulladas.