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Capitulo 4

La semana transcurrió con una extraña mezcla de normalidad y tensión. Jungkook se encontraba en su aula, frente a la pizarra, explicando conceptos de arte contemporáneo, pero su mente divagaba. Cada vez que miraba a Taehyung, no podía evitar recordar a Vante, el chico coqueto y atrevido que había conocido en la discoteca y que había tenido una increíble noche de pasión. Había algo en la forma en que Taehyung se movía al escribir en su cuaderno, la manera en que levantaba la vista para escuchar, que le recordaba a ese otro chico.

-Es imposible, -se decía Jungkook. -Taehyung es un alumno brillante y estudioso, un chico que se sienta en la primera fila y toma apuntes meticulosamente. Vante, en cambio, es un espíritu libre que no teme jugar y divertirse.- Sin embargo, había un aire de confianza en Taehyung que a veces le hacía pensar que había más en él de lo que mostraba.

Mientras continuaba su lección, Jungkook podía sentir la mirada de Taehyung fija en él. Era un vistazo furtivo, pero lo suficientemente poderoso como para distraerlo. La sonrisa pícara que Taehyung solía llevar en la discoteca parecía asomarse en su rostro, aunque en el aula, mantenía su expresión seria y concentrada. Jungkook luchaba por mantener su enfoque en la clase, pero era difícil no dejarse llevar por la curiosidad.

Por otro lado, Taehyung se sentía divertido al ver la cara de confusión de Jungkook. Sabía que estaba jugando con fuego, pero la idea de que su profesor estuviera tan confundido lo hacía querer reírse. Había logrado mantener su identidad en secreto, y eso le daba un pequeño empujón de satisfacción. Las miradas inquisitivas de Jungkook, su ceño fruncido mientras intentaba descifrar sus pensamientos, solo aumentaban su diversión.

-Es tan obvio que se está preguntando si soy realmente quien dice que soy,- pensó Taehyung, conteniendo la risa mientras trataba de concentrarse en la lección. La situación era un juego que le encantaba, y cada vez que Jungkook lo miraba, se sentía más seguro de su habilidad para mantener su secreto.

La clase avanzaba, y cuando Jungkook hizo una pausa para respirar y mirar a sus alumnos, sus ojos se encontraron con los de Taehyung. En ese momento, una chispa recorrió el aire entre ellos. Jungkook se sintió atrapado en la profundidad de esos ojos, que ahora parecían brillar con un secreto oculto. El corazón de Jungkook latió más rápido, y por un instante, olvidó que estaba en medio de una lección.

-¿Alguien tiene alguna pregunta? -preguntó Jungkook, intentando recuperar su compostura y desviar la atención de esa conexión momentánea.

Taehyung levantó la mano, una sonrisa traviesa en su rostro.

-¿Podemos hablar sobre la importancia de la autenticidad en el arte? -dijo, dando un giro a la conversación que hacía eco de su propia situación.

La pregunta fue un golpe directo a la línea de pensamiento de Jungkook. Se encontró pensando en la autenticidad no solo en el arte, sino también en la vida. ¿Hasta qué punto era auténtico al ver a Taehyung como su alumno, cuando en realidad había descubierto un lado completamente diferente de él durante la noche?

-Es un tema fascinante -respondió Jungkook, intentando mantener su profesionalismo mientras se sentía cada vez más atrapado en la conversación-. La autenticidad permite que el arte conecte con las emociones más profundas del espectador. Pero a veces, las capas que elegimos mostrar pueden ocultar nuestra verdadera esencia.

Taehyung sonrió, sintiendo que su pregunta había tenido un impacto. El juego continuaba, y cada palabra intercambiada era una pequeña victoria para él.

-Tal vez no soy solo un chico nerd,-pensó. -Puedo ser más, y Jungkook está comenzando a darse cuenta.

Mientras la clase llegaba a su fin, Jungkook no podía dejar de pensar en la dualidad que representaban tanto Taehyung como Vante. El chico estudioso que se sentaba en la primera fila y el joven desinhibido que bailaba con confianza en la discoteca. Había algo en esa dualidad que lo intrigaba, y, aunque era consciente de que Taehyung era un alumno, no podía evitar sentir una atracción creciente hacia él.

Cuando el timbre sonó, Taehyung se levantó, listo para salir. Antes de irse, se dio la vuelta y miró a Jungkook con una sonrisa cómplice.

-Gracias por la clase, profesor. Siempre es un placer aprender de ti.

Jungkook sintió un escalofrío recorrer su espalda. Esa sonrisa, esa mirada, todo en Taehyung sugería que había más por descubrir. Mientras veía a Taehyung alejarse, se preguntó si alguna vez podría conocer al verdadero Taehyung, o si siempre quedaría atrapado en este juego de identidades.

La curiosidad lo devoraba, y Jungkook sabía que, de alguna manera, tendría que resolver el enigma que representaba ese chico. La noche en la discoteca había sido solo el comienzo, y la historia entre ellos apenas estaba tomando forma.

Taehyung salió de la clase con una mezcla de emociones. Sabía que Jungkook era un hombre inteligente, capaz de ver más allá de las apariencias. La idea de que su profesor pudiera no haberle creído completamente lo llenaba de ansiedad. ¿Qué pasa si se da cuenta de que soy Taehyung? ¿Y si decide confrontarme?" Sin embargo, no había nada mejor que seguir con su juego. La adrenalina de la noche anterior lo había dejado con ganas de más, y la idea de jugar con la identidad de Vante lo emocionaba aún más.

Esa noche, decidió vestirse de manera aún más atrevida. Se puso una camiseta negra ajustada que acentuaba su figura y unos pantalones que dejaban poco a la imaginación. Con el cabello despeinado y una mirada seductora, salió hacia la discoteca, confiado en que podía atraer todas las miradas, incluso la de Jungkook

Al llegar, fue recibido por el vibrante ambiente. La música pulsaba en sus venas y la atmósfera estaba cargada de energía. Taehyung se movía con gracia, dejando que su confianza brillara. No pasó mucho tiempo antes de que muchos chicos lo miraran con deseo, sus ojos recorriendo su cuerpo con admiración. Sin embargo, en un rincón oscuro de la discoteca, Jungkook lo observaba con una intensidad que lo hacía sentir como si estuviera en el centro de una tormenta.

La mirada de Jungkook era como un fuego que lo calentaba por dentro, pero también había algo más: una ira sutil que burbujeaba en su interior.

-¿Por qué este chico, que se hace llamar Vante, se atreve a coquetear con otros?-Jungkook pensaba, sintiéndose cada vez más frustrado. La forma en que Taehyung se movía, cómo sonreía a los demás, lo hacía querer arrinconarlo contra la pared y reclamar lo que sentía que era suyo.

Jungkook se cruzó de brazos, observando cómo Taehyung se deslizaba entre la multitud, riendo y bailando como si no hubiera un mañana. La rabia crecía dentro de él, y mientras veía a otros chicos acercarse, una idea comenzó a formarse en su mente.

-No puede ser Vante, es Taehyung. Debo averiguarlo.

Con determinación, Jungkook empezó a trazar un plan. La idea de que Taehyung se hubiera burlado de él lo irritaba, y la promesa de un castigo se hacía más clara en su mente.

-Cuando descubra que eres Taehyung, te enseñaré a no mentir. Te haré pagar por esto.

Mientras tanto, Taehyung sentía la mirada penetrante de Jungkook sobre él. Cada vez que sus ojos se encontraban, una chispa de electricidad cruzaba el aire. Sabía que Jungkook estaba allí, pero no podía evitar disfrutar del juego. Sin embargo, una pequeña parte de él se preguntaba si Jungkook realmente sospechaba de su verdadera identidad.

Decidido a no dejar que la ansiedad lo dominara, Taehyung se acercó a la barra para pedir una bebida. Mientras esperaba, notó que Jungkook se acercaba lentamente, sus ojos fijos en él. La tensión se podía cortar con un cuchillo. Taehyung sonrió con confianza, sintiendo que el juego se intensificaba.

-Vante -dijo Jungkook, su voz grave resonando en sus oídos-. No esperaba verte aquí.

Taehyung giró su cuerpo, intentando mantener la compostura.

-¿Y quién dice que soy Vante? -respondió, desafiando la mirada de Jungkook.

Jungkook frunció el ceño, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

-Tal vez no seas Vante, pero sé que eres Taehyung.

Taehyung contuvo la respiración. La forma en que Jungkook lo miraba, con esos ojos oscuros llenos de intensidad, lo desarmaba.

-¿Y si soy solo un chico que quiere divertirse? -dijo Taehyung, intentando desviar la conversación.

-Divertirse a expensas de los demás no es divertido. -La voz de Jungkook era firme, casi amenazante-. Si estás jugando un juego, no pienses que no lo puedo averiguar.

La tensión entre ellos crecía, y Taehyung sintió una mezcla de miedo y emoción.

-¿Qué hará Jungkook si descubre que soy realmente Taehyung?,- pensó, mientras el deseo de seguir jugando lo mantenía pegado al suelo.

-Quizás deberías dejar de pensar tanto y disfrutar de la noche -dijo Taehyung, con una sonrisa desafiante.

Jungkook lo miró, sintiendo que cada palabra era un reto. La atracción entre ellos era innegable, pero la confusión y el deseo de venganza también lo llenaban.

-Esta noche, voy a asegurarme de que sepas que no puedes jugar con fuego y salir ileso.

Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda. El desafío en los ojos de Jungkook era electrizante y aterrador a la vez. Mientras Jungkook se alejaba, Taehyung supo que la noche apenas comenzaba y que el juego estaba lejos de terminar.

Con un brillo decidido en sus ojos, Taehyung se dio la vuelta y decidió que, sin importar cómo se desarrollara la noche, estaba listo para enfrentar lo que viniera. La dualidad de su vida continuaba, y el misterio entre él y Jungkook solo prometía intensificarse.

Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste 🥰💕

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