Frances
Frances
Sabia cuanto le gustaba su acento europeo, cual loco le volvía cada que pronunciaba su nombre o cantaba para él, porque su bichito siempre se derretía al oírle hablar en francés.
Pero no era lo único.
También estaba enamorado de su porte, su elegancia y perfecta postura, sus exquisitos modales, su largo y verdoso cabello que gustaba de acariciar, su blanca y suave piel que siempre besaba, esas hermosas gemas violáceas que poseía por ojos, simplemente era perfecto para su bicho, y se enorgullecía de eso, sabía que su escorpión jamás tendría ojos para nadie más...o eso creía.
Su estómago burbujeo al ver la escena frente a él... ¿quién era ese extraño?
Apretó los puños cuando el peli azul se acercó despacio a ese mocoso, la irritación le invadió cuando se percató de como los ojos azules se clavaban en los ajenos...embelesados.
-¿eres francés?
-"¡oui!" (wi)
¡Eso era imposible! ¡Él no podía ser francés! ¡Tan solo mírenlo!
No tenía su elegancia y belleza digna de reyes, estaba flaco, su cabello corto y opaco, con su piel muy, pero muy, blanca, casi parecía anémico, aparte ¿Qué eran esas fachas que vestía? ¡Parecía payaso!
-eres muy bonito "petit"
El chico sonrió al oír una palabra en su lengua madre, lo cual dejo más prendido al griego, se veía muy lindo así. El corazón de Degel dio un vuelco al ver como las manos de su bicho acunaban ese rostro ajeno, su sangre hirvió cuando las manos acariciaron esas mejillas y sonrió...justo como lo hacía con él. Furioso se levantó de su asiento y se encamino donde la pareja, no permitiría que ese mocoso le quitase lo que le pertenecía.
-y como te decía Degel, Cristal y su familia se mudaron hace un par de días, son de Paris y creí que tú...
Sísifo se quedó callado al ver como su amigo se levantaba de la banca,hecho una furia, y se encaminaba donde los niños... ¿y ahora?
Milo veía embelesado al pequeño frente a él... ¡era muy bonito!... ¡Como su papi!
Camus se acababa de mudar hace tres días, justo al lado de Aioria y Aiorios, ese día acompañaba a sus vecinos al parque, Sísifo creyó que era una buena idea que conociera a los demás, ya que mañana entraría a su escuela.
En cuanto Milo le vio quedó prendado de su persona. Camus era un niño muy bonito, con un cabello turquesa muy parecido al de su papi, solo que más corto, su piel tan blanca y suavecita, como la de su papi, sus hermosos y brillantes ojos, y un lindo trajecito rojo que le hacían parecer muñequito de sololoi, pero lo que más le gusto fue su voz, tan dulce y cálida, acompañada de ese hermoso acento tan parecido al de su papi y abuelo.
-haber di Milo, Milo
-"¡Milo!"
El chiquillo chillo emocionado, lo pronunciaba igual que su progenitor, volvió a acunar su rostro, acercándose cada vez más.
-ahora di manzana, man-za-na, pero en francés.
Camus se sonrojo, esos ojos turquesa le ponían incomodo, pero no podía dejar de verlos.
-"pom..."
Pero el francesito no termino su oración. Las manos del pequeño bicho abandonaron su rostro y la figura de este fue elevada por los aires. Camus se congelo al ver ese hombre frente a él, el niño se asunto cuando esas orbes violáceas se clavaron en su persona.
Degel le miro con desprecio, acuno a su nene en brazos y se alejó de ahí.
Shion, Sisifo y Cristal le vieron partir...confundidos.
-em...tal vez se sentía mal...- intento justificar el Heleno.
-se...tal vez.
Los adultos ignoraron el hecho y regresaron a su plática. Por su parte Aiora llego corriendo y jalo a su vecinito donde los columpios, Camus le siguió, el pequeño continuaba tocando su mejilla, ahí donde las manos de Milo se habían posado, ese niño era muy amable y gracioso...pero su papi le daba miedo.
Degel caminaba enojado, como se atrevía ese niño horrible a acercarse tanto a su pequeño, estaba loco si creía que él lo permitía, en la vida de sus bichos solo había espacio para un francés ¡y ya estaba ocupado por él! y su papá en segunda instancia... ¡pero nada más!
El pequeño Milo no entendía que paso, en un segundo estaba hablando con ese niño bonito y al otro ya estaba en brazos de su papi, que lucía molesto. Pero como a Milo no le gustaba ver enojado, o triste, a su papi hiso lo que siempre hacían él y Kardia para ponerle feliz. El chiquillo acuno su rostro en sus manitas, como la había hecho con Camus, solo que en esta ocasión junto sus naricitas y comenzó a frotarlas mientras le decía "mon flocon de neige", pequeños besitos esquimales para después llenar su cara de besos. Degel sonrió ante la muestra de amor de su nene, por lo que relajo sus facciones. El chiquillo se acomodó en su cuello y comenzó a cantar una canción de cuna, la misma que él y su padre le cantaban para dormirlo, solo que su francés no era muy bueno y el acentito le daba un aire bonachón.
"Au clair de la lune, mon ami pierrot
Prête-moi ta plume pour écrire un mot..."
El mayor lo abrazo con más fuerza y comenzó a hacerle segunda, no, nadie se acercaría a su "petit pommes", y quien lo deseara le costaría mucho, muchísimo, ganárselo.
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Y finalmente apareció Camus, creo que muchas lo esperaban.
Que les digo, Degel es un papá muy, pero muy, celoso.
No quiero ni imaginar cuando Milo crezca y algún pretendiente se acerque a él, ataúd de hielo en el acto.
Espero el capítulo fuese de su agrado, les deseo unas buenas noches y los leo después, cuídense mucho.
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