Capítulo 64.
Capítulo 64.
Brandon.
Actualidad.
Camino de lado a lado en mi oficina. Las hojas se sienten pesadas en mis manos.
Se lo doy, o no se las doy.
Después de dos semanas de arduo trabajo tengo mi libro terminado. Es impresionante todo lo que tenía para contar.
En mis manos tenía una loca historia de romance,risas y sobre la familia. Tenía algo que es mío y sumamente personal.
Suspiro, miro la foto de mi hija sonriendo.Mañana cumple un año, y ella es todo. Y todo lo que hago es por ella.
Miró el título impreso en negrita «Dos Ambronis y un Villagrán»
Una historia que habla de distintas historias de romance, de mis padres, mis hermanos, y la mía. Capaz inventé algunas escenas o modifique lugares y diálogos. Pero la escencia seguía siendo la misma.
Hablar de nosotros, de nuestra familia.
De cómo el amor es algo tan variable. Que es capaz de elevarte al cielo, y condenarte al infierno con la misma intensidad.
El amor es capaz de hacerte sentir vivo, pero no todos los amores lo hacen por mucho tiempo. Lo sufrí con Reina, vi sufrir a Ariel con Agustín, y a Ornella, la vi sufrir y llorar por Noah y Nicolás.
Pero de estas relaciones fatídicas, trajeron algo bueno. Ariel encontró a Tomás. Ornella tiene a Mirko. Y yo tengo a mí Rousi.
Capaz que con Ornella, no esperábamos este tipo de amor. Pero es el más dulce y honesto que jamás tendremos.
Con un impulso de valentía. Me atrevo a hacerlo.
Decidido con el manuscrito en mano. Voy hacia la oficina del jefe.
Su secretaria me mira sonriendo.
— Brandon, qué sorpresa— dice con alegría.— ¿ El señor German te espera ?
— Si, quedé en traerle un manuscrito.
— Perfecto, ahora te hago pasar.
Ella se levanta,va hacia la oficina y entra. La verdad si no fuera por los chismosos de mis compañeros, nunca me hubiera enterado que mi jefe y su secretaria son pareja.
— Brandon, adelante — dice ella con una sonrisa.
Sale de la oficina del jefe y se sienta en su lugar.
Estoy nervioso, demasiado nervioso.
Lo peor que puede pasar es que diga que no. Piensa en eso Brandon, el no lo tenés asegurado.
Y con eso en mente. Entró a la oficina del jefe.
Él estaba con una fila de manuscritos y libros en su escritorio. Inmerso en su laptop.
— Villagrán ¿Cuál es ese famoso manuscrito que me tienes ?
— Jefe — suspiro nervioso. Algo que no es usual en mí. Lo nota ya que deja de mirar su pantalla y me observa.
— ¿Qué sucede ? ¿ Acaso no lo has terminado de editar ?
— La verdad es que este es mi manuscrito. Yo lo escribí, estoy muy nervioso. Pero aquí estoy — con más huevos,que conocimiento.— esperando que usted lo considere apto para leerlo y considerar que forme parte de la editorial.
German me mira serio durante unos segundos, los cuales se sienten eternos. Luego sonríe de forma sincera.
— Déjame leerlo — tendió su mano. Le dejé el manuscrito. — No dudo de tu capacidad, pero será leído por mí y por otro editor. Y si tiene luz verde, pues conoces lo que sigue.
Sentía demasiada felicidad en mí cuerpo.
No podía creer que dijo que si lo leería. Sé que falta mucho camino y capaz tardé meses. Pero estoy contento de que haya aceptado.
— Muchas gracias señor, por la oportunidad que me está dando.
— Gracias a ti, por confiar.
***
Caminé entre las tumbas, con Rousi en uno de mis brazos y con un ramo de rosas blancas en el otro.
El día estaba fresco, el viento soplaba con fuerza. Pero el sol evitaba que hiciera mucho frío.
Al pararme frente a su tumba. Me senté en el pasto.
Rousi, quien no entendía bien qué estaba pasando, me miraba atenta. Mientras tocaba las flores.
— Estás flores — muevo el ramo.— Son para tu mamá.
Ella me mira frunciendo su naricita. Para tener un año es bastante hermosa y perfecta.
La colocó entre mis piernas. Haciendo que mire hacia la lápida. Mientras pongo las flores.
— Ella te amaba mucho, tu mami. Hace un año nos dejó, se fue porque cumplió su misión en la tierra. Tal vez no fue el tiempo que ella quería, pero dejó una huella eterna.
Rousi pone una mano en el pasto.
— ami — dice. En su intento de decir mamá.
— Si princesa, ami, está allí. Y aunque pienses que ella no te quiere o no te cuido. Quiero que recuerdes que ella te amó demasiado hasta el último minuto de su vida. Y no pienses que no te cuida, desde arriba ella te ve y se dan cuenta de lo hermosa y preciosa que sos.
— mí ami.
A veces pienso que ella me entiende. Y que comprende todo lo que digo, a veces hasta asiente como si estuviera de acuerdo.
Ella toca mi cara, su manito sale mojada. Llevo mi mano a mí rostro. Estoy llorando.
— Es que papi es sentimental — digo besando su mano. Ella se ríe mostrando su diente, apenas le empezó a salir uno. — papi amaba mucho a tu mami, pero no eran las personas correctas. No eran almas gemelas, ni mucho menos un amor verdadero. Pero yo la amaba y lo haré siempre. No estoy enojado con ella, nunca lo estaré. Porque ella me dio el mejor regalo, vos. Feliz cumpleaños Rose Reina.
***
— ¡Que lo cumplas feliz ! — cantan todos de forma desordenada y nada armoniosa. Pero Rousi es feliz aplaudiendo, mientras mira el fuego de su vela de cumpleaños.
Decidí como era su primer año, hacer una fiesta con solo la familia. Pero somos tantos que parece una gran fiesta de cumpleaños.
— ¡ Sonrían! — grito mamá.
— Sonrisa de papi y Rousi — le digo
Ambos hacemos la misma sonrisa. Haciendo reír a todos. Luego ambos soplamos la vela, en realidad solo yo lo hago. Pero ella lo intenta.
— Préstame a mí ahijada — pide mi hermano. Quien la toma y le da besitos en la cara. Provocando risas de bebé en ella.
— Yo te ayudo — dice Catherine, quien empieza a cortar la torta para servirlas en las servilletas.
Ella y Marcos, le regalaron la torta y la mesa dulce. Todo de la princesa Sofía, porque dicen que es igual a Rousi.
Empiezo a repartir los pedazos. Me encargo de darles. A todos cuando llegó a Ornella. La veo hablando por teléfono.
Tiene el ceño fruncido, a Mirko en brazos. Es una pequeña bolita colorada y blanca, demasiado blanca. Suelo decir que es una zanahoria en pleno crecimiento.
— ¿Qué quieres que haga ? — cuestiona ella enfadada. — No, no me importa si tu mamá lo quiere tener cada semana. Ella puede venir a verlo, pero nunca se lo voy a dejar tantos días.
Ella me ve y suspira, en sus labios leo “Idiotas”.
— No, si quieres verlo que venga a la casa de mis padres. Acá nunca la hechamos ni le negamos la entrada — su voz era totalmente cínica. — Puede visitarlo, tú también puedes. Pero es pequeño para estar una semana en su casa, solo y sin mí. — No se que le dijo, pero la cara de horror de Ornella no me gustó nada. Mirko se remueve incómodo en sus brazos. — No vuelvas a decir eso, mejor hablamos otro día.
Corta y deja el celular sobre la mesa, está molesta.
— ¿ Que te dijo el idiota?
Me siento a su lado, tomó a Mirko. Quien está despierto, a veces me sorprende que tan azules pueden ser sus ojos. Creo que resaltan más, por ser tan blanquito.
— ¿Crees que soy muy joven para ser mamá ? — su pregunta me tomó por sorpresa.
Decido ser sincero.
— Si, pero demostraste ser demasiado madura y enfrentaste la situación como alguien adulto. Capaz tenés diecisiete, pero enfrentaste tu embarazo, un corazón roto, y mil críticas. Con la cabeza en alto y estoy seguro de que Mirko tiene la mejor mamá del mundo.
Ella me sonrió de forma sincera. Acaricia el cabello de su hijo con delicadeza.
— Él dijo que lo mejor era que su madre lo crie, que somos muy chicos. Y que lo puedo “visitar” si así quiero. Cómo si no fuera mi hijo
— Ah, ese chico es un imbécil y su mamá la reina de las imbéciles. No tienes porqué hacer eso.
— Lo sé, nunca lo haría. Mirko es todo lo que nunca supe que quería y ahora tengo.
Me encanta oírla hablar así, porque es lo mismo que siento cuando veo a mi hija.
— Estos de ser padres solteros, solo lo hacen los lindos — digo en broma. Haciendo que ella ría.
Mi abuela Amanda se acerca.
— Orne ¿Me dejas cargar a mi nuevo nieto ? ¿Puede ser mi biz nieto no? — pregunta con media sonrisa.
Mi abuelo no fue nada dulce al enterarse del nuevo miembro de la familia, pero mi abuela. Se siente la bis abuela más feliz del mundo. Por esa razón mi abuelo no está aquí. Se fue a pescar o algo así. La verdad ni él se entiende.
— Claro que sí, él está feliz de que seas su bisabuela.
Amanda no duda en quitarmelo de las manos.
— Hola hermoso, es tan precioso y chiquito. Es el consentido, entre tantas chicas — comenta riendo. — Déjame decirte, que esta familia cada día crece más.
— Eso es verdad, pero tu nieta favorita no quiere hijos.
— Sí pero trajo a Marcos. La familia no se agranda trayendo bebés, sino formando lazos con personas que dan todo por los que aman. Míralos — levanta su cabeza. — Somos familia, aunque no todos llevemos la misma sangre, aunque no seamos perfectos, nos amamos y nos cuidamos.
Me quedo mirando, a la familia.
Veo a mi mamá y a mí madrina, jugando con Lexa. A papá y Alex, hablando con Ariel y Tomás, mientras Rousi jugaba con el pelo de mi hermano.
Pablo, Catherine y Marco, hablaban con el padre de Alexander. Veía a los tres demasiado sonrojados , seguramente el abuelo se desubicó. Lo típico.
Mis abuelas reían todas juntas, mientras Martín y Aron , se comían su cuarta porción de torta.
Se sentía un ambiente de paz y amor. Aunque suene extraño, era el momento perfecto. Capaz faltaban personas, mi abuela María y Reina, pero también se sentía su presencia.
Aprieto la mano de mi hermana.
— Capaz no somos perfectos, pero estamos aquí, juntos. Ya pasamos lo peor, ahora nos toca disfrutar.
— Un día a la vez — completa Ornella por mí.
Cinco años después.
— Rousi, apúrate — grito en la puerta de su cuarto. Golpeó con mis nudillos la puerta, manchando mi mano con la purpurina rosa.
Mi hija, culpa de Tik Tok. Decidió pintar su puerta de rosa y con purpurina. Y por su culpa todo tiene brillo rosa.
— Ya voy papi — responde.
— Te espero en la cocina, estará tu desayuno listo.
— ¿Un desayuno de cumpleaños ? ¿De princesa ?
— Un desayuno de cumpleaños, rosa y de princesa.
— Yei — canturrea.
Mi pequeña cumple seis años, todavía no puedo creer que haya crecido tan rápido.
Revisé el celular con mensajes de mi familia. Avisando que vendrán a la fiesta de cumpleaños.
Tengo un mensaje de Carol.
Carol : Desearle feliz cumpleaños a mi sobrina favorita. Y que su tía Carol, irá a saludarla y llenarla de regalos hoy en la tarde.
Yo: Claro, le diré que la bruja llegará en su escoba pronto.
Carol : Eres un idiota, por suerte Rose salió perfecta. Nos vemos en la tarde papi luchon.
Carol se había vuelto una gran amiga en estos años. Aunque no amo a los niños, Rousi es su adoración. Creo que tiene el segundo lugar en su corazón, luego de ese gato blanco que tanto ama.
Yo: Te esperamos, y de nuevo gracias por mandarle a mi hija ese video. Ahora todo en casa es de color rosa.
Carol: Acéptalo niño, soy la mejor siendo malvada
Acomodo las cosas en la mesa. Había decorado toda la casa con guirnaldas rosas y lilas. Sus regalos estaban en la mesa de desayuno.
En donde me aseguré de que todo fuera rosa y brillante.
— Wow — escucho una vocecita exclamar. — ¡Esto es fabuloso! — chilla alegre.
Me doy vuelta para observar a mí pequeña. Quien tenía una tiara de brillantes falsos, un vestido pomposo rosa chicle. Y se había pintado los labios de rosa.
Muchos dirán, se maquilló desprolija mente. Su cabello debe estar enredado.
Pero no, mi hija es tan autosuficiente. Que viendo videos en Youtube y TikTok. Aprendió a pintarse y peinarse sola, aunque le expliqué que solo es para jugar y que todavía es muy chiquita para maquillarse para salir.
— ¿Te gusta princesa?— pregunte riendo.
Ella me mira, sus ojitos verdes brillan llenos de ilusión.
Corre hacia mis brazos. La atrapó haciéndola girar en mis brazos. Ella ríe a carcajadas.
— Me gusta mucho papi, es hermoso. Todo es hermoso, el rosa es hermoso — dice feliz.
— Me alegra que te guste Rousi.
Ella besa mi mejilla con un sonoro beso. Hago lo mismo haciéndola reír.
— Tu barba pica — se queja.
— ¿Cómo que pica ?— preguntó pasando mí pera por su mejilla. Ella se queja, pero se ríe. — Bien a desayunar.
— Si, tenemos que ir a ver a mi mami — dice con una sonrisa.
Aunque es pequeña, todos los años en su cumpleaños. Vamos a llevarle rosas blancas a Reina.
Aunque pasen los años, recordarla duele. Pero Rousi se encarga de alegrarme recordando, que ella es un ángel que la cuida.
— Claro, a la tarde tendrás tu fiesta.
— Si, con Lexa, Mirko y Román — chilla feliz. Mencionando a sus primos. — Y vendrán mis amigos y también mis abuelas. Aunque Abu Ada me da mucho amor y me asfixia.
Suelto una carcajada. Mamá es súper amorosa con Rousi, es su primera nieta. Es como una obligación ser la consentida.
— Pero es que ella te ama.
— Que me ame, pero con menos apapacho.
Se queja, mientras come su tostada con dulce. Y toma su chocolatada en su taza rosa.
Luego sin previo aviso, pega un grito. Que me hace saltar en mí lugar.
— ¿Me compraste una bici? — chilla contenta.
— Si, feliz cumpleaños.
— Gracias papi, muchas gracias. Me encanta mi cumpleaños.
Deja de comer su desayuno y empieza a ver su bici. Se cae un paquete de arriba. En dónde está su otro regalo.
Ella alza el paquete. Me mira impresionada.
— ¿Es un libro?
Asiento con mi cabeza. Ella lo abre con rapidez, soltando un grito.
— ¡Cuentos para dormir de los hermanos Grimm! — grita con felicidad. — ¡ Gracias!
Corre hacia mí y me abraza. Con mucha intensidad. La escucho sollozar.
— Yo pensaba que esto te haría feliz.
— Me hace muy feliz son lágrimas de brillantina — explica.
Intento no reírme, porque lágrimas de brillos son asunto serio.
— ¿Entonces mis regalos te gustaron?
Me separo de ella mirándola. Su labial se había corrido y había manchado mi camisa, pero no me importaba.
— Son los mejores regalos del mundo. Me encanta que seas mi papi.
— A mí me encanta que seas mi hija.
***
— ¿Lista? — preguntó sosteniendo la parte del asiento de la bici.
— Si papi — dice concentrada.
Tiene sus rodilleras. No quiso usar casco porque “Su cabello no lo resistiría” sus palabras no las mías.
Ella empieza a pedalear. Yo la sostengo por detrás, hasta que toma impulso y se mantiene sola.
En ese momento, me llega una llamada. La dejo de ver, en el identificador. Veo el nombre de Germán.
— Hola, German.
— Mi escritor dorado — habla riendo. — Puedes creer que tus cinco novelas ocupan los primeros cinco puestos de los más vendidos. Sin duda vos y Olvida , son mis favoritos.
— Eso lo sabía, si soy el mejor — digo haciendo reír. — Así que me llamabas para decirme que soy tu mina de oro.
— Aparte de eso, quiero que hablemos de las giras de libros. Sabes tenemos puntos estratégicos. Espero que lleguemos a un acuerdo.
— Sabes que soy, eficiente.
Escucho un grito , giro mi cabeza y veo a mí pequeña tirada en el suelo. Y si bicicleta al lado.
— Espera, ya te llamo — cuelgo sin esperar una respuesta. — ¡Rousi! — grite.
— PAPITO — grito.
Corro hacia ella.
La ayudó a levantarse, miró su piernas estaban bien, sus brazos. Pero su cabecita tenía sangre.
— No, vamos ya al hospital.
— Me duele papi — se queja. Pero no llora.
Con rapidez la subí a mi auto. Y manejé hasta el hospital. Con rapidez.
— Ayuda, alguien que me ayude. Mi pequeña se desangra — grito asustado al entrar a la sala de emergencias.
Una enfermera viene corriendo. A mirar a mi hija, por alguna razón. Me quedo mirando de más la joven enfermera. Me parece vagamente familiar.
— ¿Señor que le pasó a la niña ?
Yo la seguía sosteniendo en mis brazos. Mientras ella lloraba. La enfermera trataba de mirarla pero yo la tenía pegada a mí pecho.
— Estaba andando en bici… Yo la dejé de ver por un segundo…
— Bueno ,venga, siente la en la camilla — señala el lugar.
Me dirigí hasta unas camillas, las cuales se encuentran separadas por cortinas.
— A ver — dice ella.
Me quedo mirando a mí pequeña que ya no llora.
— Me duele mi cabecita de princesa.
— Eso es por el golpe, pero estarás bien. Tu papi es un exagerado, no te estás desangrando.
Suelto un suspiro de alivio. Haciendo que Rousi y la enfermera me miren.
— ¿Qué ? Le sangraba su cabecita.
— Si, pero no era grabé — asegura ella curando la herida de su cabeza.
— Ahora saldré en las fotos con una curita — se queja mí pequeña. —Justo en mi cumpleaños, me vengo a lastimar.
— ¿Hoy es tu cumpleaños? — pregunta la enfermera.
— Si cumple estos muchos — dice mostrándole con sus dedos el número seis.
— Wow, eres una niña muy grande.
— Si, ya se leer y soy muy inteligente. Cómo mí papi.
Ambos soltamos una risa.
— Puede ser — murmura la enfermera. — Listo, ya estás — dice.
Le puso una curita en su frente. Suspiro aliviado de que no le pasó nada.
— Muchas gracias— digo.
— De nada Brandon — dice con una sonrisa.
— ¿Cómo sabes mi nombre? — pregunte algo confundido.
— Imposible olvidar tus ojos, y tampoco a tu numerosa familia.
La miro por unos segundos. Los ojos café, el pelo castaño. Antes tenía una cara de niña y ahora es toda una mujer hermosa.
— Azul — dije con una sonrisa — estabas loquita por mí.
Ella se sonroja girando la cabeza hacia otro lado.
Rousi se ríe llevándose las manos a la boca.
— Jamás — dice totalmente avergonzada.
— Digamos que me equivoco — bromeó. — que suerte que sigas trabajando aquí.
— Si, ahora soy jefa de enfermeras — dice, aún sigue sonrojada.
— Eso es genial, eso demuestra que eres muy inteligente además de hermosa.
— ¡Brandon! Más respeto — pide riendo.
— ¿ Estás soltera ? — cuestiona Rousi. Azul abre en una "O" su boca sorprendida. — porque mi papi está soltero — ahora soy yo el sorprendido.
— Rousi hablas demasiado — la regaño con una sonrisa. Intento que entienda mí señas de no hables más niña.
Ella me da una sonrisa maliciosa.
— ¿Eres soltera ? — cuestiona de vuelta con una mano en su pera y mirando con los ojos entrecerrados. A una muy avergonzada Azul.
— Si… Si… — dice algo dudosa.
— ¡ Qué maravilla! — exclama. — Entonces, estás invitada. A mí súper fiesta de princesas. Es a las cinco y dura, toda la tarde y noche.
Ambos estamos boquiabiertos. Mi hija de seis años, acaba de hacerme una cita.
Miro a Azul, quien está mirándome.
Realmente es hermosa. Y si Rousi la invitó, debe ser porque ella cree que es digna de ser nuestra amiga.
— ¿ Qué dices Azul?
Ella sonríe, negando con la cabeza. Luego mira a Rousi.
— Está bien, trataré de ir a tu súper fiesta de cumpleaños.
Mi hija aplaudió y sacudió sus manos. En mi interior estaba ansioso y feliz de que ella aceptara.
Veremos qué sale de todo esto.
Hola ,se que se me retraso un poco el capítulo. Ya que iba a ser para ayer, pero bueno. Fueron 38 minutos.
Dirán ¿Es todo esto? No, claro que no.
Pero si es todo lo que verán de Brandon por ahora, ya que los próximos capítulos serán Ariel y Ornella. Hablando de la actualidad y de cinco años en el futuro.
Ya no queda nada. Seis capítulos, ni yo estoy lista.
Disculpen si hay errores. Es que son las doce y mañanas tengo clases. Pero acá estoy cumpliendo con lo prometido.
💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙
Nos vemos mis adictos ❤️
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