Capítulo 51.
Antes que nada, quiero dedicar este capítulo a CristiPalacios1
Gracias, por tus votos y comentarios. Sinceramente Estoy feliz de que me sigas leyendo....
Capítulo 51.
Ariel.
Acaricie la mano de mama. Dicen que ella sigue sintiendo. Que si le hablo ella me escucha.
- Te extraño mama - murmuro. - Quiero que ya despiertes. Tengo tanto para contarte. Hoy es veinticinco de mayo ¿Te acuerdas que me llamaste muchas veces para recordarme ir en estas fechas a casa? - pregunto mientras corro un mechón de su frente. - Tu deseo se cumplió. Estamos todos juntos, no en casa comiendo tu locro o empanadas como todos los años. Pero aquí estamos. Esperando por ti, porque despiertes.
Me duele mucho verla así. Conectada a un respirador. Con una maquina diciendo como van sus pulsos. Tiene una bata celeste con lunares. Su cara es placida, como si tuviera un dulce sueño.
Pero para nosotros, que la vemos allí. Es la peor de las pesadillas. Dos semanas, dos malditas semanas. Sin dar signos de mejora. Debería ser optimista como mi tía, quién siempre dice "No hay mejora, pero tampoco empeora".
Pero es tan difícil. Ser optimista cuando la veo así.
- Mama ya despierta. No quiero pasar esta fecha sin ti - murmuro. - Quiero que me hables, que me digas cuanto me quieres o lo orgullosa que estas. Quiero que me abraces, que cocinemos juntos.
Siento las lágrimas rodar por mis mejillas. No había llorado, ni una sola vez. Pero siento que tengo que sacar esto de mi cuerpo. Esta horrible sensación que me esta atormentado.
- Te amo mama - digo. - Sé que debí decirlo muchas veces. Pero si despiertas prometo decírtelo todos los días. Recordarte lo buena mama que sos, y contarte siempre mis cosas Prometo no guardar más secretos. Pero por favor despierta.
Ciento una mano sobre mi hombro. Me doy la vuelta, encontrando me con mi papa, Carlos.
Al parecer no tenía los dos pies quebrados. Solo uno, y el otro esquinzado. Ahora está mucho mejor, puede caminar con muletas. Aunque no puede hacer movimientos bruscos.
- Ella lo sabe, sabe que la amas.
- Tengo miedo - confieso. Siento una gran necesidad de abrazarlo. Así que eso hago. Podría resultar graciosa la escena, ya que papa es más petiso que yo. Sin mencionar que me abraza y sigue sosteniendo las muletas.
- Yo también lo tenía - dice. - Pero luego, vi que el corazón del amor de mi vida seguía latiendo. Y eso fue todo lo que necesite para tener esperanza.
Esperanza, fe, paciencia.
Era lo que los médicos nos decían que teníamos que tener.
Brandon.
- ¿Iras de vuelta al hospital? - pregunta Reina.
Ella acaricia su vientre crecido de siete meses. Me acerco a ella y pongo la mano sobre su barriga. Sintiendo una patadita. Sentir eso remueve demasiadas cosas lindas en mí.
- Hola hermosa de papa - saludo. Haciendo que vuelva a patear. - Mira reconoce el sonido de mi voz.
- Si muy lindo. Pero doloroso - se queja.
Se remueve. Acomoda su bolso.
- Iré después del trabajo.
Ella asiente, mira su celular. Luego la vista a mí.
- Pero si no despierta... Lleva más de un mes en coma ¿No es hora de que la...
- No digas eso - bramo. - No vuelvas a repetir eso. Nunca más, ni siquiera en broma.
Ella me da una mirada de disculpa. Pero me parece lo más falso que existe.
En las últimas semanas, me eh dado cuenta de ciertas actitudes que tiene ella no me gustan. O avecés ella se comporta conmigo de una forma hiriente y hasta parece fastidiada. Y no creo que sean las hormonas del embarazo.
- Lo siento Brandon - murmura. - Solo decía... El costo del hospital se irá incrementando y...
- No digas estupidez, ¿Si Reina? - la corto molesto. - Mis padres si tienen dinero. No tienes por qué preocuparte.
Ella abre los ojos sorprendida. Luego me mira con una sonrisa de esas dulces. Si no estuviera tan sentido con ella, seguramente la besaría. Por eso me limito a observarla.
- Lo siento - dice.
- Al parecer es lo único que sabes decir en estos meses - murmuro por lo bajo.
- ¿Disculpa? - pregunta en un tono despectivo e incrédulo.
- Eso mismo, una disculpa sincera de ti. No eh tenido en semanas - hablo. - No sé qué te sucede. Ya no eres la misma Reina de la que me enamore.
Su cara no cambio. Su expresión siguió siendo la misma.
- Esta es la que siempre fui - dice. Acomoda su bolso. - Tal vez, si dejaras de vivir en tu mundo de fantasía y amor. Abres un poco los ojos, te darás cuenta de que no siempre es amor y felicidad. Madura Brandon, no sé cómo criaras a una bebe. Si todavía sigues siendo un crio.
No espero una respuesta de mi parte. Al decir eso se fue, dejándome solo.
Me dolió, mierda que si dolió. Cundo dicen que las palabras hieren más que los golpes. Es tan cierto, creo que si me hubiera tirado con una sandalia. Hubiera dolido menos.
Mierda, vuelvo a sentir este dolor. Este dolo que siempre me hace sentir ella antes de abandonarme.
No quiero pensar en eso. No quiero creer que ella me va a dejar. No lo haría ¿O sí?
Tenemos una hija en camino. Una bebe nuestra.
Me tomo unos minutos para recomponerme. No quiero pensar en eso. Ella no me va a dejar, no me alejaría de mi niña. Solo debe estar molesta...
Pero en lo más profundo de mí ser. Sé que me estoy mintiendo a mí mismo.
***
- German me dijo que encontraste una joyita - habla Carol.
- Chica, casi me matas del susto - digo. Poniendo una mano en mi corazón. - Deberías llevar un cascabel o algo.
- Que exagerado que sos - se queja rodando los ojos.
- Con respecto a lo de German ¿Cómo lo sabes? - indago. Subiendo y bajando mis cejas. En un gesto sugerente.
- No insinúes esas cosas, es más que obvio que se tira a su secretaria - chismosea riendo. - Pero me lo dijo en el desayuno.
- Si, en realidad ese libro lo leí en la editorial en donde trabaja. Me había encantado, pensé que lo iban a publicar. Pero al parecer no, pero me alegra que el jefe le gustara. La historia de Nix, o mejor conocida como Olivia. Debe ser leída.
Fue una gran sorpresa. Cuando Ariel me paso el manuscrito de Olivia. Casi parecía el destino, ya que su libro era ese tan fantástico. Seguramente Martin lo rechazo porque yo lo presente.
Puff, él se lo pierde. Nosotros ganamos.
- Wow. Pero si es tan bueno ¿Por qué tu vieja editorial lo rechazo?
- No me llevaba bien con el jefe. Asique seguro su odio fue más fuerte que su profesionalismo. Pero lo bueno, es que ahora es nuestro. Y será el próximo bestseller.
- ¿Por qué te odiaba tanto? ¿Dormiste con su mujer? - pregunta riendo.
Me quedo callado. Miro hacia otro lado, siento mis mejillas arder.
-NO -grita poniendo las manos en su boca. - Con esa cara de santo... Quien lo pensaría...
- No es lo que piensas...
Ella me da una mirada de "¿Enserio?"
- Bueno, si es algo de lo que piensas. Pero ella se va a separar.
- ¿No me digas que es la misma chica que va a tener a tu hija? - pregunta mirando la fotografía de la ecografía. Que tengo en mi escritorio.
- Si la misma - contesto.
- Con razón te odia tu ex jefe - comenta divertida. - Deberías escribir un libro sobre tu historia de amor. Sería una novela muy buena.
Me quedo unos segundos pensando... No es mala idea, pero no.
- Puede ser. Pero no creo. No tiene mucho drama - comento sin mucho interés.
-Yo creo que si - dice. Tomando asiento y robando una de mis galletas. - Ahora tienes que contarme toda la historia. No quiero que me dejes con la intriga.
Ruedo los ojos. Pero acepto en contarle un poco la historia, ya que me gustaría poder descargarme con alguien.
Y siendo sincero. Sé que Carol no se va a ir hasta tener su curiosidad satisfecha.
Carlos.
Miro a la mujer de mi vida una vez más. No quiero irme, me quiero quedar con ella.
Pero la enfermera me obliga a salir.
- ¿Me puedo quedar unos minutos más? - imploro.
La joven enfermera. Me ve con una sonrisa.
- Este bien. Sinceramente su familia es muy amorosa. Por lo que veo - dice con una sonrisa.
- ¿Por qué lo dice? - cuestiono.
- El amor que se tienen entre ustedes es algo increíble. Siempre en estos casos de personas en coma, muchas veces los familiares vienen una o dos veces a la semana. Y muchas veces son una o dos personas. Pero ustedes, viene todos los días, todos. Es maravillosa su familia.
- Muchas gracias, solo esperemos que siga completa.
- Lo estará, sus signos siguen iguales. Pero no ah empeorado y eso es algo bueno. Tengan esperanza.
Asiento con la cabeza.
- Dicen que es lo último que se pierde.
-Exacto, lo dejare solo. Pero solo diez minutos más.
Ella se va, es muy buena enfermera y persona.
- Vez amor, todos notan la hermosa familia que somos - murmuro acariciando su cabeza. - Tienes que despertar. Tenemos que ser abuelos de una hermosa niña. Tenemos que estar vestidos iguales para la boda de nuestra hija. Tenemos que hacer una cena familiar, para conocer a al novio de Ariel. Tenemos muchas cosas que vivir todavía. Tenemos muchos años.
"Prometimos llegar a los cien años juntos. No me dejes a medio camino candy. Tenemos muchas cosas que hacer juntos. Tenemos lugares por viajar, lugares para hacer el amor. Por favor despierta. Sé que te pido mucho, pero no me dejes. No aun."
Bese la frente del amor de mi vida. Una lagrima traicionera escapo de mi ojo.
Me duele verla acá, en este lugar. Pero estoy seguro de que saldrá de aquí. Ella lo tiene que hacer.
Hola, lindas lectoras.
Les dejo este capítulo. Y mas tarde, si llego subo otro. Ojala si llegue, lo tengo medio empezado jejeej.
buenos mil gracias por leerme, por estar aca. Me siento afortunada, de tan hermoso lectores.
En la pagina de Ig (Adictaalcafeyatii) deje fotos de como me imagino a los personajes. JEJEJE. ya que aca no se como poner imagenes. Pero bueno, alla pueden ver e interactuar conmigo.
Sin mas que decir, me despido hasta la proxima. Personitas bellas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro