Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 33

Se que tarde un dia de mas. Pero es que queria qu efuera explosivo.

Quiero comentarios y sus teorias...

Y si llega a 30 comentarios vuelvo a publicar otro capitulo.

Y esta ves mas largo.

Un beso gracias ,por leer.



Capítulo 33


Ada

— ¿A qué te refieres con igual? — pregunto mi marido mirándome sin entender nada.

Ruedo los ojos mientras camino de un lado a otro por la habitación.

— A que esa chica, la vecina de Ariel, es igual a la rusa — le vuelvo a explicar.

Desde que vi a esa chica. Una mala sensación recorre mi cuerpo. ¿Sera que es hija de esa víbora?

Carlos se incorpora para tomarme de los hombros y frenarme.

­­— Deja de caminar, me estas mareado­ — se queja. — . ¿Entonces dices que es su hija?

— Si, Ariel me lo confirmo. Pero hay algo que me carcome por dentro — digo en tono bajo. Siento esa sensación de que las cosas van a ir mal.

— ¿Qué ocurre? ¿Por qué deberían ir mal las cosas? Si la rusa no ataco hasta ahora a nuestro hijo. Dudo que lo haga.

­­— En eso no había pensado— dije alterada.

¿Y si intenta lastimar a mi bebe de vuelta?

— Por favor, no pienses en eso— intento calmarme Carlos.

— No puedo Carlos. Ahora tengo otra cosa más que me preocupa— manifiesto con preocupación.

— ¿Qué es lo otro?

— Que esa chica tiene dos años menos que Ariel. Casi la edad de Brandon.

Espero que él se dé cuenta de lo que estoy diciéndole. Que capte lo que yo estoy pensando.

El me mira ya abre la boca en señal de sorpresa. Empezó a asentir con la cabeza, al fin entendió a que me refería.

— No la verdad no sé qué tiene de importante eso — dice algo confundido.

— Que Clarisa en ese momento estaba con Alexander.

— ¡NO! — grito con sorpresa.

­­— Ese es el otro problema. Esa chica puede ser hija de Alex — concluí con pesadez.

Mi colorada amiga y Alex, recién acaba de reconciliarse. No quiero que vuelvan apelar, no por esto. Suficiente daño nos hizo la rusa ya.

Pero si Olivia es hija de Alex, el tiene derecho a saberlo.

— Pero no podemos decir nada, hasta estar seguros.

­— ¿Por qué no? Alex debería saber— interrogo Carlos.

— Porque recién arreglo sus problemas con Juli. No podemos pinchar su burbuja de amor. No con algo así de fuerte y sin tener certezas de que es así.

El asintió con la cabeza, pasa su mano por su cabello. El cual tenía varias canas blancas.

— Tienes razón amor. Pero tenemos que hablar con esa chica.

— Sí. Pero todo tiene que ser en secreto. Nadie debe enterarse de esto, mucho menos Ariel.

— Ah porque sería raro enterarse de que tiene más hermanos— concluyo.

— Aparte de eso. Ariel me comento que salió varias veces con ella— dejo a su imaginación para que él comprenda mis palabras. La cara de Carlos se contrae en una mueca de asco.

— Dios, ojalá no sean hermanos.

— Eso espero.

La verdad este asunto me tiene muy confundida.

¿Olivia y Ariel son hermanos?

No quiero si quiera imaginar la cara que pondría mi amiga si lo supiera. Ella está embarazada y sé que con su edad, su embarazo debe ser en paz y sin muchas alteraciones.

Mi esposo aprieta mis dedos con fuerza, haciéndome saber que está conmigo en esta búsqueda de la verdad. Solo espero que todo sea un mal entendido o un absurdo juego del destino y la casualidad.

Brandon

Mientras esperaba que el casero me diera las llaves de mi nuevo apartamento. Chateaba con mi padre, para saber cuándo mi mama no está en la casa.

Ya que nenecito ir a buscar las cosas que deje guardadas en su garaje. Las cosas de mi antiguo departamento mi cama, muebles de cocina y un par de cosas más.

No era mucho, pero con eso íbamos a empezar.

El departamento es acogedor. Las paredes de la cocina comedor pintadas de un amarillo patito. Era lo bastante grande como para una pareja que recién vivían juntos.

La habitación era normal, tenía una ventana que daba a la calle. Calculo que entraba perfectamente mi cama y el mueble. El baño era pintoresco tenía una de esas tinas antiguas, imagino un par de cosas que podría hacer con ella en esa bañera.

Sin dudas este era el lugar perfecto para empezar nuestro hogar.

— Joven Villagrán, aquí tiene su llave — dice el casero Es un hombre de mediana edad tés morena y tiene una sonrisa que lo hace parecer un niño pequeño. — También le doy su recibo de los tres meses que dejo pagos.

­ — Muchas gracias Señor Mauricio.

El asintió levemente con la cabeza y le sonreí. Luego de despedirse de mí, me quede solo en el apartamento.

Empiezo a pensar como acomodare los muebles. Por suerte, no hacía falta comprar mucho. Solo algunos artefactos electrodomésticos, pero eso en una semana o dos los compro. Tengo suerte de haber conseguido el trabajo.

Sentí una vibración en mi bolsillo trasero. Con rapidez tomo mi celular para ver que tengo una llamada entrante de Reina.

­ —Buenos días reina hermosa­ — saludo con alegría.

­ — Buenos días mi amor. ¿Cómo va lo de la mudanza? ­ — pregunto ella.

­­ — Perfecto, tenemos el lugar­ — conteste alegre. ­ — Creo que mañana tendré los muebles aquí, solo faltan ustedes.

Ella soltó una risa que a mis odios le parecieron música. Era tan hermoso escucharla así.

­ — Genial amor. Mira sé que Martin se ira en tres días. Cuando él se valla yo me iré de aquí. Nos iremos contigo.

Esas palabras me alegraron abruptamente. Aunque también me preocupaba, quería que ellas estuvieran lo más lejos posible de ese hombre.

Pero son tres días ¿Qué son tres días comparadora toda una vida feliz? Nada

­ — Cuando vengas a vivir aquí. Tendrás todo perfectamente acomodado para las dos.

­ — Ansió el momento. Ya quiero estar contigo Brandon.

Sus palabras removieron algo en mí. Esa sensación inexplicable de felicidad que sentí al escucharla decir eso.

Hace tanto tiempo que esperaba tenerla así, que solo hecho de pensar que estoy a tan poco. Parece que fuera un sueño.

­ — Te amo Reina.

­ — Te amo mucho más.

Luego de varios intercambios de palabras afectuosas cortamos.

Me dispuse a limpiar el lugar, ya que antes de traer todo. Tengo que acomodar este lugar.

Mi hermana me dejo su auto para poder transportarme, que buena hermana tengo. Aunque su condición de cocinarle durante toda la semana, me tiene pensando que ella me estafo.

En una situación normal estaría llamando a Ariel para que viniera ayudarme. Pero mi hermano sigue enojado conmigo, ni siquiera me responde los doscientos mensajes que le deje en WhatsApp.

Así que tengo que llamara mi colorada hermana. Aunque no sea mi hermana de sangre yo la veo como una.

Saco el celar de mi bolsillo, mientras salgo del departamento y lo cierro con llave.

Busco el contacto de Orne y presiono el botón verde para llamarla. Ella no tarda ni cinco segundos en contestar.

­ — Hola traidor ­ — me saluda con un tono molesto. Ella también está enojada conmigo. ­

­ — No puedes estar enojada conmigo tú también.

­ — Claro que puedo. Teníamos un secreto entre los tres. Y vos fuiste el primero en abrir la bocota.

­ — Pero fue sin querer. Aparte papa si apoya a Ariel ­ — me defiendo. ­ — Solo es cuestión de tiempo que todos supieran.

­ — Lo sé. Pero era decisión de Ariel.

­ — Ahora lo sé. Ahora estoy pagando los platos rotos. Ni tú, ni el me hablan­ — dije en un tono melancólico.

Salí del edificio hasta llegar a la cochera en donde tenían estacionado el auto.

­ — Bueno, puedes hablarme a mí. Te extraño hermano. ­ — dice ella.

Sentí alivio al escuchar esas palabras.

­ — Al fin, no sé cuánto tiempo podría estar sin escuchar tu chillona voz ­ — la molesto.

­ — Retiro mi oferta.

­ — Lo siento, lo siento. Plis necesito a mi hermana, a mi amiga, a mi loca pelirroja. ­ — hablo en tono desesperado. Ya que yo solito no voy a pintar todo el departamento en un día.

­ — ¿Para que soy buena?

­ — Tengo mi departamento y necesito que me ayudes a pintar.

­ — Wow felicidades mi pequeño hermano­ — me felicito. ­ — Pero ¿Acaso me viste cara de Picasso?

­ — No, te vi cara de salame y por ende me tenés que ayudar.

­ — Cuanta agresión por tu parte. Así que te ayude Magoya.

­ — Dale no seas mala. En veinte te paso a buscar.

­ — Para un poco loco. Deja que me cambie y le pida permisos a mis papis.

­ — Ve y pídele permiso. Ah dile a Pablo que venga él tiene pinta de ser fuerte y necesitamos a alguien que cargue los tachos de pintura.

­ — Bueno, bueno. Estabas en alta voz­ — dice ella con una risa. Se escuchan algunas voces de fondo. ­ — Mama dijo que si Y pablo dice que espera que te pagues la Coca.

­ — Me sale muy cara la mano de obra. Pero sí.

­ ­ — Entonces te esperamos.

***

Después de ir a comprar las pinturas. Ornella eligió los colores, aunque no me puedo quejar son fanáticos. Esa chica tiene estilo.

Empezamos pintando mi habitación pintaríamos tres paredes de color damasco. La pared en donde iría el respaldar de la cama lo pintamos de un tono llamado pabius, el cual para mi tiene pinta de turquesa solo que le ponen un nombre ara para cobrarlo más caro.

Luego pintamos la cocina comedor, con un tono canela y un blanco. Debo admitir que quedo bastante bien. Siento un quejido y veo a un costado a Pablo y Ornella tirados en el suelo.

­ — Son unos flancitos ­ — me burlo.

­ — Claro tu búrlate, pero nosotros estamos aquí con hambre ­ — se queja Orne.

­ — Eso mismo. Encima nos prometiste una Coca-Cola bien fría y acá estamos tomando agua del pico­ — agrega más queja Pablo.

Ruedo los ojos.

­ — Ahora vamos a comer. Cate me dijo que esta la comida, así que ten Pablo­ — Le tiendo plata. ­ — Compra la Coca y nosotros te esperamos aquí.

El pelinegro se levantó rápido de su lugar Tomo el dinero y el envase. Salió rápido del departamento

­ — Entonces ¿Te mudaras aquí solo? ­ — pregunta mi hermana.

­ — No, me mudare con Reina.

Los ojos de Orne se abre tanto que parece que se le fuera a salir de sus cuencas.

­ — ¿Me estas jodiendo?

­ — No hermanita­ — le aclaro.

Ella pone sus manos en su cara y niega con la cabeza. Me mira con una sonrisa que no sé si es de burla o que.

­ — ¿Pero su marido? O ¿El hijo que va a tener?

­ — Lo va a dejar. Y es una hija y también es mía.

Sé que le estoy soltando toda la información de golpe, pero ella tiene que saberlo.

Ella lleva sus manos a su boca e señal de sorpresa.

­ — Lo sabía­ — exclama ella. ­ — Felicidades mi chiquito.

Ella me abraza con fuerza, yo recibo gusto su abrazo. La había extrañado demasiado a ella y a Ariel.

­ — Cuéntame todo.

Le conté todo sin olvidarme ningún detalle. Ella me escuchó atentamente durante todo mi relato.

Al finalizar ella tenía las mismas ganas que tengo yo de matar a ese tipo. Y me prometió ayudare en todo lo que yo necesitara.

­ — Sabes deberías hablar con Ariel­ — dice ella.

­ — Es lo que más quiero. Pero me odia dijo que no soy más su hermano.

­ — Avecés decimos cosas que la verdad no sentimos.

­ — Pero ni siquiera responde mis llamadas.

­ — Capaz que está esperando que lo busques. Se por parte de mi mama, que Ariel hablo en ella. Ella no me dijo de qué hablaron. Solo que ahora están bien­ — dice con media sonrisa. ­ — Capaz ya le conto.

Me quedo pensando en lo que dijo ella. Puede ser que Ariel ya le conto a mama.

¿El querrá verme? O ¿Aunque sea hablar conmigo?

No pude contestar le a mi hermana. Ya que Pablo entro con la Coca n la mano.

­ ­ — Al fin chango. Tengo un hambre­ — se queja la pelirroja.

­ — Vamos muchachos.

Mientras me paraba para irme con ellos. Me llega un mensaje al celular.

Papa: Hijo, con tu mama nos vamos a la tarde. Tienes llave debajo de la piedra falsa. Puedes ir a buscar las cosas.

Le contesto un "Gracias papa".

Miro por última vez el departamento vacío y sonrió. Este será nuestro hogar.

Ada

­ — Sabes amor. Cuando dijiste que saldríamos ala tarde. No me imagine que sería algo como esto­ — comenta mi esposo.

Lo miro con cara de pocos amigos. Él dijo que teníamos que hacer algo hoy y bueno que mejor que esto.

­ — No seas llorón.

Dejo de mirarlo para seguir observando con los auriculares a mi blanco.

­ — Yo creo que estar espiando a una persona, es un delito.

­ — No es un delito. Estamos buscando información­ — Lo corrijo.

El suspira derrotado

La idea era espiar a Olivia. Ver si su madre es Clarisa, la rusa. Y si es así enfrentarla y pedirle explicaciones. No puedo dejar que ella este sin conocer a su padre, si es que no lo sabe aún.

Aunque no creo que lo sepa, ya que si lo supiera no hubiera salido con su hermano.

­ — Amor aunque dije que iría contigo hasta al fin del mundo. Soy muy hermoso para ir a la cárcel­ — lloriquea Carlos. ­ — Mira este rostro, sería la envidia de muchos. No puedo ir a la cárcel.

­ — No iremos a ningún lado. Y la única que debería ir a la cárcel es esa loca.

No puedo permitir que esa mujer le haga daño a mi hijo. No de vuelta, casi lo pierdo. Miro mi hombro y ahí sigue la cicatriz del balazo que me roso.

El simple hecho de recordar ese momento, me pone la piel de gallina.

­ — Hare lo que sea necesario para tener a salvo mi familia. Carlos, si es la persona que sospechamos. Estamos en riesgo.

El me mira asintiendo levemente. No está de acuerdo en espiarla pero sabe que es lo mejor.

­ — Mira allí.

Veo con los auriculares hacia dónde señala Carlos.

Estaba Olivia tomando un café, pero ahora se levantó abrazo a una mujer rubia. Igual de alta que ella.

Pero la mujer estaba dada vuelta, no podía verle el rostro.

­ — ¿Sera...?

La mujer nueva se da vuelta aquedando de perfil. Esa cara, esa nariz. Es parecida a ella. Luego se da vuelta apara quedar Olivia de espalda y ella de frente.

¡Maldición!

Es la rusa, es Clarisa.

La madre de Olivia es la rusa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro