Capítulo 23
Antes de matarme por tardar un mes en publicar. Les quiero explicar, diciembre fue un mes complicado. Las fiestas con una persona menos en la mesa, fue doloroso.
Por otro lado, me rompieron el corazón o tal vez fui yo sola. Al creer cosas que no eran, pero en fin.(Mucho lio)
Asi que les traigo una maraton, este es el primer capítulo. Espero que les aparezca en orden, jejejej.
Los amo, y disfruten el drama.
Capítulo 23
Brandon
Mientras Ariel y Ornella veían la película. Empecé a tener hambre veo la hora y son casi las seis de la tarde. Con razón, llevo más de dos horas sin comer. Seguro me desmayare en cualquier momento.
-¿A dónde vas?-Pregunta mi hermano mayor.
- A merendar.
-Vamos contigo, tengo hambre.-Dice Ornella.
Los tres salimos de la pieza, encontrándonos con Pablo.
-Hey hermanito ¿Vamos a merendar?-Pregunta Ariel abrazándolo. Son iguales, literalmente Pablo es una copia de Ariel a los dieciséis.
-Claro.
Los cuatro caminamos en fila hasta la cocina. Al parecer no era el único que tenía hambre. Ya que Cate y Marcos estaban también entrando a la cocina por la puerta del patio.
-Aja, así que todos con hambre.-Dice ella con una sonrisa.
-Sí y mucha.-Me quejo.- ¿Alguien quiere que hagamos panqueques con dulce de leche?-Pregunto. Mientras voy hacia la alacena para fijarme si están todos los ingredientes.-Si aguante Boca carajo.-Digo mientras veo que esta todo para hacer los panquees.
-Dios, Brandon deberías no ser tan entusiasta con la comida.-Se burla Cate.
Todos se ríen de su comentario, así que me doy vuelta y con la mejor cara de "me chupa un huevo". Les muestro mi dedo corazón.
-Mejor. Nadie va a comer los ricos panqueques que voy a preparar.
-Eh, yo no dije nada. –Se apresuró a decir Ornella. Se puso a mi lado y se ató su pelirrojo cabello en una coleta alta.-Yo te ayudo hermanito.
-Yo también Brandon, hare café y chocolatada para ti.-Dice Pablo con una sonrisa.
-Esa es la actitud.-Digo palmeando su espalda.-Si ustedes quieren tienen que ayudar.-Digo mirando a mi hermana, mi cuñado y al cara de mono de Ariel.
-Yo pongo la música.-Dice Ariel. Quien se fue a buscar el parlante.
-Dale manos a la obra.-Dice Marcos acercándose para ayudarme. Cate solo sonríe y se pone a ayudarme.
Cuando Ariel llega con el parlante nos ponemos a cocinar.
La verdad es muy divertido el ambiente en la cocina. Todos riendo cocinando, al ritmo de T.N.T de AC/DC.
Muevo la cabeza al ritmo de la canción intentando cantarla de la forma menos espantosa posible.
Ariel quien no cocinaba, solo saltaba por la cocina fingiendo tocar una guitara eléctrica. Se puso a mi lado y saltando.
-¡T.N.T!-Gritamos los dos. Haciendo reír a nuestros hermanos. Quien saltaban igual.
Cuando llego el solo de la guitarra Ariel se volvió un tipo de Angus Young. Y se subió a la mesa tocando la guitara (imaginaria).
-Wow, todo un roquero.-Dice Orne aplaudiendo.
-Gracias totales.-Dice Ariel bajando de la mesa.
-Que chico ignorante. Esa frase es de Charlie García.-Lo corrige Pablo.
-Ya sé, pero quedaba en el momento.-Se defiende Ariel.
Todos reímos y seguimos cocinando, una vez que la masa de los panqueques esta lista. Se la doy a Cate que se encarga de hacer los panqueques en el sartén.
-¿Pablo viste a mama?-Escucho preguntar a Ornella.
-No, creo que se fue con la tía. Tampoco veo a papa.
-Capaz se fueron a pasear por ahí.-Dice Ariel.
-Mejor. Mas panqueques para mi.-Digo con una sonrisa, mientras como el dulce de leche con una cuchara.
-¿Solo piensas en la merienda?-Pregunta Orne con una sonrisa.
-No, también pienso la cena, el almuerzo y el desayuno.-Respondo con una sonrisa.
-Ah claro, me olvide de que estas mal de la cabeza.-Dice Cate abrazándome por los hombros.
-Que graciosa.
De repente se empezó a escuchar la canción "Bajo el mar" de la sirenita. Todos miramos a Marcos quien se puso rojo como un tomate y señalo a Cate. Tenía una cara de "Yo no fui", pero seguramente fue influenciado por los poderes brujos de esta.
-La canción de Ariel.-Dice Cate.
Ariel nos mira con cara de pocos amigos.
-Vamos sé que te acuerdas de la coreo.-Lo molesta Cate. Cuando eran niños ambos bailaban esa canción. Y lo peor que la única niña era Cate, quien tenía diez y Ariel quince.
-Que baile, que baile.-Empezó a hacer porras Pablo.
-Si vamos sireno.-Dice Orne.
Ariel niega con la cabeza y rueda los ojos.
- Los odios saben.-Dice.
Pone sus manos en su cadera y empieza a moverlas en forma de ocho. Cate se le une, haciendo el típico movimiento de manos en forma de olas. Ambos ponen una pierna frente a la otra moviendo las caderas como bailarinas.
No aguante más y empecé a reírme como loco. No era el único, Ornella estaba tirada en el suelo riéndose a dos manos.
-Bajo el mar, bajo el mar. Hay bailarinas son las sardinas, y las babosa son tan rocosas. Bajo el maaar.-Cantaba Ariel de forma cómica.
Movía sus brazos sobre la cabeza, para luego dar una vuelta de cuerpo completo. Fingía tener un saxofón y giraba de izquierda a derecha para dar un salto y terminar en una pose de manos de jazz. Obviamente Cate hacia lo mismo, mientras Marcos graba todo.
Al terminar la canción todos nos quedamos viendo de forma seria. Lo que duro unos minutos ya que nos miramos y empezamos a reírnos. Por un momento me había olvidado de todo lo malo que estaba pasando en mi vida y me concentre en esto. En ser feliz junto a mi familia.
***
-Sin duda son los mejores panqueques de la historia.-Digo comiendo el quinto.
Decidimos merendar en el patio debajo de un viejo roble.
-Nos dimos cuenta.-Murmura Ariel.
-Tienes una mancha ahí.-Dice Cate a Marcos.
-¿Dónde?-Pregunta este intentando limpiarse la cara.
Ella se acercó y besa sus labios pasando su lengua por esto. Hago una cara de desagrado.
-No coman frente a los pobres.-Se queja Orne riendo.
-Eso me recuerda que tengo que llamar a Ana.-Dice Pablo quien se levanta de la mesa.
-Así que tienen novia.-Afirmo.
-Si una de mis mejores amigas.-Dice Orne rodando los ojos.
-Uf, yo recuerdo cuando mis compañeras querían salir con Ariel. Era muy molesto iban a casa solo para verlo.
Si supiera que Ariel le hubiera interesado conocer más a tus amigos, que a tus amigas.
-Es que soy el tipo de todas.-Dice el antes mencionado.
-Claro, pero yo soy más guapo.-Digo pasando mi mano por mi cabello.
-Sí, lo que digas Brandon.-Dice Ariel rodando los ojos. Haciéndonos reír.
¿Acaso dije alguna broma? Pongo los ojos en blanco y sigo disfrutando de mi panqueque.
Siento que mi celular vibra. Me limpio las manos y lo saco de mi bolsillo.
Era un mensaje de un número desconocido. Después lo leeré. Seguro es alguien del trabajo.
En ese momento mi papa y mi padrino llegan hasta donde estábamos.
-Hola desaparecidos. ¿En dónde estaban?-Pregunta Cate.
Papa mira con cara de enojo a las manos entrelazadas de mi hermana y mi cuñado. Estos se sueltan rápidamente.
-Salimos a correr.- Responde Carlos.
Ariel mira a su padre, quien estaba tirado en el piso. Parecía muerto.
- Papa ¿Olvidaste que nunca en tu vida corriste?-Pregunta Ariel riendo se.
-Silencio niño. Serás más alto que yo, pero soy tu padre. Respeto.-Pide Alex, pero seguí tirando en el suelo.
Ornella se le tira encima y le hace cosquillas.
-Pensé que eras la nena de papi.-Dice mi padrino. Intentando quitarse a la pelirroja de encima. Quien no daba tregua ya que seguía haciéndole cosquillas.
- Claro papi. Pero como dicen en Cobra Kai. "Sin piedad".-Dice riéndose.
En un descuido Alex, logra quitársela de encima. Y se para y con rapidez, la agarra de las pierna y se la sube al hombro como un costal de papas. Para llevarse la corriendo.
-Que rápido va.-Murmura Carlos.
-Uy.-Gritamos todos, al ver que Alex no vio una de las estatuas de león. Que están repartidas por el patio. Y se cayó de frente, la que más daño se hizo fue Ornella.
Salimos todos corriendo a ayudarlo. En cuando llegamos a su encuentro Ornella estaba tirada en el piso con los brazos extendidos en forma de cruz.
-¿Están bien?-Pregunte.
-Papa si, el cayó sobre mi.-Gruñe Orne.
Miro Alex que tiene un raspón en el mentón y su ropa manchada. Vuelvo mi vista hacia Ornella. Ella tiene un corte a la altura de la ceja y su labio partido, del cual comenzó a salir mucha sangre.
- ¿Eso es sangre?- Pregunta papa antes de desmayarse. Yo voy a socórrelo, pero Ariel llego antes.
-Ve ocúpate de Orne y papa.-Dice riéndose.
Tenía que admitir la escena si estaba siendo cómica. Pero no debía reírme, aunque quiero.
Ayudo a Orne a pararse y la llevo hasta adentro para poder curarla. Cate y Marco hacen lo mismo con Alex, quien también había sufrido un golpe en la rodilla.
Este fin de semana estaba poniéndose raro.
Ariel
-Papa.-Digo sacudiendo a Carlos.
Él se quejó y siguió acostado. Tendré que usar la artillería pesada en este caso.
Me quito una zapatilla la acerco a mi rostro. Uff, sí que huele espantoso. Coloco la zapatilla en mi mano, de forma que quede sobre la nariz y la boca de Carlos.
El no tarda ni diez segundos, en abrir sus ojos. Los cuales me miran con asco.
-Chico, por favor. Busca una crema para los hongos de esas patas.-Dice tirando mi zapatilla como si fuera material radiactivo.-Que olor a pata.-Se queja.
-Y bueno papa, tenía que despertarte.-Digo con una sonrisa.
Me arrodillo y le doy la mano. Él se levanta algo mareado y me miro sonriendo.
-¿Los demás?
-Se fueron a socorrer a papa y a Orne.
-Ah bien. ¿Tu mama y tu tía ya volvieron?-Pregunta.
-No.
-Ah ¿Vamos a sentarnos? Está linda la tarde.-Pregunta.
La verdad me apetece pasar tiempo con mi otro papa, ya que hace mucho que no hablamos.
-Claro.
Caminamos hasta los sillones cerca de la pileta, la cual estaba vacía.
-¿Qué me cuentas de tu vida hijo?-Pregunta el. Ambos nos sentamos a mirar el lindo paisaje.
-Y todo normal. Entre el trabajo y algunas salidas. No hago nada raro.-Comento.- ¿Vos?
-Yo todo bien. Algo preocupado por el futuro de la empresa, ya que no tengo ninguno de mis hijos que quiera seguir con el negocio familiar.-Me cuenta.
Eso es verdad Brandon es editor y Cate será médica, claro si aprende algo. Y después estaba yo, pero seguí los pasos de mi padre.
- ¿Y tú sobrino? O ¿Era sobrino de tu papa?
-Ese chico no sabe ni en donde está parado. Aparte a mi padre no le cae del todo bien.
- A tu padre no le caigo bien yo.-Digo riéndome.
-No le des bola, es un viejo amargado.-Se escusa con pena.
El intenta no poner cara de molestia, pero fracasa rotundamente. Sé que le duele que su padre "mi abuelo" no me quiera. Pero está bien, no le puedo agradar a todos. Suficiente con el amor de mis otros abuelos, aparte Amanda es un amor conmigo.
- Seguro no heredaste tu encanto de él.-Digo con una sonrisa, para alegrar el ambiente.
-Claro.-Dice con media sonrisa.- ¿Tienes novia o novio?
Le iba a contestar, hasta que me di cuenta de lo que acaba de preguntarme.
¿Acaso dijo novio? ¿NOVIO?
Mi corazón latía muy rápido. Sentía la transpiración recorrer mi espalda, mis manos estaban mojadas. No entiendo ¿Por qué me pregunto eso?
No logro procesar las palabras, no puedo ni hablar. Mi cerebro quedo como apagado. Me quede mirándolo por no sé cuantos minutos.
-¿Qué?-Pregunte. Mi garganta estaba seca.
Papa me miraba ,como si recién hubiera ciado en lo que me dijo.
-Pe...Perdón.-Mustia con cara de preocupación.
-¿Qué? ¿Perdón?-Pregunte aún más aturdido.
El miraba a todos lados estaba incómodo. No entiendo como él puede estar incómodo. Si al que acaban de llamar gay es a mí. No entiendo cómo puede pensarlo o saberlo, si no soy para nada obvio.
-Es que no te enojes...Brandon me conto...
-¿Qué?-Grite enfurecido.
Me levante con ira, tirándola el pequeño sillón al suelo. Papa me llamaba, pero no le hice caso.
Entre a la casa dando un portazo. Todos los allí presente me miraron con confusión. Pero solo me centre en una, en la cara de ese vil mentiroso y traidor.
-Eres una basura.-Grito. Acto seguido, sin que él se diera cuenta le pegue con mis nudillos en su pómulo izquierdo. El golpe lo tomo desprevenido haciendo que caiga al piso. Pero se levantó y me miro enojado y confundido. El muy sínico no entendí el porqué del golpe.
-¿Qué mierda te sucede?-Pregunta tocándose la cara.
Lo miro con rabia. Encima se hace el estúpido.
-No me quieras ver la cara de idiota. Si sabes bien lo que hiciste. Una sola cosa te pedí que guardaras, una sola cosa. Que solo yo tenía el derecho de decir.
Intento volver a pegarle, pero Carlos me sujeta del brazo.
-¿Qué? Yo no hice nada.-Miente el idiota de Brandon. Pero luego debe ser que Carlos le dijo algo, ya que su cara cambio a una de entendimiento total. Llevo sus manos a la cabeza y me miro con remordimiento. Demasiado tarde pensé.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro